OCHO
Se había encendido un infierno enfurecido, que lo consumía todo.
Mix envolvió a Earth en sus brazos, aplastándolo mientras sus lenguas se batían en duelo por el dominio.
Earth nunca había probado algo tan bueno, y soltó un leve gemido mientras clavaba sus dedos en la espalda de Mix, besándole con una necesidad que rayaba en la desesperación. Sus sentidos estaban sobrecargados por el olor, el sabor y el tacto de Mix. Todo ese músculo duro presionado contra él, lo enloquecía y desarmaba como nunca antes. La forma en que Mix estaba inclinando su peso hacia él, era apabullante, lo volvió locamente desesperado.
Con un gruñido, rastrilló sus dedos en el pelo de Mix, agarrándole con los puños. Estaba tan duro que era doloroso. Su cuerpo palpitaba de deseo, y todo en lo que pensaba era en tener esa polla grande, gruesa y hermosa dentro de él. Tan distinto a todas las personas con la que habiia estado antes.
—Maldición —dijo Mix a través de un grito ahogado. Giró a Earth y se inclinó sobre el mostrador, su gran mano sobre el hombro de Earth manteniéndolo en su lugar.
Earth gimió, ensanchando su postura y empujando su culo hacia afuera en invitación, un escalofrío sacudiendo su cuerpo cuando Mix gruñó y se acercó a desabrocharle el cinturón. No deberían estar haciendo esto, no era el lugar ni momento. Menos estando en la posición en que se encontraban, pero...
Demonios.
—Dime que pare —La voz de Mix era grave y profunda— O te voy a follar aquí mismo.
¡Santo Dios!
Si frotar su culo contra la polla dura de Mix había sido suficiente para tener semejante respuesta. Earth estaba seguro que no necesitaba explicar nada en ese momento. Quería a Mix de cualquier manera, o en cualquier posición. Lo necesitaba.
En un rápido movimiento, le arrebató la radio del cinturón a Mix, se lo llevó a la boca y presionó el botón PTT.
—Tomando un descanso. Llama si necesitas algo. —dijo fuerte y claro a manera.
—Recibido, jefe.
Arrojando la radio a un lado, Earth miró a Mix por encima de su hombro.
—Vamos a dar una vuelta, Vaquero. —Gruñó y Mix maldijo en voz baja, cuando invirtió sus posiciones. Sus pupilas hinchadas, su pelo un lío sexy mientras caía sobre su frente, y sus labios hinchados por los besos.
Mierda, estaba bueno.
Mix capturó la boca de Earth de nuevo, su beso duro y rápido antes de sacudirse los pantalones y la ropa interior, por debajo de su trasero, mientras Earth hacia lo mismo.
—Maldita sea. He estado soñando con esto durante meses.
Mix había soñado con el culo de Earth cada maldito día, estaban en iguales condiciones.
Earth golpeó a la derecha de Mix y él jadeó ante la deliciosa picadura. Eso casi fue suficiente para que cualquiera se corriera en ese momento. Pero Mix soltó un gemido, tan fuerte como el que el hombre detrás de él. Su agarre en el borde del mostrador era tan fuerte que Earth pensaba que quería sentirlos en su propia piel, hasta que se clarvaran tan fuerte que le dolieran los dedos a Mix y las marcas quedaran grabadas, durante días.
El ruido del cinturón de Mix y el crujido de la ropa cayendo hasta sus tobillos, hicieron temblar al vaquero con anticipación. Pero al parecer algo pasaba con Earth, y Mix no iba a permitir que lo pensara demasiado. No le daría esa opción. Earth no era el único que había estado soñando con ciertas cosas.
Mix volvió a quedar en la posición inicial, haciendo soltar un grito ahogado y muy necesitado a Earth, mientras deslizaba sus manos por sus piernas para poder llegar a sus bolsillos.
—¿Tienes un condón y lubricante? —preguntó con voz fuerte. Su tono cambio cuando pudo introducir su mano—. Por supuesto que sí. —suspiró.
—Vete al diablo. ¿Te estás quejando? —Earth siempre estaba preparado, nunca dejaba de usar un condón cuando se follaba a alguien, pero nunca se imaginó cuando el maltrato de un vaquero sexy como un pecado se convertiría en algo más. Pero no es que fuera a admitirlo ante Mix.
—Aquí no hay quejas —Mix agarró la barbilla de Earth y lo besó como si tuviera miedo de que Earth cambiara de opinión.
