Capítulo 5: Desastres y Desórdenes

"Una de las peores cosas que puede pasar cuando inicias una guerra, es que no la inicies de inmediato."

-Mariscal Baupte a su estado mayor, sobre la situación inicial de la guerra humano-sobrenatural.

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Costa de Barcelona. Día siguiente.

Cuando Issei logró recuperar la consciencia del sueño, del cual fue arrancado por un poderoso grito, lo primero que pudo distinguir fue que se acercaba peligrosamente al nivel del agua.

-¿Qué...?

¡SPLASH!

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Eran las 6 de la mañana en Barcelona, e Issei aún se encontraba temblando de frío en cubierta a pesar de haberse cambiado de ropa. Junto a él se encontraban Le Fay, en una situación similar (aunque menos helada ya que uso magia para calentarse hasta que Mikel se lo prohibió) y el propio Mikel, quien se encontraba serio tras sus lentes de aviador. Siguiendo su mirada, uno podía encontrarse con la ciudad de Barcelona, con varias columnas de humo negro alzándose al cielo y el resplandor de fuegos y bengalas aun alumbrando la noche. Era consecuencia de las protestas del día anterior, que habían llevado a enfrentamientos con la policía al desenfrenarse los manifestantes. Aunque ya se habían calmado las personas, seguía habiendo casos de incendio y barricadas de los que encargarse.

-¿P-por qué f-fue e-eso?-Preguntó Issei, tiritando notoriamente.

-Tenían que despertar. Que iba a saber yo sobre su poca tolerancia al frío-Respondió simplemente Mikel, aun sin desviar su vista del continente-Barcelona está que arde, pero lo tendrán controlado para mañana. Si las noticias del frente son buenas, claro está.

-¿Qu-qué quieres d-decir?-Preguntó ahora Le Fay.

-Cuando las noticias son buenas, todos se sienten unidos por una causa, se llevan mejor, y están más animados. Los problemas cesaran o se reducirán drásticamente. Siempre sucede. Una gran batalla que acaba victoriosa, o una defensa de hierro que pudo ser penetrada. Incluso algo como capturar un líder enemigo. Todo vale cuando hay que calmar a las masas. El ejército aporta el hecho y la propaganda hace el resto-Ahora se encontraba mirando al par de alumnos, quienes a pesar del frío escuchaban atentamente-Sobre su plan de entrenamiento, empezaremos con una rutina de ejercicio para aumentar su resistencia. Independiente de en qué se especialicen, si entran en un desgaste caerán si no aguantan lo suficiente. Cuando avancemos, lo físico pasará a ser una mera rutina inicial.

-¿C-cuantos d-días to-tomará esta p-parte?-Preguntó Issei.

-Dependiendo de su progreso, 1 semana o 1 mes. Me contrataron para entrenarlos y que sobrevivieran al frente, no para que sean tropas de élite. Ahora comencemos, 10 vueltas a la cubierta del destructor para calentar. Iré con ustedes para asegurarme de que sigan. Ah, e Issei: usar la [Boosted Gear] está prohibido-Especificó, arrancando un suspiro del congelado Issei.

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Inframundo. 2 semanas después.

Los soldados a bordo de los VTOL de las repúblicas y del Imperio estaban ya temblando de excitación, las luces parpadeando al sacudirse los vehículos por las explosiones del exterior del fuselaje. Un quedo "30 seconds" se escuchó desde la cabina de los pilotos, quienes eran los únicos que tenían una visión clara de que sucedía afuera. Las tropas aerotransportadas solo veían la ocasional explosión y de vez en cuando una pieza de artillería disparando sus letales proyectiles sobre el frente aún desconocido. También avistaron algunos tanques.

-¡La misión es asegurar los cruces del río! ¡Si son vados o puentes da igual mientras los aseguren! ¡Las tropas mecanizadas y blindadas están atacando la defensa demoníaca, nosotros atacaremos su retaguardia! ¡El aire aun no es seguro, por lo que desembarquen rápido! ¡Y no! ¡Se quiten! ¡Las máscaras!-Indicó el teniente a bordo.

