Capítulo 24. Niño de oro.
Aunque todo había iniciado con incertidumbre, miedo, preocupación e impotencia ahora era todo lo opuesto. Ravel detallaba la expresión de su héroe desde sus pequeños, pero fuertes brazos que le sostenían.
Se sentía como una princesa de cuentos de hadas siendo rescatada por su caballero de blanca armadura. No podía negar que disfrutaba de la calidez del muchacho azabache.
Sumado a todo ello no estaba de más mencionar que prácticamente se le había declarado apenas hace unos segundos nada más. También tomó su primer beso y eso jamás lo olvidaría, el simple hecho de recordar aquel tierno pequeño pero tierno acto hacia que su corazón se acelere y sus mejillas se tornen rojas.
Pensar que apenas hace unas cuantas semanas le odiaba era imposible, Ravel Phenex había cambiado y todo por culpa de Son Goku.
-¿Ya estás mejor, Ravel? -preguntó Goku mirando a la muchacha que se estremeció levemente.
-¿A...ah? Sí, ya estoy bien -respondió con algo de nervios mientras intentaba ocultar su sonrojo- Al parecer ahora pronuncias mi nombre de forma correcta -murmuró con asombro.
-¿Es así? -preguntó con desinterés el azabache antes de esbozar una gran sonrisa poniendo más nerviosa a la pobre rubia.
-"¡¿Por qué mi corazón late tan rápido?!" -se preguntó exaltada.
-Hmmm, ¿a dónde vamos ahora? -se preguntó curioso pero obtuvo una respuesta cuando Azazel bajó del cielo con sus alas extendidas sonriendo pícaramente.
-Jojo, qué tierna pareja, estoy tan orgulloso de ti, mi niño -habló lleno de sarcasmo el rubio causando que la cabeza de Ravel suelte humo.
-¡¿Quién eres tú?! ¡Y...y que haces aquí! -preguntó sumamente molesta y nerviosa la Phenex.
-Él es Asamamel, un amigo muy confiable -respondió con inocencia el joven causando un suspiro del caído.
-Hmpf, mi nombre es Azazel, el líder de Grigori y por ende de los ángeles caídos -se presentó esbozando una sonrisa confiada a la diablesa que se asombró de sobremanera.
-¿Podemos volvemos a casa? -preguntó el saiyan con curiosidad.
-Claro, pero la señorita debería ir junto con su familia ahora -respondió entrecerrando sus ojos.
-¿Su familia? Supongo que está bien, seguro están preocupados -murmuró el Son tranquilo pero en eso sintió el agarre de Ravel más fuerte.
-N... no me dejes -pidió susurrando sin mirarle a la cara.
-¿Eh?
-Tambien creo que es bueno que le acompañes, sus padres deberían conocer al salvador de su hija -agregó Azazel guardando sus manos en sus bolsillos- Es más, yo mismo ya me he comunicado con Lucifer informándole sobre el asunto y están esperando en estos momentos -habló divertido- Sin dudas no fue un buen día para la casa Phenex.
Primero el heredero del clan pierde la batalla por la mano de la princesa carmesí y durante aquello es secuestrada la hija menor.
-El lado bueno es que la hija fue rescatada con éxito, como sea, ¿nos vamos? -preguntó sonriendo de forma amable Azazel generando un circulo mágico en sus pies.
-Está bien supongo, solo que tengo hambre -habló con tranquilidad Goku pensando qué podría cenar hoy- Dime Ravel, ¿crees que aún haya comida en esa boda? -preguntó con emoción.
-Hmm, supongo que sí y si ese no fuera el caso simplemente te cocinaria yo, e...es lo mínimo que puedo hacer -dijo inflando sus mejillas.
-¡Eso es genial! Tu comida es muuu rica -habló sumamente emocionado.
Un brillo posterior y el grupo ya había desaparecido del castillo destrozado de los Asmodeus.
.
