Acto 14:¡Mi hermanito menor es el Dios de la perversión!

¡Te mataré si no te despiertas! ¡Serás cortado en pedazos si no te despiertas! ¡Serás abusado si no te despiertas!

-¡Ahhh!-. Estaba asustado, al parecer estaba teniendo sueños extraños y raros, además, su despertador no hizo más que tomarlo por sorpresa.-¡Este despertador de porquería! ¡Estos sueños de mierda!-. Gritó el chico castaño con su cara envuelta en ira.-¿¡Tan difícil es tener sexo en mis sueños!? ¿¡Tan complicado es que unas tetas me abrazarán con una sensación de almohadas mientras tengo sexo!?-. Su voz, aparentemente frustrada, se hizo notar por todo su cuarto.

Su cuarto era...respectivo a un chico en su juventud con las hormonas alteradas. Algunos pósters colgados en la pared, esto no tenía nada de malo...

¡Si esos pósters no fueran porno! ¡Chicas desnudas por todos lados! ¿¡Qué era esa tabla en la pared con los diferentes nombres de todas las chicas de la academia junto a unos números!?

El chico vio aquella tabla con una sonrisa orgullosa, fue bajando lentamente por toda la lista hasta encontrar una parte borrada, sus recuerdos vagaron con extrema delicadeza, mientras que apoyaba una mano sobre su mentón.

Allí faltaba el nombre de una chica, no podía reconocer de quién era la faltante y eso lo frustró por unos segundos.

¡Vamos! ¡Mente de los pechos, ilumíname! ¡Sé que puedes!

¡Eso es! Lo tenía en la punta de la lengua queriendo salir.

-Kiyome Abe-san-. Dijo en voz baja, recordando que borró aquel nombre por respeto a su hermano menor. Eso era una ley fundamental en la mente de Zac Hyoudou.-Las tetas de otro se respetan, nunca debemos pelear los hombres con mismos gustos-. Una lágrima orgullosa bajo por su ojo derecho hasta tocar el suelo, extremadamente contento de que su hermanito menor pensara en grande, nunca mejor dicho por los estándares de Kiyome Abe, la jugadora de tenis.

-El camino de la perversión es inevitable, Issei-. Dijo en voz alta mirando su techo, la fuerte determinación en su mente irradiaba fuego.-¡Ambos seremos los reyes del harem! ¡Las tetas conquistarán el mundo! ¡Y nosotros...conquistaremos las tetas!-. Esto era una misión de suma importancia para él, su objetivo de la vida estaba en juego para cuando ocurriera la "población de tetas".

Un momento...Issei~, Issei~.

¡Issei el día de hoy volvía a casa! ¡Deberían ver porno juntos para celebrar su regreso!

La enorme sonrisa en su rostro se podía notar a la distancia, preparándose rápidamente con un lavado de dientes, una ducha y un cambio de ropas para poder recibir a su hermano menor.

Bajando las escaleras rápidamente, notando que la puerta del cuarto de su hermana estaba abierta para verla arreglarse el cabello como toda una doncella hermosa.

-¡Izumi! ¡Hoy volvía Issei a casa!-. Pudo ver como los ojos de su hermana se abrían ampliamente y una sonrisa llena de complicidad se dibujaba en su rostro, un pequeño sonrojo también se hizo presente.-¡Deja de pensar cosas pervertidas, incestuosa!-. Bromeó con una risa burlona, misma risa que fue reemplazada por dolor cuando un peine para el cabello fue estampado en su nariz.-¡Mi nariz! ¡Eso dolió!-. Pudo escuchar claramente un "hmp" de su hermana mientras la puerta era cerrada con gran fuerza, dando a entender que se había ofendido por esa clase de bromas.

Sus pensamientos decían que su hermanito menor estaba viviendo la trama de un Doujinshi incestuoso dónde la traviesa hermana mayor abusa del menor a escondidas.

Jeje...mi nariz está sangrando por esa clase de pensamientos. ¡Aunque también estoy tan celoso!

