10.

Quedé perpleja ante su actitud rara, volví a mi asiento para cruzarme de brazos, solo ayer estábamos bien y hoy ni lo conocía.

No entendía su drama.

A Jimin no lo eh visto hoy, o al menos eso creo, a nina tampoco la eh visto, y gina, bueno aún no llega a clases, lo sabia porque hoy era lunes y tenia terapias respiratorias.

Ho seok no tiende a tener una actitud así realmente me molesta que se haya portado tan infantil.

–estúpido. -Me dije a mi misma, susurrando.

Luego de un rato el profesor inició su tan esperada clase, literatura.

Es de mis clases favoritas, adoro leer y escribir, de poder meterme en un mundo que no sea este, con cosas incoherentes y estúpidas.

–Este año –habló el profesor dejando las cosas en el escritorio– leeremos una historia basada en una relación amorosa de hermanos, titulada, flores en el ático, la cual por consiguiente trata de temas delicados– se oyeron unas cuantas quejas y murmuró en el fondo –Con esto no quiero que piensen que los pongo a leer esto porque quiero que normalicen algo que ante la sociedad está mal.

Por alguna extraña razón me sentí incómoda y con vergüenza ante lo dicho del docente.

–Inicialmente no haríamos lectura de esto, pero al parecer, Cambiaran algunas cosas, entre ellas hacer lectura del libro con alumnos de otros cursos, ¿Alguna duda sobre esto?

Un chico de cabello azabache a mi lado levantó la mano.

–¿Por qué tendríamos que convivir con los de las otras clases?, es decir, así estamos bien.

–No lo se realmente, No estoy seguro- acomodó sus lentes- el director piensa que será una muy buena idea, para que convivan, es cómo un tipo de convivencia, además, solo será literatura.

Alumnos se quejaban, y otros por su parte estaban realmente contentos con la noticia que los juntarían con sus amigos de las otras clases.

En mi opinión esto no me gustaba para nada, y peor si me tocaba con mi hermano que era lo mas probable, Hundí mi cara entre mis brazos doblados en mi mesa y suspire, no tenía ganas de hacer nada, realmente nada.

Luego de haberlo pensado unos segundos tomé mis cosas para salir del aula, no me importo realmente que dijeran, a estas alturas de la vida ya todo me valía.

Camine hasta las gradas del patio trasero y me senté ahí, puse mis manos en mi cabeza y suspiré, no sabía que era lo que verdaderamente pasaba conmigo, ¿que es todo eso que estoy sintiendo ahora mismo?

El sonido de un balón rebotando hace que salga de mis pensamientos, y veo fijamente al causante de ese ruido.

-¿Podrías parar con éso? -pregunté alzando una ceja, él sonrió.

Dejó su balón aún lado y se encaminó a mi, una vez que llegó tomó asiento a mi lado. Pasaron unos minutos y luego decidió hablar.

-¿Cómo estás? -entrelazo sus manos, estaba sudado y cansado, lo sabía porque respiraba con dificultad.

—supongo que bien–respondí sin mirarlo.

—¿Qué  te pasa, mell? —preguntó ahora viéndome — ¿Todo bien?

Negué.

—nada está bien en mi jodida vida–seguí con mi mirada hacia otro lado–yo la verdad... no sé qué me sucede.

—¿deseas hablar? —negué enseguida, jungkook giro su cuerpo y quedó frente a mi—. ¿Todo bien con taehyung ?

Me estremeció el solo oír su nombre, yo se que él es mi hermano, es mi sangre, no se como simplemente me deje llevar ese día, aquello esta incorrecto, pero me gusta, me gusta el hecho de que me haya tocado, el como me haya besado, me estaba empezando a gustar lo prohibido.

En mi mente aparecieron pequeños flashback de imágenes distorsionadas de taehyung y yo cuando estábamos pequeños, y, por más que trate de recordarlo cómo quise, no pude.

—todo esta bien–lo vi de reojo.