Lo primero que Goku pudo ver luego fue a una gran cantidad de personas reunidas en una habitación llena de lujos de todo tipo, aunque claro, él no entendía de eso, solo que parecían objetos muy delicados pero nada de comida.
-¡Ravel! -una mujer rubia casi idéntica a la mencionada con ojos llorosos corrió rápidamente hacia el trío.
La mencionada bajó de los brazos de Goku para ser fuertemente abrazada por su madre. Detrás de ella un hombre rubio boen parecido vestido con un traje elegante color azul marino quien suspiró lleno de alivio abrazando a las madres e hija.
Goku miró curioso la escena pero no pudo evitar esbozar una sonrisa al ver como Ravel lloraba de felicidad al estar en ese lugar.
-Debo suponer que fuiste tú quien salvó a mi hija, Azazel -habló el líder de los Phenex caminando hacia el caído quien simplemente negó con su cabeza.
-No es así en realidad, fue mi querido y especial protegido, el que ves aquí -explicó posando su mano en la cabellera desordenada de Goku.
-¿E...él? -preguntó con asombro detallando la infantil apariencia del muchacho quien sonrió- ¿Puedo saber tu nombre, chico? -preguntó el hombre aún con incredulidad.
-¡Hola, soy Son Goku! -exclamó lleno de ánimos con su clásica presentación.
-La gratitud que te tengo, Son Goku, es impagable, no hay precio alguno por salvar a mi amada hija -comenzó a hablar pero antes de seguir fue interrumpido.
Goku abrió sus ojos en sorpresa cuando la madre de Ravel, lady Phenex se abalanzó para abrazarle fuertemente aún con lagrimas en sus ojos.
-¡Gracias! ¡muchas gracias pequeño! -exclamó la mujer abrazando fuertemente al niño llena de agradecimiento.
El saiyan se sintió algo confundido por unos momentos, ese gesto se le hizo algo honesto y bueno. Se sentía bien, miraba a su querida amiga quien le sonreía también feliz y supo perfectamente que decir.
-Yo solo ayudé a alguien importante para mí, no podía dejar que algo le pase a Ravel -habló con honestidad antes de que el abrazo termine.
Lady Phenex analizó al muchacho, supo que no habían otras intenciones en sus palabras y supo rápidamente que este era el chico del cual su hija hablaba frecuentemente exhibiendo a su nuevo amigo.
-Ya veo, pero eso no quita que lo que hiciste fue muy valiente y que tiene un peso increíble para mi familia -comenzó a hablar la rubia mayor acariciando la mejilla de Goku con afecto maternal.
-Son Goku a partir de ahora cuando necesites algo, cualquier cosa puedes contar con el clan Phenex -aseguró el patriarca extendiendo su mano al pequeño.
-Pero yo no necesito nada, estoy bien mientras pueda ver bien a Ravel jeje -dijo sonriente sonrojando nuevamente a la diablesa bajo la atenta mirada de su madre quien sonrió pícaramente.
-Hmmm, como sea, todo esto es bueno, su hija está a salvo ahora pero... hay cuestiones que tratar, Lord y Lady Phenex -la expresión de Azazel fue más seria cosa que fue comprendida de inmediato.
-¿Quiénes fueron los que se atrevieron a tocar a mi hija? -preguntó el hombre con una peligrosa expresión en su rostro.
El caído miró a Ravel quien crispó sus cejas en tristeza y algo de temor.
-Zerukia Asmodeus... -fue la respuesta de la rubia quien impacto de sobremanera al patriarca.
-Así mismo, y al parecer no fue algo individual, mencionó un grupo -agregó el líder de grigori con frialdad.
Había oído todo lo que aquel tonto demonio joven gritó a Goku, estuvo en las cercanías y no es que el Asmodeus se haya esforzado en ocultar nada.
