🔻×Your Terrible Secret, Aiden...×🔻

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꧁༺ 𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 8 ༻꧂
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[...]

Eran como las 9 de la mañana de aquel frío sábado cuando Aiden de vio en la obligación de salir a tomar algo de aire fresco y mañanero. Su gatita, Patches, lo había despertado, cuando sintió algo peludo y calientito aplastarle el rostro e impedirle respirar. Así que el chico de tez aperlada se encontraba sentado en la hamaca del frente de su casa con su gatita acurrucada en su pecho mientras veía a un punto vacío en la calle.

Aiden inhaló profundamente, dejando que el aire gélido de la mañana penetrara en sus pulmones, llenándolo de una frescura revitalizante. El frío le hacía estremecer ligeramente, pero también le otorgaba una sensación de claridad y energía.

El silencio reinante en la calle parecía un bálsamo para su mente agitada. Le brindaba una sensación de serenidad que pocas veces encontraba en medio del bullicio cotidiano. Era como si el mundo se hubiera detenido por un momento solo para él y su gatita, creando un ambiente de paz que se reflejaba en su expresión relajada mientras observaba el tranquilo panorama frente a él.

-¿Pero que diablos...?

Se le escapó una grosería de los labios al ver que tenía un par de mensajes en su WhatsApp de un número que ni conocía, desde hacía media hora.

[Nuevo Mensaje]

Número Desconocido

Adn
Adn
Adn
Estás despierto?

[Responder] [Marcar como Leído]

Sacado de onda, entró a la aplicación para ver de qué se trataba.

___

[Este número no está en tu libreta de contactos]

‹•› Bloquear
‹ › Ok

[Aceptar] [Cancelar]

•••

Hoy

Adn
Adn
Adn
Estás despierto?

¿Quien diablos eres y como tienes mi número?

Piensa un poco genio Qn más te llama Adn además de yo

Oh, eres tú maldito simio

Hey pero dímelo con cariño

¿Que quieres, James? Antes de que te bloquee

No hagas eso xfa Este
Quiero hablar
Y respondiendo a tu pregunta fue Lake qn me dió tu número

Agh, maldición

Déjame hablar
Bn, escribir
Que te parece si te invito a una fiesta?

Me parece que me da igual y que te voy a bloquear

Andamos llevaditos vdd

Siempre 🥰🖕🏻

Es en serio, Aiden
Lake dijo que te preguntara a ti si querías ir con ella porque a ella la castigaron y no te podía preguntar

¿Tu cómo sabes?

M lo dijo ayer cuando almorzabamos con Rosa

Ah
Pues.. Bueno, de hecho tiene sentido porque no me ha respondido mis mensajes desde ayer en la noche-

Vez? Puedes creerme

No confío en ti
Siento que lo vas a aprovechar para hacerme una broma o algo por el estiloAsí eres tú, James

Hombre de poca fe
Bn, yo solo te iba a invitar
Tu decide si vas o no
Es en la casa de Duncan hoy a las 6 de la tarde y peudes llevar a tus amigos, si quieres
Puedes*

Ajá
¿Algo más para bloquearte?

A si
Que esto no es una broma
Se q piensas mal de mi y no te culpo pq nuestro inicio no fue el mejor de todos
Yo te hice bromas muy pesadas que no merecías
Y también te trate mal
Pero quiero compensarlo

Espera, ¿Por eso me ayudaste a entrar al festival?

Me gusta dar el benefisio de la duda, así que no responderé eso por ahora
Solamente diré que te quiero compensar

....Ok, lo pensaré.

Cool! Bn, ten una buena mañana ✌🏻

___

-¡Aiden! -el chico de cabello bicolor oyó el llamado de su madre desde el interior de la casa. Guardo su teléfono en el bolsillo de su pantalón buzo y cargó a Patches en sus brazos mientras se adentraba nuevamente en su hogar, sintiendo la calidez que proporcionaba el espacio elegante.

-Buenos días. -saludó el chico. La mujer castaña estaba picando unos olores estando de pie frente a una de las encimeras.

-Buenos días, cariño. -saludó Maxine con gesto amable. -¿Cómo estuvo su pijama?

-¡Genial! Hicimos salchipapas, pero no comimos muchas porque Emma llegó de la nada y se las robó. -Maxine rio ante las palabras de su hijo.

-Eso es lindo, compartir tiempo de calidad con buenos amigos y crear recuerdos aún mas bonitos. -Aiden asintió con la cabeza.

-Sí... me saqué la lotería con esos dos. -El de hebras bicolor volvió la cabeza hacia la sala y contempló con una sonrisa divertida al par durmiendo. Ambos dormían en sus sacos uno al lado del otro, en el suelo. Ellie estaba profundamente dormida, de su boca entreabierta resbalaba saliva por su barbilla y había subido una de sus piernas al abdomen de Jake. Quien dormía tranquilamente, con los ojos delicadamente cerrados y en perfecta posición. Para Aiden resultaba gracioso lo diferentes que eran ambos, eran como agua y aceite juntos.

Pero se querían, de eso no cabía duda. Y ninguno de los dos duraría en sacar las garras para defender al otro, eso incluía a Aiden.

-¿Los puedes despertar? Ya casi está el desayuno y en un rato debo irme, me necesitan en la repostería.

