Arco 0:Invitación.

¿Darle una segunda oportunidad a alguien?

Las segundas oportunidades se basan en aprender de los errores que cometemos cada uno y remediarlos de alguna manera.

Todos cometemos errores, por lo que todos merecemos una segunda oportunidad.

Aprendemos, los evitamos o solucionamos si vuelven a ocurrir.

Todo tiene un ciclo…algunas veces es inevitable e irrompible.

¿Tú le darías una segunda oportunidad a alguien?

-¿¡Dónde está tu hermano!? ¿¡Por qué no lo trajeron aquí sí se sentía mal!?-. Una mujer tenía los pelos de punta, sus hijos estaban frente a ella mientras ambos mantenían una sonrisa similar, aunque a su hija le empezaban a temblar las piernas con nerviosismo.- ¿Piensan responder?-. Pregunto nuevamente después de tomar algunas bocanadas de aire, su hijo menor se encontraba enfermo aparentemente y no había vuelto a casa con sus hermanos.

Su hijo mayor empezó a soltar una risa extraña mientras respondía con sinceridad, quería ver la reacción de su madre y padre.

-¡Jajaja! ¡Issei debe estar demasiado bien!-. Las cejas de sus padres se elevaron hacia arriba, no era necesario hacer una pregunta antes de que su hijo volviera a hablar.- Issei está disfrutando de los pechos de la capitana de tenis, al parecer ambos se llevan muy bien…demasiado bien a mi punto de vista-. Se reía al ver cómo los ojos de su progenitora empezaban a agrandarse al igual que los de su padre.-¡Auch!

Hizo una expresión adolorida cuando su hermana le dió un codazo. Su hermana tenía el ceño fruncido mientras le miraba con desaprobación, le había disgustado la forma en que su hermano mayor había hablado.

-¡No lo digas así! ¡Kiyome-san está cuidando a Issei-kun! ¡Eres un tonto, nii-san!-. Grito Izumi a su hermano quien se reía animadamente, no tenía problemas en decir sus pensamientos referentes a su hermano.

-¿Q-qué está pasando?-. Su padre como pudo formuló las palabras mientras veía a sus dos pequeños, necesitaba confirmar si había escuchado bien la información proporcionada por su hijo mayor.-¿Kiyome-san? ¿Quién es ella?

-Kiyome-san es la capitana de tenis y es mi compañera de curso-. Su hija había respondido mientras se le notaba un poco el malestar en su voz.- Issei-kun y ella han estado juntos últimamente y al parecer ambos están demasiado bien juntos, les gusta practicar tenis y charlar animadamente-. Un pequeño sonrojo se presentó en su rostro cuando recordó que Kiyome le había comentado que Issei guardaba su vídeo cantando. Este pequeño acto hizo que un leve brinco diera por la zona de su corazón, aunque lo desestimó poco tiempo después.

-¿Huh? ¿Tu hermano menor se ve con alguien mayor a él?-. Se preguntó totalmente sorprendida, no quiso cuestionar mucho la privacidad de sus hijos, pero esto era necesario saber por su derecho como padres.

-¡Además tiene unos pechos gigantes!-. Grito Zac antes de guardar silencio ante la mirada de su madre y avergonzarse un poco, se había dejado llevar por sus instintos.- ¡Lo siento!

-Sí. Issei-kun se lleva muy bien con Kiyome-san-. Respondió Izumi mirando a otro lado, su madre pareció pensar un poco y sonrió a los minutos al igual que su padre.

-¡Oh! ¡Escuchaste eso, cariño! ¡Tal vez tengamos nietos en el futuro!-. La mujer se maravilló mientras abrazaba a su esposo, Gorou estaba de la misma manera que su esposa mientras una sonrisa llena de felicidad se asomaba por su rostro.- ¿Ustedes? ¿Ya empezaron a conocer a alguien?

-Yo…-. Zac se quedó en silencio por unos minutos mientras a su mente llegaba la imagen de unos pechos gigantes que correspondían a una chica, una sonrisa lasciva se dibujó en su rostro mientras empezaba a sangrar un poco por su nariz.- ¡Claro que sí, madre!-. Respondió totalmente animado mientras limpiaba aquel líquido rojo de su nariz.

Miki sonrió feliz por su hijo mayor, por lo que envió una mirada a su hija que tenía una mano en su barbilla y parecía pensativa.

Izumi al recibir la mirada de su madre empezó a mirar al suelo mientras un pequeño sonrojo invadía su rostro, pero decidió responder.

-N-no, aún no tengo a nadie que me interese, madre-. El sonrojo de su rostro no desaparecía, por lo que Miki sonrió al igual que Gorou.- no me he fijado en ningún chico durante todos estos años, no ando muy…interesada por el momento-. Había dicho una pequeña mentira, ella no sabía con exactitud que era el amor y no estaba muy metida en esos temas, por lo que decidió decir que no estaba interesada en nadie.

