Habían pasado dos meses desde la llegada de Goku a Asgard y desde que supo la noticia de que sus dos progenitores, Odin y Freyja, eran los líderes de los dos clanes de dioses nórdicos, Æsir y Vanir respectivamente.

En todo ese tiempo el pelinegro no había cesado con sus entrenamientos junto a Baldr Tyr o Vali, adquiriendo cada vez más fuerza, velocidad y músculos, aunque eso era menos importante para él.

Thor aún no le había entrenado, pues le aburriría el simple hecho de intentarlo, pero sí que había visto uno de sus entrenamientos y admitió que el joven tenía talento.

Desde hace milenios Thor, el dios del trueno, no tuvo un combate que durase más de un minuto.

Toda persona con juicio evitaba una pelea con él. Se podía contar con los dedos de las manos el número de personas que podían vencerle en combate.

No obstante, el azabache avanzaba a un ritmo extraordinario, algo que Thor no dudaba en reconocer.

Algunas valquirias detenían sus actividades sólo para contemplar al azabache en medio de sus ejercicios. Se sonrojaban enormemente al ver el cuerpo tonificado del dios, para colmo de Rossweisse.

La relación entre Rossweisse y Goku iba viento en popa. Ambos cambian profundizado en su amistad y lentamente la iban cultivando, aunque los sentimientos de la valquiria hacia Goku comenzaban a adquirir otra dimensión diferente a la de una amistad.

Por lo menos las burlas hacia Rossweisse habían disminuido durante este período, aunque ahora algunas de sus amigas valquirias le habían preguntas de todo tipo, desde la más abierta a la más intima.

Freyja trataba de pasar el mayor tiempo posible junto a su hijo Goku, quien trataba de evitar demasiado contacto con su madre, sólo el contacto necesario.

A veces lo invitaba a su palacio para que pidiese degustar manjares, aunque al chico no le importaba demasiado.

Igualmente lo intentaba Odin, pero sus labores como líder de la facción nórdica y dios rey de los Æsir, le impedían permanecer mucho tiempo fuera de sus labores.

Odin estaba satisfecho, pues los entrenamientos de su hijo Goku estaban dando bastante fruto a su parecer, en unos meses más todo su potencial saldría a flote.

Aunque el dios nórdico temía que su poder no fuese suficiente para la gran batalla del Ragnarök, Odin temía que la primera profecía llegara a cumplirse.

Por ello, depositaba su confianza en Goku y en sus demás hijos. En sus manos estaba el futuro del mundo nórdico.

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En medio de un coliseo de mármol se hallaba una plataforma donde dos hombres vestidos de armaduras chocaban puños ferozmente, generando grandes e intensos choques a su alrededor.

En las gradas estaban Rossweisse acompañada de Brynhildr y Eva, quien veía sonrojada aquella contienda que estaba teniendo lugar enfrente de ellos.

Baldr, Valí y Thor veían el encuentro también, aunque éste último cerraba los ojos de vez en cuando debido al aburrimiento que le suscitaba el combate.

Freyja y su hermano Frey observaban con tranquilidad el encuentro. Ambos dioses Vanir sonreían viendo el desempeño de su hijo y sobrino respectivamente.

Flush.

Flush.

Flush.

Pap.

Sus puños resguardados bajo el metal áureo de su armadura chocaron produciendo una violenta corriente de aire que estremeció a las tres valquirias.

Thor abrió uno de sus ojos para ver si sucedía algo interesante, pero segundos después lo volvió a cerrar, sumido en el aburrimiento.

-Estás mejorando día tras día -Tyr, el dios de la guerra, habló con una sonrisa creando un aura fogosa a su alrededor, haciendo que Goku sonriera con diversión.

-Jump -el pelinegro respondió con indiferencia mientras unos tatuajes de color rojo comenzaban a surcar su cuerpo. Tyr observó aquello sorprendido y desconcertado, pero no se dejó intimidar por su hermano de padre.

El mestizo nórdico creó un aura completamente oscura, a la que lentamente se le fueron sumando destellos de truenos que resplandecían desde la oscuridad.

"Domina los truenos, jump" -Thor inquirió viendo desde el rabillo de su ojo al muchacho pelinegro, que desapareció al instante, como si se hubiera evadido.

-¿H-ha desaparecido? -Eva preguntó buscando por todos lados al igual que sus dos amigas y su líder Freyja, mientras su hermano Frey dibujó una sonrisa sabiendo en qué lugar se encontraba su sobrino.

El pelinegro reapareció a unos centímetros del dios de la guerra, quian abrió los ojos notoriamente sorprendido.

Thor igualmente estaba sorprendido pero trataba de ocultar su emoción, al parecer el muchacho había utilizado su velocidad divina llegando incluso a desaparecer de la vista de todos.