Aiden asintió de forma afirmativa con la cabeza y se dirigió a la sala de estar para despertar a sus amigos.

El chico de piel blanquecina se acercó con cuidado al par de amigos dormidos en el suelo. Primero, suavemente tocó el hombro de Jake y lo sacudió suavemente.

-Hey, chicos, es hora de despertar. El desayuno está casi listo. -murmuró Aiden con voz suave, tratando de no interrumpir bruscamente su sueño.

Jake parpadeó un par de veces, bostezó y se estiró con pereza. Miró a Ellie, sonrió y luego se levantó con cuidado para no despertarla de golpe.

-¿Qué hora es? -preguntó Jake, aún un poco adormilado.

-Apenas las 9, pero mi mamá tiene que irse pronto. - Jake asintió con la cabeza mientras contemplaba algo atontado la pared y Aiden comenzó a picarle la mejilla a Ellie para que se despertara. -A ver tú, Mad Girl, despiértate. Vamos a desayunar.

-Ugh, dame 5 minutos... -dijo con voz ronca y bostezando, frotándose los ojos con su puño. Tanto ella como Jake estaban despeinados y se veían algo chistosos. La pelirroja se removió en su saco y se cubrió tratando de evitar la luz del sol.

Jake se frotó los ojos y estiró los brazos antes de ponerse de pie con ayuda de Aiden, quien dejó dormir por un rato más a la gruñona chica. El de cabello azul a su alrededor aun tratando de recordar en qué planeta estaba, notando que Maxine estaba ocupada en la cocina.

-Buenos días, señora Maxine. -saludó Jake con cortesía.

-Buenos días, Jake. ¿Cómo dormiste? -respondió Maxine con una sonrisa mientras terminaba de preparar el desayuno.

-Bien, aunque algo tieso porque Ellie me abrazó como a un oso de peluche toda la noche. -Dice riendo mientras amarra su pelo azul en una coleta.

-¿Qué culpa tengo de que seas tan abrazable, idiota? -responde Ellie, quien encontró las fuerzas necesarias para levantarse del piso y sentarse en la mesa del comedor: estaba tan despeinada que parecía un león.

Ellie y Jake se unieron a Aiden en la cocina, charlando entre ellos mientras Maxine terminaba de servir el desayuno.

Aiden se acercó a su madre con un gesto de agradecimiento y le dio un beso en la mejilla.

-Gracias por el desayuno, mamá. ¿Necesitas ayuda con algo antes de que te vayas?

Maxine negó con la cabeza. -No te preocupes, cariño. Ya he terminado. Solo disfruten su desayuno y pórtense bien hoy, ¿de acuerdo?

Tras despedirse Maxine de su hijo y los chicos, tomó las llaves de su auto, un bonito toyota de modelo Camry Hybrid, la mujer castaña se retiró de la casa.

Los tres adolescentes terminaron de comer sus panqueques con jarabe de arce mientras conversaban unas cuentas trivialidades. Aiden fue el primero en terminar, y aprovechó para poder contar a sus amigos lo que le había pasado esa mañana hablando con James, Jake y Ellie lo escuchaban atentamente mientras el primero desenredaba los cabellos de la chica quien permanecía sentada.

-¿James te invitó a una fiesta? -Ellie arqueó la ceja mientras contemplaba al de cabello bicolor.

-En casa de Duncan, dijo que sería a eso de las 6... no me apetece ir, la verdad. Temo que se trate de otra de sus bromas.

-Al chile te traen traumadito, eh. -Dijo entonces Jake, haciendo un esfuerzo masivo por sostener la rebelde cabellera pelirroja de Ellie, mientras esta sentía que le iban a sacar los ojos por la forma en que Jake jalaba de su pelo. -No creo que sea una broma, quiero decir, no te ha hecho nada malo desde hace tiempo y eso es de hecho, sorprendente.

-PutamadreJakemevasadesnucAAAAR ¡JAKE! -Gritó Ellie, soltándose del agarre del más alto y sacudiendo su cabeza.

-¡Ya casi terminaba! -Exclamó Jake, ofendido.

Mientras este par discutía, Aiden ni les hacía caso mientras veía con el entrecejo fruncido a un punto invisible en el suelo.

-Es un idiota si cree que caeré redondito en su broma estúpida. -Aiden resopló, notablemente molesto.

Ellie se pasó la mano por el cabello para acomodarlo después del incidente con Jake y miró a Aiden con expresión pensativa.

-Quizás sea cierto que James ha cambiado. No ha sido el mismo de antes. Tal vez esta fiesta sea una oportunidad para ver cómo van las cosas ahora.

Jake asintió, moviendo su pelo azul hacia un lado y cruzando los brazos.

-Podríamos ir y si se torna incómodo o sientes que algo está mal, nos retiramos. No es necesario que te quedes si no te sientes cómodo, ¿de acuerdo?

Aiden reflexionó unos momentos, sintiéndose algo indeciso.

-No sé... no quiero caer en sus bromas otra vez. Pero tienes razón, quizás ha cambiado. ¿Qué piensas tú, Ellie?

La chica frunció el ceño, evaluando la situación.

-Por un lado, entiendo tu preocupación. Pero si no le damos la oportunidad, ¿cómo sabremos si ha cambiado o no? Podemos ir, pero mantenernos alerta y, si algo se sale de control, nos vamos. ¿Te parece?

