Capítulo 17. Diversión inesperada.

Una mirada azul se posó en una cabellera azabache que se mecía levemente por los pasos de su dueño.

Ella miraba desde arriba con desdén y algo de molestia, pero también curiosidad y cierto interés.

Goku caminaba alegremente por los pasillos de aquella gran tienda, detrás suyo estaba la diablesa de pelos dorados con pasos más lentos aunque fuera ella misma quien guiaba el camino.

-"¿Por qué rayos accedí a ayudarle?" -se preguntó entrecerrando sus ojos- "Este enano no sabe ni por donde ir si ayuda, ¿qué tan tonto se puede ser?" -por alguna razón sus pensamientos solo se concentraban en él y ni ella misma se estaba percatando de aquello.

Era curioso, desde que lo había conocido este mismo día no había parado de toparse con él y se estaba cansando de ello.

Primero chocaba contra ella y la lastimaba, ofendía y le hacía pasar vergüenza no una vez sino dos en su entrada triunfal en la academia Kuoh.

Segundo, pasaba todo el tiempo libre con él y esa torre irrespetuosa, es más, le decía que le consideraba su amiga a ella, una dama de la realeza demoníaca usando su sonrisa tan genuina e inocente.

Tan amable y honesto que le molestaba, pero sobre todo le confundía.

¿Por qué si le trataba mal y ofendía insistía en ser su amigo?

¿No entendía que a ella no le caía bien?

¿No se daba cuenta de su desprecio acaso?

¿No se daba cuenta que su amabilidad estaba mal dirigida?

Mientras más y más pensaba se daba cuenta que quizá estaba siendo una... malcriada.

Sus ojos se abrieron entonces percatándose del hecho de que Goku era mera y simplemente una buena persona.

Y eso le hizo sentir cierto pesar en su pecho que no evito que su expresión se torne levemente decaída.

-"Me pregunto cuando se rendirá..." -pensó mientras suspiraba decaída.

Poco sabía ella sobre la insistencia de este pequeño guerrero que pocas veces había dado un paso al costado ante alguna adversidad.

-¿Por qué no agarras uno de eso carritos para cargar tus cosas? Vi que la lista tiene varias cosas que dudo que puedas cargar con tus pequeños brazos -habló la Phenex con un tono sereno mientras analizaba la lista que Goku le dio- "Qué caligrafía tan mala, parece la de un niño" -pensó con un suspiro.

-¿Tu crees? Bueno, está bien -habló con tranquilidad el pequeño mientras estiraba uno de esos objetos que estaba abandonado en un pasillo mirando analíticamente el carrito con ruedas- ¡Se me ocurre una idea! -habló repentinamente llamando la atención de la rubia.

-¿Qué ocu...? -no pudo terminar cuando vio exaltada como el saiyan de un salto subía al carrito.

-¡Empuja! ¡Empuja! -habló con ánimos y riendo mientras se sentaba y sostenía las rejillas del frente emocionado.

Aquel curioso objeto le pareció muy similar a esos llamados autos que iba ir y venir por las calles todos los días por lo cual se le ocurrió esta divertida idea.

-¡Oye! ¡No hagas eso! ¡Nos van a retar y no quiero pasar verguenza por culpa tuya! -se quejó la rubia molesta y algo preocupada.

-¿Qué? ¡No seas aburrida Raviolin! ¡Vamos a divertirnos un poco! -habló sin cambio de ánimos el azabache- ¿O acaso te molesta no ser la primera? -se burló un poco el saiyan mientras cubría su boca unas cuantas risas irritando a la chica.

-¡N...no me podría importar menos esos juegos infantiles! -habló con un pequeño sonrojo, aunque ciertamente siempre había querido hacer eso desde niña pero nunca le dejaron mencionando siempre el decoro de una dama.

-Pues no parece eeeeso -se burló nuevamente riendo logrando sonrojar a la muchacha por la vergüenza.

-¡Haa! ¡Qué molesto eres! ¡Toma esto! -la muchacha en un impulso de ira empujó con todas sus fuerzas el carro haciendo uso de la fuerza inhumana que le daba ser una demonio.

Las ruedas del carrito giraban a gran velocidad moviendo el objeto a gran velocidad mientras Goku levantaba sus manos alegremente soltando varias risas tras sentir el movimiento de su vehículo.

