Estaban acostados uno al lado del otro mirando al techo. Sus corazones ya se han calmado después de sus actividades y ahora solo hubo un silencio cómodo mientras procesaban lo que había sucedido, nuevamente.

—Ayio, Lan Zhan...— comenzó Wei Ying y movió su rostro hacia Lan Wangji. Él también movió la cabeza y terminaron mirándose a los ojos de cerca.

—¿Wei Ying?

Wei Wuxian sonrió, se acercó y se acurrucó en los brazos de Lan Wangji. Era cómodo estar abrazado así, se sentía seguro y contento.

Lan Wangji sonrió en su cabello y le dio un pequeño beso allí. Sus manos acariciaban la espalda de Wei Ying con suaves círculos. Lan Zhan se sintió feliz, muy feliz.

—Estaba pensando... deberíamos hacer esto más a menudo, ¿sabes? Ni tú ni yo tenemos una prometida o incluso una novia—, continuó Wei Ying mientras se acurrucaba con el otro chico.

No se dio cuenta de cómo el cuerpo de Lan Wangji se quedó muy quieto y dejó de respirar por un momento. Su sonrisa en el cabello de Wei Wuxian se congeló y había un letrero rojo en su cerebro que decía que estaba en un callejón sin salida.

—Podríamos ayudarnos el uno al otro un poco, como amigos, ¿verdad?— Justo después de esta oración, Wei Ying notó que algo andaba mal con Lan Wangji. Trató de alejarse para poder mirarlo y descubrir qué era, pero lo sostuvieron en un abrazo aplastante y no pudo moverse.

—Lan Zhan, ¿qué pasa?— preguntó confundido ya que era lo único que podía hacer.

¿Qué pasa? ¿Preguntas qué pasa, Wei Ying? Me ignoras por completo durante dos semanas, y eso estaría bien, pero luego vienes aquí, diciendo todas esas cosas descaradas, besandome, tocándome, suplicándome... ¿Y ahora me pides que seamos amigos que se ayuden mutuamente? Lan Zhan todavía estaba en su estado congelado. No podía moverse ni decir nada porque temía que su voz lo traicionara.

—¿Tienes miedo de tu futura esposa lo sepa? ¡No lo tengas, Lan Zhan! ¡No se lo diré a nadie y menos a alguna doncella con la que te casarás algún día!— dijo riendo, estaba seguro de que lo había descubierto y esa era la razón por la que Lan Zhan tenía miedo.

—Pero tienes que prometer que no se lo contarás a nadie también. Si me fuera, arruinaría mis posibilidades de casarme—. Reflexionó y se retorció en el abrazo de nuevo, tratando de salir de él y mirar al otro chico.

Mientras tanto, Lan Zhan estaba agitado. ¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Decirle a Wei Ying que no quería ser solo su amigo con beneficios, que no quería verlo casarse con una hermosa doncella? ¡No podía hacer eso! ¿Debería decirle que fue un error y que no deberían volver a hacerlo nunca más? Estaba demasiado débil para eso. No podía imaginar no volver a abrazarlo así. Esto era lo que quería: un cálido abrazo del joven travieso, su cuerpo desnudo contra el suyo, protegiéndolo.

—Mn—. Finalmente respondió y dejó que Wei Ying se moviera.

Wei Wuxian se sentó y miró a Lan Wangji, —¿Qué, estás de acuerdo?— preguntó incrédulo.

—Mn. Nos ayudaremos mutuamente. No se lo diré a nadie—. Dijo con sus emociones encerradas a salvo dentro de su corazón, rugiéndole con enojo, pero se quedó allí, mirando hacia atrás en esos hermosos ojos negros y pensó: Si esto es todo lo que puedo conseguir, lo tomaré. Seré lo que él necesita que sea.

De repente, hubo una amplia sonrisa en el rostro de Wei Wuxian mientras se acercaba y besaba tiernamente a Lan Wangji en sus labios.

