La noche era fría y tranquila. El viento se presentaba dando grandes bocanadas que harían volar el cabello de cualquier chica extranjera que fuera lo suficientemente largo.

El sonido de algunos insectos como los grillos se podían oír dando un ambiente algo exótico.

¿¡Qué tenía de exótico un maldito grillo!? Podía ser su sonido tan característico que hacía gran resonancia en nuestros oídos.

Jodidos grillos...siempre hacen ese maldito ruido en la noche. ¡No me dejan dormir!

Una figura estaba reflexionando sobre esto mientras miraba por la ventana.

¿Qué interés tenía en analizar el ruido de unos grillos? Su pensamiento era extraño. Como si fuera a cambiar algo en el mundo...

¡Pues sí! ¡Lo haría! ¡Dejarían dormir mejor!

Se frotó levemente los ojos con demasiado cansancio, su mirada estaba algo apagada estos últimos días.

Él mismo tenía conocimiento de su cuerpo, sabía cómo estaba su condición actual.

Una especie de aura tranquilizadora había estado apareciendo a su alrededor, al parecer, se encontraba más calmado que de costumbre en estas últimas semanas.

Empezó a reflexionar...pronto empezaría su segundo año de cursado académico.

-...-. No podía decir nada. Su pensamiento era bastante obvio, empezaría una etapa que sería muy complicada personalmente para él.

Está etapa sería recapitular los eventos de su otra dimensión... Él lo sabía, y tenía pensado que tendría que jugar todo a su favor para la futura guerra que se aproximaba. Sin embargo... sentía que no podía burlarse del equilibrio del destino.

Un perfecto balance entre el bien y el mal. Un balance equilibrado entre la gracia y la desgracia. Un... intermedio entre la guerra y el amor.

Entrecerró sus ojos viendo el gran cielo oscuro, notando como algunas...

-Tetas-. Susurró viendo como el cielo empezaba a ser rodeado por múltiples tetas de diferentes tamaños. Algo que llamó su curiosidad, es que eran demasiadas, algunas las podía reconocer con extrema facilidad, pero sus ojos empezaron a tener una expresión seria.

Estiró su mano con la posibilidad de tocar uno de esos rosados pezones que danzaban en el cielo, viéndose imposibilitado.

Sí...también empezaría la etapa donde vería la parte más hermosa del cuerpo femenino.

¡Un buen par de tetas!

La bestia pervertida de su interior saldría a grandes escalas en el mundo sobrenatural, teniendo en cuenta que ahora tenía una visión diferente del cuerpo femenino desde que perdió su virginidad.

¡Oh! ¡Habían abusado de él ese día! ¡Se sentía un niño!

Él solo quería sobrevivir a las inexpertas habilidades culinarias de una hermosa mujer mayor.

Ese día casi manda su destino al demonio... ni sus enemigos acabarían con él de esa forma tan cruel.

Se cruzó de brazos algo emocionado de la cantidad de tetas que podría ver...imaginar las tetas de aquella hermosa pelirroja eran lo que más le interesaba en estos momentos.

Sonrió de lado al ver a su hermana mayor llegar a casa en estos horarios. Parece que había empezado junto al séquito Gremory a cazar renegados.

El aumento de demonios renegados era evidente en la zona, se preguntaba si esto pasaba antes de ser reencarnado por Rias Gremory en ese momento.

Al parecer se encontraba despierto debido a que quería estar seguro de que su hermana llegará bien a casa.

Si tardaba mucho tiempo...él mismo saldría en busca del renegado que haya lastimado a sus seres queridos.

Mm~, estaba con Rias... no hay manera de preocuparse.

Buchou...era demasiado fuerte. La costumbre de ese prefijado nunca abandonaría su pensamiento, ella era su presidenta.

Sintió dos brazos empezar a rodear su cintura, dos grandes montañas hicieron impacto en su espalda de manera suave mientras sentía como estas mismas empezaban a hundirse para poder sentir los pezones pese a la ropa y el sostén.

Luego pudo tener la sensación de una cabeza apoyarse en su hombro mientras el reflejo de la ventana mostraba a una hermosa rubia que tenía una pequeña sonrisa en su rostro.