Aiden asintió lentamente, mostrando un poco de resignación.

-Está bien. Iremos, pero manteniendo los ojos abiertos por si acaso. ¿Preparamos algo para llevar?

Ellie y Jake asintieron con entusiasmo, comenzando a planear qué llevarían a la fiesta. Aiden se sintió algo más tranquilo al saber que sus amigos estarían a su lado.

Los tres terminaron de desayunar y, entre risas y comentarios sobre la próxima fiesta, limpiaron la mesa y los platos antes de irse a sus respectivas casas para prepararse para la velada en casa de Duncan.

Aiden despidió a Jake en la entrada mientras él se quedó con Ellie. El de cabello azul caminó durante un tiempo hasta que llegó a la puerta de su casa. Sus padres debían estar trabajando y ni siquiera habrán notado su ausencia la noche anterior, aun así, escaló el tronco del árbol que daba hasta la ventana de su habitación y logró entrar a su casa de forma sigilosamente. Agradeciendo de haber dejado la ventana abierta antes de irse ayer.

Pensó que, como no tenía mucho más que hacer hasta la hora de la fiesta, decidió hacer algo de aseo en su hogar. Disfrutaba de la paz y el silencio que había cuando sus padres estaban afuera. Cuando podía ser el mismo. Cuando sus padres no le gritaban por cualquier mínima cosa que hiciera.

En momentos como esos, Jake podía ser feliz en su casa.

Esa felicidad, sin embargo, se terminó cuando una vez finalizada su limpieza, escuchó pasos en la entrada y el sonido familiar de unas llaves.

-Jake, ¿qué estás haciendo?

El peliazul, terminando de lavar los trastes, suspiró con desgano al oír la estridente voz de su madre a sus espaldas.

-Hola, mamá. Estoy limpiando, nada más...

-Te tengo dicho que no me llames así. -regañó, con furia en su voz. -¿Y qué hiciste toda la noche? Sueles ser muy escandaloso.

-¿desde cuando te importa lo que haga en mi tiempo libre?

-Cuida tu tono, mocoso de mierda. -Jake apretó la quijada, en un intento vano de reprimir su molestia. -Y me importa porque al menos así sabré si estas o no haciendo pasar a la familia una humillación por tu culpa.

-¿en serio? Me pongo a hacer la limpieza en la casa para que no tengas que desgastarte limpiando ¿y así me lo agradeces? Wow, madre. Deberían darte el premio a mamá del año. -comentó con sarcasmo y acidez el chico. Su madre lo miró con furia desmedida y antes de que Jake dijera algo más, lo calló con una bofetada en su rostro.

-¡eres un maldito mocoso insolente! No tienes ningún derecho a reclamar cuando siempre se te ha dado todo.

-¡ustedes nunca me han dado nada, todo lo que tengo lo conseguí yo por mi propia cuenta porque ni tu ni mi padre estuvieron ahí para mí JAMAS!

La conversación entre Jake y su madre continuó en un tono agrio y lleno de tensiones latentes, las palabras ásperas se intercambiaban, cargadas de resentimiento y exigencias, mientras Jake trataba de contener su frustración, revelando la inestabilidad en su relación.

La madre de Jake, con expectativas altas y demandas irrazonables, mostraba una actitud rígida e inflexible. Sus comentarios hirientes y su manera autoritaria de comunicarse dejaban en evidencia la dificultad para establecer una conexión emocional profunda y respetuosa entre ellos.

La confrontación se volvía cada vez más intensa, revelando un patrón de interacciones problemáticas y la complejidad de la relación, en la que Jake luchaba por expresar sus sentimientos sin ser escuchado, mientras su madre parecía incapaz de comprender su necesidad de libertad y comprensión.

La disputa entre madre e hijo no se detuvo sino hasta que Jake abandonó la cocina y subió con rapidez por las escaleras y se encerró en su habitación tras cerrar con seguro. El chico se encontraba atrapado en un ciclo de confrontaciones y falta de entendimiento con su madre. Su habitación debería ser un refugio, pero incluso allí se encuentra con la carga emocional de la situación. Mientras está en su cuarto, la frustración y la tristeza se mezclan, sumiéndolo en un estado de desesperanza.

El sonido apagado de su llanto se mezcla con el peso de la soledad. Se siente incomprendido y despreciado, con la sensación de no tener un lugar donde pertenecer realmente. A pesar de sus esfuerzos por comunicar sus sentimientos, parece que no hay manera de hacerse entender.

-Necesito irme de aquí... pero ¿a dónde iría...? -Se lamentaba entre sollozos,

La verdad, Jake no era honesto con sus amigos.

Tanto Ellie como Aiden sabían que Jake tenía problemas con su familia, pero no sabían a qué grado: Jake mentía en muchas ocasiones porque se sentía avergonzado de tener una familia tan disfuncional, para él mismo era patético. Creía que los chicos se reirían de él si conocían la verdad de su situación. Ignorando el hecho de que estos eran sus mejores amigos y lo ayudarían siempre sin juzgarlo.

