Brasil. Debería haberlo visto venir. Uno de los lugares más hermosos de todos ellos, y yo iba a pasar tiempo aquí con Harry. No necesariamente él,porque muy probablemente va a trabajar y sacarme cuando es absolutamente esencial. No sé si sentirme aliviada o paranoica. Sin embargo,decido ignorar cualquier posible aprehensión. 

Se sentía como horas inquietas en ese avión con Harry tranquilamente durmiendo frente a mí. Si lo miras fijamente mientras él fruncía el ceño,parecía un especie de mono. Sus labios rosados parecían pucheros y su ceño se estaba convirtiendo más entrañable que engañosamente cruel. Volví la cabeza, dándome cuenta de las hebras de su cabello castaño que enroscó alrededor de su oreja. 

"Puedo sentirte mirándome, Catalina." Él murmuró secamente con los ojos todavía cerrados. 

Aturdida, Balbuceé, "Yyo pensé que estabas durmiendo." 

"Bueno, no lo estaba." Harry comentó. 

"Deja de ser un imbécil. Nosotros vamos a estar en una casa en Brasil por Dios sabe cuánto tiempo." Dije con firmeza. 

Harry abrió un ojo, y murmuró: "Sí, lo sé. Es mejor que tenga cuidado, que podría terminar en realidad disparándote." Él replicó sarcásticamente.

"Lo mismo digo," Dije bajo mi aliento.  

Abrió sus dos ojos ahora, estrechándolos en mí. "¿Qué fue eso?" 

"Nada", murmuré. 

"No", se incorporó de su asiento. "Habla con claridad. ¿Qué has dicho?"Harry enfadado escupió, mirándome con una mirada expectante. 

Tragué saliva ruidosamente y dije: "Yo no he dicho nada." 

"Hm", tarareó: "Sí, eso es lo que yo pensaba, también." 

+ 

Florianópolis es una zona preciosa. Estoy inmediatamente sorprendida y abrumada por todas las diferencias. Era extraño, pero hermoso y yo podría haber tragado treinta moscas en el camino a nuestro destino. Harry se sentó en la parte trasera de la camioneta de un hombre conmigo, en silencio mirando por la ventana. El hombre al volante trabajaba para mi padre también. No me sorprendería, teniendo en cuenta que tenía la gente en todas partes del mundo. 

Finalmente nos detuvimos en una hermosa casa de color naranja-rosa claro. Era pequeña, pero de una manera bonita y acogedora. Era una casa nueva. Me di cuenta por el porche recién lustrados y el nuevo olor a pintura todavía tiñendo el aire. Muy pronto, se me ordenó salir del coche por un impaciente Harry. 

Las llaves sonando en sus manos cuando llegó para abrir la puerta principal. Se hizo a un lado para conseguir nuestro equipaje mientras caminaba junto a él y en la casa ya amueblada. Olía a madera nueva y pisos pulidos. En el interior, era más frío que el aire caliente de Florianópolis. Envolví mis brazos alrededor de mí al igual que Harry tiró todo el equipaje en el suelo, descuidado, como de costumbre. 

Rodé los ojos y decidí por llevar mi propio equipaje.  

"Bueno, tienes la pista." Harry pasó por delante de mí, como lo dijo. 

Lo miré mientras caminaba por las escaleras, quemando agujeros en la parte trasera de la cabeza de rizos. Ese imbécil tenía más remontadas de lo que podía imaginar. Hizo el libro por el cual todos los pendejos parecen ir.Suspirando pesadamente, procedí a cargar con mi mierda por las escaleras desde que Harry esta demasiado ocupado siendo demasiado superior para hacer cualquier cosa por cualquiera.  

"Tu habitación está a la derecha. La mía frente a la tuya a la izquierda.¿Crees que puedes manejar eso?"Mis ojos se volvieron grandes cuando hice contacto visual con él. Me miró sin emoción, pareciendo como si yo debería estar inmutandome por la forma sarcástica e irritable que estaba siendo hoy. Quería maldecirlo. Llámarlo de múltiples maneras, que sólo resultarían en algunas otras palabras hirientes de su parte. 

Me tomó mucha fuerza para lanzar mi equipaje a la habitación. Me sentía cansada y el tiempo estaba fuera debido a las diferentes zonas horarias. Pavor fue lo primero que me golpeó como miré alrededor de la habitación. Era sencillo y tenía todo lo que necesita de todos modos. Un tocador, un espejo y una cama. Era amplia debido a la falta de mobiliario extra. 

Sentí miedo porque sabía que voy a ser miserable estos próximos días,semanas o incluso meses. Desde que comenzó esta persecución, yo nunca he sido capaz de decir que estoy realmente bien. Demonios, yo ni siquiera me entiendo a mi misma. Tengo miedo, pero rara vez veo la necesidad de expresarlo en voz alta.Estoy segura de que Harry sabe que tengo miedo, pero sólo tienta ira en mí con todos sus comentarios groseros. 