-10 seconds!

Los soldados se pararon y alistaron sincronizadamente sus armas, el vehículo aterrizando en la tierra. La compuerta se abrió y los soldados salieron desparramados al exterior de la nave formando un semicírculo alrededor de la puerta con los oficiales y suboficiales al centro, a ambos lados repitiéndose la escena con otros vehículos. El terreno, un pasto rojizo de altura hasta la rodilla, se sacudía con el movimiento de las hélices de los VTOL. A lo lejos apareció un demonio que trató de disparar a los vehículos, más una ráfaga del cañón automático de un helicóptero de ataque lo silenció para siempre. Los VTOL despegaron a los pocos segundos de aterrizar, y los soldados se dispersaron en formaciones circunferenciales en sus lugares de aterrizaje, agazapados en la hierba, buscando amenazas. Al no detectar una amenaza inmediata, los oficiales organizaron sus compañías y el batallón aerotransportado se organizó rápidamente.

-Esta es nuestra posición-Indicó el Mayor al mando del batallón, señalando una ubicación en el mapa proporcionado a los oficiales previamente-Según el último comunicado del coronel Derian, los blindados rusos están atrapados a 14 kilómetros del río y los granaderos panzer del coronel Meyer están avanzando lentamente a unos 10 kilómetros de allí. Nosotros estamos a 1 kilómetro del río, el cual esta encajonado en una ribera de 10 metros de profundidad hasta el nivel del agua. El espacio llano a ambos lados de la orilla oscila entre los 3 y 15 metros.

Uno de los capitanes silbó.

-Bonito sitio para una emboscada-Comentó, arrancando risas de sus pares.

-Muy gracioso, aunque cierto. Tenemos 3 compañías, y según reconocimiento puede haber enemigos en esta posición-El Mayor marcó una posición cercana a la zona de aterrizaje-Y se supone que en el río hay tropas enemigas en estos 4 lugares, que son un puente, 2 vados y el puesto de mando y observación- Marcó los 4 lugares en el mapa, imitándolo prontamente todos los oficiales presentes-Como nuestras tropas están bastante cerca y tenemos la superioridad aérea, además de ser solamente un batallón, el mando determinó que no es necesario mantener el punto de aterrizaje. También indicaron que no estamos obligados a tomar la posible ubicación enemiga más adelante.

-O sea que vamos a hacerlo-Bromeó un teniente, el resto haciéndole coro. El mayor los miró de reojo, burlonamente sonriente antes de seguir hablando.

-Entonces su pelotón estará a cargo de asaltar la colina, teniente. El resto de su compañía lo apoyará desde abajo o los flancos-El grupo de oficiales rio nuevamente ante la suerte del oficial-Mientras tanto el resto del batallón nos movilizaremos hacia el río. La compañía A tomará la colina que hace de puesto de mando y observación mientras la Compañía C se encargará del río. Cuando la compañía A acabe irá a apoyar a la compañía C. La compañía B deberá mantener la posición a menos que sea inestable o insostenible. Si ven imposible tomar la colina, reagrúpense con nosotros. Eso es todo, vámonos.

-¿Qué pasa con el apoyo aéreo, artillero o blindado?-Preguntó uno de los capitanes.

-Pues a menos que rompan la resistencia enemiga y lleguen allí para cuando nosotros lleguemos, el apoyo blindado no estará disponible. Apoyo aéreo es limitado, ya que solo disponemos de helicópteros y estos deben repostar. Por último, sobre la artillería... buena suerte convenciéndolos de dejar a los blindados a su suerte-Con ese último comentario, el batallón se dividió.

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Poco después. Sala del Consejo.