La tarde de Jake transcurrió con él encerrado en su alcoba, sin siquiera bajar a comer algo. Pues siempre que peleaba con su madre el apetito le salía por la ventana. Eventualmente se hicieron las 5:30 de la tarde y Jake se dispuso a cambiarse con algo decente para la fiesta. Optando por una playera de manga larga blanca, encima un suéter rojo, pantalones beige y converse rojas.

Tras amarrar su cabello en una pequeña cola, le mandó un mensaje a los chicos en su grupo de WhatsApp donde avisaba que estaría en la plaza pronto (lugar donde quedaron de verse para llegar juntos a la fiesta). Después, se puso a bajar por el tronco del roble cerca de su ventana y dejó esta entreabierta para que más tarde pudiera volver y entrar sin problemas.

Cuando estuvo en la plaza finalmente, el chico se acercó a sus amigos, Ellie y Aiden vestían de forma casual/formal igual que él. El trío de amigos optó por tomar un taxi para llegar hasta la casa de Duncan, y al llegar, sus oídos se vieron invadidos por la escandalosa música que de seguro reproducían unos parlantes gigantes desde el interior.

-Vaya pedazo de casa.

-Tom me dijo que es riquillo. -comentó Jake con la mirada llena de asombro. -Y que sus padres están en medio de un viaje de negocios. Por eso hicieron la fiesta.

-Él está aquí ¿verdad?

-Tal vez, dice que no es mucho de fiestas pero que esta comprometido con el equipo.

-Ya..

Tras esa breve conversación, los tres decidieron entrar a la lujosa casa.

En el interior de la casa de dos pisos con escaleras de mármol, se percibía un ambiente lujoso y bullicioso. Adolescentes llenaban el lugar, risas resonaban y la música estruendosa provenía de enormes parlantes. El área estaba abarrotada, con grupos de jóvenes conversando animadamente en cada rincón.

Las paredes estaban adornadas con elegantes cuadros y la iluminación resaltaba los detalles exquisitos de la decoración. En el primer piso, la sala de estar estaba repleta de gente socializando, algunos bailando al ritmo de la música y otros disfrutando de las bebidas en las mesas elegantes.

Las escaleras de mármol conducían al segundo piso, donde se podía divisar a más adolescentes disfrutando de la fiesta desde un nivel superior. El bullicio se mezclaba con el aire de emoción y diversión.

Al entrar, el trío de amigos fue recibido por James, ya que Duncan estaba ocupado coqueteando con Courtney, la presidenta del club de debate. Contra la voluntad de Aiden, James los llevó a una de las mesas donde estaban sentadas Lake y Rosa junto a una chica de tez blanca y cabello largo y castaño, sumergidas en la atmósfera festiva de la lujosa casa.

-¡Aiden, si viniste! -exclamó la chica alemana, poniéndose en pie para abrazar a su amigo, quien correspondió al gesto.

-Si, pero aún me debes una explicación de por qué le diste mi número a este idiota. -James rodó los ojos con una sonrisa divertida sobre sus labios y Lake rio con algo de nervios. -Pero lo hablamos luego. ¿Te dejaron venir?

-Nop, le dije a padre y madre que estaría estudiando con James y Rosa en su casa. -explica, señalando al moreno. -como confían en él, si me dejaron.

-Ah, pues tiene sentido.

-Sip. -la chica alta sonrió. -¡Oh, Hola, Jake y Ellie! -los nombrados la saludaron con una sonrisa incómoda, pues se sentían algo fuera de lugar. -Lo siento, casi nunca hablamos.

-Descuida.

-Chicos, quiero que conozcan a Dani. -dijo entonces la pelirroja, señalando a la castaña sentada al lado de Rosa María. Ella sonrió con algo de pena y los saludó con la mano. -Está aquí de intercambio.

-Mucho gusto. -saludo Aiden, tratando de dar su mejor sonrisa.

Luego de eso, James se separó del grupo (no sin antes fastidiar un poco a Aiden, pues como ya sabrán, así expresa su "cariño") y se fue con "su gente, osea Yul y otros randoms.

Al poco tiempo, tanto Ellie como Jake se fueron incluyendo en la fiesta, y perdieron a la primera cuando llegó Gabby.

El problema es que estaba algo pasada de tragos, y Jake solo rezaba porque no hiciera ninguna estupidez.

Por su parte, el de orbes oscuras contemplaba desde la distancia a los miembros del equipo de fútbol que batallaban para hacer que Tom bebiera un poco de tequila mientras este se negaba rotundamente. De hecho, era el azabache la única razón por la que Jake no quitaba ojo de esa mesa llena de jugadores.

Y tal vez fuera el alcohol también.

Aiden charlaba con Rosa mientras ambos se conocían, porque Lake se había ido con su acompañante, Daniela, a vaya Dios saber dónde porque no dejaron ni el polvo. Aiden tenía sus sospechas, pero esperaría hasta que Lake se lo confirmara por ella misma.

-¿Y hablaste ya con James? No te dijo nada estúpido, ¿verdad?

-Solamente me invitó a venir con los chicos, además siempre dice cosas estúpidas. -Ante su comentario, Rosa se rio.

-Sí es. Pero, en serio ¿no te dijo nada?

-Ahm, ¿No...? ¿Por qué? ¿Debería saber algo? -Aiden miró a la pelimorada arqueando una ceja.

-No-Uh, mis labios están cerrados hasta que ese idiota no te lo diga.

