Arco 0:Por tu bien, Le Fay.
Lealtad.
¿Qué es la lealtad?
Es aquella capacidad de hacer lo que nos comprometemos entre circunstancias cambiantes. Es algo que el humano posee y busca su supervivencia en base a esto.
Pero...¿Cuál es la otra parte de la lealtad?
La traición.
Es aquel acto en el cual rompemos la lealtad que teníamos hacia una persona o gobierno, pero hay algunos casos en el que está misma se justifica.
¿Cómo la podría justificar usted?
¡Onii-sama! ¡Onii-sama! ¡Onii-sama!
Una chica estaba llamando o intentando llamar la atención de su hermano, mismo que se encontraba con los ojos cerrados mientras una espalda descansaba a su lado.
-¡Hmp! ¡Onii-sama!-. Aún así, la chica no retiraba la idea de levantar a su hermano mayor, viendo como se empezó a mover un poco incómodo empezó a sonreír mientras lo agitaba un poco más para despertarlo.
-...¿Le Fay? ¿Qué sucede?-. Preguntó el chico viendo a la reconocida como Le Fay. Ella era una chica extranjera con un hermoso cabello rubio que llegaba hasta sus hombros, cuerpo delgado y unos ojos azules que brillaban con gran intensidad, también podría destacar que vestía unas ropas de maga acompañadas de un sombrero azul con estrellas amarillas y un lazo negro.
-¡Despertaste! Me alegro tanto por eso...-. Arthur se vio un poco extrañado por las palabras de la pequeña maga, pero ella al ver los sentimientos confundidos en su expresión entendió que su hermano mayor no sabía a lo que se refería.- te has quedado dormido en un santiamén...y no pude evitar preocuparme por tu expresión, parece que estabas teniendo una pesadilla, onii-sama-. Ella cerró un poquito sus puños mientras los llevaba hacia al frente y empezaba a formar un pequeño puchero que se veía bastante tierno.
Aún así estoy solo hizo que Arthur riera un poco mientras acariciaba la cabeza de Le Fay.
-¿Hmm?-. Ella habló bajo totalmente confundida por el tacto que estaba recibiendo, pero no se quejó y solamente dejó que su hermano mayor acariciara su cabeza cuando sentía que algo andaba mal.- Onii-sama...-. Ella susurró aparentemente triste, Arthur conocía muy bien a Le Fay y sabía lo que pasaba por su cabeza.
-¿Sucede algo, Le Fay?-. Intuía un poco la respuesta de la maga, pero aún así se quiso sacar las dudas y despejar su pensamiento negativo.
-...últimamente no me siento cómoda aquí-. Empezó hablando algo triste por la situación en la que se encontraba, ella se había vuelto rebelde y se reveló en su hogar al escapar para buscar a su hermano mayor, incluso ignorando el las palabras de su hermana mayor antes de irse.- extraño a okaa-sama, otou-sama y nee-sama-. Suspiro ella triste mientras Arthur le sonreía con un poco de pesar, sintiéndose culpable por las palabras que su hermana usó para poder describir cómo se sentía, él sabía perfectamente que Le Fay se encontraría desolada, apartada e incluso triste de estar en este lugar y posición al saber que no tiene compañeros y compañeras con los que hablar.
-¿Quieres volver a casa?-. Le pregunto mientras miraba a la pequeña maga que abrió un poco los ojos y lo vio directamente, esperando una respuesta ante su duda.
-¿Volver? ¿Podemos volver?-. Ella se volvió a cuestionar a sí misma y a su hermano a la vez, viendo que Arthur empezó a negar un poco con la cabeza, logrando que la rubia se confundiera está vez.- ¿A qué te refieres con volver?
-Puedes volver a casa si deseas, podría llevarte cerca y puedas estar con nuestros seres queridos, Le Fay-. Sonrió mientras se le ocurría una broma para aligerar el ambiente y estado de ánimo de su hermanita menor.- Además, Artoria me mataría si me viera con uno de los fragmentos de Excalibur.
Esto dió resultado ya que Le Fay empezó a reírse un poco por su broma, era cierto que su hermano antes de irse de la casa Pendragon había robado el fragmento de excalibur que poseían, por si fuera poco este le pertenecía a su hermana mayor.
-¿Crees que nee-sama siga enojada por eso?-. Ella solamente vio la espada y lanzó aquella pregunta al aire, Arthur entrecerró un poco los ojos mientras tomaba la espada en sus manos y la observaba fijamente.
-En los últimos meses que estuve allí pude ver qué el nivel de Artoria había bajado considerablemente, en una pelea de espadas le podría ganar sin muchos problemas, por lo que puede ser que su técnica o especialidad haya empeorado-. Mencionó Arthur mientras la chica frente a él ladeaba un poco la cabeza curiosa.- me refiero a que puede ser que nuestra hermana tenga que practicar con otro tipo de armas para poder empezar a reforzar su defensa y ataque nuevamente.
-¿Crees que le den...?-. Ella estaba por mencionar aquella arma que la familia Pendragon ocultaba, pero su hermano solamente alzó sus hombros con la misma duda y sin poder darle una respuesta en concreto.- ¿Si vuelvo.. tú no podrías volver?-. Quiso retomar nuevamente el tema que la estaba incomodando, pero solo obtuvo una negación como respuesta, algo que se estaba esperando por la razón que su hermano decidió irse de casa.-¿Sigues queriendo pelear con gente fuerte, nii-sama?
