¿Tu qué?-. La voz extrañada del chico resonó en el ambiente frente a la mujer que lo miraba sin ninguna pizca de hincapié de haberse equivocado.

Nuevamente ella respondió que era "su vaina" algo que Issei seguía estando equivocado por el término usado para referirse a él. Sin embargo, empezó a rascarse la nuca un poco curioso mientras la mujer permanecía en silencio.

-Eto...supongo que sí...-. Estaba incómodo, debía admitirlo y la mujer asintió al verlo mejor...el silencio se hizo presente en el lugar, Issei no sabía qué decir y la mujer solo lo miraba de forma sería, sin ninguna pizca de atención propia. Viendo esto decidió ver detrás de la mujer a la pareja Pendragon que sonrieron un poco de lado por el trato, disculpándose internamente mientras empezaban a caminar en dirección de ambos.

-Lamentamos la interrupción. Podemos entender tu curiosidad, joven-. Habló la mujer de cabellera rubia mientras se acercaba a su hija.- Artoria...creo que deberías ayudar al joven con el conocimiento de lo que significa ser "eso"-. Su madre tocó el hombro de su hija mientras se podía escuchar un suspiro frustrado por la conocida "Artoria".

Issei entrecerró los ojos, había varios puntos que no entendía de la situación que se estaba desarrollando.

¿¡Por qué está mujer le decía que era "Su vaina"!? ¿¡Desde cuándo los Pendragon tuvieron una hija más!? ¿¡Esas tetas podrían dejar de tentarlo y mirarlo!?

Agradecía que el traje de la conocida Artoria le dejará una buena vista del escote de sus pechos, pero esto no era un momento para estar viendo eso, debía prestar total atención si quería saber todo lo que significaba ser su vaina.

-Entiendo-. Ella volvió a tomar una expresión algo...disconforme y bastante inquietante, Issei no podía concentrarse por el frío que se sentía en el clima por cada palabra que soltaba.- Será mejor que vayamos adentro de una vez-. Sin vergüenza alguna tomó la mano de Issei para indicarle por dónde tenía que ir, el chico se quedó un poco desconcertado mientras eran seguidos por la pareja Pendragon de cerca.

Las grandes puertas del gran castillo se empezaron a cerrar dónde se veían múltiples melenas caminando en dirección a una sala, dejando solo palabras en el viento y una brisa bastante suave.

Issei caminaba viendo alrededor, sentía el fuerte agarre de Artoria sobre su mano con un poco de agresividad y confusión, pero decidió guardar silencio frente a este suceso y solamente seguía maravillado por el castillo Pendragon...pese a que lo conocía gracias a Le Fay en su dimensión anterior.

¡Mi pequeña Le Fay! ¡Mi hermosa maga! ¡Cuánto deseo verte!

Una sonrisa tierna adorno el rostro del chico al pensar en la atractiva maga de estatura pequeña, recordó cuando ella le pidió con un poco de vergüenza si podía estrechar sus manos con ella...se veía tan tierna. Aparte, su pensamiento le decía que era imposible que una hermosa chica le pidiera estrechar sus manos por voluntad propia.

-¿Joven?-. Preguntó Lord Pendragon un poco curioso por la cara de Issei que mostraba una diminuta sonrisa feliz, el chico sacudió un poco su mente al ser llamado mientras miraba al hombre que llamó su atención.

-Lo siento, Lord Pendragon. Solamente estaba divulgando en mi mente al ver un lugar tan agradable y majestuoso-. El hombre sonrió al escuchar las palabras del joven chico, al parecer se encontraba sorprendido por la elegancia del castillo Pendragon al igual que su majestuosidad.

-No te preocupes, joven. Desde ahora, este podría ser tu hogar-. ¡Qué confianza, Lord Pendragon! Issei se sintió un poco extrañado por esas palabras, no sabiendo el contexto ni lo que realmente quiso dar a entender el hombre de esta familia...poco sabía que estás palabras venían con un peso bastante grande para él.

-Pueden decirme Issei. Mi nombre es Hyoudou Issei-. Recibió un sentimiento de Lord Pendragon, Lady Pendragon y Artoria, la cual se encontraba analizando al chico, notando que ocultaba algo más que Avalon.-¿Eres Artoria Pendragon, no?-. Vio a la mujer, recibiendo un simple asentimiento sin mentiras, Issei solamente acepto esto con una sonrisa.- Espero llevarnos bien, me gustaría aprender un poco de todo esto...

-Puedo saberlo, ¿Vienes de muy lejos?-. Decidió preguntar algo interesada en la respuesta de Hyoudou Issei.

-Vengo de una ciudad llamada Kuoh-. Respondió con simpleza, entendiendo que querían que vaya con más profundidad.

-Ya veo...es el territorio de Rias Gremory y Sona Sitri, ¿No es cierto?-. Preguntó Lord Pendragon. Issei no era tonto, sabía que ellos tenían conocimiento de lo sobrenatural y algunos movimientos que se llevan a cabo en ciertas zonas.