-¿Decirme qué, Ro?

-¡Oh, Vaya! ¿Es ese Owen en la pista? Debería ir a... ¡saludar! ¡sí! Nos vemos chicos.

-Adiós Rosa. -Dijeron todos cuando la latina se levantó de su asiento y se dirigió a la pista de baile. Aiden se le quedó viendo hacia la dirección por donde se había ido, extrañado. Pero su mirada pasó de confusión a terror cuando sus ojos turqueses divisaron a una persona que conocía perfectamente.

-Yo... también iré a saludar. -se excusó el de hebras bicolor, poniéndose en pie para alejarse.

-Pero, tú nunca saludas a desconocidos... -Jake se quedó con las palabras en la boca cuando el de menor estatura se alejó con pasos veloces de su mesa. Se encogió de hombros, tratando de restar importancia al asunto.

-Riya, tenemos que hablar.

La nombrada se encontraba riendo y charlando con un grupo de chicos y chicas cuando el de tez aperlada se hizo presente, demandando su atención. La morena sonrió con malicia, reflejando dudosas intenciones de su parte. La muchacha pidió privacidad a sus acompañantes quienes se mostraron algo deprimidos.

-Aquí no. -Le susurró de forma amenazante al más bajo, aumentando el miedo en este.

La tensión entre Aiden y Riya se volvía palpable mientras se adentraban en el pasillo más apartado de la casa. El nerviosismo de Aiden era evidente a pesar de su intento por disimularlo, mientras que Riya mantenía una postura firme y su gesto malicioso.

El pasillo, iluminado por tenues luces, aportaba una atmósfera de misterio a la escena. Riya mantenía una postura firme y decidida, mientras que Aiden intentaba disimular su miedo con un entrecejo fruncido y una expresión tensa.

El silencio tenso y la expectativa flotaban en el aire mientras Riya observaba a Aiden con una mirada inquisitiva. El chico, aunque intentaba aparentar calma, no lograba ocultar su inquietud. La tensión aumentaba con cada segundo de silencio.

-Quiero hablar. -dijo Aiden, tratando de ocultar su inseguridad tras su tono de voz seguro. Ella ladeó la cabeza con curiosidad sin borrar aquella sonrisita de sus labios.

-¿Y? -Lo animó a continuar.

La determinación firme de Aiden chocaba con la frialdad calculada de Riya, mientras la tensión se intensificaba en el pasillo a medida que sus palabras resonaban en el espacio cerrado.

-No quiero estar más en la apuesta. -dijo Aiden, tratando de mantener la calma, aunque su voz revelaba un dejo de temblor. Las palabras de Aiden tomaron a Riya por sorpresa, aunque su rostro no mostraba asombro, denotaba una anticipación a ese momento.

-¿Y según tú cómo pretendes hacerlo? -respondió Riya, manteniendo su compostura mientras observaba a Aiden con una actitud desafiante.

-Riya, ya basta de estos juegos tontos. ¿Qué rayos te sucede? Tú no eras así. -Aiden se cruzó de brazos, viéndola seriamente. -Primero fue lo de Tom, después echarle la culpa a Ellie, obligarnos a contar nuestros secretos victimizándote y nos amenazas también. ¿Qué demonios? -Las palabras de Aiden fluían con frustración y desilusión. Expresó su confusión y decepción ante el cambio de actitud de Riya, mencionando los incidentes que habían perturbado su amistad. Riya, lejos de mostrar arrepentimiento, parecía indiferente, incluso despectiva hacia la percepción que Aiden tenía de ella. -Creí conocerte, pero resulta que eres una persona totalmente diferente.

-Ay, Aiden, escúchame. -comenzó Riya con tono condescendiente. -Tú no tienes derecho a decir que me conoces. Ni tú ni esos idiotas de Ellie y Jake. Aparte, ¿Lo de Tom y Ellie cómo lo sabías? Ugh, no me digas. ¿La estúpida decidió abrir la boca con ustedes? Por qué no lo imaginé... -Su desdén era evidente en cada palabra que pronunciaba, generando una respuesta emocional en Aiden.

-¡No te atrevas a llamarla así! -Gritó sin querer, aunque su voz temblaba era obvio que se había enojado. -¡Tú no eres mi amiga, Riya, y eso me queda más que claro! Así que dejaré esta condenada apuesta de una vez por todas.

Aiden, incapaz de contener su frustración, no pudo evitar elevar la voz en defensa de sus amigos cuando Riya los menospreció. Sin embargo, la situación se tornó violenta cuando Riya, con brusquedad, agarró a Aiden y lo empujó contra la pared, provocándole un dolor agudo en la espalda.

El rostro de Aiden reflejaba una mezcla de dolor físico y terror ante la mirada amenazante de Riya. Las palabras cargadas de amenaza hicieron eco en su mente, haciendo que se sintiera atrapado en una situación que parecía escapársele de las manos.

La expresión cínica en el rostro de Riya mientras lo amenazaba causó un miedo palpable en Aiden, y la cosa empeoró cuando la morena pronunció las siguientes palabras.

-No lo harás a menos de que quieras que todo el colegio sepa lo que realmente eres. -susurró amenazante y con desdén en su voz. Lo peor era que ella no dejaba de sonreír de forma cínica al chico, quien se estremeció hasta la médula y lo invadieron grandes ganas de llorar ante las palabras de Riya.