-¡Hola papá! ¡Hola mamá!-. Saludó antes de quedarse como una estatua, pudo divisar con su mirada a una hermosa rubia tomando un té mientras intentaba mantener el ritmo de conversación con su madre...ella...tenía unas tetas enormes...p-podría incluso competir con Rias Gremory, pero se vería superada por la Onee-sama de pelos rojos.-¡H-hola! ¡T-tus pechos son increíblemente grandes! ¡Perdón! Me puse un poco ansioso...-. Una característica de Zac Hyoudou es que era alguien sincero con sus deseos, no tenía vergüenza o algún límite fijado en ello.

¡Se sentía tímido! No todos los días encuentras a una hermosa chica rubia con aire de nobleza...pero más importante, esas tetas que no le permitían apartar la mirada. ¡Las ropas casuales eran increíbles!

-¡Zac!-. Llamó su madre con una cara apenada, se sentía un poco avergonzada por lo directo que era su hijo.-¡Eso es...!

Se quedó callada cuando Artoria Pendragon vio a Zac. Ella, al parecer, lo estaba analizando demasiado.

-Un gusto, Hyoudou Zac-. ¡Qué voz tan hermosa! ¡Por favor, cásate conmigo!- Soy Artoria Pendragon. Espero podamos llevarnos bien-. Una sutil sonrisa al escuchar el sonido de las escaleras se dibujó en el rostro de la chica.

Padre...madre, creo que perdí mi virginidad con tan solo unas pocas palabras dichas por una linda extranjera. ¡Lo siento, pero ella va a ser mi...!

Pudo ver como su hermanito se hacía presente en la sala, tallandose los ojos vagamente mientras bostezaba. ¡Lo había extrañado tanto, quería un compañero para ver porno!

-¡Issei! ¡Hay una mujer tetona aquí, mira! ¡Esto no es un sueño húmedo!-. Esto despertó a Issei, al parecer guiado por sus instintos al ver que Zac le había gritado para provocar alguna reacción positiva en él.

-H-hola Zac-. Intentó saludar a su hermano mayor con un poco de nervios por la escena que se estaba montando en la mañana de este día.-L-La veo...es hermosa-. Su sinceridad hizo que la sonrisa de Zac se expandiera, Issei camino hasta sentarse a un lado de la hermosa rubia que no le sacaba la mirada.-Buenos días, Artoria-. Saludo con formalidad, queriendo tomar un poco de avance para darle un beso en la mejilla que tomó por sorpresa a Zac.

¡Issei, eres alguien astuto! ¡Lo admito!

-Eto...¿Se conocen?-. Sus nervios empezaron a mostrarse, al parecer Issei conocía a la rubia tetona que tenía frente a sus narices.-[«¡No puedo creer si es lo que pienso...!»]-. Sus pensamientos bailaron como si hubiera un mono aplaudiendo en su mente.

-Ella es mi p-prometida, Zac-. ¿¡Qué!? ¿¡Qué estaba pasando!? Espera...espera, necesitaba aire para aclarar la situación.

¿...Prometida?

¿Prometida?

¿¡Prometida!?

¿¡Izumi!? ¿¡Cuándo has llegado hasta aquí!? ¿¡Y por qué estás hecha una piedra!?

-Y-ya veo...-. Estaba intentando entenderlo de la forma correcta, al parecer su hermano ya empezaba a hacer sus travesuras con mujeres mayores.-Eso significa que...-. Una mirada de orgullo junto a unos pequeños celos se podía notar en sus ojos, pero no tenía malas intenciones.-¡Has decidido seguir el camino del harem! ¡Eres parte de mi equipo! ¡Los inigualables tits team!-. ¿Equipo de las tetas? ¿Esto era serio?

Zac recordó que vió los pechos de la hermosa chica, por lo cual se arrodilló frente a Issei. Un sentimiento de deshonra se podía notar en todo su cuerpo junto a una cara arrepentida.