-Precisamente como dices, Lord Pendragon-. Decidió no mentir, no le serviría de nada el hacerlo y podría crear un ambiente de desconfianza con la familia Pendragon.

Llegaron a una sala con varios sillones, Issei tomó asiento en uno individual mientras los demás integrantes se posicionaron en uno familiar. Lord Pendragon se sentó en el lado izquierdo y Lady Pendragon en el lado derecho, en el medio de ambos se encontraba Artoria Pendragon.

...-Ddraig decidió tomar un poco de la palabra en la mente de Issei, por lo que decidió comunicarse con su portador.-[Compañero...esto es muy incómodo...]-. Mencionó e Issei le dió la razón al dragón, solo lo que se podía escuchar en la sala era...nada, absolutamente nada.

-Sabemos que llevó a que llegarás aquí, Joven Issei-. Decidió tomar la palabra Lady Pendragon, analizando la postura del joven viendo que era demasiado aceptable. Por otro lado, Issei decidió prestar atención a las palabras de la mujer.- pero...me gustaría saber tu testimonio de todo esto. ¿Sabes lo que es eso que portas, joven?-. preguntó con extrema seriedad al castaño que llevó una mano a su frente. Sin embargo, luego de varios minutos solamente negó con sinceridad, no sabía ni en lo más mínimo lo que representaba.

-Es aquello que representa la protección y el refugio absoluto-. Respondió Artoria Pendragon con una voz sería, Issei se confundió por este concepto pero ella decidió seguir hablando.- Hay demasiado significados para lo que tienes y la responsabilidad con la que cargas, pero...es una protección completa y un paraíso inalcanzable. Además...veo que ya te ha aceptado como su portador...¿Por qué será? ¿Cuál es tu mayor sueño? ¿Qué es lo que te motiva?

-Mi sueño es ser el rey del harem...-. No sentía pena ni vergüenza de nombrarlo está vez, esto era gracias a Kiyome y a su hermana en mayor parte, se encontró agradecido al ver que nadie se rió ni lo juzgo por sus ideales, pero la mujer solamente entrecerró los ojos contra él mientras su aura tomaba más protagonismo...el aura de un rey.

-¿Ese es tu sueño?-. La sequedad en su voz era bastante notable, Issei se lo pensó unos minutos para asentir nuevamente.-¿Piensas defender a las mujeres que te sigan?-. Volvió a preguntar Artoria, cada vez su voz tomando un tono más grave para hacerse notar, Issei asintió de inmediato sin pensarlo dos veces antes esto.- Entonces...tu sueño no es ser el rey del harem, tu sueño es subjetivo, tu verdadero objetivo quiere decir otra cosa y por eso mismo que Avalon te escogió como su portador, Hyoudou Issei.

La voz de Artoria se hizo más grande, Issei se sintió algo intimidado por eso y empezó a cuestionarse qué quería decir ella.

-¿Mi verdadero objetivo? Pensé que...-. Nunca se lo cuestionó con profundidad, pensó y pensó pero no podía llegar a ninguna conclusión.

-Tu verdadero objetivo es defender a los demás, Hyoudou Issei-. Sentenció Artoria, Issei se confundió notablemente por esto.- Tienes un destino heroico...realizarás sacrificios por otros, por eso Avalon te ha escogido a ti como su verdadero portador...

Issei lo entendió todo, había tenido en cuenta y viéndolo mejor... él se había sacrificado por todos en su anterior dimensión, llevando a su posterior muerte y su convicción de salvar a todos.

Empezó a rascarse la nuca con una sonrisa algo incómoda, al parecer esta chica tenía muchos conocimientos de todo lo relacionado a estos aspectos.

Debía admitir que Artoria Pendragon lo hacía poner nervioso, pese a que la conocía hace pocos minutos no podía saber con certeza lo que está mujer le quería dar a entender.

-Eso que portas es la funda de la misma Excalibur-. Issei abrió sus ojos significativamente ante lo que le fue revelado, esto era muy malo...- Es por eso mismo que eres mi vaina...fui portadora de Excalibur por un tiempo-. Su tono había adquirido cierto aire de molestia que Issei pudo identificar, rápidamente lo relaciono a qué Arthur Pendragon había exiliado de su hogar junto a la pequeña Le Fay Pendragon.

-¿Qué fue lo que pasó que no portas más excalibur?-. Decidió preguntar para confirmar sus sospechas, la cara de Artoria se mostró un poco afilada pero decidió responder.

-Mi hermano Arthur Pendragon decidió exiliarse del castillo junto a mi hermana Le Fay Pendragon...Arthur se llevó consigo el fragmento de Excalibur en su aventura-. Issei confirmó sus sospechas de lo que había pasado en realidad, aunque podía notar que le importaba un poco solamente el hecho de que Excalibur era portada por Arthur.- Actualmente yo soy la portadora de Rhongomyniad.

-¿Rhon-qué?-. Los Pendragon's pudieron notar que un brillo había aparecido en los ojos de Issei por un momento al escuchar el nombre de...

Issei se encontraba muy curioso por esto, en su otra dimensión nunca había escuchado algo relacionado ni mucho menos en pertenencia de los Pendragon's, su rostro adquirió un gran sentimiento de dudas e interés por eso.

