Reconocimiento.

El reconocimiento es darle a alguien el aprecio por algo que ha logrado en su trayectoria.

Tiene efectos muy positivos como el aumento de la confianza en sí mismo, adaptarse a nuevos cambios e incluso hacer feliz a alguien en un mal día.

Hay muchas formas de reconocer a alguien, ya sea de forma positiva o...negativa.

Sí. Hay gente que es reconocida por hacer actos malvados para la sociedad de hoy en día.

¿Cómo sabemos si está mal o bien? Para algunos está bien y para otros está mal...no sabemos qué decir al respecto frente a esto.

En un cuarto bastante decorado el ambiente podría considerarse "desolador". Sin embargo, todo cambiaba una vez se veía el interior de aquel sitio.

Había varios sofás con vistas demasiado costosas al igual que una gran mesa con varios papeles que estaban siendo firmados por una persona.

La persona estaba sentada en una cómoda silla que dejaba que su cuerpo pudiera sentirse en paz sin llegar a estresarse, una pequeña sonrisa dibujada en su rostro mientras sentía un leve sentimiento de percepción.

Levantó la vista lentamente mientras revelaba que se trataba de una chica de hermosos cabellos carmesí, unos ojos hipnotizantes debido a su similitud con el cielo al igual que un cuerpo exuberante de infarto que dejaba demasiadas cosas a la imaginación.

Sin embargo está misma se encontraba con una sonrisa dibujada en el rostro. La cual no podía ser borrada por ninguna razón aparente, sin notarlo que estaba siendo observada por alguien.

-Has estado así desde hace rato...-. Mencionó una chica igualmente sexy con el cabello negro y ojos violetas que tenían un brillo seductor y...escondido, ella tenía una sonrisa oculta mientras no apartaba la vista de la mujer de cabellos rojos que soltó un pequeño suspiro.- Aquí tienes un poco de té. Espero sea de su agrado, buchou.

-Tu té es siempre de mi agrado, Akeno-. Agradecimiento y un elogio se escucharon a través de la tranquila voz de la chica que empezó a darle pequeños sorbos a su taza de té. Lo encontró realmente atractivo y atrayente el aroma y sabor que su reina le daba, por lo que accedió sin ninguna preocupación aparente.- Te noto muy observadora. ¿Ha pasado algo que me tenga que enterar?-. Dejó en su mesa la taza a la vez que le dirigía una mirada preocupada e interrogante a la chica que empezó a sonreír un poco más.

-No realmente, Buchou-. Calmando a su presidenta mientras la veía asentir, pero ella volvió a tomar la palabra antes de que la pelirroja pudiera hablar.- ¿Por qué has invitado a Hyoudou Issei a nuestro club? ¿Acaso buchou se ha enamorado tan rápido?-. Empezó sus bromas de mal gusto, mientras la otra chica volvía a suspirar a la vez que empezaba a negar poco a poco con una sonrisa incómoda por la broma.

-Akeno...agradecería que dejarás ese tipo de bromas para otro momento, pero ofreciendo una respuesta...no-. Fue cortante y justa con su respuesta, escuchando una risa provocativa por la pelinegra que cerro los ojos y llevaba uno de sus dedos a sus labios.

-Entonces podría saber la razón, ¿No?-. Volvió a interrogar a su presidenta la cual le salió una pequeña marca de enojo en su cien, pero tomó un poco de aire y volvió a retomar la pregunta de su reina.

-Invite a Ise a nuestro club ya que tengo un presentimiento...y cuando tengo está clase de presentimientos nunca me equivoco, ¿Cierto?-. Miró a la estudiante pelinegra negar poco a poco.- siento que Ise es más especial de lo que podría aparentar en estos momentos. Además, me llama la atención que Kiyome-san estuviera tan pegada a él o lo mencioné de esa manera-. No quería ser entrometida en las relaciones de la castaña, pero había empezado a notar la subida repentina de interés por un chico...siendo específicamente Hyoudou Issei.

-Ara, Ara~. ¿Buchou no estará celosa de Kiyome-san y quiera opacar a Issei-kun para ella sola?-. Su risa se intensificó un poco al ver a Rias fruncir el ceño por todas sus bromas, debería empezar a usar el nombre de Issei más seguido.

-¡Claro que no, Akeno!-. Se había cansado un poco de las bromas ya que ella no tenía otra intención con el menor de los Hyoudou's. Prefirió cambiar el tema y dejarlo de lado por ahora, por lo que vio a su reina mientras empezaba a tornarse más seria que de costumbre, por lo que Akeno empezó a parar su risa poco a poco pero la sonrisa en su rostro seguía existiendo.-¿Has notado a Hyoudou Zac y Hyoudou Izumi últimamente?-. Preguntó con un tono serio y mortal, mientras la chica empezaba a asentir lentamente.

-Sí. En ellos hay una muy leve esencia de poder ser portadores de sacred gears-. Mencionó la reina mientras Rias asentía un poco ante lo dicho por su reina, pero volvió a hablar.- aún así...¿Qué tiene que ver Issei-kun? Entiendo tus presentimientos pero no habrías tenido que invitar a Zac-kun o a Izumi...eso no lo puedo llegar a entender, Buchou-. Fue sincera, no entendía las jugadas de su maestra por estos momentos, pero ella volvió a sonreír.

