〰️CAP. 18 "¿Qué hago?"〰️
Aspiro nuevamente mi cigarro en busca de una pseudo calma que nunca llega. Alicaído en la entrada del bar, percibo varias miradas puestas en mí. Nunca nada me importo antes, menos me va a importar ahora, que miren y hablen si gustan. Aunque no creo que alguno tenga el coraje de probar y quedar vivo luego del intento.
¿Pero a quién quiero engañar? ¡Con un demonio! Yo soy el mismísimo Dāeva...
¿Qué hago lamentándome por algo tan ilusorio como el amor? Provocando lástima al entorno que me atisba... ¡Yo no soy digno de lástima! ¿Pero digno de qué soy?
Repensando en mi cabeza una y otra vez para idear un plan de escape de sus garras, finalizo siempre de la misma manera.. ¿Quién mierda te crees maldito morocho?.. Ese es mi remate final.
"Desearte lo peor de la boca para afuera y querer morir entre tus brazos con el maldito corazón... Corazón que al final no era de piedra" medito para mi interior sin atreverme a pronunciarlo elevado para no quedar expuesto ante lo obvio.
Me incorporo decidido a tomar cartas en mi propio asunto antes de que me comience a derrumbar entre penumbras desconocidas para mí. Inmerso en esta insana opresión que me avasalla sin dejarme despejar.
—Debo ser fuerte —me susurro —¡Soy fuerte! —dictamino fuerte y claro para darme valor.
Valor de huir... Para no enfrentar mi propio destino.
Como siempre digo en mis malas acciones: yo dictamino pero tú, eliges ser...
Y algo esta tirando fuertemente de mis hilos promoviendo mi accionar y no le daré el maldito gusto de verme caer ni derrumbar.
—¿Señor? —dice un vasallo a mi costado —¿Se encuentra usted bien?
"¿Bien?" retumba en mi grisácea masa cerebral y devuelvo torcidas sonrisas ante aquel ser.
—Bien estaré cuando me deshaga de ciertos percances, súbdito —haciendo uso de los gajes del oficio me retiro de la pared acodado a este súbdito y pregunto.
—¿Alguna novedad?
Entre tanto enciendo otro cigarro y acomodo mi rubia melena hacia atrás, como liberando el pesar de mi frente a la vez que aspiro la serenidad de la friolenta noche.
Una, dos, tres caladas y mi paciencia llega al límite —¿Y? —cuestiono firme al cabizbajo ser.
—E-es que... S-Señor...
—¡Habla de una endemoniada vez! —elevo mi tono con total autoridad sin aguardar su posterior objeción.
—R-realmente... no pasa nada malo Señor...
—¿A qué te refieres con nada malo? —exhalando sobre su rostro lo miro con atención.
—Hay rumores, mi Señor... de una posible alianza —desembucha sin aclarar que es lo malo que no pasa, pero ésta palabra, capta de inmediato mi consideración.
—¿De qué maldita alianza hablas? —cuestiono enardecido en mi interior, sin tomar real conciencia de querer sacar de una buena vez la venda que está delante de mis ojos.
Cabizbajo aún más hondo y con su desagradable y compungida voz me dicta —E-eso s-solo lo sabe usted... Señor.
Y como un maldito tornado que crece a pasos agigantados en mi pecho, echo a un lado al valiente vasallo ingresando con un acrecentado odio interior.
"Más vale que tus malditas excusas sean creíbles, o me importará una mierda amarte así" me dicto entre pensamientos quedándome perplejo al darme cuenta de mi designación hacia el morocho.
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"Bendita perdida de tiempo, cavilarte sin cesar" medito apoyado a la barra y con la mirada extraviada en ningún punto fijo.
—¿Me vas a decir que no me llamaste cariño solo para presionar a Jimin? —cuestiona una voz a mi costado que me saca de mi estado.
Me giro a observarlo sin querer dar mas explicaciones de lo obvio, hasta que recuerdo mi incipiente idea, la cual usaré como vía de escape ante sus preguntas.
—¿Qué te parece pantalón y tapado largo rojo, con una camisa sugestiva junto a un baile pasional? Y alguna canción que amerite el acto, por supuesto.
Tae me observa de repente intentando entender.
—Me refiero a la ropa para dar un show de esos que gustan al público, en una de esas, conseguimos más entrada de dinero y vamos mitad y mitad ¿Qué dices?
Sus ojos se iluminan repentinamente y creo que hasta se le olvido la caricia y el beso en la frente —. ¡Eso me parece genial Kookito!
—JungKook... se llama JungKook... Tae —la fría voz delante nuestro nos hace virar haciendo tragar en seco a mi compañero intimidado ante su sugestiva mirada.
—Ehh... ¡Él es todo tuyo amigo! —casi en un grito nervioso mi compañero anuncia mi entrega en bandeja ante mi total cara de asombro.
—¿Pero tú, serás mío? —pregunto de inmediato sin pensar ni un instante lo que se escapa de mis labios, rememorando a la pelirroja apretada a su costado como un bendito recuerdo clavado en mi memoria.
—Tenemos que hablar —ordena sin un ápice de calidez, sereno y oscuro como la friolera noche.
—Como ordene el "Señor" —retribuyo serio sin mostrar cuanto me afecta su frío porte.
—Te espero en mi reservado y más vale que no te tardes... ¡Ah! Y Tae —habla hacia su amigo —. Él, no es nada mío.
Esa afirmación dolió como espinas enterradas en lo más profundo de mí interior. "Que te quiero y no te quiero, que eres mío y luego te entrego... Me volverás loco a este maldito ritmo rubio mío" Se me cruza por la mente y luego reacciono ante su orden y respondo.
—Iré en cuanto me desocupe Jimin.
Tae me observa desencajado ante mi respuesta y mi hermoso Demonio se detiene dándome la espalda...
Y sin virar escucho como una manta sobre la fuerte música —¿Es en serio JungKook? —se gira enfrentando mi cuerpo —¡Necesitamos hablar de una puta vez! —su voz sale enérgicamente inquieta y sin mucha paciencia, pero no daré tregua a sus formas.
—Pídemelo bien y estaré firme a tu lado —suelto seguro y decidido. Si esto ha de funcionar, será dar lo recibido.
Luego de refutar un buen rato y agarrarse sus cabellos sin parar, me observa con semblante caído y solicita de buena manera que me una junto a él para conversar.
Inmediatamente me incorporo. Y dando la vuelta a la barra le digo a Tae que me cubra lo que tenga que durar.
Estoy decidido a exponer mi verdad y depende de su respuesta, pondré en marcha mi nuevo y riesgoso plan.
Esto que siento es más grande que cualquier quemazón de cuerpo en oración alguna vez aprendido, más inmenso que todo el cálido arrullo del cantar de Los Ángeles juntos y más real de lo que nunca me había atrevido a soñar.
"Si tú quieres, mi querido Demonio... Seré tuyo y tu serás mío"
AHORA, A ARREGLAR A LO OSCURITO😏😈🤣
¿QUÉ SE AMAN DICEN?🤭 ESTOS NO PUEDEN DISIMULAR AL IGUAL QUE EN LA VIDA REAL🙄😍
GRACIAS POR LEER, VOTAR Y COMENTAR🥰
LOS AMITO MUCHO❤
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