-¡Lamento ver las tetas de tu prometida, Issei! ¡Me ví demasiado tentado por su tamaño y vista! ¡Prometo no volverte a fallar, DIOS DE LA PERVERSIÓN!-. No hacía falta gritarlo...pero quería que sus disculpas sean sinceras y fueran escuchadas profundamente por Issei.-Enséñame el camino para ser el rey del harem como usted. Primero fue una hermosa chica que práctica tenis y ahora una mujer adulta extranjera...ambas con grandes tetas y una belleza inigualable. ¡Por favor, ilumina mi camino!-. La imagen de un Dios podía verse a través de sus ojos mientras veía a su hermano menor, al parecer tenía un encanto único con las chicas tetonas.

Issei sonrió nervioso y algo avergonzado de esto, pero agradeció el título en su mente ya que sonaba bien. Aún así, pudo ver a Artoria tener un pequeño ceño fruncido ya que se mostraba confusa.

-¿Dios de la perversión? ¿Qué es eso?-. Decidió preguntar ella mientras tenía tomada una mano con la del chico castaño, algo que se hizo costumbre para ella desde que convivió con él en el castillo Pendragon.

-N-no es nada importan...-. Estaba por terminar de hablar cuando su hermano se levantó, tomando una pose algo peculiar junto a unos lentes que lo hacían ver inteligente por alguna extraña razón. ¿De dónde los había sacado? Nadie sabe...

-Issei es el dios de la perversión por tener un conocimiento superior de las tetas de las mujeres. Por alguna razón, su voz viene de la experiencia...la cual no tiene...~creo~-. Explicó levemente Zac, su respeto mientras decía estas palabras dejaron a Artoria asintiendo para sí misma, al parecer su prometido era alguien interesante en estos temas.-Por eso, yo seguiré sus pasos como un fiel seguidor para poder ser el rey del harem junto a él.

Sus padres escuchaban en silencio. Ellos no tenían el derecho de hablar en estas cosas más que ser simples espectadores.

-Oh...-. Al parecer Artoria se vio sorprendida por esta información mientras se asomaba un poco por el costado para ver el rostro sonrojado de Issei.-Es un sueño compartido, después de todo Issei desea ser el rey del harem, y lo acompañaré a cumplir su objetivo sin juzgarlo-. ¡A-Artoria! ¡No lo digas así, por favor! Su corazón empezó a tomar un ritmo más acelerado por estás hermosas palabras.-Suerte en tu sueño, Hyoudou Zac-. También le envió un poco de fuerzas al hermano mayor de su futuro esposo, teniendo una idea de que este chico podría ser parte de los demonios debido al aura que soltaba inconscientemente. Por otro lado, decidió ver detrás y pudo notar a una chica castaña que se encontraba congelada en su sitio, al parecer ella era la hermana y única hija de la familia Hyoudou. Su mirada tomó un poco más de seriedad al notar su aura de demonio, al parecer ella ya fue reclutada por el séquito Sitri o Gremory.

-¡Esas palabras dichas por una hermosa mujer extranjera me inspiran! ¡Muchas gracias, Artoria-senpai! ¡Cuida de Issei!-. Agradeció su hermano con lágrimas masculinas, teniendo en mente que Issei podría ser dominado por esta mujer mayor a la hora del sexo.

-¡Pervertidos!-. Un grito por parte de Izumi que reaccionó al momento de escuchar un profundo silencio en la sala luego del grito de Zac se hizo notar.-¡Tomen esto!-. Ella apareció atrás de Issei y de Zac para encestar un golpe en la cabeza de ambos, dejando inconsciente a sus hermanos.

Zac cayó al suelo e Issei cayó sobre las tetas de Artoria convenientemente, mientras la rubia lo dejaba estar allí al ver que se "desmayó" por el golpe repentino.