-¡Entiendo! No tienes que desesperarte por buscar a alguien, mi pequeña-. Su madre acarició la cabeza de su hija y después la de su hijo mientras sonreía.- primero me gustaría que terminen sus estudios antes de empezar con todo lo que conlleva una relación o conocer a alguien, no me gustaría que arruinen sus estudios por tener algún hijo no planeado o que no puedan mantenerse.

Ambos asintieron a las palabras de su progenitora, sabía perfectamente que no vivirían para siempre y no querían arruinar sus momentos importantes que les permitirán tener un trabajo en el futuro como lo eran los estudios.

-También debo darle está charla a Issei…no me gustaría ser abuela tan rápido pese a que es mi mayor deseo al igual que el de tu padre, debería al menos protegerse-. Comentó pensativa mientras Gorou apoyaba una mano en su hombro.- ¿Cariño? ¿Sucede algo?

-Deberías relajarte un poco, querida-. El padre sonreía mientras el orgullo por su hijo menor empezaba a crecer aún más.- Issei es alguien inteligente, no haría tales cosas que arruinan su futuro y él lo sabe muy bien…y en caso de no saberlo, lo acompañaremos para que aprenda poco a poco al igual que a ustedes-. Comentó el padre de la familia mientras sus hijos agradecían lo que decía, deberán ser una pequeña guía en todo lo que conlleva el amor.

Estaban por seguir hablando pero la puerta de la casa fue tocada varías veces, llamando la atención de la familia.

-¡Yo iré!-. Dijo su madre mientras empezaba a retirarse a la puerta para abrirla.-Buenas noches. ¿A que se debe su visi…ta?-. Se quedó en silencio y con las palabras en la boca mientras veía la escena frente a ella.

-¡Buenas noches, señora!-. Saludo una joven hermosa de cabellos castaños mientras iba colgada del brazo de su hijo que veía al suelo con un pequeño puchero.

-¿Eh? ¡Ah! Hola…¿Huh?-. No sabía qué decir realmente, estaba en un pequeño trance viendo la escena frente a ella. Su hijo estaba mirando al suelo mientras la chica lo sostenía, colocando sus pechos alrededor de todo su brazo…los cuales no eran pequeños a decir verdad.

-¡Kiyome-san!-. Saludo la única hija mujer de los Hyoudou's a su compañera de salón quien asintió ante el llamado. Sin embargo, se quedó estática al ver cómo los pechos de Kiyome se mantenían apoyados en todo el brazo de Issei.

-¡Buenas noches, Izumi-san!-. Devolvió el gesto animadamente mientras permanecía pegada a Issei. Realmente no quería salir de esa zona y se sentía segura frente a sus futuros suegros.

-¿Podemos entrar? Hace frío afuera…-. Pidió el chico antes de que su madre de forma robótica empezará a apartarse del camino mientras entraban. Por alguna razón, mientras caminaba en dirección a la mesa del living, su padre y hermano mayor le levantaron el pulgar con una sonrisa de orgullo.

Issei lanzó una pequeña mirada a la hermosa capitana de tenis. Pero esta mirada era muy diferente a las otras…contenía un poco de dudas y un pequeño ceño fruncido.

Un ceño fruncido que no representaba enojo, representaba curiosidad al respecto de una conversación que habían tenido en la enfermería.

.•°DxD°•.

-¿Cómo te sientes?-. Preguntó una voz suave mientras sentía como acariciaban su frente. Abrió sus ojos, no entendiendo el panorama en el que se encontraba, pero decidió mantenerse relajado mientras soltaba un leve suspiro exhausto.

-Me siento bien, Kiyome…-. Contestó Issei mientras una sonrisa se formaba en el rostro de la chica al ser llamada de esta forma, al parecer lo había recordado.

-¡Fufu! Has recordado llamarme de esa forma cuando estamos solos~-. Susurro mientras se acercaba un poco más a la camilla de la enfermería donde se encontraba Issei.- ¿Qué te ha pasado para que te duela la cabeza repentinamente?-. Dudosa se encontraba por averiguar la razón, pero debería tener la participación de Issei para saberlo.

-¿Huh? No lo sé realmente…-. Decidió mentir un poco, no revelaría la verdad tan pronto ni mucho menos en un momento tan inadecuado. Tal vez a futuro lo haga, pero prefirió guardar silencio después de esas palabras.-Gracias por cuidarme. Puedes pedirme cualquier cosa siempre y cuando esté en mis posibilidades-. Una sonrisa traviesa se dibujó en el rostro de Kiyome, decidió jugar un poco con el chico.

-¡Oh! ¿Realmente puedo pedir lo que quiera?-. Pregunto antes de inclinarse levemente y estar más cerca del chico que levantó una ceja curioso.- es algo muy simple y está en tus posibilidades…¿Sabes?

¿En qué se estaba metiendo? Por alguna razón se sentía como un pequeño conejo cerca de ser devorado, pero Kiyome empezó a reírse un poco más fuerte mientras se alejaba y se tomaba el estómago.