-Tú no- Tú no lo harías... -murmuró Aiden, incapaz de esconder su angustia y temor.

-Tienes razón, no lo haría. Pero sí haré lo que haga falta para que se mantengan en esto. Nos metimos juntos en esto, salimos juntos. -susurró Riya con frialdad y determinación, dejando a Aiden en un estado de desasosiego y confusión mientras se daba cuenta de que su situación se volvía más complicada de lo que había imaginado.

El terror se apoderaba lentamente de Aiden mientras la amenaza de Riya lo dejaba paralizado, sintiéndose atrapado en una situación insostenible. Los ojos de Aiden se ampliaron en pánico al comprender la verdadera naturaleza de Riya, que parecía dispuesta a usar cualquier medio para mantenerlo bajo su control.

La ansiedad lo abrumaba, y comenzó a sentir que el aire se volvía escaso, sus pulmones se contraían y la opresión en su pecho se hacía más intensa. Aiden luchaba por respirar, pero la sensación de asfixia se volvía abrumadora, hasta que se dio cuenta con un escalofrío de horror que estaba sufriendo un ataque de pánico.

El miedo y la desesperación lo invadían, sumergiéndolo en un torbellino de emociones abrumadoras. A pesar de sus intentos por mantener la calma, se sentía consumido por la ansiedad y la sensación de desamparo.

En ese momento crítico, cuando parecía que el mundo se desmoronaba a su alrededor, una figura se acercó a él sin que se diera cuenta. James, a quien Aiden no toleraba, se había aproximado silenciosamente y, sin decir una palabra, lo abrazó con fuerza.

Aiden, entre sollozos ahogados y temblores por el ataque de pánico, se sorprendió al sentir el abrazo reconfortante de James. Aunque su orgullo y su aversión hacia él se mantenían presentes, en ese momento desesperado, permitió que James lo abrazara, porque el pánico lo consumía y realmente necesitaba apoyo.

El abrazo de James se convirtió en un ancla en medio de la tormenta emocional de Aiden. La presencia reconfortante y el apoyo inesperado le dieron un atisbo de calma en medio de su desesperación, mientras luchaba por recuperar el control de su respiración y su mente.

La situación era paradójica: Aiden recibía ayuda de alguien a quien no toleraba, pero en esos momentos de vulnerabilidad extrema, esa ayuda inesperada era exactamente lo que necesitaba para superar el abrumador ataque de pánico.

-Está bien, está bien... -le susurraba el moreno, abrazándolo firmemente mientras acariciaba su cabeza. Aiden hipeaba sin poder dejar de llorar, aferrándose con fuerza al torso del brasileño (Sintiendo sin querer lo sólido que era el cuerpo de este).

-J-James... -Las lágrimas inundaban el rostro blanquecino del chico, quien hacía lo imposible por tratar de respirar con normalidad.

Después de unos minutos, los temblores de Aiden comenzaron a disminuir y su respiración se volvió más regular. Aunque aún se sentía agitado, el abrazo reconfortante de James había logrado calmar un poco su ansiedad.

Aiden se separó lentamente del abrazo, mirando a James con una mezcla de sorpresa y confusión. Entre respiraciones entrecortadas, logró preguntar: -¿Qué estás haciendo aquí?

James lo miró con seriedad antes de responderle.

-Te vi a ti y a Riya venir a este pasillo a solas y me preocupé cuando solo regresó ella. Ha estado rara desde que llegaron tú y tus amigos...

La revelación del brasileño dejó a Aiden aún más confundido. La sospecha de que algo no estaba bien se había confirmado. Se dio cuenta de que James había estado observando la situación, incluso cuando él mismo no era consciente del peligro.

Aiden asintió con gesto sombrío, reconociendo la situación incómoda y el extraño giro de eventos.

-No deberías haberte involucrado. -murmuró, pero su voz aún temblaba por los vestigios del ataque de pánico.

James, con una expresión compasiva, dijo: -No pude simplemente ignorarlo, especialmente cuando vi cómo te afectaba. Sé que tú y yo tenemos nuestras diferencias, pero eso no significa que no me preocupe por ti, Aiden.

Las palabras de James eran inesperadas y dejaron al de tez clara perplejo. Si bien su relación era tensa, en ese momento, esas palabras de apoyo y preocupación lo impactaron profundamente.

Aiden, todavía algo inestable, se apoyó en la pared, respirando hondo para calmarse por completo. Miró a James con una mezcla de gratitud y confusión, todavía procesando el giro repentino de los acontecimientos y la muestra de apoyo inesperado por parte de alguien que él consideraba un "enemigo".

-Te preguntaría si estás bien, pero sería un cliché y aparte una pregunta estúpida. Así que, ¿puedes ponerte en pie? -El de cabello bicolor lo vio dudoso, aún con la respiración entrecortada e irregular, pero al final asintió con la cabeza. -Bueno, entonces ven conmigo.

-Es-espera ¿qué haces? -Aiden reclamó cuando el moreno lo tomó de la muñeca y lo dirigió a través de los pasillos de la enorme casa.