—Está decidido entonces—. Dijo en voz baja y se recostó en el abrazo de Lan Zhan, con la cara acurrucada en el hueco de su garganta.

Se sintió en paz y pronto se alejó a diferencia de Lan Wangji, quien no pudo cerrar los ojos ni por un momento. Se deshizo del cálido abrazo después de un rato y tomó una pequeña palangana con agua caliente. Se limpió a sí mismo y luego a Wei Wuxian. Después de eso, se sentó en el borde de la cama y observó al joven que dormía allí. Parecía feliz ya que había una suave sonrisa en sus labios.

Probablemente sueña con su futura esposa, soltó su cerebro traicionero con amargura y frunció el ceño, diciéndole a su cerebro que se detuviera de tonterías como esta.

Cuando Wei Wuxian se despertó, todavía estaba oscuro y Lan Wangji dormía a su lado, abrazándolo por detrás. Significaba que aún no eran las 5 y todos seguían durmiendo. Se levantó lentamente para no despertar a la figura dormida. Lo miró mientras se vestía con su ropa empapada que yacía sobre el suelo. Su rostro era impecable y la mirada severa que siempre usaba había desaparecido. En cambio, había una expresión tranquila que lo hacía parecer más joven. Wei Wuxian acarició tiernamente su mejilla y luego la besó. Después de eso, salió de la habitación.

Llegó al otro lado de los Recesos de las Nubes sin ningún problema. A solo unos metros de su alojamiento, se dio cuenta de que todavía tenía la diadema de Gusu Lan enrollada alrededor de su muñeca. Rápidamente se lo quitó y se escondió dentro de su túnica.

Debo devolvérselo a Lan Wangji por la mañana. No quiero que su tío se enoje con él por mi culpa, estaba cansado y no tenía ganas de volver hasta el final solo por un trozo de tela. Por supuesto, tenía un significado especial, pero tendría que esperar hasta la mañana.

Quería abrir la puerta pero estaba bloqueada por algo. Tuvo que empujar con más fuerza cuando escuchó un gruñido desde adentro y recordó que sus amigos estaban de visita antes de ir al Jingshi.

Finalmente logró entrar cuando fue recibido con una vista miserable. Por supuesto, estaban sus amigos tirados en el suelo, roncando ruidosamente. Luego, botellas vacías de Sonrisa del Emperador colocadas en un triángulo, probablemente para algún juego de borrachos, algunas de ellas rotas. Podía ver las cáscaras de nueces por todas partes cuando el cuenco con ellas se volcó en algún momento.

Wei Wuxian se sentía cansado y todo lo que quería hacer era irse a la cama y dormir. Nunca pensaría que tener sexo podría ser tan agotador. Pensó en poder volver al Jingshi y dormir allí, en el abrazo de Lan Wangji, pero descartó la idea con el ceño fruncido. Tenía que cuidar de sus amigos. Si los encontraran aquí, tendrían un gran problema y podría ser castigado aún más, ya que no sería su primera y última violación de las reglas.

Respiró hondo y partiendo por Huiasang, los despertó a todos y los envió a sus habitaciones. Debería haber al menos una hora antes de que el lugar cobrara vida, por lo que confiaba en que lograrán llegar a sus habitaciones sin ser notados.

El último al que necesitaba despertar era Jiang Cheng, pero no estaba realmente interesado. Después de todo, su hermano dormía con él en esta habitación, por lo que no había necesidad de que caminara a ningún lado y seguramente estaría de mal humor después de que lo despertaran.

O más de lo normal, pensó y se rió entre dientes.

Su cama estaba en buenas condiciones en comparación con el resto de la habitación. Limpió algunas cáscaras de nueces que estaban allí. ¿Tuvieron una batalla de cáscaras de nuez o algo así? - y finalmente se acostó y cerró los ojos.

Estaba casi muerto en ese instante. Desafortunadamente, solo quedaban 15 minutos antes de que algún discípulo de Lan los despertara y les dijera que se prepararan para las conferencias de hoy.