Los ancianos del inframundo se hallaban reunidos junto a los Maou y algunos comandantes demoníacos. La conversación que mantenían era sobre el precario estado de la guerra (desde el punto de vista propagandístico) y la racha de derrotas que no habían parado de acumular desde la invasión humana al inframundo. Las escasas unidades y noblezas demoníacas que se les enfrentaron sufrieron numerosas bajas, y tuvieron que batirse en retirada desordenadamente hasta que pudieron establecer una defensa de emergencia en el ancho río que separaba la zona d conflicto con una zona políticamente neutra pero altamente económica por su cruce de caminos. En aquella defensa de último momento se resumía todo lo desesperados que estaban los demonios en su intento por parar la maquinaria de guerra humana.

-¿Podrían explicar, Maous...-Comenzó un miembro del consejo de ancianos-...por qué solo hemos sufrido derrotas desde que los humanos aparecieron? ¿Contra unos simples humanos?-Aunque su tono era neutro y formal, las miradas de odio y sed de sangre que lanzaban los ancianos del consejo no estaban para nada disimuladas. Para muchos de ellos, perder contra un humano era un acto imperdonable, el cual debía ser castigado con la muerte en el mejor de los casos.

-Las sucesivas derrotas han causado que la moral del pueblo disminuya-Acotó otro.

-Las inscripciones a las ya mermadas legiones han disminuido considerablemente.

-La gente consume menos y ahorra más.

-¡Las clases bajas cuestionan nuestro dominio!

-¡Los humanos reencarnados se niegan a luchar!

-¡Hemos tenido deserciones masivas!

-¡SILENCIO!

El grito de Sirzches fue suficiente como para acallar las quejas de los ancianos. El poder rojo carmesí que casi se convertía en negro se asomaba a través de todo su ser, provocando que más de un anciano temiera por su vida al estar frente a un enojado "Satán Carmesí". Tras unos segundos, Sirzechs se calmó y pudo volver a pensar claramente.

-Lo que pasa aquí, es que hemos hecho todo mal-Observó las miradas aprobatorias de los ancianos-Eso los incluye a ustedes-Los ojos volvieron a inyectarse de sangre, pero Sirzechs no les dejo hablar-No hemos organizado nuestras legiones, ni nuestras fuerzas. Nuestras noblezas viven como si nada pasara, y no se han implementado las leyes de guerra que amerita la situación. Inclusive los nuestros siguen yendo al mundo humano para cumplir contratos, cayendo en las trampas humanas en su deseo de poder, y perdieron más números nosotros. Tampoco alguno de nosotros ha pensado en los humanos reencarnados en nuestras filas. Muchos no quieren luchar contra sus antiguos camaradas, algunos nos defienden a muerte. No podemos fiarnos de ellos, y eso incluye muchos miembros de las noblezas. Debemos vigilarlos hasta que nos hayamos asegurado de que ninguno nos traicionará.

-En el ámbito militar-Continuo Falbium, portador del título de Asmodeus, que extrañamente no estaba dormido-Las derrotas tenidas han sido en su mayoría escaramuzas menores con grupos de demonios rezagados y pequeñas o débiles noblezas sin mucho poder combativo. Hasta ahora solo habrá un par de combates con el valor de ser mencionados, y nuestras fuerzas en la zona, en su mayoría intactas y organizadamente, se han retirado al Río Caedes, al oeste de la zona del portal. En la práctica, nuestra capacidad militar no ha sufrido ninguna pérdida seria.

Mientras Falbium hablaba calmadamente y los ánimos en la habitación se enfriaban, una secretaria entró y le susurro algo al oído al Maou Lucifer. Este se sobresaltó en su asiento, cosa que no pasó desapercibida por el resto, y que provocó que un miembro del consejo le llamara la atención.

-¿Pasó algo, Maou Lucifer?-Preguntó con voz sospechosa.

-Los humanos...-La sala entera fijó su atención en él-...acaban de tomar los pasos del Río Caedes. No solo eso, también han tomado el puesto de retirada disponible, y cercaron y eliminaron la resistencia del río. El comandante estaba tratando de escapar con su escuadrón cuando la comunicación se perdió.

