〰️CAP. 6 "Rendición"〰️

Avasallantes y ardorosos, nos situamos entre roces apasionados en el medio de la pista. Su resuelta declaración de hundirse en mi interior, colapsó con mi precario control. Y alguna mesura renuente de no ceder mi corporeidad (como tantas otras veces) quedó, vagamente, en el olvido. 

Entonces, me lanzo a sus labios entre abiertos acompañados de esa negruzca mirada que demarca esplendorosa pasión. Entre tanto se aferra como pródigo aprendiz a la impronta de mi lengua mientras las diversas sensaciones chispeantes de mi interior, renacen y mueren en su boca con cada bocanada de aire que inspira.

Y como si fuera una maldita máquina succionadora de vivezas, se apodera de la huella que yo debería dejar en él. Y entre medio de las tenues luces y un vaho altamente adictivo, arrastro al caliente morocho hasta mi exclusivo reservado bajo la atenta mirada de los diversos demonios ubicados a nuestro alrededor.

Pero en cuanto advierto demasiada atención del exterior recayendo sobre mí, aprovecho a que el ansioso humano devora la primera porción de la piel expuesta de mí cuello como ofrenda hacia él, para fulminar con la mirada a quien ose observar de más, hablar innecesario o tratar de interrumpir mi faena...

Aunque, pareciera, que el atrapado aquí resulto ser yo. El mayor demonio hacedor de toda maldad, entregado a sus malditos pies como si de un simple plebeyo me tratase.

—Ilumíname Jimin... —susurra entrecortado y caliente sobre mis oídos mientras desciende su cuerpo en el cómodo sofá.

¡Y por mil demonios! Ese "ilumíname" fritó mi maldito cerebro en ocho mil pedazos...

Y con mi cuerpo extremadamente caliente, me subo a horcajadas sobre él. Jaloneando mis vestiduras para exponer mi blanco torso a su impaciente lengua y acercarla de un fuerte tirón de sus cabellos para que me deguste por completo.

Mientras juega con mis erizados pezones, traza caminos de saliva que logran estremecer cada parte de mi cuerpo. Caminos que sumados a las acertadas caricias a mi espalda, provocan en mí, una entrega casi total. Ya que su desfachatez e impronta, algo torpe, deshace a cuentagotas mi retorcida conciencia acrecentando mi curiosidad.

Jungkook, me observa latente en deseo mientras remuevo mi cadera ansioso sobre su abultada pelvis.

—¿Cómo es qué no te ví antes? — cuestiono acercándome a sus labios para recorrer su contorno, eróticamente, con mi lengua.

—¿El destino, quizás? —comenta el ansioso morocho atrapando mi lengua entre sus labios para luego proceder a profanar en lo profundo de mí cavidad bucal.

"¿El destino? Menuda mierda si cree sobre eso... " dictamino en mi interior, dejándome llevar por sus laboriosas manos y sus húmedos besos.

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"¡Dios mío!" Retumba en mi cabeza ante las novicias sensaciones que experimenta mi cuerpo y mi piel.

Y aunque lo que me resta de conciencia me exija pedir perdón y que me aleje... El deseo de probar de este elixir manjar es aún mayor.

Un calor abrasador resurge desde los recónditos de mi cuerpo, me consume poco a poco. Y me aboco a experimentar aprendiendo de su bendito cuerpo situado entre curvas, demasiado, peligrosas.

El atrevido vaivén de sus caderas sobre mi engrosado y latente miembro, desarma (poco a poco) mis barreras. Hasta que me sorprende su pregunta: "¿Cómo es que no te vi antes" y respondo lo único que se me viene en mente... "¿El destino, quizás?"

¿Qué podría decirle, si no es eso?

¿Qué soy un Ángel devenido a la Tierra, en busca del Dāeva?

Primero, debo morar aquí. Entender cómo se vive. Y parte de ese aprendizaje se sucede justo aquí, en este preciso instante y en cada parte de mí.

Entonces, lo jalo dando la vuelta a su cuerpo hasta acostarlo sobre el gran sofá. Por suerte, el lugar está alejado de las vistas del afuera, así que me dejo llevar.

