Toc Toc.

La puerta del cuarto donde se hospedaban Goku y Rossweisse comenzó a sonar tranquilamente. El ojinegro se levantó para abrir la puerta mientras que la valquiria seguía descansando, entonces al girar el pomo de la puerta y abrirla vio al recepcionista que les atendió anoche transportando un pequeño carro en el que se encontraba el desayuno que había pedido Goku.

-Aquí tiene lo que ha pedido señor -el recepcionista entró en la habitación conduciendo el carro y no pudo evitar sonrojarse al ver a Rossweisse acostada tranquilamente sobre su lecho, cubierta por una sábana.

-Una mirada más y tú acabarás siendo mi desayuno -advirtió Goku fríamente y el recepcionista asintió con bastante miedo mientras tragaba saliva al sentir sobre él la arisca mirada del ojinegro.

El muchacho dejó el desayuno en una pequeña mesa que había en una esquina del cuarto y salió del mismo transportando el carro con el que había venido.

-Tks, qué molestos llegan a ser -añadió Goku en reproche y se giró hacia Rossweisse viendo que ésta seguía descansando pacíficamente, así que para despertarla tomó un poco de agua fría y la vertió sobre Rossweisse, quien gritó al instante de recibir dicha agua.-despierta dormilona, cómo es posible que las valquirias sean tan perezosas -pronunció hurañamente.

Rossweisse se aclaró los ojos y tomando la sábana que cubría su cuerpo se secó el rostro, antes de enviarle una mirada hostil al pelinegro.

-Si querías despertarme podrías haberlo hecho de manera normal ¿no crees?-preguntó Rossweisse de brazos cruzados, viendo que el pelinegro se encogía de hombros decidió continuar.-además, las valquirias no somos perezosas, es que... me relajé más de la cuenta.

-No me importa realmente, ahora viste tu armadura y salgamos de este lugar cuanto antes, hemos de llegar a Asgard ¿no? Así que apresuremos el paso -Goku habló vistiéndose su gabardina y tomando rápidamente el desayuno. Rossweisse asintió y cambió la camiseta que vestía por su armadura de valquiria.

-¿Qué has comprado para el desayuno?-Rossweisse preguntó viendo la comida del pelinegro, quien le extendió una bandeja a la valquiria.-¿qué es esto? parece bastante caro a primera vista -añadió analíticamente.

-Son gofres bañados en caramelo con una taza de chocolate -respondió Goku sin mirarla directamente, intuyendo la reacción llena de sorpresa de Rossweisse.-nunca has comido algo así ¿verdad? -preguntó.

Rossweisse negó alelada y se llevó una porción de gofre a la boca, sintiendo como sus papilas gustativas bailaban reclamando más de aquel manjar. Comenzó a comer y en cuestión de segundos vació el plato.

-¿Ya no hay más? -su voz sonó desesperada y decepcionada, antes de que fuese contestada desinteresadamente por el pelinegro, quien terminó de comer a su vez.-ahora podemos partir, es necesario encontrar una fuente de agua y luz que produzca un arco iris para que lleguemos a Asgard -informó Rossweisse.

"¿Sólo es necesario un arco iris para el transporte? suena un tanto ridículo" -indagó el pelinegro al escuchar las palabras de Rossweisse.-conozco una cascada cerca de aquí, ¿crees que sirva? -interpeló Goku.

-Claro, con suerte encontramos un arco iris que nos lleve -respondió Rossweisse sonriendo, y al instante salieron del cuarto y posteriormente de la posada, no sin antes devolver las llaves de la habitación.

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Una mujer ojiazul de cabello plateado veía la escena de Rossweisse y Goku caminando a través de un fuego azul. A su lado estaba una mujer pelinegra de ojos ónix igualmente viendo aquella escena.

-Hacen buena pareja ¿no crees hija?-la mujer peliplata habló con una sonrisa mientras se giraba hacia la otra, quien se ruborizó ante aquellas palabras.-lástima que sea una valquiria, y no una valquiria cualquiera sino la mejor de Odin -añadió con una mano en la barbilla.

-Mi hijo podrá casarse con la mujer que crea oportuna, sea valquiria o diosa -trinó la ojinegra viendo con una sonrisa a su hijo, aunque por otra parte algo le preocupaba en estos momentos.