-¡Fufufufu! ¡Es solo una broma!-. Limpio unas pequeñas lágrimas que amenazaban con salir debido a la carcajada reciente, pero empezó a quedarse en silencio poco a poco mientras se empezaba a calmar.-Uf…al menos te encuentras mejor ahora, no deberías esforzarte cuando no puedes mucho…-. No era tonta. Había captado la mentira que Issei había inventado. Por el momento no diría nada, pero si había empezado a nacer nuevas dudas en ella.

-¡Lo sé! ¡Lo sé!-. Exclamó con las manos en el aire mientras negaba poco a poco.- ¡Fue solamente repentino! ¡No esperaba un dolor tan de pronto!

-No hace falta que te cubras mucho, Issei-kun-. Mencionó con una mano en su boca, pero una expresión seria adorno su bello rostro que le daba un toque más sexy y coqueto únicamente.- deberías agradecerle a la chica que te salvó…no me gustaría que tengan una mala visión de ti.

-¿Te refieres a agradecerle a Gremory-senpai?-. Ella había asentido frente a sus palabras, Issei se quedó en silencio mientras sonreía un poco de lado.- claro…le daré las gracias más adelante. Aún así, en estos momentos me gustaría descansar un poco, Rias-senpai me invitó a su club a descansar para estar mejor…en estos días estaré haciéndole una visita para agradecerle de forma correcta.

Kiyome sonrió un poco penosa, no quería obligar a Issei a qué hablara con Rias, pero esto fue un favor que le había pedido la pelirroja misma por lo que no pudo negarse.

Aunque le cueste admitirlo, Rias también le había ayudado aquella vez en su compromiso al permitir que Issei pueda estar con ella. Por lo cual, ella se sentía totalmente en deuda con la pelirroja, no se imaginaba estar con otro hombre que no sea Issei.

-No debes sentirte obligado a hacerlo realmente, sabes que no estás atado a nada por alguien, Issei-kun-. Ella acaricio las mejillas de Issei, haciendo que los ojos del chico se abrieran un poco en sorpresa mientras su boca se abría levemente…ella se dejó caer en la camilla mientras abrazaba al chico.- Yo…te conozco y me gustaría que seamos más cercanos…quiero que sepas lo que realmente pasa en todos lados...yo…

Se quedó en silencio…no sé sentía capaz de revelar su mayor secreto, pero podía hacer un pequeño avance revelando el mundo sobrenatural, por lo que un pequeño recuerdo llegó a su mente de su charla con Rias Gremory.

Aún así, no era el momento…

Se quedó en silencio cuando Issei con un poco de dudas empezó a devolver el abrazo, se sentía cómodo y lentamente acarició el pelo de la hermosa castaña que se quedó en silencio. No. No había queja alguna sobre este trato que estaba recibiendo, se sentía gustosa.

-Tranquila. No es necesario estar de ese modo, ya podremos conocernos mejor con el tiempo, pero primero debemos organizarnos y arreglar las cosas con tiempo si es posible-. Pidió un poco esperanzado, recibiendo un asentimiento de la chica que se despegó un poco de él antes de verlo y sonreírle un poco.

-¿Estás libre el fin de semana? Me gustaría mostrarte mi casa, ya que ahora mismo tengo que llevarte a tu casa…¡Anda! ¡Conoceré tu casa y tú tienes que conocer la mía!-. Empezó a apuntarlo acusatoriamente mientras lo veía un poco desconcentrado con sus pechos.- ¡Pervertido!

-¡Lo siento! ¡No me pude resistir!-. Empezó a negar mientras se tapaba los ojos con un poco de vergüenza de ser pillado. ¡Demonios! ¡Debería practicar sus habilidades sigilosas de espionaje!.- Y sobre a lo anterior, estoy disponible el fin de semana, no tengo realmente algo interesante que hacer a decir verdad…

-[Supongo que te revelará algo…¿No lo crees? Se nota un poco nerviosa, compañero]-. El dragón dentro de Issei hablo mientras el chico asentía un poco serio, al parecer ahora tendría una excusa para entrar en lo sobrenatural. Esto se debía a las bestias que se encontraría en la casa de Kiyome.

Un pequeño escalofrío empezó a recorrer su espalda al recordar a ciertas bestias con muy malos recuerdos…

-mierda…-. Susurro un poco desilusionado y triste de recordar quien se había enamorado de él, una bestia muy…agresiva.

Al parecer una de sus pesadillas volvería a aparecer, pero era una buena aparición para descubrir lo sobrenatural y poder adentrarse poco a poco con los demonios de la academia Kuoh.

Él…debía aprovechar esta oportunidad.

Volvió a la realidad mientras Kiyome lo abrazaba por estar feliz debido a la aceptación de su propuesta. En medio del abrazo, Issei empezó a sonreír al obtener una de las cosas que más quería, una señal para entrar a lo sobrenatural.

Empezará desde ahora…solo debía ser paciente.

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