Dejándolo sin aliento, Mix movió su hambrienta boca a la oreja de Earth y tomó el lóbulo entre los dientes, chupando y mordisqueando. Con una lamida en la mandíbula de Earth, y aprovechando que Golden King estaba disfrutando de ello, presionó un dedo lubricado en su agujero, sin que este lo anticipara, aunque claro, estaba consciente de lo que estaba haciendo. Earth aspiró un aliento agudo y empujó hacia atrás en el dedo de Mix, sus ruidosos gemidos y maldiciones llenando el camión.
—Maldición. Mira eso. Un poco de avaricia, ¿no?
—¿Vas a follarme o a hablarme de ello?
—Jesús, esa boca sucia.
—Como si mi boca no te pusiera duro.
—No hay nada en ti que no me ponga duro, cariño. —Mix añadió un segundo dedo, y Earth gimió.
¡Ay, Dios mío! Eso estuvo muy bien. Demasiado bien, como nunca imaginó que podría ser.
—Realmente necesito que me folles —gruñó Earth— Como, ¡Ahora mismo!
¡Santo cristo! Realmente estaba loco.
—Lo que quieras. —Mix sacó sus dedos del culo de Earth y los reemplazó con la cabeza de su polla.
El silbido de Earth se convirtió en un gemido bajo cuando fue violado, la quemadura de la gruesa polla de Mix extendiendo su agujero tan bien.
Su aliento se agotó cuando Mix se hundió en él, y no pudo esperar más, se clavó a sí mismo empujando fuerte hacia atrás, en la polla de Mix, haciendo que ambos gritaran.
Dolor y placer, mezclándose entre sus cuerpos, haciéndolo uno.
—¡Maldición! ¡Jesucristo, Earth! —Mix se dobló, su pecho presionado contra la espalda de Earth— ¿Intentas matarme?
Earth sonrió malvadamente, aunque el sudor frío perlaba su frente. No importaba, esperaba seguir sintiendo esa sensación extraña provocada por el vaquero y su polla.
—A veces se me ha pasado por la cabeza.
Mix se rió.
—Pequeña mierda. —Agarró las caderas de Earth, tiró casi todo el camino, luego se zambulló de nuevo, y esta vez le tocó el turno a Earth de maldecir. Mix repitió el movimiento, y Earth estaba agradecido de tener a Mix sosteniéndolo o podría caer de rodillas por lo bien que se sentía tenerlo conduciendo hacia él.
—¡Joder! Oh, joder. ¡Si! Vamos, Vaquero. —El pulso de Earth se disparó, y su cuerpo tembló de necesidad cuando Mix se sumergió en él profunda y duramente. Estaba estirado imposiblemente ancho, y su trasero iba a estar dolorido por horas, pero santo cielos, ¡era divino!
Mix lo golpeó, y Earth echó la cabeza hacia atrás, lo que hizo que Mix le pusiera una mano alrededor del cuello, manteniéndolo en su lugar para que pudiera girar su cabeza y besarlo. Se rasgaban la boca, sus besos eran descuidados y húmedos. Sus lenguas se enredaban, sus alientos se mezclaban mientras sus cuerpos se hacían uno. No había nada dulce o gentil en lo que hacían. Era crudo, desesperado y animalista. El camión se llenó con el sonido de sus maldiciones, gruñidos, jadeos y cuerpos golpeando juntos. Earth murmuró tonterías en español, pero pareció enloquecer a Mix, así que lo instó a seguir adelante en su lengua materna.
Puede que Mix no entendiera lo que decía, pero el tono de Earth no dejaba lugar a dudas de que lo que decía era asqueroso.
—¿Esto es lo que quieres, cariño?
—Sí, oh Dios, sí. Más fuerte —Earth le dio la bienvenida a los moretones que había anhelado poco antes, que Mix le dejaría por su agarre en las caderas. Quería sentir a Mix durante días. Si esta fuera la última vez que harían esto, Earth no quería olvidarlo—. Tu polla se siente tan bien dentro de mí, Vaquero.
Mix movió un brazo alrededor del pecho de Earth, enderezándose con él y manteniéndolo en su lugar, su barbilla descansando sobre el hombro de Earth mientras continuaba arrollándolo.
—Mueve esa bonita polla tuya, cariño. Quiero verte correrte.
Si Mix quería un espectáculo, Earth le daría uno.