Un suspiro vino por parte de Artoria antes de levantarse y extender su mano.

A los pocos segundos un gran destello empezó a presentarse, cegando por unos segundos a Issei antes de que un brutal poder empezará a sentirse en el ambiente. La ropa de Artoria se movía ligeramente debido a la gran ventisca que estaba provocando.

Una lanza alargada y delgada se hizo presente, tenía una esbelta y elegante apariencia y era mucho más larga que una lanza ordinaria.

Tenía los colores blancos, dorado y azules, estos mismos hacían una combinación con la ropa de Artoria. En la base y su propio eje tenía inscripciones doradas que brillaron cuando Artoria aplicó un poco de luz mágica. En el centro poseía unas especies de runas antiguas que representaban un equilibrio.

Issei abrió sus ojos de manera anormal al ver esta arma completamente nueva para su conocimiento, incluso Ddraig en su interior se mostraba estupefacto por el poder que liberaba está lanza.

-Soy la portadora de Rhongomyniad debido a mis habilidades mostradas se me fue otorgada, siendo ella misma que me aceptó-. Respondió Artoria mientras balanceaba un poco a Rhongomyniad y apuntaba a Issei luego de unos segundos.- Ambos tenemos un destino...¿No lo crees, Hyoudou Issei?-. Preguntó ella con seriedad mientras el chico se sentía bastante intimidado por sentir cerca de su cuello la punta de aquella lanza.-Ambos...ambos podemos ser algo único-. Ella empezó a alejar un poco su lanza y estiró su mano a Issei con una promesa profunda.-Si tú estás dispuesto a ser mi vaina...yo estaré dispuesta a seguirte a dónde sea que vayas-. Finalizó antes de tomar la mano del joven castaño que sonrió más nervioso que convencido por la alta convicción de la chica de seguirlo y la seguridad, ella no mostraba ningún tipo de dudas y eso era lo que sorprendía al chico.¿Qué dices?

-Lo prometo...Artoria-. Issei por alguna razón se vio en la necesidad de aceptar la oferta mientras cerraba su propia mano con la de Artoria, esto ante la vista de Lord y Lady Pendragon que dibujaron una sonrisa en su rostro al ver esto, parece que tendrían que realizar un evento especial...

La mujer se sintió extraña por esto, pero sintió que todo se volvería aún más emocionante...ella por fin había podido reunirse con su vaina y se veía en la necesidad de seguirlo como alguien más. Ella, con todos sus conocimientos de la realeza debería estar a su lado como una reina que estaría allí para ayudarlo y protegerlo cuando sea necesario.

-Me alegra ver qué ambos están de acuerdo...hubiera sido bastante triste para Artoria que no la aceptarás después del tiempo que ella entrena para reunirse contigo, portador de Avalon, Issei Hyoudou-. Sonrió con gran felicidad Lady Pendragon mientras se sentía orgullosa de los esfuerzos de su hija por encontrarse con el joven, pero el ver que él mismo decidió venir por cuenta propia lo llenaba de alegría.- Deberíamos preparar una fiesta para anunciar el compromiso de ambos, ¿No lo crees, querido?-. Ella se notaba emocionada al igual que su esposo, Lord Pendragon asintió mientras miraban al castaño y la rubia.

-Lo veo correcto hacer eso, Madre, padre-. Artoria al parecer no le importó mucho el tener que anunciar un compromiso con su vaina, supuso que a Issei tampoco le molestaba.

-[¡Jajajaja! ¡Esto es increíble!]-. La voz de Ddraig hizo eco en la mente de Issei que se mantuvo estático sin moverse ni un solo centímetro. ¿Qué había pasado? Él solo vino a conocer sobre esta funda, nunca vino con la intención de casarse.

Sus ojos se abrieron enormemente cuando recordó haber aceptado que Artoria lo siguiera y él fuera su vaina, al parecer para los Pendragon esto tenía un significado más profundo que tenía como intervención el compromiso.

¿E-estoy comprometido con alguien que apenas conozco? Esto era lo que se preguntaba internamente con una mirada preocupada, no le molestaba comprometerse ya que en el futuro lo haría, pero...¿Por qué?

-¡Nuestros nietos serán tan bonitos!-. Dijo de forma soñadora Lady Pendragon al imaginarse a varios niños llamándola abuela-.¡Tenemos que preparar todo! ¡Deberíamos empezar desde ahora para hacer la fiesta en unos días!-. Gritaba de emoción mientras que Lord Pendragon reía un poco por la actitud de su esposa, su hija solo asintió prometiendo darles nietos bonitos, Issei pudo notar que Artoria tenía una complejidad de líder muy alta pero en estos temas era muy...incorrecta.

En este día...Hyoudou Issei había conseguido algo más que información sobre la funda conocida como Avalon, la funda de Excalibur.

Hyoudou Issei había conseguido...una prometida bastante fuerte que lo seguirá dónde vaya y sin cuestionar sus decisiones, una reina en toda la palabra que actuará como una misma.