La sala quedó sumida en un pesado mutismo tras sus palabras.

-Eso...-Habló Serafall Leviatán-...sí es una pérdida seria.

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Argelia Francesa (Imperio de Europa), Norte de África, África. 1 semana después.

En estos momentos, Issei se encontraba corriendo. Algo atrás de él, era arrastrado por la arena un bulto compuesto por una maraña de cabello rubia y tez blanca conocida como Le Fay, amarrada a Issei por una cuerda a la cintura de este. Ambos sudaban a mares por el sol del sol del desierto, mientras que delante de ellos iba Mikel con apenas algo de esfuerzo. Detrás de ellos, flotando en el aire y lanzándoles hechizos cada vez que uno de ellos (más bien Issei) se atrasaba, se encontraba Graciela, riendo casualmente cada vez que un miembro del adolescente castaño era golpeado por la furia de la electricidad a bajo voltaje.

-¡No es divertido!-Exclamó Issei a sentir por décima vez el voltaje en su espalda.

-¡Para mí si lo es!-Respondió la maga desde lo alto, sonriente. Issei lanzó un bufido antes de seguir corriendo. Al rato llegaron a un pequeño pueblo donde descansaron (y en el caso de Le Fay, poder volver a pararse), antes de que la novia de Mikel los transportara mágicamente de vuelta al barco. Solo que allí les esperaba una sorpresa no muy agradable para los locales.

-Bien-Dijo Mikel al llegar-Su entrenamiento físico debería estar listo. Descansen por hoy, y mañana empezaremos con su entrenamiento mágico, o en tu caso Issei, de tu [Sacred Gear]. Cuando se vayan de aquí, cada uno de ustedes deberá saber valerse por sí mismo para poder ganarle por lo menos a demonios de clase baja-alta, de modo que no les arranquen la cabeza nada más llegar-El par de estudiantes suspiró de alivio, antes de echarse a la sombra a descansar. Más el placer no les duró mucho ya que...

-¿Entrenamiento mágico? Eso se ve interesante...-Habló una voz desde atrás de la estructura metálica. El grupo de 4 personas se dio la vuelta para encontrarse cara a cara con un hombre que aparentaba estar llegando a los 20, midiendo cerca de un metro ochenta, y que tenía tanto el pelo como los ojos castaños oscuros. A pesar de estar algo relleno, su figura era imponente y exigía ser mirado como alguien superior. Su vestimenta consistía en una trenca y pantalones negros, acompañado de botas de combate.

-¿Quién eres tú?-Preguntó Mikel, su mirada burlona que mantenía con sus estudiantes desaparecida por completo frente a la seriedad de un profesional. Graciela se elevó en el aire, frente a la clara amenaza que era aquel sujeto que no habían sentido venir.

-Tranquilos, no pienso hacerles nad...-Su mirada afable se interrumpió por un momento, analizando las heridas en su mayoría aun vendadas del cuerpo de la maga-...De casualidad, ¿no se enfrentaron a un imbécil llamado Carlos que usaba una pistola y una espada y era más holgazán que otro poco? ¿Qué además era indiferente a todo y era un maldito adicto al teléfono celular? ¿Y que probablemente estaba usando algún uniforme de tonalidad gris?

El cuarteto pensó unos segundos, hasta recordar a cierta persona que encajaba casi perfectamente en esa descripción.

-¿Te refieres a aquel mago alemán?-Pregunto Mikel con desconfianza.

-¿Así que anda de alemán ahora? Maldito nazi-Murmuró por lo bajo-Bien, como sea. Por lo que puedo ver, a uno de ustedes se le ocurrió desafiarlo a luchar seriamente y parece que no le fue muy bien-Graciela desvió la mirada, impotente-No es que no lo comprenda, cuando está enojado o urgido lo usa sin pensar.