Era una suerte que aquel pasillo fuera largo.

-¡Hiaaa! ¡Qué divertido! -exclamó el saiyan sonriente alejándose rápidamente de su "amiga"

-¡E...espera! -la preocupación se apoderó de la rubia entonces comenzando a correr detrás de Goku.

Algunos de los pocos clientes del lugar veían extrañados como uno de los carros de la tienda pasaba cerca suyo a gran velocidad y poco después una sonrojada y preocupada rubia chibi.

Goku vio como se acercaba a un estante por lo que comprendió que su camino estaba por terminar.

-Es hora de cambiar de camino -habló sonriendo con emoción mientras se colocaba al costado del carro.

Sus pies tocaron el suelo y sostuvo con fuerzas las rejillas de su vehículo y con un giro que hizo rechinar sus zapatos lo lanzó hacia la dirección contraria.

Imitando a un antiguo rival se arrojó nuevamente con las fuerzas de sus piernas cayendo nuevamente dentro del carro.

Ravel entonces se asustó por esto parando su andar mirando con nervios como ahora era Goku con una enorme sonrisa y en el carrito quien venía hacia ella.

-¡E...espera! -exclamó comenzando a correr hacia la dirección contraria, pero era inútil, esta vez la fuerza de Goku fue mayor a la suya propia.

Miró de reojo hacia atrás notando como el pequeño azabache estaba a punto de alcanzarla.

Se resigno.

"¡Kyaaa!"

"Clap"

Un grito femenino de pánico retumbó en la tienda seguido de un silencio decorado con el rechinar de las ruedas mal aceitadas del carro.

-¿Estás bien? No te preocupes, no te ves herida -el tono de tranquilidad, pero a la vez la inocencia que entró en sus oidos la llenó de confusión.

Sumado obviamente al hecho de que no sintió ningún golpe en ella, es más, era lo opuesto.

Curiosamente se sentía ligera, sus piernas ni tocaban el suelo pero aún así cerraba con fuerzas sus bellos ojos azules.

-No cierres tus ojos ahora, esto es divertido -habló Goku- Lamento si te asusté, no quería que tengas miedo, solo buscaba divertirte -mencionó con cierto arrepentimiento pues el rostro que tenía ella ahora le demostraba que en verdad se asustaba.

Lentamente abrió sus ojos siendo lo primero que vio los orbes azabaches de Goku que transmitían algo de arrepentimiento y preocupación.

-¿Eh?

No entendía muy bien lo que pasaba por lo cual detalló su situación y eso rápidamente hizo que sus tiernas mejillas se tiñeran en un intenso tono carmesí.

-"¡¿Me está cargando?!" -se preguntó sumamente exaltada mientras su cuerpo sentía la calidez transmitida por el pequeño cuerpo de Goku al estar prácticamente pegados.

-Oh, otra vez se termina el camino -murmuró Goku mirando hacia el frente.

De un salto bajó del carro y cayó con suavidad al suelo.

"¡Crash!"

Contrario al objeto que se estrelló fuertemente contra el muro lleno de productos.

-¿Estás bien, Raviole? -preguntó sonriente Goku sin bajar a la muchacha de entre sus brazos.

-S... sí -entre murmullos respondió intentando esconder ls vergüenza que sentía en estos momentos- ¡Y...ya bájame! -exclamó nerviosa mientras empujaba cómicamente el rostro de Goku con sus manos quien hizo lo que le pidió.

-Está bien -fue lo que dijo Goku con simpleza y la soltó cayendo duramente al suelo golpeando su trasero.

-No tienes nada de delicadeza, tonto mono -se quejó Ravel mientras se ponía de pie y acariciaba la parte lastimada y cuando estuvo por seguir con su regaño.

-¡¿Pero qué demonios han hecho?! ¡Todos los tomates que me contaron colocar! ¡Las cajas que tuve que ubicar! ¡M...mi trabajo! -el mismo empleado que estuvo discutiendo con la Phenex miraba todo el destrozo causado por Goku y Ravel con ira agarrando su cabeza con fuerzas- ¡Fueron ustedes! -señaló acusadoramente al duo de jovenes.

-Parece molesto -decía Goku rascando su nuca.

-A...así parece -murmuró Ravel con nervios.