-¡Tch! La facción de los fanáticos del antiguo rey demonio, esos desgraciados sin control... -murmuró lleno de furia apretando sus puños- Mañana solicitaré una reunión con los Maou para tratar este asunto, no se puede quedar así, además ese grupo que menciona al parecer se mueve en las sombras y no podemos permitirlo.
Su expresión lo decía todo, estaba sumamente irritado con el asunto pero esta era una buena oportunidad para muchas cosas. El nombre Phenex podría recobrar algo de favor nuevamente al ayudar a la caza de esos demonios y también con un grupo de renegados peligrosos.
Aunque lo que más quería en estos momentos era venganza por lo que le hicieron a su pequeña.
-Si quieres puedo ir, no tengo problema alguno en brindar la información que mi protegido y yo hemos conseguido -Azazel suspiró con alivio- Además es bueno tener un buen amigo apoyando -dijo con tono socarrón, lore Phenex supo rápidamente a lo que se refería.
-Que así sea -fue Lady Phenex quien habló determinada.
-Con todo dicho es hora de marcharnos, Goku -llamo el rubio al azabache quien simplemente asintió.
-Nos vemos luego, Ra... -iba a decir pero la rubia se acercó a él con una expresión casi suplicante.
-No te vayas, quedate conmigo -pidió con un gran sonrojo en su rostro y poca timidez a estas alturas.
Sus padres miraron con asombro ese comportamiento poco usual en su hija llena de orgullo.
-Yo no le veo el problema a que Goku-kun se quede a dormir esta noche, es lo mínimo que podemos hacer por él y además Ravel al parecer no quiere apartarse de su salvador -habló la matriarca con una dulce sonrisa que puso nerviosa a su hija.
-¿Eh? ¿puedo? -preguntó mirando a Azazel por alguna razón quien simplemente levantó los hombros sin tanto interés.
-Claro, está bien solo pórtate bien y no hagas un escándalo -pidió sonriente casi con burla por lo irónico de sus palabras.
Posteriormente desapareció del lugar, tenía que hablar con cierta monja.
-Está bie... -iba a decir antes de ser jalado por Ravel.
-O...oye Ravel, primero debemos ver si no estás herida o algo -habló con preocupación lord Phenex.
-Mis reservas de magia han regresado y mis heridas se han curado, no te preocupes padre -habló la rubia sosteniendo la mano del azabache.
-Pe...pero Ravel -intentó decir el demonio pero su mujer posó suavemente su mano sobre su hombro.
-Dejalos, prefiero ver alegre a nuestra hija que deprimida o preocupada luego de lo que pasó y para ello ya tenemos a Raiser -murmuró la mujer suspirando ante lo cual el patriarca simplemente quedó en silencio.
Goku se dejó guiar por su amiga mirando los alrededores con genuino asombro, era enorme, quizás más que la casa de Bulma.
Finalmente entraron a una habitación.
-Bien, este es mi cuarto, esperame un rato voy a tomar una ducha -pidió sonrojada mientras se dirigía al baño.
Dejando solo al Son.
-Hmmm, tengo mucha hambre -murmuró caminando por el cuarto, habían muchos peluches y tenía una decoración muy Ravel- Es muy grande este cuarto... además hay cosas que parecer muy frágiles -se dijo mirando la gran cama que obviamente era de la Phenex.
No pensó mucho para arrojarse con una gran sonrisa.
-¡Whoa! Es muy cómoda jeje -se dijo girando en el gran colchón- Parece como si me fuera a hundir, como ese postre llamado pudín -habló riendo acomodándose.
Mirando el techo entonces recordó la pelea contra ese tipo malo que intentó raptar a Ravel, no era fuerte pero al parecer eran un grupo, esperaba que hubiera alguien que le entretenga más.
Tras unos cuántos minutos Ravel finalmente regresó vistiendo una camiseta blanca con pantalones cortos color negro. Su cabello suelto y algo mojado. Sus mejillas tenuemente pintadas con un color rosado brillante.
-¿P...por qué te acuestas en mi cama? -preguntó con asombro.
