Nueve






— ¿Por que lo hiciste? Mira, si pretendes jugar con sus sentimientos, es mejor que te busques a otro por que no permitiré que Taehyung se vuelva un asco de persona como lo eres tú, Soyeon — Escupió con rabia el mejor amigo del chico, Park Jimin. Ella por su lado, solo masticaba goma de mascar y miraba al rubio desinteresada.

— ¿Sabes que me da igual tus amenazas, verdad? Además, fue un solo beso, ¿que tiene de especial? — Soltó una risita, Park no desprendía su mirada furiosa de ella pero poco a poco, aquella expresión fue desapareciendo y la reemplazó una de preocupación.

— Fue su primer beso, Soyeon. Él siempre deseó dárselo a la persona que más ama y que de igual manera lo ame — Susurró apretando sus puños, la chica chasqueó la lengua y sonrió con cinismo.

— Lo hecho, hecho esta, Park. Es todo, no armes tanto drama por ello — Colocó los ojos en blanco, pero Jimin no respondió ni tampoco la miraba, ahora su atención se encontraba detrás de ella.

— ¿No... no significó... nada? — Taehyung tartamudeó, Soyeon se percató de que la tristeza invadía su rostro, sus ojos se encontraban acuosos y los bonitos labios que poseían, le temblaban.

— Taehyung — Su mejor amigo lo llamó tratando de evitar que se acercara más a ella, él solo quería que se alejara de Soyeon porque le hacía mal, si seguía así, las cosas empeorarían.

La chica no dejaba de mirarlo con seriedad mientras que él parecía soltarse a llorar como un bebé en cualquier momento.

Taehyung había vivido una experiencia que nunca olvidaría, ese día, había llegado a su casa gritando de felicidad y toda esa alegría que llevaba en él, se la contagió a su madre quien se enteró del gran paso que su hijo había dado. Era verdad, a pesar de que no lo pareciera, Kim Taehyung nunca había dado su primer beso a pesar de que miles de chicas lo seguían por lo guapo que es y bueno, al mirarlo nunca te imaginarás que es un chico tan inocente que parece sacado de una película. Él así es y le gusta. Lo peor del caso, es que las personas que lo rodean suelen brindarle mucha sobreprotección cuando no debe ser así.

Nunca borro aquella sonrisa, estaba feliz de que haya sido con la chica que comenzaba a gustarle más de lo normal y no entendía porque si recién la conocía.

— Soyeon, dile la verdad. Es mejor para él — Le exigió — Te lo dije miles de veces, Tae. Esta chica no es lo que esperas ni mucho menos es para ti, eres demasiado y sólo buscaba jugar contigo — Se dirigió a Kim, quien había permitido soltar la primera lagrima que resbaló por su mejilla. Se veía ten pequeño y débil.

— Lo siento Taehyung ¿si? Fue un impulso, además, sabes que tengo novio — Dicho aquello, tomó su mochila y se dio media vuelta para irse del lugar. Kim la miró hasta que desapareció de su vista, inconscientemente formó un puchero mientras que algunas lágrimas eran derramadas.

Jimin notó como en sus manos llevaba una flor muy bonita junto a una barra de chocolate, sabía que era para ella. Taehyung pasó el dorso de su mano izquierda por sus ojos rojizos y mirando el detalle que llevaba con él.

— ¿Que hay de malo en mí, Jimin? Mi mamá dice que soy lindo por querer darle un pequeño detalle, dijo que funcionaria — Susurró mirándolo con los ojitos tristes, una expresión que le rompió el corazón a su mejor amigo, Kim no merecía ningún mal.

— Nada Tae, eres bueno. Tu mamá tiene razón, es solo que... Soyeon es un tipo de chica con la cual no debes meterte, ya llegará alguien que te haga sentir querido como te lo mereces.

Kim sentía su mundo venirse abajo, ¿ahora que haría con el detalle que con mucha alegría le había comprado? Se sentía triste, por primera vez, Kim Taehyung no tenía su tanque de felicidad cargado. Y todo por una chica.


Por otro lado...

Hoseok logró sobrevivir a pesar de que el auto fue hecho trizas, aunque sería una recuperación estricta y larga, lo importante es que estaba bien. Soyeon lo reprendió por conducir a una velocidad no permitida y Jung prometió no volver a hacerlo, había aprendido con aquel accidente que fue horrible.