—Por lo visto, eres demandante. — cuestiona el hermoso ser bajo mi cuerpo antes de tragar mis labios nuevamente. Consumiendo así, mi respiración entre calientes toques de pasión.

"¿Demandante?" Demandante es efímero para definirme en este instante.

Me siento insano, enfermo, pero así mismo, no puedo parar...

Entonces, como poseído, desato su cinturón mordiendo cada parte de su exquisito torso. Y con un hábil e innato movimiento, lo desnudo con deleite ante mis ojos.

—Demandante es poco... —le digo con gruesa voz mientras lo observo mirarme con sus grandes orbes y su respiración descompasada —. Necesito sentir como envuelves mi pene con tu cálido interior.

Lo atisbo quedar la voz en ese instante y jadear fuerte ante mi contacto —¡Espera! —anuncia repentino provocando mi atención —. E-es...que... Yo... nunca he sido pasivo.

—¿Pasivo? —cuestiono sin erudición.

—Me refiero al de abajo, al que recibe —comenta agitado —. ¡Cambiemos! —Sugiere.

Pero cuando intenta salir desde su posición, una sensación de cuidado se activa en mí interior. Y aferrando mi cuerpo al suyo en un fuerte abrazo, le digo: —No te preocupes... seré gentil. Yo cuidaré de ti.

Y acariciando su asombrado rostro y notando como apacigua y afloja la tensión de su cuerpo, se entrega lentamente a mí. Y aunque en sus ojos se observe un tormento, podría jurar que también veo confort ahí...

—Solo... avísame si debo parar, ¿sí?

Entonces, su cabeza se asienta levemente, tirando sus ojos hacia atrás cuando atrapo entre mis labios a su palpitante y caliente pene.

Su tremenda calidez me conforta y las pequeñas gotas que desprende de su ser saben a gloria. Así que paladeo como niño con paleta y aprovecho la chorreante humedad para tantear su agujero.

Un pequeño respingo otorga su cuerpo en cuanto ingreso, levemente, un dedo por esa apretada entrada.

—Tan caliente... Me fascinas. —le digo mirándolo a los ojos. Y en cuanto observo que se relaja, ingreso otro.

Profundo y armónico jadeo emitimos ambos. No sé de dónde se me ocurrió la idea de realizar lo sucedido, pero siento como si mi cuerpo demandante me guiara. Como si supiera lo que hace.

Y en cuanto noto que no opone resistencia a dos dedos, los saco y me deshago de mi vestimenta bajo su atenta mirada que atormenta a mi duro miembro... Mientras él l, sólo jadea y gime algo entre bajos susurros.

De un veloz movimiento me sitúo entre sus hermosas piernas, alineándome a su entrada.

El calor arrasador que comprime cada una de mis entrañas, no se compara con la bendita gloria de poseer su cuerpo... Tan caliente, tan estrecho. Y ante cada centímetro que ingreso me recibe entre sonoros gemidos. Pero en un momento dado, siento que no me es suficiente. Debo provocar más fricción, necesito arremeter más fuerte adentro suyo.

Así que de un solo empellón, me hundo en su cálido interior mientras él, se aferra rasguñando mis hombros con ímpetu. Su rostro muta de un momentáneo dolor para luego ser reemplazado, poco a poco, por placer.

—¡Muévete! —exige con su sonrojado rostro.

—Como gustes hermoso —respondo al comienzo de un ligero vaivén de mis caderas. Saliendo despacio e ingresando rápidamente mientras socavo profundamente en su interior, y me deleito con cada gemido lastimero que emite ante mi acción.

—Eres sublime Jimin —confieso aturdido por su calor mientras deleito a mi boca con sus abultados y sonrojados labios.

—Y tú, eres, eres... extrañamente hermoso... —anuncia observando directamente a mis ojos mientras tira de mi nuca para fundir nuestros labios nuevamente.



























BUENO, BUENO... QUIÉN SABE QUE DEPARARÁ EL DESTINO A ESTE PAR.😏

SI SUPIERAN QUIENES SON🤭😏😈

GRACIAS POR LEER, VOTAR Y COMENTAR.😍

LOS AMITO MUCHO❤

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