-¿Qué deberíamos hacer? ¿Ayudarle a arreglar todo? -preguntó inocentemente el pequeño mientras miraba el desastre que causaron.

Todo aquello mientras el trabajador se dirigía hacia ellos molesto.

Ravel analizaba la situación, era imposible que ella hiciera ese tipo de trabajos por lo una sola idea se le ocurrió.

-¡Huir! -exclamó la rubia y curiosamente sostuvo la mano de Goku comenzando a correr estirando del muchacho que no cambiaba su expresión.

-¡E...esperen! ¡Ustedes dos par de mocosos!

Esto era de las cosas mas deshonrosas que había hecho en su vida.

En su huída el saiyan agarró lo que debía llevar para la comida en su hogar.

Cuando llegaron a la zona donde se pagan los productos, bastante alejados del sujeto, Goku arrojó el objeto donde tenía su dinero.

Abruptamente Ravel se detuvo y miró con cierto desprecio a la cajera.

-Por los daños -dijo y colocó varios billetes que superaban los 100 yenes con facilidad, probablemente era muchísimo más de lo que debería.

-E...eh, ¿daños? -la chica que atendía no entendió.

Pero sus dudas se resolverían cuando vio a su compañero Naoko llegando molesto con dos tomates en sus manos.

Ravel se puso nerviosa por ello y comenzó a caminar a paso apurado fingiendo ignorancia.

-"¡Qué vergüenza!" -pensó cerrando sus ojos completamente roja.

Finalmente salió del local sin soltar a Goku quien simplemente la seguía sin mucho interés sosteniendo con su mano libre una bolsa que le dieron para guardar sus productos.

-Eres realmente rápida -mencionó el saiyan sonriente.

-Hmpf, claro que sí, ¿quién te crees que soy? -respondió sin pensarlo mucho.

Fue allí que se percató del hecho que sus dedos estaba entrelazados con los de Goku. Una vez más ahí estaba la calidez del Son que le daba una sensación de confianza y tranquilidad.

No le molestaba y tampoco sentía repulsión por él, pero sí una gran vergüenza y jamás admitiría esos otros sentimientos de confort que le daba este extraño niño.

-¡Ya sueltame! -exclamó molesta mientras abruptamente soltaba a Goku quien la miró levantando una ceja.

-Pero si fuiste tú quien me agarró -se quejó confuso mientras caminaba.

-Claro que no, yo no recuerdo tal cosa -desvio su mirada evitando que Goku vea su vergüenza.

-Hmm, como sea, fue divertido, ¿verdad, amiga? -preguntó riendo el pequeño observando a la rubia.

-"Otra vez con eso de amiga, ¿realmente me considera así?" -pensó suspirando- Fue algo vergonzoso y también peligroso para ti quien eres un simple humano -ella respondió seria.

-Pero soy fuerte, así que no tienes que preocuparte por mí -él dijo mirando a la chica con su gran sonrisa logrando que la muchacha se ruborice levemente por sus palabras.

-¡N...no me preocupo por ti! -ella dijo molesta y sonrojada como la linda tsundere que es.

-Pues yo creo que sí -dijo posando sus manos en su nuca el pequeño guerrero.

-Tú... eres realmente irritante Son Goku -mencionó con un suspiro de resignación.

-Muchos me dicen así y no entiendo que significa -decía el pequeño confuso.

-Entiendo por qué -dijo ella mirando al saiyan esbozando una pequeña sonrisa- Veo que al menos tú logrante traer lo que buscabas -mencionó mirando la bolsa que llevaba el Son.

-Así es, pude agarrarlo todo cuando me agarrabas de la mano y estirabas-respondió sonriente.

Nuevamente las mejillas de la rubia se tornaron rojas recordando aquello.

Miró la mano con la que agarró la de Goku por unos segundos y suspiró.

-Oye -llamó Ravel mientras entrecerraba sus ojos curiosa- ¿Por qué me estás siguiendo? -preguntó a lo que Goku la miró como si le hubiera cresido una segunda cabeza.

-Yo estoy yendo a mi casa -respondió con simpleza el pequeño levantando una ceja- Yo pensaba que eras tú quien me seguía -mencionó riendo divertido.

-¡¿Po...por qué haría tal cosa?! -preguntó nerviosa y aveegonzada mientras agarraba las mejillas de Goku y las pinchaba.