-¿Y tú quién eres, de nuevo?-Preguntó Mikel.

-Llámenme Jack. No crean que haré algo como lo que hizo el bastardo germano, tengo otros planes. Simplemente estaba de paso-Se dirigió hacia el par de alumnos, quienes se encontraban con la espalda contra la estructura del puente-Y tú, Emperador Rojo, espero que me entretengas en esta ocasión. El último portador de la [Boosted Gear] fue bastante decepcionante, no duro mucho tiempo contra sus oponentes. Ni siquiera pude burlarme de él. Sin embargo, creo que tienes potencial... eres bastante débil, pero eso puede jugar a tu favor. Sobre todo cuando estás en una guerra contra los diablos. Me pasaré por aquí para verlos, hasta otra-Tras decir esas palabras, se desvaneció saltando por la borda. Issei y Le Fay corrieron a ver si seguía allí, pero se había esfumado.

-Otro tipo extraño que no puedo leer o detectar-Murmuró Mikel-Algo raro pasa aquí. Esos 2 no son normales...-Recompuso su rostro rápidamente-Como ya dije, tienen hasta mañana para descansar. Luego veremos su rutina de entrenamiento. Piérdanse-Y con eso dicho, los 2 adultos se adentraron en las profundidades de la nave, mientras que Le Fay intentaba averiguar con que magia el desconocido logro encontrar y entrar a aquel barco e Issei liberaba un suspiro que no sabía que estaba conteniendo.

1 semana después...

-Junta la energía de la [Boosted Gear]... si, así. Ahora, trata de canalizarla... más como energía que como objeto. Si bien puedes transferirles energía a otros, eso es a tu costa. En un campo de batalla, si quieres salvar a los que puedas, lo ideal es darle la misma prioridad a tu vida que a la del resto, no que ellos sean más importantes. Por supuesto, siempre lo ideal es priorizar tu propia sesera frente a la del resto, pero eso es un asunto aparte.

Mikel se encontraba instruyendo a Issei sobre los usos de la [Boosted Gear] y sobre batallas en general, ambos en la cubierta del barco. El sol se acercaba al horizonte por el oeste, pero el entrenamiento continuaba.

-¿De cuánto era tu límite la última vez?-Preguntó Mikel mientras encendía un puro.

-Unos... ¿5 o 6 [Boost]...?-Respondió cansadamente Issei.

-Servirán. Ahora llevas 4. Intentemos algo-Señalando una roca que se elevaba 10 metros sobre el agua a la distancia, empezó a hablar-Generalmente peleas con los puños, de eso me doy cuenta. Las armas de fuego son poco efectivas contra tu enemigo actual, y está demasiado lejos como para poder golpearlo antes de que te mate. En estos casos, debes tener un arma o poder para contrarrestarlo-Volvió a enfocar su mirada sobre Issei, quien esperaba expectante-Intenta destruir esa roca de allí usando la energía de la [Boosted Gear].

Issei asintió antes de cerrar los ojos y concentrarse. Pensó en varios movimientos que vio en series animadas o películas, pero ninguno terminaba de convencerle. Intentó realizar algunos, pero además de la vergüenza de juntar sus manos y extender las palmas hacia delante, solo ganó un "¿Qué estás haciendo?" de Mikel. Recomponiéndose, trató de pensar otra vez, sin éxito.

-[Parece que necesitas ayuda]-Escuchó una voz que le hizo sobresaltarse, ganándose sin saber una mirada rara de Mikel-[Relájate, él no puede oírme así. Ahora, al parecer necesitas liberar laenergía como arma]

-"No me digas, genio"-Contesto Issei mentalmente, ganándose un gruñido de Ddraig que le erizó la piel.

-[Tendremos que corregir esa lengua más adelante]-Issei on se atrevió a preguntar a qué se refería-[Pero lo que tienes que hacer no es tan difícil. Recuerda lo que hiciste allá en tu ciudad para cargarte al cuervo]

-"¿Cuervo?"