-Porque estoy algo cansado y tengo hambre Raaveel -se quejó cómicamente.
-Hmpf, está bien supongo, te dejaré dormir conmigo hoy como premio por haberme salvado -dijo tímidamente pero a la vez con orgullo cruzando sus brazos.
-¿Heh? Pero si tampoco hay otra cama, pero igualmente puedo dormir en el suelo si te molesto -dijo con tranquilidad el azabache.
-¡No! Digo, no hace falta, a mí no me molestas, y...ya deberías saberlo -murmuró acercándose para sentarse en la cama al lado del Son.
Un tranquilo silencio inundó la habitación, algo incómodo para Ravel pero en absoluto para el Son.
"Knock, knock"
Aquel ruido asustó a la chica que rápidamente corrió hacia la puerta abriendola solo un poco.
-Su madre le ha mandado la cena, Ravel-sama -habló una mucama con algo de temor por el comportamiento de la niña- Lamento la demora.
-No te preocupes, gracias -fue lo único que dijo apresurada jalando cómicamente el carrito de metal repleta de todo tipo de comidas.
La mucama palideció. Quedó estática en aquella puerta por varios segundos digiriendo el "gracias" de la Ojou-sama. Nunca antes había dicho algo asi.
¿Ravel Phenex estaba cambiando?
Cuando intento darse la vuelta allí ya estaba Goku con saliva en su boca.
-¡Por fin! -exclamó con emoción.
-Adelante, come Goku -pidió sonriente antes de que el saiyan comience a liquidar todo lo que se encontraba.
Unos minutos después Goku tenía el estómago algo hinchado pero una gran sonrisa en su rostro.
En un principio la diablesa se vio exaltada por como comía pero al final ya se había acostumbrado luego de tiempo a su lado, ahora se le hacía tierno.
-Me gustaría tomar una ducha ahora, pero no tengo ropa -se dijo pensativo- Usaré solo mi dogi otra vez -se dijo con desinterés.
-No hace falta, tengo algunos cambios de ropa que podrían quedarte si quieres -dijo la Phenex jugando con sus dedos.
-¡Eso es bueno! -exclamó feliz para posteriormente comenzar a desvestirse sin pensarlo mucho.
-¡E...espera! Ve al baño para sacarte la ropa, ¿e...es que acaso no tienes pudor, Goku? -preguntó tapándose sus ojos aunque dejando abierto un par de sus dedos bastante sonrojada.
Goku simplemente suspiró ya con el torso descubierto comenzando a caminar hacia el lugar.
-"Y...yo creí que era gordito, pe...pero solo es rellenito y tiene musculos" -se dijo con asombro aunque rápidamente agitó su cabeza intentando sacar esos pensamientos de si- ¡Q...que estás pensando Ravel! -se dijo sumamente molesta y nerviosa ya cuando Goku se estaba duchando.
Con rapidez y una sonrisa cómicamente malvada comenzó a hurgar entre sus ropas algo que ponerle a Goku, tras algunos minutos pudo elegir un conjunto de su gusto.
-¿Puedo pasar? -preguntó la diablesa en la puerta con timidez- ¡So...solo para dejarte la ropa! No pienses en otras cosas raras -se excusó con rapidez.
-¿Heh? Sí, como digas -dijo con desinterés Goku bajo la ducha detrás de unos cristales que no dejaban ver nada- Podías haber dicho si querías tomar la ducha conmigo -dijo jovialmente el azabache divertido asombrando su cabeza para ver a la rubia.
-¡Claro que no! ¡pequeño tonto! -exclamó tirando las ropas sobre un estante de marmol y corriendo de allí para tirarse en su cama y cubrirse con sus sabanas.
Su rostro estaba muy rojo en esos momentos.
-"¿Bañarme con él? Cla...claro que no, pe...pero me salvó y se preocupó por mí" -comenzó a pensar con confusión- "Además se me declaró, dijo que me quiere e...e incluso se atrevió a robar mi primer beso" -pasó suavemente uno de sus dedos por sus labios recordando aquel gesto.