-¡A...ay! ¡Sueltame! ¡Me duele mucho! -se quejó el pequeño cómicamente adolorido agitando sus brazos.

-¡Por mal educado! -exclamó Ravel ignorando el hecho que mucha gente los miraban enternecidos.

"Qué linda pareja"

Fue lo que pudo escuchar Ravel gracias a sus sentidos agudos logrando una vez más que se sonroje y causando que so corazón de un leve brinco.

-"¡¿Pa...pareja?! ¡No somos tal cosa!" -pensaba muy avergonzada- "Además, ¿quién podría enamorarse de alguien como... él?" -pensó mirando directo al rostro del pequeño- ¿Huh? -ella abrió sus ojos asombrada de un pequeño detalle.

-¡Perdón, perdón! -se disculpó el pequeño como última alternativa mientras la chica lo seguía mirando con interés detallando su apariencia.

-"E...en realidad es bastante tierno" -pensó parpadeando y por fin soltando a Goku.

Jamás admitiría que pensara aquello.

Las mejillas de Goku ahora estaban igualmente rojas e hinchadas mientras él las acariciaba buscando que el dolor calme.

-Eso me dolió mucho Raviolin, no entiendo porque siempre estás enojada -se quejó el pequeño pero solo bastó una mirada de la diablesa para que este calle nervioso- "Qué miedo" -pensó con nervios.

"¡Grrrrrr!"

Un gruñido llamó la atención del duo.

-Yo no fui -dijo Goku confuso pues normalmente era él quien producía ese tipo de sonidos.

Miró a Ravel y notó que la misma estaba bastante nerviosa y tras pensar unos segundos llegó a una conclusión.

-¿Tienes hambre Raviolin? -preguntó Goku sonriente.

-¡No! ¡No fui yo! -exclamó desviando su mirada- A... además ya voy a llegar a mi casa así que...

-Qué coincidencia, yo también -mencionó sonriente mirando hacia el frente- Mira, mi casa es aquella -señalo entonces mientas comenzaba a correr.

-¡E...espera Son! -llamó ella pero entonces se percató de algo- ¿Esa es tu casa? -abrió sus ojos cuando vio al pequeño abrir el portón- Imposible.

-Así es, ¿cuál es la tuya? ¿falta mucho para llegar? Si quieres te puedo acompañar y -decía el pequeño notando la extensión incrédula de la hermosa chica rubia.

-A...ah, no puede ser -un tic apareció en el ojo izquierdo de la muchacha con la bocs levemente abierta- Esto debe ser un error, él es... -decía con resignación.

-¿Qué pasa Raviolin? ¿Te vas a desmayar por el hambre? -preguntó con inocencia.

-Mi casa es... esa -ella levantó lentamente su mano señalando directo hacia la mansión al lado de la de Goku.

-¡Heee! ¡¿En serio?! -incluso el saiyan se asombró por eso mirando la gran casa al lado de la suya- ¡Qué bien! ¡Qué bien! Vives justo al lado de mi casa -habló con emoción el pequeño.

Ravel miró esa reacción confusa.

¿Por qué le alegraba tanto? Siempre lo trataba mal y no ganaba nada intentando tan duramente ser su amigo.

Sorpresivamente Goku caminó hasta la rubia.

-Te invito a comer, así que vamos -él dijo mientras agarraba la mano de la chica- Voy a comer eso que llaman pizza, estoy seguro que te gustara, es muy rico -mencionó sonriente.

Curiosamente la chica se dejó llevar por el pequeño, no perdía nada después de todo.

-E...espera, y...yo no puedo -intentó decir, pero no sirvió de mucho pues Goku simplemente la ignoró.

-No te preocupes, después de todo fue mi culpa que no pudieras conseguir nada para comer -dijo Goku mientras abría la puerta de la casa sin darle tiempo a hablar a la chica.

-Goku-san por fin volviste -habló la tierna voz de Asia desde la cocina.

-Tardaste mucho Goku-kun -Aika habló divertida igualmente con Asia.

-¿Esa es Asia Argento? -preguntó asombrads Ravel a la vez que el aroma de la salsa preparada ingresaba a sus fosas nasales y causaba que su estomago de otro pequeño gruñido.