-Ya te lo he dicho, Akeno. Tengo un presentimiento muy bueno con Ise...por alguna razón siento que...-. Se quedó en silencio un buen rato y dejó las palabras al aire, Akeno por alguna razón asintió al notar la mirada que su presidenta envió al cielo llena de...¿Esperanza?

-No cuestionaré sus pensamientos, Buchou-. Akeno asintió un poco mientras una idea se llenaba en su mente.- ¿Está considerando reclutar a Issei-kun-?-. Decidió preguntar finalmente, mientras Rias empezaba a negar poco a poco con una sonrisa un poco vacilante.

-No. Definitivamente no, pienso que Izumi-san podría ser una buena opción para reclutar debido a que estamos en el mismo salón. Hemos tenido conversaciones con ella por lo cual no sería extraño que le habláramos...también podría pensar si reclutar a Hyoudou Zac, pero no he mantenido alguna conversación con él más que hoy...por lo que solo tengo en mente a Izumi-. No ganaba nada mintiendo, por lo que se expresó mientras dejaba salir sus posibles reclutamientos para su séquito de piezas malvadas.

-¿Issei-kun-? ¿Podría saber la razón?-. Estaba curiosa Akeno, no estaba bromeando está vez ya que entendía todo lo que estaba diciendo su presidenta.

-Con Ise es un tema más complicado de lo que podría llegar a ser Hyoudou Zac...es un curso menor a nosotras, por lo que sería bastante extraño que estuviera hablando de un día a otro con él sin ninguna doble intención oculta. Además, tampoco me gustaría quedar en malos términos con Kiyome-san, recuerda que ella es consciente que somos demonios y podría tener malos pensamientos sobre nosotros si le arrebatamos a Ise en estos momentos ya que se ven que son muy unidos...al menos ella-. Dió sus puntos y veía asentir a la pelinegra con el pelo atorado en forma de cola de caballo.

-Entiendo. No tengo ninguna duda de que el miedo de Kiyome sobre los demonios podría aumentar si ve que reclutamos a Issei-kun-. Mencionó ganando la aprobación de la chica de cabellos rojos al darle en el blanco.-¿No podrías aprovechar la situación de hoy que lo salvaste para hablarle?

Rias empezó a negar con una sonrisa, mientras empezaba a llevar sus manos para apoyar su cabeza lentamente mientras le daba un toque tierno.

-No. No me aprovecharé de una situación en la cual alguien casi sale lastimado para poder ganarme su beneficio...-. Cerró los ojos por un momento, debería pensar esas palabras más a fondo ya que si ha tenido este tipo de interacciones con sus ciervos. Su reina;Akeno fue reclutada cuando la vió escapando de su familia, por lo que ella le ofreció un hogar, comida y su amistad a cambio de...su vida.

-¡Buenas tardes, Buchou!-. Saludo un chico de cabellos rubios entrando por la puerta de la habitación, logrando hacer que Rias empezará a pensar sus palabras más a fondo...recordaba la situación en la cual se encontró al chico rubio.

-¡Bienvenido nuevamente, Yuuto!-. Saludó la pelirroja con una sonrisa un poco decaída, se dió cuenta que sus palabras habían sido una mentira cuando vio que Kiba Yuuto venía acompañado de Koneko Toujou. Por lo que la ola de recuerdos la golpeó y la volvió a la realidad, ella se había estado aprovechando de la situación de las personas para unirlas a ella. Recordaba a Kiba sangrando al haber escapado de...y a Koneko cuando no quería volverse loca por su poder de...

-[¿Realmente...me he aprovechado de todos...?]-. Se preguntó por primera vez, pero decidió dejarlo de lado ya que era un tema muy incómodo para ella, no quería sentirse de esta manera referente a sus pensamientos pesimistas.

-¡Buchou, buchou!-. Llamó su reina y amiga preocupada, volviendo a Rias a la realidad mientras empezaba a toser para disimular un poco, por lo que le dió la bienvenida a una pequeña llamada Koneko. Ella entraría en la academia el próximo año debido a su edad.

-¡Lo siento! ¡Estaba pensando en algo!-. Se disculpó rápidamente mientras volvía la atención a sus ciervos y una sonrisa se dibujaba en su rostro, realmente los quería pese a aprovecharse de estas maneras tan horripilantes...-Mis queridos ciervos, es momento de que cada uno vayamos a clases. Koneko, si gustas puedes quedarte aquí o pasear por la ciudad hasta que terminen las clases nuestras y poder pasar a lo que tenemos que hacer.

La chica de baja estatura simplemente asintió, tenía el cabello blanco y unos ojos ámbar que daban un toque "felino" y fuerte. Ella vestía ropas casuales al no formar parte de la academia aún.

-¡Bien! ¡Estaremos aquí cuando finalicen las clases!-. Dió entusiasmo a los demás mientras empezaban a retirarse calmadamente, haciendo que la chica suspirara un poco y una pregunta se generará en su mente.

-Hyoudou Izumi...¿Te unirás por cuenta propia si te reveló el mundo sobrenatural?-. Preguntó al aire mientras sentía la brisa del viento mover sus cabellos, logrando darle una vista hermosa a los pájaros que incluso se quedaban expectantes de la belleza que irradiaba la pelirroja.

Con eso en mente, empezó a retirarse a su salón de clases, sería un día realmente ajetreado para ella con sus pensamientos y dudas.