Al parecer Goku estaba enamorado de ella, no le veía el problema, es más, le agradaba la idea de eso.
Quería a Goku, mucho más luego de que la salvó de todo lo que pudo pasarle.
Además estas semanas a su lado las había disfrutado mucho, su calidez y amabilidad. Su inocencia e ingenuidad eran algo poco visto entre demonios y eso le hacía más especial.
-"¡¿Será que... estoy enamorada de Goku?!" -abrió sus ojos de par en par al analizar todo lo que el pensar en él le provocaba.
Tras algunos minutos un Goku sonriente salía del baño aún con vapor por su cuerpo mucho más relajado.
-¡Whoa! Me siento mejor, hey, esta ropa es algo rara, pero es cómoda así que no hay problemas -dijo el azabache relajado caminando hacia la cama- ¿Ya te dormiste?
-Pues no, solo estaba pensando algo -respondió la muchacha descubriéndose para mirarle.
Goku tuvo que levantar una ceja al ver la expresión de Ravel quien tenía el rostro rojo, pero sonreía de felicidad cruzada de piernas en su cama y jugueteando con sus dedos tiernamente.
-Ya veo, pero bueno, es hora de dormir, tengo sueño -dijo subiendo a la cama cerca de Ravel algo que le puso nerviosa pero no hizo nada para apartarle, simplemente le veía con determinación.
Goku ya le había dado la espalda con los ojos cerrados, tenía sueño, estaba acostumbrado a dormir temprano y acababa de comer.
Estuvo por conciliar el sueño hasta que sintió como los delgados y tersos brazos de Ravel le rodeaban. En su espalda sentía los pechos de la diablesa y como su corazón se agitaba fuertemente por alguna razón.
El cabello rubio de la muchacha se extendía por toda la cama hasta que se cubrió a ella y a Goku con las mantas blancas.
-¿Qué ocurre, Ravel? Tengo algo de calor -dijo con incomodidad el Son dando la vuelta a su rostro para ver el de la Phenex bastante cerca al suyo.
Estaban a unos cuantos centímetros, milímetros el uno del otro.
-Es que tengo aún algo de miedo y probablemente haga mucho frío por la noche -murmuró suavemente llena de vergüenza.
-... -Goku no dijo nada, simplemente se quedó viéndole fijamente causando algo de temor en la doncella temiendo al rechazo de su afecto.
-Ya veo, si tú te sientes bien con esto no tengo problema -suspiró con resignación cerrando sus ojos a punto de recostar su rostro nuevamente pero no pudo.
Con timidez la chica fue la que le robó un beso esta ocasión tomando por sorpresa al saiyan. Sus ojos azules bien cerrados para intentar regular sus nervios.
-"Esto está pasando mucho últimamente..." -se dijo pensativo el Son ya que era algo que le causaba leve intriga.
El beso culminó rápidamente, no hubo más palabras luego de aquella demostración de afecto.
Ravel terminó completamente dormida con una gran sonrisa en su rostro abrazando tiernamente al saiyan similar a uno de sus peluches favoritos.
--Fin del capítulo--
Este capítulo fue full Goku x Ravel, había que alcanzar el desarrollo que tiene la relación con Koneko.
Ojalá la historia, el capítulo les esté gustando, tratando de poner al día la historia luego de tanta inactividad mía con el fic.
Ya saben, tengo mis altas y bajas algunas ocasiones y eso, estas tres historias son resultado de una alta uwu.
Dejen sus comentarios ya para saber qué les está pareciendo el rumbo de la historia y dejar sus críticas u opiniones, los leo y gracias por el apoyo.
Eeen fin, para el siguiente capítulo y nuevamente llenarme de inspiración 330 votos y que las metas en los anteriores capítulos se puedan cumplir también.
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