Supongo que es mejor que tener miedo. 

Así como yo perezosamente me encorve, Harry entró en la habitación."Tengo algunas noticias. Fantásticas noticias," Harry murmuró. 

Con casi una mueca que aparece en mi cara, lo miro fijamente para que se de cuenta que ha conseguido mi atención.  

"Tu padre", comenzó, cruzando los brazos sobre el pecho. "Considera que es necesario para ti pueda aprender algunas técnicas de defensa personal." 

Un ceño se pegó a mis labios, tirando de las comisuras hacia abajo para crear un aspecto prominente de disgusto en la cara. 

"¿Qué?" Le pregunté,todavía no estoy segura si le oí bien. 

"Tengo que enseñarte esas habilidades, al parecer," explicó. "Durante las próximas semanas te voy a enseñar el combate cuerpo a cuerpo, y él dice que puedes disparar un arma de fuego, pero probablemente voy a probar esa teoría." La firma, ronco tono de su eco en mi cabeza después de que él dijo esas palabras. 

Harry va a ser ese maestro de educación física que asegura a todos que estás bien, incluso cuando has vomitado y desmayado. Ya lo puedo sentir.Repugnancia inmediata se entrelazó en mi cuerpo. El verde de sus ojos me llamó la atención, sus propias características enojados como de costumbre. En realidad, él realmente debería ser más cabreado de lo habitual en esta noticia, pero parece que no le importa.

 "Y tú estás de acuerdo con déjame usar un arma?" 

"Bueno, por supuesto. Si me disparas, yo probablemente no dude en disparar de vuelta, pero tu sabes. Podemos comprometernos", advirtió. "Por lo tanto, voy a necesitar que cooperes. Ya tu sabes quién está a cargo." 

Me puse de pie, cruzando los brazos sobre el pecho. "Mira," escupí,sintiéndome más furiosa e irritada que tengo hasta ahora alrededor de Harry. Levantó las cejas hacia mí, evidentemente sorprendido. "Yo no soy tu hija,¿de acuerdo? Te agradecería que no me hablaras como si yo no puedo  comprender ninguna de tus sílabas, Harry. Estoy totalmente dispuesta a hacer cualquier cosa para hacerte enojar porque tú me has hecho pasar suficiente de tu mierda - " 

Harry apenas tomo un par de zancadas para llegar a mí. Su cuerpo me cubrió en cuestión de segundo y medio. Aire se detuvo junto a mi corazón, mis mejillas calientes cuando me di cuenta que estaba presionadome contra la pared, su cuerpo presionando contra la superficie. Con los labios entreabiertos y los ojos muy abiertos, me miró fijamente a los ojos preciosos que podrían matar si los mirabas el tiempo suficiente.Un estremecimiento se forzó de mi cuerpo en la reciente distancia de nuestras caras. Llevó ambas manos para descansar a cada lado de mi cabeza.La forma en que respiraba pesadamente contra mi cara hizo que mi piel caliente y mi corazón se aceleraran con el entusiasmo y el miedo simultánea. 

"Escucha", comenzó, apretando la mandíbula. "Estoy cansado de gritarte, de verdad. Tengo un mejor uso de mi boca." Di un grito ahogado cuando él lo dijo, y yo juré que vi la esquina derecha de la curva de los labios. 

"No me hagas levantar mi voz a ti de nuevo. Quieres ser tratado como un adulto? Empieza a actuar como tal, Catalina. Vamos a hacer esto lo mas fácil de llevar como sea posible, porque te juro que puedo perder los estribos en cualquier minuto, y no voy a dudar en mostrártelos". 

Yo tenía el descaro de preguntar: "¿Es eso supone que es una amenaza?" 

"Piense en ello como una propuesta", dijo en voz baja. "Tu has sido la única persona que he conocido que casi me hace perder mi mente. Yo tendría cuidado. No es un espectáculo apropiado para una niña como tú." 

Yo echaba humo, fosas nasales dilatadas. "Eres tan sólo tres años mayor que yo." 

"Tres veces más sabios de lo que tu alguna vez seras" Harry dijo entre dientes."Ahora, tu te iras a poner ropa cómoda. Y luego lleva tu pequeño culo a la planta baja y espera por mí."Con la mandíbula apretada, me miró a los ojos con nada más que cantidades increíbles de la ira. Yo quería llevar mi rodilla hasta su entrepierna y hacerle daño. Hasta el punto de verlo rodarse en el suelo con dolor. Me gustaría verlo sufrir durante unos segundos por lo menos. Así es de molesta que este hombre me tiene. 

"¿Estamos claros, niña?"

De mala gana, murmuré, "Claro como el día."