Cinco




Lamentablemente, Kim Taehyung seguía con los ánimos en los suelos en cuanto Soyeon le había confesado que tiene novio. Su corazón se había hecho en dos, pensaba qué tal vez podría tratarla bonito para que ella se sintiera amada por él y así, se fije en Tae. Mientras tanto, la chica había disfrutado la barra de chocolate, las flores le habían encantado pero debía esconderlas o Hoseok se molestaría demasiado con ella. Y por supuesto que no deseaba eso.

— Señorita Min, ¿leyó las reglas del salón de clases? —Preguntó la profesora de la asignatura "Historia". La chica mencionada negó con lentitud y siguió masticando tranquilamente el chocolate que disfrutaba tanto. Le daba las gracias a Taehyung por obsequiárselo.

— ¿Cuál es el problema con ello? No sirve de nada —Soltó una pequeña risita burlona, volvió a romper la esquina de la barra de chocolate al mismo tiempo que esta generaba un sonido crujiente.

— ¿Ah no, señorita? Sirven para que las lleven acabo, por ejemplo, no se permite comer dentro del salón de clases. Sin embargo, usted lo está haciendo —La señaló con el libro que sostenía la profesora entre sus manos pálidas y pequeñas. Soyeon se encogió de hombros y mordió el último pedazo del postre.

— Lo siento, profesora. Yo le he dado esa barra pero no pensé que...

Soyeon interrumpió al castaño, al mismo tiempo que se levantaba de su asiento y caminaba cerca de la mujer— No es culpa tuya Taehyung, decidí ingerirla justo en este momento porque se me antojo demasiado.

— Salga de mi clase, ahora mismo —Le ordeno con un tono molesto, Soyeon chasqueó la lengua y segundos después se empezó a reír. Se dio la vuelta para tomar su mochila junto a las flores y después caminar hacía la salida del salón. La cerró de un portazo sin importarle que volvieran a reprenderla y demás, solo quería irse a casa y ver a su novio.

Se desplomó en la banca que estaba a unos pequeños metros del aula, esperando que pasaran los minutos para que la clase terminara y tomar la siguiente. Veía a lo lejos algunos chicos pasar de un lado a otro, soltando risas y demás. Extrañaba tanto estar junto a su hermano y amigos, quienes solían hacer destrozos por toda la institución, fuera y dentro de tal. A pesar de que había abogado demasiado para que no la sacaran, pero fue en vano, a la chica que había agredido era nada menos que sobrina del director.

Soltó un suspiró y procedió a tomar su teléfono móvil que se encontraba en la parte de enfrente de la mochila. Lo desbloqueó percatándose de una llamada perdida de su novio, decidió llamarle, era raro que le llamara tan temprano porque sabía que estaba en clases y nunca le gustaba interrumpirla en cierto horario. Entonces, algo sucedía.

— ¿Hoseok? — Preguntó extrañada, se escuchaba una respiración agitada al otro lado de la línea.

— Soyeon, alguien me está siguiendo por la carretera — Dijo alterado, el corazón de la chica empezaba a acelerarse demasiado, sintiendo sus manos sudar con el paso de los segundos.

— ¿De que hablas, Hoseok? ¿Quien te esta siguiendo? — Preguntó alterada, escuchaba el auto andar a toda velocidad y eso le causaba ansiedad. De tan solo pensar que algo malo podría sucederle, su novio solía meterse en muchos problemas. Pero ella no podía decir nada porque era de la misma forma, además, era más pequeña. Aunque ya era mayor de edad pero... vamos, a Soyeon no le importaba si Jung tenia veintisiete años.

La llamada fue colgada, la chica entró en pánico al instante y tomó su mochila para salir corriendo del instituto sin importarle que estuviera entre clases. Justo en el momento que trotó por el aula de clases, los estudiantes salieron pues la clase había sido concluida. Taehyung la veía correr con un rostro preocupado, pensando en su cabecita el porque lo estaba haciendo. Hasta que la vio detenerse en la entrada del instituto, un auto en color negro matte muy elegante bajo de este. Soyeon parecía estar discutiendo mientras golpeaba su pecho con sus puños, el hombre le sonreía y le tomó las muñecas a la chica para después besarla. Su corazón se partió en dos, inconscientemente realizó un puchero y limpio un poco sus ojitos donde sentía las lágrimas acumularse. Para Kim no era nada ridículo, es solo que sentía mucha tristeza que ella estuviera con otro chico. Pero lo. Que lo entendía era porque sentía bonito en su corazón en cuanto la había visto.

— Mira, ten — Su mejor amigo, Jimin, le extendió una barra de chocolate donde contenía un sticker de un osito muy lindo. Taehyung lo tomó entre sus grandes manos con una gran sonrisa y le agradeció a Park. Abrió la envoltura rápidamente, elevó la barra para olerla, le encantaba demasiado. Le pidió al azabache si podía colocarle el sticker en su frente para que estuviera derecho.

Por otro lado, Soyeon discutía con su novio por la fuerte broma que le había hecho. No era la primera vez que eso sucedía pero esta vez, se había pasado del límite. Se asustó tanto que pensaba tantos hechos horribles que «probablemente» le hubieran sucedido.

— Ya, discúlpame. Te prometo que no lo volveré a hacer ¿si? — Le sonrió, Soyeon quedó cautivada ante su sonrisa ¿y quien no? Si Hoseok tenía la más hermosa.

— Odio que juegues con eso, Hoseok — Colocó los ojos en blanco, su novio soltó una carcajada y la estrechó entre sus brazos. Se percató que algunos estudiantes los veían, algunos sorprendidos, otras chicas diciendo lo guapo que es Jung, otros por mero chisme y luego estaba Taehyung, quien estaba un poco desanimado. ¿Eso era sentir que alguien te rechazaba?

— Cariño, te veré en casa ¿si? Tengo que irme, recuerda no acercarte tanto a los hombres. O esto se pondrá peor — Hoseok guiñó su ojo izquierdo y besó por última vez a su novia, tomándola de la cintura con intenciones de que los demás masculinos no se le aceraran por nada del mundo.

Soyeon asintió y soltó un suspiro después de que Hoseok la soltó. Lo vio adentrarse a su auto e irse del instituto, amaba mucho a su novio pero no estaba segura si él la amaba. Lo pensaba tanto día con día.

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