-[«Esto es increíble...hace tanto tiempo que no sentía unas tetas en mi cara»]-. Pensaba el Hyoudou menor aparentemente desmayado sobre ese par de tetas gigantes, sintió como su cabeza era abrazada buscando algún daño por el impacto.-[«Esto se siente increíble...»]-. Se quedaría allí un buen rato, por lo que cerró sus ojos para que su creencia sea mayor.

Izumi chasqueó un poco la lengua antes de tomar su desayuno de forma rápida y subir a su cuarto, dejando la sala en silencio mientras Artoria le preguntaba a Miki por el desayuno que le había ofrecido, siendo un completo éxito hecho por la matriarca Hyoudou. Su corazón brincaba por el enojo momentáneo y se retiraba dejando una presentación pendiente.

.•°DxD°•.

El agua caía sobre su cuerpo. El vapor de la ducha nublaba un poco su vista. La temperatura de su cuerpo fue aumentada por el agua caliente.

El jabón empezó a llenar todo su cuerpo de espuma, empapando sus pechos que dieron un salto hipnótico mientras una sonrisa sensual adornaba su rostro.

Su piel de porcelana se hizo notar cuando el jabón empezó a desaparecer por la presencia de las gotas que caían de su regadera. No quería tomar un baño en su tina debido a que quería hacer rápido su limpieza corporal.

Sus piernas torneadas y jugosas estaban levemente rojas por el baño que estaba realizando.

Suspiro un poco mientras apagaba la canilla con un movimiento lento y placentero, mostrándose frente a un espejo con una secadora de cabellos para tenerlo firme.

Luego usó diferentes productos y elementos para mantener su pelo largo en una pequeña colega que se enredaba entre sus propios cabellos morados, dándole un toque exótico a su sensualidad.

Empezó a subir sus bragas para tapar sus labios inferiores, teniendo un leve roce con estos mismos provocando que un pequeño gemido saliera de sus labios carnosos. Luego, empezó a colocarse un sostén que hacía juego con sus bragas de color negro.

Sus tetas rebotando varias veces mientras empezaba a notar que sus pechos habían aumentado de tamaño, cosa que la hizo suspirar levemente con frustración. Al parecer, ella tendría que comprar un nuevo brasier.

Antes de colocarse sus pantalones y una camisa para prepararse en su día laboral, decidió ver su cuerpo con más calma, notando que era bastante voluptuosa por primera vez.

Ella sabía que tenía un cuerpo de infarto, pero esto mismo era por las opiniones que había recibido de diferentes personas, ya sea hombre o mujer.

Ahora que lo analizaba bien, se encontraba hermosa y muy bien proporcionada. ¿Esto era malo? Para nada.

Empezó a pasar sus manos, decidiendo explorar más su cuerpo curvilíneo.

Sus caderas anchas se sentían suaves, sus tetas rebotaban con tan solo un simple toque, su regordete trasera provocaba que tan solo un pequeño salto acompañará el movimiento de sus tetas.

Entonces...¿Por qué sentía que le faltaba algo? ¿Qué era?

"Estuviste increíble."

"Sin dudas eres toda una belleza en la cama."

"¿Podríamos repetirlo nuevamente?"

Esos recuerdos la atacaron nuevamente, dejando que sus penas se hicieran presentes mientras un sentimiento vacío empezaba a florecer nuevamente en su interior.

Decidió darse una vuelta, viendo su parte trasera con más firmeza. Su espalda era bastante bella, su culo era regordete mientras se inclinaba un poco más para poder tener un ángulo mejor.

De su espalda emergieron unas alas majestuosas con el mismo color de la noche, luego salieron otros pares dando un total de diez alas de color negro. Luego de ver esa cantidad decidió reducirlas para quedarse viendo dos alas que se expandieron a sus costados.

Se les quedó mirando por unos segundos, decidió arrancar una pluma para analizarla con bastante cautela.

"Representan lo que realmente eres. Son de este color porque te hacen más bella...esto le da un plus a lo que es Penemue-sama...La Cadre y ángel caída más hermosa que puede haber."

El chico que había estado en su mente todas estas semanas se hizo presente en su pensamiento. Una hermosa sonrisa dibujó su rostro junto a un sonrojo.