Él tomó mis manos y las apretó haciéndome saber que podría contarle mis cosas, pero vamos, ¿cómo le digo a mi crush que me eh estado besando con mi hermano?

—¿entonces es la novia de tu hermano?, esa perra nunca me calló bien.

Reí por lo dicho.

—es eso, lo sabia. —El pálido chico arrugó su naricita.

Su expresión hizo que mi corazón de un vuelco, estaba más que segura que me gustaba este chico, y lo de mi hermano solo era una ilusión. 

— taehyung nos contó que ya no quiere andar con ella, se a vuelto insoportable. Ella me cae de la patada, y por eso, estoy de tu lado.

— ¿A qué viene toda tu curiosidad? —Pregunté ahora yo— ella la verdad, me vale tres hectáreas, haga lo que haga él o ella me da igual.

—Sabes que me gustas mell, y me preocupo por ti, no importa que tu hermano sea celoso—se burló.

Cada minuto que pasaba, para mí era lo mejor, empezamos a contar cosas triviales de la vida, y ni siquiera nos dimos cuenta de que nos habíamos saltado casi todas las clases, y la verdad no importa, perdería un día entero solo por pasarla con él.

Ya más tranquila de haberme desahogado con él sin haber topado algún tema de mi hermano, me despedí con un besito en sus labios, tomé mis cosas y las guarde en el casillero antes de irme, me iría sola, supuse que taehyung se había ido a follar con su zorra o que se yo, cualquier cosa que haga la verdad no me sorprendería, estoy más que acostumbrada a que haga eso.

Mi casillero fue cerrado de un momento a otro haciendo que yo me sobresaltara.

¡Menudo idiota!

—Te tardas mucho tonta, vamos. —Cogió mi mochila y comenzó a caminar hasta la salida seguido por mí.

— ¿Dónde te has metido en todo el día? —Pregunto a mi lado— no has ido a ninguna clase.

—Por ahí, ¿A dónde me llevaras a comer? — mi hermano me miró un poco dudoso.

— ¿Dónde queda eso?, te bajarán todos los puntos y sabes cómo se ponen nuestros padres y más papá.

Eleve los hombros en respuesta.

—miel —entrelazo nuestros dedos, la gente de nuestro al rededor nos quedaba viendo, y era obvio, casi siempre a la salida discutíamos.— ¿por qué no me llamaste? Podíamos hacer novillos juntos.

— No quise, luego papá me reclamaba por dañar a su hijito consentido y, a parte, quise estar sola. –Asintió.

Cuando llegamos al auto arrojó nuestras cosas al asiento trasero.

—No me has dicho a dónde iremos, yo muero de hambre. — empece a revisar mi celular.

Suspire al ver que no me respondía, finalmente después de unos quince minutos de recorrido, llegamos a un lugar que solíamos venir cuando eramos unos niños y los problemas con mis padres no existían.

—¡wow!, tanto tiempo. —veía el lugar con asombro.- has escogido un buen lugar.-sonreí al verlo.

—Lo sé, y lo mejor de todo es que sigue igual que hace ocho años atrás.

Buscamos una mesa vacía al fondo del lugar dónde no había mucha gente, cada quien tomó asiento. Por un buen rato ni él ni yo hablamos, nos enfocamos en comer.

— Mell —alcé la mirada para verlo.— ¿Por qué no entraste a las clases?

—Ya te lo dije, solo quise darme un tiempo para mi, es todo.—Tomé un sorbo de mi bebida.

—debe haber una explicación. — dijo obvio.

Desvíe mi mirada hacia otro lado.—No me apetecía entrar, fin del tema.—dije.

Taehyung

Mell no solía ser así, casi nunca se saltaba clases, ni mucho menos para darse un "respiró", ¿se habrá sentido agobiada por lo que pasó?, sus amigos siempre estaban para ella, pero, ¿y esta vez?, algo que conocía muy bien de mi hermana es que a ella le sale muy bien mentir, era su especialidad.