-No te preocupes, Duncan ni nos topa. Hay muchas habitaciones libres, tomaremos una prestada para que descanses. -El moreno hablaba mientras lo sostenía de su muñeca, abriendo una de las habitaciones y cerrando casi inmediatamente. -Oh, cielos, estaban cogiendo. -Aiden suspiró, ya no sabía qué lo alteraba más, si su ansiedad o aquel torpe moreno. -Mejor vayamos por aquí.

Las palabras de James dejaron a Aiden desconcertado, pero su gesto confiado lo llevó a asentir lentamente. Aún afectado por el ataque de ansiedad, dejó que James lo guiara por los pasillos de la mansión.

Finalmente, James encontró una habitación libre y dejó a Aiden sentado en la cama, asegurándose de que estuviera cómodo antes de salir en busca de algo de beber.

Al regresar con un refresco y agua, Aiden ya se sentía más tranquilo. Curioso por la inesperada ayuda de James, decidió preguntarle.

-¿Cómo supiste cómo ayudarme en medio de mi ataque?

James bajó la mirada por un momento y respondió con cierto pesar en su voz. -Mamá también tiene ataques de pánico.

Aiden se sorprendió ante la revelación, observando a James con una mezcla de sorpresa y comprensión. La revelación de que alguien tan seguro como James pudiera tener experiencias familiares similares lo hizo reflexionar sobre las percepciones preconcebidas que tenía sobre él.

-Lo siento - dijo Aiden, sintiendo empatía por la situación de James. -No tenía ni idea.

James asintió levemente, mostrando una ligera sonrisa que reflejaba gratitud por la comprensión de Aiden.

-A veces, no sabes por lo que otras personas están pasando - agregó James con un tono más suave.

-James, yo... -Aiden suspiró. -Perdón.

-No tienes que disculparte, te lo dije ¿no te acuerdas? -El moreno le ofreció uno de sus vasos, el que tenía agua, y Aiden lo tomó para poder beberlo. -Yo tuve la culpa, he sido un imbécil contigo.

-Bueno, no te diré que no. -James logró sacarle una pequeña risa al más bajo, lo que lo hizo sonreír con ternura.

-Entonces ¿puedes perdonarme?

Aiden lo meditó durante unos instantes, recordando la recomendación de su amiga Lake. Dejar atrás el pasado para recibir un mejor futuro. Tal vez tenía razón y no valía la pena seguir guardando rencor por nimiedades.

-Acepto tus disculpas. -Sonrió el más pequeño. James volvió a sonreír y lo abrazó, gesto que fue correspondido. No le diría que había escuchado parte de su conversación con la morena pues poco le interesaba. Además, era consciente de que, si tenía que saberlo, lo sabría, a su tiempo. Tampoco pensaba alterar más a Aiden, no ahora que habían hecho las pases.

___

La noche transcurrió tras los hechos previamente leídos.

Ellie, con su carácter extrovertido (que solo mostraba cuando estaba con Gabby) y un tanto afectado por la ebriedad, seguía divirtiéndose y coqueteando con la chica polaca, quien se mostraba entre sonrojada y emocionada por la atención que recibía de la pelirroja.

Entre risas y gestos juguetones, Ellie se acercó un poco más a Gabby, con una sonrisa pícara en el rostro.

-Sabes, Gabby, eres realmente adorable cuando te sonrojas así. -Ellie rió suavemente, jugueteando con un mechón de su propio cabello. -¿Qué te hace sonrojar tanto? ¿Mis encantos o mis terribles intentos de coqueteo?

Gabby, con una risita tímida, respondió con una mezcla de vergüenza y emoción. -¡Tú eres demasiado atrevida! Creo que es un poco de ambos, pero más bien tus encantos... y tal vez un poco el alcohol también. -Admitió con una risilla.

Ellie soltó una risa alegre y juguetona. -Vaya, entonces mis encantos funcionan, ¿eh? Pero en serio, eres genial, Gabby. Me encanta pasar tiempo contigo, eres una de las personas más genuinas que he conocido.

Gabby se sonrojó aún más ante el elogio, respondiendo con una sonrisa y cierta timidez.

-Tú también eres genial, Ellie. Me divierto mucho contigo, siempre tienes algo interesante que decir y haces que todo sea más divertido.

La conversación entre Ellie y Gabby continuó con una mezcla de risas, halagos y gestos cómplices, mientras disfrutaban de la compañía mutua en medio del ambiente festivo y distendido de la fiesta.

Mientras tanto, Jake se había acercado a Tom y mantenían una amena conversación.

-Entonces, ¿cómo va todo en el club de modismo? -preguntó Tom, mostrando interés en la actividad de Jake.

Jake asintió, sonriendo. - Va bastante bien, gracias por preguntar. Estamos preparando un desfile para dentro de un par de semanas. La planificación ha sido un poco caótica, pero creo que vamos por buen camino. ¿Y tú? ¿Qué hay de nuevo en el equipo de fútbol?

Tom asintió con entusiasmo. - Estamos entrenando duro, el próximo partido se acerca rápido y queremos asegurarnos de estar en buena forma. Pero estoy seguro de que su desfile será genial, siempre hacen cosas increíbles en el club de modismo.

-Gracias, Tom. Esperamos que así sea -respondió Jake, agradecido por el interés mostrado.