Golpeó la parte de atrás de la cabeza de Mix y con su mano libre usó su presemen para obtener algo bueno y resbaladizo. Sonrió a la maldición de Mix mientras que hacía coincidir sus golpes con los empujes erráticos de Mix.
—Maldita sea, eres hermoso.
Earth jadeó y un escalofrío viajó por su columna vertebral. Cerró los ojos, sin querer que Mix viera lo mucho que significaban sus palabras, incluso si lo que había dicho estaba en el calor del momento.
—Arruíname, Vaquero.
Mix emitió un rugido mientras empujaba a Earth hacia abajo sobre el mostrador y se inyectaba en él, como un loco.
Gritó su liberación, llenando el condón.
Earth siguió con un gemido un latido más tarde.
Arm iba a patearle el trasero si se enteraba de lo que habían hecho en su preciosa camioneta.
Se lo diría a Mix más tarde. Ahora mismo, difícilmente podría recuperar el aliento y mucho menos usar su cerebro.
La cabeza de Mix descansaba contra la parte posterior de Earth, su brazo aún alrededor del pecho mientras lo mantenía cerca, el único sonido sus respiraciones y jadeos. Un suave gemido escapó de Mix, y acarició la sien de Earth antes de darle un beso, sus dedos acariciando suavemente el pecho de Earth. El tierno gesto era demasiado íntimo, y Earth aclaró su garganta.
—Necesito limpiarme para que podamos volver al trabajo.
Mix emitió un resignado suspiro.
—Correcto —Suavemente se retiró, y Earth hizo una mueca de dolor. No se volvió para mirar a Mix. Simplemente se enderezó como si nada hubiera pasado, abrió uno de los cajones y sacó un paquete de toallitas húmedas. Después de limpiarse, se subió los pantalones y luego limpió el armario de abajo. Después de tirar las pruebas, abrió la nevera y cogió una botella de agua para él y otra para Mix, que ya estaba sentado en la consola, y su mirada se centró en nada en particular.
Earth le ofreció la botella.
—Gracias.
Tomando asiento, Earth retorció la tapa y se tomó un trago largo, fingiendo que no sabía que Mix lo estaba observando. El aire en la camioneta era espeso, tanto por el sexo como por la tensión entre ellos.
Earth no podía permitirse bajar la guardia cerca de Mix. Sería demasiado fácil para él caer, y eso sólo le llevaría a la angustia. Earth había vivido toda una vida de decepciones, y no iba a añadir a Mix Sahaphap a esa lista.
» Uno de los monitores emitió un pitido y apareció un mapa con un punto rojo parpadeante. Lentamente se movió por las calles del centro.
—Ahí está el camión blindado. —Earth se golpeó el auricular—. De acuerdo. Todos permanezcan vigilantes. El camión está a veinte minutos. —No tenían idea de qué esperar. Hablaban de un prototipo falso valorado en miles de millones de dólares falsos. Earth había conocido a hombres que habían matado por mucho menos. Eran poco más de las ocho de la noche, y pocos empleados se quedaron en el piso aparte del personal de seguridad—. Manten un ojo en ese punto —le dijo Earth a Mix mientras se paraba y caminaba hacia el delgado casillero negro al final de la camioneta. Abrió la puerta y sacó uno de los chalecos tácticos negros—. Ponte esto.
Mix se volvió hacia él, y Earth le entregó el chaleco antes de que se atara en uno.
—Demonios, ¿estamos esperando disparos?
—No sabemos lo que este hombre está planeando, y no voy a dejarte morir en mi guardia, Vaquero.
—Gracias, Creo —murmuró Mix.
Earth se rió.
Introdujo su código en la gran caja de cerradura biométrica en el estante de abajo y, cuando se le pidió, colocó su dedo en el escáner. La caja se abrió, y quitó una Glock en su funda táctica.
—Aquí. Asegura esto a tu chaleco. —Mix hizo lo que se le pidió sin hacer preguntas, y Earth se sonrió a sí mismo. Una parte de él había pensado que Mix no estaría contento de recibir órdenes de él, pero Mix no dudó cuando Earth le pidió que hiciera algo. Lo acaba de hacer. Earth aseguró su propia funda a su chaleco, luego cerró la caja de seguridad, comprobó que estaba segura y cerró el gabinete antes de unirse a Mix en la consola. El camión blindado se acercaba a su calle. Cuando el camión estaba en la carretera, la pantalla con el mapa cambió a imágenes del camión. Observaron cómo se detuvo frente al edificio y se abrieron las puertas traseras. Un equipo de seis agentes de seguridad armados saltó, y a uno de ellos se le entregó una caja blindada de tamaño mediano. El equipo aseguró al agente que llevaba la caja, y rápidamente entraron al edificio.