Su rostro expresaba preocupación, pues no o sabía como reaccionaría su hijo Goku al verla después de tanto tiempo y sobretodo después de aquel acontecimiento.

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Alejándose de la civilización se adentraron en un bosque y siguieron caminando sin intercambiar palabra alguna hasta que finalmente escucharon el sonido del agua advirtiendo la cascada a unos metros. Pero cuando llegaron no vieron ningún arco iris.

-Habrá que esperar hasta que sea mediodía y el sol se alce en todo su esplendor, aunque estemos en pleno invierno -dijo Goku sentándose sobre una roca siendo imitado por Rossweisse.-¿acaso me estás imitando?-preguntó viendo por el rabillo del ojo.

-¿Por que lo haría?-Rossweisse replicó lanzando una piedra al agua que se desplazó velozmente haciendo varias parábolas hasta hundirse finalmente. El pelinegro no respondió y cogió una piedra lanzándola a su vez, adquiriendo el mismo efecto que la piedra lanzada por Rossweisse.-¿ahora quién es el que imita?

-Nadie, lancé mi piedra mucho mejor que tú -respondió Goku sonriendo levemente y Rossweisse le lanzó una mirada furtiva y hostil, antes de tomar una piedra con sus dedos y lanzarla al cielo, perdiéndose entre las nubes.

-¿Decías?-el pelinegro hizo caso omiso a la pregunta burlona de Rossweisse y se quedó mirando por unos instantes el movimiento tranquilo del mar.

-¿Cómo es mi madre?-preguntó Goku tranquilamente observando la superficie cristalina del agua. Rossweisse sonrió ante aquella pregunta y soltó un carraspeo antes de dar su respuesta.

-Es una mujer cariñosa y amable con los demás y sobretodo con nosotras las valquirias, y además es muy hermosa y valiente -contestó Rossweisse con una sonrisa recordando con nostalgia a su señora.

-Entonces, ¿por qué me abandonó? ¿por qué nunca crecí con ella si es tan cariñosa y amable? -Rossweisse bajó la mirada ante aquellas palabras y el pelinegro bufó.-¿tampoco puedes decírmelo verdad Rossweisse?

Rossweisse negó tristemente con la cabeza agachada. Anhelaba decirle toda la verdad acerca de su pasado, pero estaba cumpliendo órdenes así que no podría hacerlo. Si lo hiciese eso ocasionaría un terrible problema para el futuro del mundo nórdico, por eso sería conveniente ocultarle la verdad de momento.

-Hasta hace poco pensé que podríamos ser amigos, pero parece ser que estaba equivocado -profirió Goku viendo desinteresadamente a Rossweisse.

-Goku... yo sólo cumplo órdenes, lo lamento -Rossweisse habló con tristeza siendo oída por el ojinegro, quien siguió lanzando piedras esperando que llegase el mediodía.

Las horas siguieron pasando tranquilamente hasta que llegó el mediodía y con ello el cénit del Sol. Un rayo resplandeciente reflectó a través de la superficie cristalina del agua produciéndose así un arco iris.

-Es hora de irnos -Rossweisse habló levantándose al igual que el pelinegro, quien se cruzó de brazos mientras caminaba hacia el arco iris.-[Entrar] -pronunció Rossweisse y al instante los dos desaparecieron del lugar.

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Aparecieron sobre un puente de cristal y enfrente de ellos estaba un hombre pelinegro de barba oscura, ojos del mismo color portando una larga túnica oscura y sosteniendo un cuerno llamado Gjallarhorn.
Rossweisse hizo una reverencia ante aquel hombre y el pelinegro simplemente observó, antes de ser tirado de la oreja por la valquiria, quien susurró refunfuñando.

-Es el dios Heimdall, guardián de Asgard y del puente Bïfrost, que conecta Asgard con Midgard, posee la mejor vista y oído de los nueve mundos, muestra más respeto por él -Rossweisse explicó detalladamente y el pelinegro obedeció sin mostrar interés.

"La mitología dice que es capaz de escuchar incluso el sonido que emite una hierba al crecer, pero sin embargo no puede hablar" -indagó el pelinegro recordando los libros de mitología que había leído años atrás.

Heimdall alzó los ojos al ver de quién de trataba y se arrodilló ante Goku, quien alzó una ceja no comprendiendo el porqué de aquel gesto, pero antes de que pudiera reaccionar Heimdall tocó su cuerno anunciando la llegada de Goku.

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