Pensé unos minutos antes de hablar.

— No entraste porque te la pasaste con jungkook todo el día, ¿me equivoco?–alcé una ceja.

Sus ojos se posaron en mi con una intensidad inexpresiva, La expresión de Mell cambió a una de desconcierto total.

—él sólo quiere jugar contigo—Asentí— te vas convertir en su perra. Te va a controla y créeme, hará contigo lo que le plazca. — ella me miraba muy molesta— Además, te vas a meter en problemas, ¿quieres que la prensa se entere que andas con un niñato que se droga? Tú carrera se vendría abajo.

— ¿Por qué me estás diciendo esto?, ¿que tiene que ver el que haya perdido clases?, ¿a que viene todo esto?, él es tu mejor amigo.

La había cagado de sobre manera. Cállate, pero hazlo ya.

—Claro que tiene que ver—Terminé por dejar todo aún lado. — Te va a lastimar y te vas a acordar de mi, cariño.

—¿Qué estupideces dices? —Luego de un rato sin hablar, pagamos y nos fuimos entre un silencio muy incómodo en el carro.

Todo el camino a casa ella y yo no pasamos palabras, vi cómo se coloco los audífonos, estaba molesta.

Al llegar a casa nuestros padres estaban hablando en la sala, cada quien haciendo sus cosas ni siquiera notaron que habíamos llegado.

cada quien se fue a su habitación sin decir nada, creó que la discusión de hoy en la mañana la tenía mal, era eso, tenía que disculparme y encontraría la forma más civilizada de hacerlo.

No sé cuánto tiempo estuve metido en mi habitación sin salir, sabía que era de noche por el hecho que tenía las ventanas abiertas.

Me había acostado en la cama y ahí pasé lo que restaba del día, sin poder dormir, miraba el techo pensando en mi hermana, ha estado realmente rara ,y eso me entristece.

Ya sé que desde hace un tiempo prudente ella y yo nos alejamos, nadie se hablaba, y cuando lo hacíamos era para discutir por cosas sin sentidos.

A mi mente vino un recuerdo de cuando éramos pequeños, recuerdo bien que apenas teníamos siete años años y estábamos en la casa de la abuela en una reunión familiar, Mell siempre a sido reservada no le gustaba mucho socializar con mi familia y la entendía, a mi tampoco me gustaba.

Recuerdo estar debajo de un árbol sentados, ella pintaba un dibujo y yo solo la observaba sonriendo.

Flash back

—¿Meli, tu me quieres? – me acerqué un poco más a ella.

–claro que te quiero, tete– ella me observó con sus ojitos redondos y una sonrisa en sus labios.

Estaba muy pequeño para saber que era realmente amar, pero sentía una gran felicidad de solo estar con ella.

–cuando seamos grande nos vamos a casar y viviremos juntos.

–que cosas dices, tae–volvió a colorear su dibujo–eso no se puede, somos hermanos.

–si se puede, ya verás que si– tomé su mano haciendo que ella vuelva a mirarme.–¿me regalas un beso?

Ella volvió a sonreír y asintió, tan solo fue un pico, uno torpe, uno que para mi duro mucho.

Cuando acabamos entrelazamos nuestros dedos eh ingresamos a la casa.

Fin del flash back.

Ese día mamá se enojo mucho cuando le dije que me casaría con mell, desdé ahí ella nos vigilaba, pero luego se olvidó diciendo que solo eran cosas de niños.

Me senté en mi cama pasando mis manos por el cabello, lo pensé una y dos veces antes de ir a su cuarto.

Toque varias veces con esperanzas de que ella me abriera, tal vez este durmiendo y yo esté aquí molestándola.

Cuando ya estaba apuntó de irme su puerta se abre dejándome ver un cuerpecito delgado con su vestido de dormir

—meli–Sonreí un poco avergonzado.

— ¿Puedo dormir contigo? —Pregunte. — por favor.

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