Earth se golpeó el auricular—. El paquete está en el edificio.
Observaron la pantalla, las imágenes del equipo que se encontraba dentro del vestíbulo y que se dirigían hacia los ascensores. Uno de los agentes de seguridad robó una tarjeta de acceso. Earth apoyó los codos en la consola, su mirada fija en la pantalla. No movió ni un músculo, apenas respiró, sus ojos fijos en el movimiento que tenía delante. El equipo tomó el ascensor hasta las suites ejecutivas, y pronto estuvieron dentro de la oficina del CEO.
—¿De cuánta seguridad estamos hablando? —Preguntó Mix, señalando al monitor.
—Ese es Johnson al frente, el líder del equipo. Tiene que pasar por el sistema de seguridad seis veces para llegar a la sala de seguridad. Una vez dentro del edificio, los ascensores, el vestíbulo de los ejecutivos, la planta ejecutiva, la oficina del CEO, y luego la sala de seguridad. La caja fuerte contiene un candado biométrico, que requiere una tarjeta de usuario autorizada, un pin de seguridad, un escáner de huellas dactilares y un escáner de retina. Si uno de ellos no coincide con lo que hay en el sistema, la caja fuerte y la sala de seguridad pasan al modo de cierre, lo que alerta a Arm y a su equipo. La única forma de restablecerlo es con las credenciales de Arm.
—¿Y si Arm no está disponible?
—Entonces hay un mecanismo de seguridad y uno de los Golden Kings puede restablecerlo.
El equipo logró eludir todas las medidas de seguridad como se esperaba. Aseguraron la caja dentro de la caja fuerte, la cerraron con llave y se fueron.
La voz de Johnson salió de sus auriculares.
—El paquete está seguro. Vamos a salir.
—De acuerdo. Mantente alerta.
El equipo llegó al camión, subió, esperó unos minutos y se fue.
Nada.
Mix suspiró.
—¿De verdad crees que va a hacer un movimiento tan pronto después?
—Depende de lo desesperado que esté, y por lo que hemos visto de su cuenta bancaria, creo que está bastante desesperado.
Pasó una hora sin moverse.
Más empleados se fueron a casa por el día, dejando sólo al equipo de seguridad en el vestíbulo, la oficina de seguridad y los cinco guardias haciendo sus rondas.
—Espera. ¿Qué es eso? —Earth miró a la pantalla y al BMW negro con vidrios polarizados que se detuvo frente al edificio. El conductor se bajó, cerró la puerta y abrió la puerta trasera a un hombre alto con el pelo salpicado de sal y pimienta.
—¿Quién es ese?
Earth tocó la pantalla más cercana y sacó los perfiles del personal ejecutivo de la compañía. Señaló la foto del hombre que estaba entrando al edificio.
—Ese es el CEO. Muy raro.
—¿Por qué es raro?
—El Sr. D'Angelo se reportó enfermo hoy.
—¿Quizás se siente mejor y ha decidido comprobar las cosas? Eso no es inusual.
—No, no lo es, pero algo no está bien. —Earth siempre escuchaba sus instintos. Después de años de misiones de operaciones especiales, aprendió a confiar en su intuición. Algo estaba mal. Mantuvieron los ojos en la pantalla mientras D'Angelo pasaba su tarjeta de acceso por los mismos lugares que el equipo. Cuando irrumpió en su oficina, Earth llamó a Arm.
—Earth, ¿qué pasa?
—Necesito ver todas las imágenes que tenemos de Mike D'Angelo usando su tarjeta en la oficina.
—En ello. Un segundo.
—Gracias. Te volveré a llamar —La pantalla de la izquierda cambió repentinamente a varias filas de pantallas más pequeñas, todas llenas de imágenes de D'Angelo deslizando su tarjeta de acceso—. Mierda, ese no es D'Angelo.
—¿Cómo lo sabes?
Earth señaló a la pantalla.
—Cada vez que pasa su tarjeta es con su mano izquierda. Es zurdo. —Earth señaló la pantalla del impostor. —Ese hombre siempre ha pasado con su mano derecha.
—¿Estás bromeando? ¿Cómo...?
Earth se golpeó el auricular.
🔥 𝕭𝖑-𝖋𝖎𝖈𝖘
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