Arthur vio a su costado mientras suspiraba, no era del todo mentira pero había una razón más grande por la cual decidió escapar de casa, algo que hizo que su corazón diera un brinco por unos segundos.
-Sí, quiero pelear con enemigos fuertes solamente-. Se mintió a sí mismo y a su hermana menor por querer buscar la protección de alguien muy especial para él.-Pero tampoco quiero que te obligues a estar aquí, Le Fay, puedo notar perfectamente que no es lo que quieres...ni tampoco es lo mejor para tí.
-Entonces me quedaré con onii-sama para cuidarlo cuando no pueda solo-. Ella le sonrió a su hermano mayor viendo que se sorprendió por las palabras de Le Fay, pero sonrió un poco mientras volvía nuevamente a acariciar su cabeza para poder transmitir su agradecimiento y cuidado a la pequeña.
-Gracias Le Fay-. No hicieron falta más palabras para expresar su enorme felicidad, pero un tema nuevo salió a la luz por la aprendiz de magia.
-Onii-sama, ¿Aceptarás la oferta de la Hakuryuukou-sama?-. Arthur llevó una mano a su mentón, aparentemente sorprendido por la repentina incógnita de Le Fay, pero se lo pensó dos veces antes de responder con seguridad.
-Aún no lo sé a decir verdad, no puedo garantizar que mejore la situación en la que estamos ya que de alguna u otra manera seremos mal vistos por todos, pero bajo el mandato de la hakuryuukou podría...-. Él observó discretamente a Le Fay por un momento, en este grupo sentía que no estaría del todo a salvó su pequeña hermana...y no quería cargar con una pérdida que le afectaría mucho a la hora de concentrarse en un combate.-¿Qué piensas tú, Le Fay?
Moviéndose un poco incómoda pudo tomar valor para dar una respuesta sin titubeos y sin morderse la lengua.- Yo seguiré a Onii-sama dónde sea que vaya...sin cuestionarlo y siendo de ayuda con todo lo que aprenda-. Finalizó mientras mostraba su varita mágica y el hecho de poder usar magia a un alto calibre.
-Nuevamente gracias, Le Fay-. Agradeció Arthur desde el fondo de su corazón a su hermanita mientras pensaba más en profundidad en la propuesta de aquella chica albina de ojos azules.
.•°DxD°•.
-¿Te estás preparando, hijo?-. Una mujer de un hermoso cabello castaño preguntó un poco incómoda a un hombre de cabellos rojizos, se encontraba con un conflicto en su mente pero decidió despejar un poco el ambiente tenso mientras miraba a su hijo mayor.
-Supongo que sí, ya hemos esperado mucho tiempo-. Sin embargo, el hombre no se encontraba nada feliz con la situación que se desarrollaría en poco tiempo.
-Hijo, esto ya lo habíamos arreglado con la familia Phoenix, Rias ya está por cumplir sus dieciocho años y ya podrá casarse con Raiser Phoenix-. Respondió la mujer mientras tomaba la mano de su esposo, ambos estaban mirando a su hijo que solo hizo una sonrisa de lado un poco molesta y preguntó desde el profundo de su corazón.
-Madre, padre...yo he podido tener la oportunidad de estar con alguien a quien realmente amo-. Empezó para gran duda de sus padres, los cuales prestaron atención a las palabras de su primogénito.- Ustedes también se aman y están juntos...¿Por qué Rias no puede?-. Finalizó un poco exhausto de la situación, haciendo que ambos cierren la boca un poco afectados por la situación.- esto solo hará infeliz a Rias, y no podrá desarrollar todo el potencial que tiene guardado...Rias es fuerte, pero podría llegar a serlo mucho más.
-Sirzechs...yo entiendo lo que quieres decir, también estoy en desacuerdo con esto pero es algo que se arregló hace tiempo e incluso pudimos tener algunas excepciones como lo es el hecho de que Rias esté cerca de cumplir su mayoría de edad para el casamiento-. Empezó su padre mientras su madre asentía, ambos también sabían que no estaban pensando en su hija y que Raiser Phoenix solo la vería como un trofeo de colección.
-Entiendo...-. Terminó la charla el pelirrojo conocido como Sirzechs mientras se retiraba en un círculo mágico, al llegar a su oficina camino hacia la ventana y empezó a mirar el Inframundo que él gobernaba con calma y una expresión un tanto relajada y determinada.- ¿Podrá alguien ayudar a Rias?-. Preguntó al aire, él no podía hacer mucho porque era un decreto firmado por sus padres y los líderes de la casa Phoenix, además el consejo demoníaco también estaba metiendo sus manos en este asunto. Por otro lado, su hermanita tendría alguna oportunidad si pelea por su libertad pero...le falta experiencia que Raiser Phoenix posee de sobra.
Solamente esperaba que el destino estuviera a favor de ellos...que aquella persona que mueve los hilos del destino tenga piedad en su situación actual.
Que alguien pueda ayudar a su hermana en esta situación y que ella misma pueda buscar la persona que su corazón elija...sin saber el posible interés que ella tiene en un chico de secundaria.
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Chu Chu Chu Chu ua, chu Chu ua ua ua, compañía, compañía.
Hola nuevamente, soy el beiby 😈
Perdón, me dejó de tonterías por el momento.
Cualquier duda con el cap, pueden hacerla aquí mismo.
Na más que decir.
Wazaa 🗣️🔥👻
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