-Sí y Aika, estabamos preparando la cena pero faltaba ingredientes y fui a comprarlos y allí te encontré -explicó con simplicidad y sin tanto interés mientras caminaba hacia la cocina del hogar acompañado de la rubia.

Entonces Ravel soltó la mano de Goku temiendo que le vieran en ese estado con el pequeño azabache.

-¿Eh? ¿Phenex...san? -Asia abrió sus ojos cuando vio a la chica rubia acompañando a Goku.

Ravel no supo muy bien que hacer, Goku prácticamente la había metido a la fuerza allí dentro.

-¿Quién es ella? ¿Otra amiga de Goku? -preguntó Aika confusa notando que tenía el mismo uniforme que ellos- ¿Una compañera de clases de Goku-kun? -le dio en el ojo.

-Así es, es una amiga y la invité a cenar, la encontré en la tienda esa -explicó mientras le entregaba los productos a la rubia Argento.

-Ya veo -mencionó Aika analizando a la bella chica- "¿Goku tendrá algún fetiche con las extranjeras?" -se preguntó suspirando algo molesta levantando una ceja.

-E...eh, y...yo -no supo como comportarse, se sentía avergonzada y nerviosa.

El duo de pares de ojos la miraban fijamente esperando que dijera algo, ni ella sabía por qué se sentía así. Normalmente dejaba que su actuar impertinente dominara su comportamiento, pero ahora no era el caso.

-Me alegra tanto verte otra vez Phenex-san -habló con alegría Asia mientras se acercaba a la muchacha y sostenía sus dos manos- La comida estará pronto, así que por favor espera -habló inocentemente la monja.

Ravel abrió sus ojos en asombro ante el comportamiento de la otra rubia, no se esperaba esa amabilidad y no parecía estar fingiendo.

-¿De donde eres? ¿Italia? ¿Francia? -preguntó la castaña interesada- Más importante aún, ¿cuales son tus medidas? Tengo mis datos, pero quiero confirmalos -habló la chica mientras acomodaba sus gafas pensativa.

-¡¿M...mis medidas?! -preguntó con vergüenza y sonrojo sintiéndose desnuda ante la mirada de la castaña desvergonzada.

-Asia, ¿me puedes poner eso llamado película? Creo que se llamaba Karate Kid -mencionó pensativo recordando aquella película que vio con Asia y Azazel hace unos días.

-¡Claro! Podemos verlo mientras cenamos, ¿sí? -habló la Argento sonriendole a Goku quien asintió- Estoy seguro que te va a gustar Raviole, es muy entretenido y sus movimientos son geniales -agregó el pequeño divertido.

-Ahora que sabemos que Phenex-san vive al lado podemos ir juntos a la academia -habló emocionada la chica de ojos verdes.

-Así es, y también podremos comer juntos algunas veces -mencionó Goku mientras Ravel simplemente escuchaba.

-Solo dime... Ravel, Argento -habló Ravel desviando su mirada asombrando a Asia qué posteriormente esbozó una sonrisa.

-Ravel-san puede decirme solamente Asia si quiere -ella respondió alegremente causando que la diablesa simplemente asienta.

Se sentía extrañamente bien en este pequeño grupo, era entretenido. Nunca pensó que podría sentir algo así en el mundo humano.

-"Quizá podría darle una oportunidad a la vida académica en el mundo humano" -pensó Ravel mirando de reojo a Goku quien noto aquello.

-¿Pasa algo? -preguntó sonriéndole.

-¡Na... nada! -ella respondió desviando su mirada con un pequeño rubor.

-Ya veo -fue lo único que dijo Goku alegre mientras sorpresivamente Aika se arrojaba con él y lo abrazaba exaltando al duo de rubias.

--Fin del capítulo--

Dicho y hecho, aquí tienen el capítulo. Creo que este febrero he actualizado más veces este fic que todo el año pasado XD.

Espero que les haya gustado y entretenido que es lo importante. Intenté hacer lo más natural posible las intenciones entre Goku y Ravel, espero que me haya salido bien así que dejen sus opiniones y críticas si gustan uwu.

Oh y espero mi capítulo de Phenex Destroit10K 😈

Para el próximo capítulo 300 votos y llegar a 1.9k de seguidores, falta bastante poco en realidad UwU.

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