-[Ángel caído]

-"Ah"

-[Como sea, recuerda lo que hiciste. Debo recalcar, la forma en la que se libera la energía puede ser personalizada. No hay ningún manual. Es solo energía. Aunque estés trabajando con esa forma de hacerlo ahora, podemos cambiarla después si te parece]

-"Entiendo. Gracias Ddraig"-Tras eso, Issei sintió que el lazo mental con Ddriag se cortó, aunque no supo definirlo exactamente. Decidiendo preguntarle más tarde, volvió a enfocarse en el presente, donde Mikel le esperaba con una clara mirada de impaciencia.

-Estoy listo-Le indicó, colocándose en el borde de la cubierta frente a la roca.

-Pues veámoslo-Respondió él, colocándose nuevamente sus lentes de aviador.

Issei tomo aire y lo botó, antes de extender su brazo izquierdo con la [Boosted Gear] invocada y el puño formado, el dedo índice apuntando hacia la roca. Empujando la energía hacia su mano, empezóa a concentrarse en darle forma. Así fue, como una pequeña esfera del tamaño de una moneda se formó justo frente al dedo índice del actual portador del [Sekiryuutei]. Mikel levantó las cejas ante la curiosidad del hecho, antes de que Issei realizara su siguiente movimiento.

-[DRAGON SHOOT]

La esfera de energía salió disparada, formando un haz a su paso en lo que aumentaba su tamaño. Cuando impactó en la roca, ya era de la mitad del tamaño de esta. La roca desapareció, sin dejar ningún rastro detrás.

Junto con la barrera, claro está.

Tanto Mikel como Issei salieron disparados por la onda de choque del disparo, impactando ambos contra el lado contrario de la cubierta. El navío se sacudió, mas nada más le pasó. Una superficie como de burbuja se revelo alrededor del barco, disipándose en segundos y demostrando la aniquilación de la barrera visual que protegía el navío y hogar del mercenario. Cuando ambos hombres lograron volver sobre sus pies, mirando impresionados el daño hecho a la barrera y el entorno (Mikel agradecía que la roca hubiera estado en dirección contraria a la ciudad), Graciela irrumpió en cubierta hecha una furia, Le Fay con los ojos brillantes de emoción detrás.

-A ver, a ver, ¡¿Quién fue el gracioso que destruyó mi barrera?! ¡Tomó días prepararla y cargarla!

Mikel solo señaló a Issei antes de lentamente (y no muy disimuladamente) alejarse de allí. "Parece que ni un hombre rudo puede hacerle frente a una muer encabronada" pensó Issei mientras lanzaba una mirada de lastima a Mikel. Eso, antes de que Graciela lo tomará de la oreja y lo jalara hasta el borde de la cubierta.

-¡¿Cómo quieres que repare la barrera de nuevo antes de que los habitantes dela ciudad se den cuenta de que hay un JODIDO NAVÍO DE 70 AÑOS DE ANTIGÜEDAD FRENTE A ELLOS QUE NUNCA HABÍAN VISTO ANTES?!-Issei podría haber jurado que perdió años de audición con ese grito, pero prefirió seguir la corriente y hacer lo que cualquiera haría.

Inclinarse ene l suelo y disculparse atolondradamente por el daño causado.

-¡Perdón, perdón, perdón!-Dijo rápidamente, esperando que lo le llegara un castigo. Mas este no llegó, ya que Graciela parecía más preocupada en esconder el barco.

-Podría colocar una barrera visual para que no nos vean, pero aun podrían pasar por aquí y llegar al barco. Tomaría días volver a construir la barrera...-Murmuraba calculas de tiempo en voz baja. Le Fay, mientras, a pedido de Mikel, levantaba una barrera visual sobre el barco. Al notar esto, Graciela se relajó hasta cierto punto, mas no el suficiente como para que dejara de hacer cálculos de tiempo en voz baja y a alta velocidad.