La conversación entre Jake y Tom continuó en un tono relajado, compartiendo experiencias de sus respectivos clubes y disfrutando de la atmósfera animada de la fiesta. A pesar de sus intereses diferentes, encontraron un terreno común para dialogar y disfrutar de la noche.

Luego de eso, Duncan convocó a todos los presentes a jugar verdad o reto (bueno, realmente solo se unieron los que quisieron, mientras el resto hizo lo que les daba en gana). Para ese entonces, James y Aiden ya habían regresado y el más bajito lo hizo prometer que no diría a nadie que lo vio llorar. Había una considerable cantidad de personas sentadas en círculo, con una botella de cristal en medio. El primero en hacer una pregunta fue Duncan, quien preguntó a Heather si era o no cierto que se ponía al menos 5 capas de gel para no despeinarse, a lo que esta, malhumorada, respondió que sí.

Hubo muchas revelaciones y momentos tensos e incómodos.

Cuando fue el turno de Yul, este preguntó a Kai si era o no cierto que se escapaba durante los descansos a fumar mota en el baño de discapacitados. Lo que este reconoció sin problemas.

Después, Kai retó a James a cargar de forma nupcial a Aiden durante los siguientes 3 turnos. Jake no dejaba de reír por la cara que pusieron ambos ante esto, pero lo hicieron.

James retó a Ellie a besar la mejilla de Gabby, lo que puso de los nervios a la polaca. Pero Ellie, sin una pizca de vergüenza (gracias al alcohol en su sistema) lo hizo sin rechistar.

Después, por culpa de su ebriedad, preguntó a Riya (quien se había sentado a jugar). La chica respondió "Verdad" y Ellie la hizo responder cuál era el mayor secreto ajeno que guardaba.

Todos soltaron un "Uuuuuh" ante esto, mostrando interés. Riya dejó escapar una sonrisita de malicia de sus labios, sintiendo la mirada de terror de Aiden sobre ella. Para finalmente responder que no tenía ninguno, solamente de ella. Los chicos la abuchearon, pero después de un rato olvidaron el tema.

Esa noche fue relativamente loca.

[...]

Era un nuevo lunes, uno soleado, de milagro. Jake y Aiden recién venían entrando al instituto conversando de trivialidades como solían hacer, dirigiéndose hacia su salón. Esa mañana iniciaban con algo pesado, álgebra avanzada. Lo único que consolaba al peliazul era que Tom estaba en su clase de álgebra también.

Jake y Aiden caminaban por los pasillos hacia su salón, con el peso del lunes encima y la perspectiva de álgebra avanzada esperándolos. Aiden, como de costumbre, expresaba su molestia por el primer día de la semana.

-Álgebra avanzada debería ser ilegal los lunes, es demasiado para empezar la semana -se quejaba Aiden, tratando de mantener un tono ligero a pesar de su desagrado por la materia.

Jake asintió, aunque no tan apesadumbrado como su amigo. -Al menos Tom está en la misma clase. Eso hace que sea un poco más llevadero.

Aiden sonrió, reconociendo la ironía compartida. -Sí, al menos podremos sufrir juntos.

Al llegar al salón, se acomodaron en sus asientos habituales. Tom ya estaba allí, concentrado en revisar algunas notas en su cuaderno. Jake y Aiden se sentaron cerca de él, intercambiando saludos y gestos de resignación por la clase inminente.

El profesor Alec ingresó al aula acompañado de un chico de tez pálida y cabello negro que llevaba un colgante con una calavera. Los alumnos se mostraron confusos y empezaron a cuchichear al ver al desconocido. A Jake pareció iluminársele el rostro, contrario a los demás, al ver al chico, cosa que hizo a Aiden verlo extrañado.

-Buenos días alumnos, les presento a su nuevo compañero. Él es Hunter Roy.

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Sé lo que piensan, y si, es una cicatriz de quemadura con una historia muy feita detrás (me inspiraron Seishu Inui y Todoroki Shoto)

Las outfits más astethic (o como mrd se escriba)

Cuando nuestro grupito se conoció <3 fue el primer año del colegio y se veían muuuuuuuy diferentes.
Shawn siempre estaba lastimado ¿Por qué será? ¿Qué tan horribles pueden llegar a ser los padres de Jake? Pronto lo sabremos...

Riya no deja de ser una zorra 👺 ya le perdí la fe, hay que anexarla 👎🏻

¿Algún voluntario para dibujar a James y Aiden durante el Verdad o Reto? Ya m dio flojera 😔

Por cierto el personaje de Daniela, la que estaba con Lake, pertenece a un dibujante muy talentoso de Instagram:

Vayan a seguirlo, es muy talentoso y dibuja hermoso <3

JAJAJAJS diría que los sorprendí con lo de Hunter pero estoy segura de que muchos lo veían venir y sabrán la temática del siguiente episodio, #celos 😈

Eso fue todo de mi por... El resto de la semana, ¡Hasta pronto, y no olviden dejar sus preguntas y respuestas para el especial! (Antes de que lo cancele 😃) chau chau~ ¡Recuerden seguirme, votar, comentar y recomendar la historia! ¡Ya saben que su apoyo es bien recibido aquí! <3

P.D: estos tres son un peligro público sin supervisión kajsjdjdj me quedó rarito x falta de tiempo, me emocionaba que lo leyeran pronto.

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