-[Primer movimiento: trueno de oscuridad] -el pelinegro creó un rayo oscuro desde la palma de su mano y al instante de ponerla en contacto con el cuerpo de Tyr, millones de voltios comenzaron a electrocutarle.

Pero ahí no se acababa, Tyr, el hijo de Odin y Frigg, soltó un grito desplegando un aura terriblemente poderosa, mientras llamas azules comenzaron a envolver su ser.

Incluso a pesar de haber perdido un brazo, se desenvolvía también en combate que incluso llegaba a ser más hábil y fuerte que alguien con dos brazos.

Rossweisse rogaba mentalmente que todo acabase bien, lo que menos quería es que Goku, su amigo especial, muriese a causa de un simple entrenamiento.

Goku veía como estaba siendo gratamente superado por el dios de la guerra, pero sonrió recordando uno de los hechizos de magia nórdica que aprendió con Rossweisse.

Su armadura de oro comenzó a brillar de un color azulado, llegando a envolverla completamente.

Rossweisse sonrió al reconocer aquella técnica. Pese a que eran amigos también, Rossweisse también le enseñaba ciertas cosas de magia nórdica.

Valí y Baldr veían con intriga el resplandor celeste que aún permanecía cubriendo  la armadura de Goku.

Incluso Thor permanecía intrigado, a la espera de ver cómo se desarrollaba aquella pelea de dioses.

Al cabo de unos minutos, la luz se apagó, revelando la figura del mestizo pelinegro vestido con una armadura de hielo que resplandecía con fuerza e ímpetu.

Pequeños truenos rodeaban su armadura cristalina. Ahora se veía con más resistencia a los próximos golpes.

Tyr veía con una sonrisa la nueva apariencia de su hermano, tenia que admitir que era lo más espectacular que había visto desde hace tiempo.

-No sé como llamar a esta nueva apariencia, aunque realmente sólo apliqué un hechizo a mi armadura para que se convirtiera en hielo -comentó el pelinegro con una sonrisa desafiante observando a Tyr.

-Interesante, bastante interesante -Tyr admitió viendo a Goku, mientras se preparaba para reanudar el combate.

Thor soltó tranquilamente un silbido ante la nueva apariencia del pelinegro, su sangre Æsir le reclamaba batalla por lo que tendría que controlarse y seguir contemplando la batalla entre sus dos hermanos.

Rossweisse simplemente sonreía con bastante estupefacción y satisfacción, jamás se esperó que el hechizo tuviera un resultado tan perfecto como lo era la armadura cristalina del mestizo del norte.

Freyja miraba orgullosamente a su hijo, aunque no fue la mejor madre que digamos, va a a tratar de enmendar sus errores mientras Goku permanezca en Asgard.

-¿Proseguimos el combate? -Tyr asintió ante la pregunta del pelinegro, quien desplegó su aura asestándole al dios de la guerra una fuerte patada en el costado.

Crack.

Crack.

Cough.

Tyr recibió numerosas patadas en poco tiempo, produciéndole numerosas fracturas y roturas internas, por suerte se recuperaría con facilidad al ser un dios.

-Una de las ventajas de esta armadura es que mi velocidad y reflejos han aumentado -indicó el azabache caminando lentamente hacia Tyr, quien permanecía arrodillado con la mano en la zona del costado.

Flush.

En menos de un segundo, el ojinegro desapareció de la vista de todos y el cuerpo de Tyr cayó inconsciente al suelo, lo que daba a entender que el mestizo había ganado aquel combate de entrenamiento.

-Sigh -Goku suspiró regresando a su estado normal, mientras los presentes le veían anonadados, pues había derrotado al poderoso dios de la guerra, algo que venia siendo lógico pues Goku al ser un mestizo entre los dos clanes de dioses, tenia los galones de incluso de superar al mismo Odin, si Goku hubiera sido entrenado desde mucho antes probablemente esa sería la realidad.

Aunque era evidente que Tyr no luchó con todo su poder, pues era un simple combate de entrenamiento.

Rossweisse juntó sus palmas y aplaudió a su amigo con una sonrisa en sus labios, aunque le reprendería por haberla preocupado tanto al inicio del combate.

"Eres realmente genial -pensó Rossweisse observando detenidamente al pelinegro. -por eso te adoro Goku".

Thor sonrió mentalmente recordando los momentos más destacados del combate. Abrió los ojos dedicándole una mirada a Goku mientras sonreía emocionalmente.

"Es hora de ver qué tan poderoso eres pequeño" -inquirió Thor levantándose de las gradas, ya habiendo tomado una decisión bastante importante: entrenaría a Goku.

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¿Qué les pareció el cap?

Espero que disfruten de los capítulos, pronto nos adentraremos en el arco de Loki y el Ragnarök.

Si tienen criticas o comentarios, no duden en hacerlo.

Sin más que decir, adiós :)