-¿Puedo ayudar a reparar la barrera?-preguntó Issei, al ver cómo Le Fay ya había comenzado a ayudar a esconder el barco. Graciela se volvió hacia él.

-Pues no eres mago, y dudo que conozcas hechizos que sean útiles-Respondió ella.

-No, pero puedo hacer esto-"Espero que funcione" se dijo a si mismo antes de coocar el guante sobre el hombro de Graciela, para luego decir-Ahora Ddraig.

El [Transfer] se escuchó claramente del guantelete, y Graciela sintió sus energías renovadas. Decidiendo preguntar después sobre qué había pasado, se puso a trabajar en la barrera, instruyendo a Le Fay sobre qué hacer. Issei cayó rendido al piso, donde Mikel lo llevó hacia uno de los asientos a descansar.

1 hora después...

Con el refuerzo de Issei y el apoyo de Le Fay, Graciela había reparado de alguna forma la barrera que rodeaba el barco. Ambas magas yacían una contra la otra respirando fuertemente, mientras que Issei seguía sentado. Mikel solo observaba impresionado la nueva barrera construida en apenas una hora, siendo que la anterior había demorado días.

-Vaya trabajo han hecho. Supongo que pueden tomarse el día de mañana...-Se detuvo al ver un círculo mágico aparecer en la cubierta, y luego a 3 personas emerger de él-...o tal vez no. ¿Debería molestarme el que todos aparezcan en mi cubierta tan seguido?-Se preguntó a sí mismo.

Dos de las 3 personas recién aparecidas le eran familiares. Eran el mago alemán que masacró a Graciela unilateralmente, Carlos Schmidt, y el comandante norteamericano, Sebastián Wayne. El tercero era una persona no muy alta, de tez blanquecina y cabello negro corto. Usaba un uniforme de alto oficial japonés, muy similar a su homólogo estadounidense, y no llevaba ningún accesorio. Llevaba, además, una espada curva a la cintura.

-¿Qué pasó aquí?-Fue lo primero que preguntó Wayne al llegar y ver el estado de todos. Tomo algunos minutos que Mikel le explicara la situación, tiempo que permitió a las magas e Issei acomodarse en unos asientos desperdigados. El mago alemán los imitó, para luego simplemente sacar una lata de gaseosa de una dimensión de bolsillo y empezar a beber de allí. Cuando Mikel hubo explicado los incidentes de la última hora y media, fue el turno de Wayne de explicar que hacía allí.

-Digamos que la situación va cambiando en el frente. Necesitamos emplear ya al Regimiento Mixto N°1 "Japón", e Issei es una pieza clave de él. Algo así como una carta de triunfo. Por lo tanto, requisaremos a ambos estudiantes tuyos por algún tiempo. No te preocupes, el contrato seguirá. Simplemente se suspenderá por un tiempo. Te pagaremos una parte por ahora-Mikel asintió comprensivamente, antes de dirigir su mirada al pelinegro con uniforme oriental-Él es el general Kuroishi Yuu, comandante del regimiento al que irá Issei. Quería verlo antes del combate. Desconozco que rol vaya a tener.

-Bueno, si eso es todo, pueden llevárselo. Pero les recomiendo que lo dejen descansar algo, o colapsará por agotamiento.

-Nos moveremos en 2 días. Se te comunicará previamente cuándo volverán tus estudiantes. Hasta otra ocasión-Y sin mayor demora y demostrando el apremio que los movía, Wayne y Kuroishi tomaron a Issei y Le Fay y fueron junto al mago alemán, quien no sin antes mostrarle el filo de su espada a Graciela (provocando un susto en esta) hizo aparecer un círculo mágico y los sacó del lugar.

-Well... that escalated quickly...-Fue lo que murmuró Mikel, observando donde estuviera el acelerado grupo, antes de dar media vuelta e internarse en su nave. Ya pensaría más tarde si le importaría lo que sucedió o no.

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