Todos los días acudía al hospital para visitarlo pero la verdad que solía incomodarle, su familia siempre se encontraba en el momento y parecía que aquellos no la querían. Pues sus expresiones lo decían todos, aunque, bueno... ya estaba confirmado que así era, la señora Jung fue directa al decirle que debería buscarse otro chico cercano a su edad y no Hoseok que le llevaba ocho años. A nada de cumplir los treinta y su familia deseaba que se casara con una verdadera mujer. No una chica de veinte años como lo es Soyeon.

Si, la verdad, es que era cierto todo lo que le advirtieron, tal vez si lo creía pero prefería ignorarlo. Además, parece ser que Hoseok nunca querrá desprenderse de su lado. Jung es un jefe, recuerda la primera vez que lo vio, en aquella discoteca escondida que solo pocos saben, el objetivo de Yoongi era que Hoseok conociera a su hermana, sabía perfectamente que le gustaría.

— ¿Quieres hacerme ver como un tonto? — La voz de Hoseok fue dura y ronca, se encontraba de espaldas mirando el gran jardín que poseía su bello y gigante hogar. Soyeon pensó en el porque no se encontraba en cama como el doctor le había exigido pero recordó que Jung hacía lo que se le venía en gana y no soportaría estar en cama por mucho tiempo.

— ¿De que estás hablando? — Preguntó ella acercándose y dejando caer su mochila. Pasó las palmas de sus manos por el short que llevaba puesto secando el sudor que le causaba por los nervios.

— ¿De que estoy hablando? — Soltó una risita cínica y se dio la vuelta para por fin encararla, a Soyeon le costaba acostumbrarse ver el rostro maltratado de Jung — Te besaste con otro hombre, recibí una fotografía hace unas horas. Aprovechas mi estado para ir de allá a acá con cualquiera que se te cruce pero ¿sabes que? No voy a permitirlo. Te doy todo lo que quieres, estás en el instituto más costoso y tú closet está lleno de ropa de marca, ¿acaso no crees que debes obedecerme por eso?

— Suelo obedecerte en todo.

— Por que te conviene Soyeon, si no fuera así, sabes perfectamente que perderías todo los lujos y comodidades que te doy. Estás consciente que prefieres morir antes de volver a esa casa que tanto odias. Vamos, dime, ¿estoy equivocado?

— Ya, no debes reprocharme todo. Si tanta molestia es para ti, no te preocupes, puedo sobrevivir a ello. Ya lo hice por muchos años — Respondió molesta mirándolo fijamente con los brazos cruzados, Hoseok sonrió con cinismo y negó con un ademán de cabeza.

— Mira, el punto no es ese, si no que me pone furioso que estes con otros hombres Soyeon — Con mucho cuidado se sentó en la cama, abrió el cajón que se encontraba a un lado de la cama y de el, sacó un frasco de pastillas — Dame su nombre.

— No.

— ¿No? No te pregunté, Soyeon.

— No te lo daré, Hoseok — Declaró de manera segura sus palabras, Jung ingirió sus pastillas y asintió sin más que decir. Por supuesto que no se quedaría así pero no discutiría más.

— Bien, damos por terminado este tema — Por supuesto que no, investigaría rápidamente para enterarse de quién podría ser — ¿Tomaste la pastilla del siguiente?

— Si — Respondió recordando el momento que si lo hizo y como a Jung le dio igual su estado. Se deshizo de su ropa delante de Hoseok y colocó un conjunto más cómodo para estar en casa pero a la vez algo... "elegante", todo esto porque debía verse más grande y madura para su novio.

— Bien, no deseo que suceda lo de aquella vez. Ahora mismo tendríamos un bebé de un año pero por tus irresponsabilidades... — Hoseok negó y ella lo interrumpió con furia invadiendo su anatomía.

— ¿Mi culpa? No cambies la versión de la historia Hoseok, ¡sabes perfectamente lo que sucedió y todo fue por tu culpa! — Recalcó el "tu", el hombre se levantó y caminó hacía ella sin importarle el dolor de su cuerpo, así ha estado toda la semana, dándole igual como el cuerpo reaccionará ante su mal cuidado.

— Te recuerdo que no tienes ningún derecho para que me grites y me trates así. Te doy todo lo que quieres sin reprochártelo, agradece, obedéceme y tenme respeto — Sostuvo su mandíbula entre sus grandes manos y ejerciendo un poco de fuerza, Soyeon sonrió y estampó sus labios con los de Hoseok, solo para que este no prosiguiera con su discusión.

Lo peor estaba por venirse, Soyeon lo sabía.

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