-Te preocupas mucho por ella, ¿No?-. La voz suave de Artoria envió un escalofrío placentero por todo su cuerpo, no era normal que ella usará este tono, pero cuando estaban a solas podía notar el cambio de actitud en ella.- ciertamente tiene un potencial interesante si pudo llamar la atención de Rias Gremory fue por algo-. Esto fue algo que ambos notaron con gran facilidad, el talento de Izumi era llamativo incluso para el mismo Issei.

Artoria Pendragon podía ver qué ella tendría un gran renombre en el mundo sobrenatural al estar bajo el cuidado de la casa Gremory. Familia conocida por tratar a sus servios como si fueran miembros de la familia principal.

Issei empezó a reírse en voz baja bajo las palabras de la hermosa rubia, debía conocer que guardaba un poco de razón al estar al tanto de los movimientos de Izumi en sus principios.

-No voy a negarte que no me preocupo por ella, pero es debido a que le falta bastante entrenamiento-. Comentó un poco por encima al entender el funcionamiento de Abstract Nonsense gracias a la ayuda de Azazel-sensei.-Rias es fuerte y podrá cuidar de Izumi por un tiempo, pero depende de ella el querer ser útil a la hora de una batalla.- Sonaba un poco nostálgico recordando sus inicios, Artoria podía notar el tono de Issei.

-Tienes mucha confianza en Rias Gremory, Issei-. Ella señaló esto sin conocer la verdadera causa de las palabras de Issei, podía sentir su corazón latir al verlo con una sonrisa determinada.

Issei sonrió un poco de lado mientras se daba vuelta para encarar a Artoria de frente, viendo que ella llevaba una camisa algo larga que tapaba sus muslos.

Esto hacía que Issei se diera cuenta que ella estaba en ropa interior.

-Confío en Rias... porque ella es mi senpai, y me ayudó en varias ocasiones-. Ella lo había salvado muchas veces, pero en este lugar lo salvó de una caída algo torpe en las escaleras...

Algo tímido vio los ojos brillantes de la hermosa rubia que tenía los labios levemente abiertos y las mejillas un poco sonrojadas.

H-huh...¿Qué debería hacer?

Sin pensarlo mucho tomó una mano de Artoria y entrelazó sus dedos con los de ella, notando el fuerte agarre que estaba ejerciendo la Pendragon que lo empezó a dirigir con lentitud a la cama.

Izumi ya había llegado sana y salva a casa, deberían descansar pero antes de eso.. A Issei le gustaría hablar con Artoria sobre unos temas triviales que había estado pensando con anterioridad.

Ambos se acostaron una vez más, quedando uno encima del otro mirándose fijamente, Issei apartó un poco la mirada con un sonrojo y algo de vergüenza por la belleza de la mujer.

-Artoria, y-yo...-. Estaba intentando encontrar algunas palabras que suenen de manera correcta para que ella lo comprendiera. Sin embargo, fue tomado por sorpresa al ver que los le regaló una sonrisa suave mientras se acercaba un poco.

-Lo sé...te tengo que compartir con alguien más ahora-. Pudo ver como el chico castaño abría los ojos algo sorprendido, al parecer ella no estaba celosa ni mucho menos enojada con él. Por otro lado, ella se encontraba feliz que él pudiera tomar esa pizca de confianza de decírselo sin ocultar estos detalles.- Cuando dije que te ayudaría y apoyaría en tu sueño, nunca mentí sobre eso...y puedo ver las miradas nuevas que tienes en mi cuerpo-. Huh...se sentía más pervertido al parecer alguien tan obvio en estos momentos.- pero... eso no impedirá que sigamos juntos en nuestro camino.

Al parecer la mejor forma de enamorar a alguien era a través del estómago...y esto era algo que Issei se había dado cuenta con anterioridad.

Se prometió explorar el mundo de la gastronomía junto a su amada, ambos eran grandes catadores de platillos.

-Artoria... me gustaría tener una cita contigo-. Esto tomó un poco desprevenida a la chica que abrió un poco los ojos, pero luego de unos segundos sonrió al joven que esperaba una respuesta paciente.