Todos esos recuerdos que tenía ella luego de haber tenido relaciones con diferentes personas para saciar su vacío empezaron a ser borrados por los recuerdos que creó con el chico.

-Issei-kun...-. Susurro pasando aquella pluma de color negro por todo su cuerpo, viendo que no había hecho acto de presencia el sol decidió verlas, notando que en la noche y la madrugada estás alas tenían un aire hermoso.-me haces actuar tan extraña...-. Sus alas se movieron locamente, dejando plumas en el suelo que simulaban un pequeño camino.

Las alas tenían un hermoso aire estético, pese a que representaban su rebelión contra su facción natal, todavía poseían una belleza y pureza que los distinguía de las demás facciones.

"Me gustas, Penemue-sama. Cuando puedas entender esto, podremos empezar a salir."

Creo que ya lo estaba entendiendo poco a poco.

Aún tendría que ver y aceptar su rebelión, pero estás alas le daban un toque de hermosura que nunca antes había visto. Ella siempre había tenido una visión asquerosa de estás mismas, pero la mención de Issei la había hecho dudar en sus miles de años de vida.

¿Por qué la había hecho dudar? Porque nunca le dijeron lo hermosas que eran y el detalle que le daban en su aspecto. Sin embargo, está postura se rompió levemente cuando un chico castaño empezó a nombrar varios puntos positivos sobre estás.

Por padre...su corazón estaba latiendo rápidamente.

Decidió desaparecer sus alas mientras volvía a verse en el espejo, desapareciendo su sonrojo mientras ponía aquella pluma entre sus tetas.

Sacó su teléfono mientras se inclinaba hacia adelante, dejando en gran vista su escote y la pluma entre sus tetas que posaba allí de forma calmada.

Sacó su lengua de forma traviesa mientras guiñaba su ojo con un aire seductor y depredador que daba escalofríos.

El flash de la cámara junto a un "tick" que llegó a sus oídos hizo que una cara juguetona apareciera en su rostro.

Decidió tomarse otra foto mientras se daba vuelta, dando en vista al espejo su enorme trasero cubierto por sus bragas de color negro.

Levantó una pierna para que se notará la jugosidad de sus muslos y culo. Nuevamente, vio a la cámara dándose un poco la vuelta sin dejar de mostrar la parte trasera en la foto mientras con su otra mano se tapaba sus labios y hacía una expresión "sorprendida".

-Supongo que una pequeña recompensa nunca viene mal...Issei-kun...me pones tan...-. Dejó aquellas palabras al aire, intentando calmar sus sentidos que le pedían a gritos que hiciera suyo al chico una y otra vez por haber capturado su corazón.

En todos sus años de vida nunca se vio tan excitada ni mucho menos con la intención de compartir una vida junto a alguien, pero ese deseo tomó más fuerzas al conocer al chico.

Ella...tal vez debería tocarse un poco pensando en el chico en estos momentos, pero no esperaba cuando su pene penetrará su vagina.

¿Tenía que pedir perdón por ser tan vulgar? Para nada, ella siempre fue así pero lo retenía...y ahora que apareció el indicado no pararía.

Busco en su celular su primer chat que tenía dos emoticones bastantes significativos para ella. Estos mismos eran un corazón rojo y uno negro.

Entró en el chat notando que hablaba todos los días con el chico cuando estaba libre de tiempo. Decidió abrir su galería y enviar las dos fotos que se había sacado recientemente.

"Un pequeño recordatorio para que sepas que me tienes que visitar, Issei ❤️".

----------------

Mi gente tamo' en Filipinas.

Literalmente con la parte de Penemue me sentí como el gif ese que escribe con fuego.

KSJSJAAJ ASI ERA

Al principio del cap tienen una imagen de Artoria tomando el Té que se mencionó junto a unas ropas casuales y como estaba vestida Penemue para una mejor referencia.

¿Les gusta Penemue en esta historia?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top