o. pecados y fantasías
DUḤKHA
o. fantasías del usurpador
𖥔
somos compañeros de pecado. siempre lo hemos sido. los dos nos hemos portado mal y los dos estamos totalmente desacreditados. eso es lo que nos une.
—anne rice
𖥔
EL DESGRACIADO E INFELIZ PRÍNCIPE DE OJOS LÚGUBRES, se hizo la firme promesa de no caer ante dulce y llamativa tentación de sumirse en la desesperación. Aún cuando, desde que tenía uso de razón, lo único que conocía era el amargo sabor de la penuria, miserable herencia del seno que lo acunó. Aquella mujer que lo intoxicó desde el vientre y a quien no culpaba de nada en absoluto. Ella, su madre, estaba tan dañada, tan rota como cualquiera a su alrededor. Y no existía fuerza superior, dioses o credo que lo salvase pronto de la inmensidad del abismo que le aguardaba con los brazos abiertos.
La boca le sabía a sangre, a veneno y a locura.
Existen dos tipos de locura. Esa locura vivaz, cálida y burbujeante que te hace sentir vivo. La otra, te arrastra al mismísimo infierno, haciéndote dudar de tu propias carnes, de tus ojos, de tus manos. ¿Son esos tus pensamientos o es la locura hablando por ti, haciéndote su marioneta? Dulce locura, mi mayor perdición. ¿O eran aquellos extraterrenales ojos pardos el fruto viviente de su locura e insensatez?
El jóven príncipe fantaseó con la muerte desde que era un polluelo, aferrado al pecho de su madre. Recordaba, la primera vez, que aquel pensamiento ácido, fugaz pero siempre constante, lo abordó. Era, entonces, muy pequeño. Tan pequeño que continuaba sujetando la reseca mano llena de nudos de su criada. ¿Cómo se siente desaparecer? No como jugar a la escondidas, que después de unos minutos, corres para no ser descubierto. Era más como, no volver nunca. Si desaparecía, tan siquiera, ¿su viejo padre notaría su ausencia? ¿Le echaría de menos? ¿Alguien lo haría? ¿La mujer que le dió la vida?
Si desaparezco de este plano, ¿tú me echarías de menos? Tú, mi locura, mi condena, el fruto, aquel bocado que nunca debí probar. Haidēs.
Haidēs Velaryon, mi pecado.
¡Qué dulce es pecar!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top