No hizo falta el uso de palabras cuando sintió como los brazos de la rubia adulta rodeaban su cuello...con la intención de lanzarlo hacia ella en busca de un contacto más íntimo.

Un beso fue la respuesta que necesito Issei, parecía que ambos habían empezado a tomar esto como algo matutino luego de convivir y compartir momentos especiales.

Artoria notaba la confianza que Issei tenía ahora sobre sí mismo, podía notar un aire más relajado junto a un calor nuevo.

Eso en verdad le alegraba...

-Issei~-. Susurró ella mientras sus ojos brillaban un poco más de lo normal, siendo el castaño consciente de ello por lo que empezó a separarse más de ella...

Él deseaba hacerlo con ella, pero no dejaría que sus instintos lo controlarán en este momento tan especial. Aparte, le gustaría que la primera vez de la chica sea especial, y no por un momento de sus instintos carnales.

Ella se quedó unos segundos en silencio al ver esto, agradeciendo profundamente que se preocupará por ella de esta manera.

-Issei...deberíamos considerar el mudarnos-. Mencionó Artoria repentinamente mientras calmaba su respiración agitada debido a la excitación momentánea que experimentó, su cuerpo aún se retorcía un poco por este sentimiento invasor. Issei, por otro lado, miraba a la chica un poco confundido, al parecer buscando una explicación que le brindará el hecho de esas palabras tan rápidas dichas por la Heredera Pendragon.- Tendremos que tener un espacio en el cual podamos convivir las mujeres que estaremos contigo... y la casa de tus padres empezará a quedarse pequeña en algún momento-. Oh, nunca lo había visto de esa manera. De algún modo, Artoria tenía razón con su explicación, por lo que se llevó una mano al mentón mientras empezaba a pensar seriamente en sus palabras. Ella tenía el don de la verdad con esas palabras, poco a poco en este tiempo empezaría a quedarse algo chica si pensaba pelear contra la Diosa Nyx por Ingvild.

-Deberíamos buscar una casa espaciosa-. Issei respondió, tendría que tomar una decisión desde tiempo antes de que los Gremory's decidan remodelar la casa de sus padres para hacerla un edificio-¿Te gustaría que miremos casas?-. Preguntó a la chica que asintió emocionada ante su cuestión.

-¡Sí! Madre y padre creen que es lo mejor para ambos-. Ella soltó una pequeña risita elegante al recordar lo insistente que estaban sus padres con comprarles una casa grande en Kuoh. Esto era un hecho para que empezarán a convivir con esposos... al parecer todo era una táctica hecha por Lady Pendragon.- además... Me gustaría que pudiéramos entrenar más seguido.- su tono se volvió serio, Issei comprendía lo que Artoria realmente quería.

Artoria quería seguir practicando con la lanza Rhongomyniad, y para ser sincero.. él quería ver de lo que era capaz.

Asintió una vez más teniendo en cuenta la prioridad de hacerse fuerte que tenía la Pendragon.

En silencio Issei recostó su cabeza sobre las tetas de Artoria Pendragon, encontrando bastante comodidad en ese par de almohadas suaves. Artoria solamente sonrió un poco antes de abrazar la cabeza de Issei y darle un beso en su frente, empezando a cerrar sus ojos poco a poco mientras era observada por Issei que seguía disfrutando de la calidez de unas buenas tetas.

Un brillo de determinación característico de él apareció en sus ojos, pensando seriamente que tendría que hacer "eso" para poder combatir con Nyx.

Si no lograba hacerlo...su pelea sería muy ajustada y la balanza estaría más a favor de perderla.

Y eso...no es algo que aceptará, él le hizo una promesa a Ingvild, y tenía pensado cumplirla cueste lo que cueste.

Tenía ese pequeño don de ayudar a una chica que se encuentra en serios problemas, sea cual sea la causa o raíz de los mismos.

-[¿Estás listo, compañero?]-. Preguntó Ddraig al notar los pensamientos de Issei sobre hacer "eso".

-[Claro que sí, Ddraig. No será la primera vez que haga aquello]-. Sonrió un poco mientras empezaba a cerrar sus ojos con un objetivo en mente.

¿Cuál será su objetivo?