012

Tan pronto como me bajé del coche, Harry cerró la puerta con un fuerte golpe. El hombre que nos condujo hasta aquí fue ajeno a nuestra conversación todo el tiempo, lo cual estoy agradecida, teniendo en cuenta que si alguien viese nuestra interacción podrían interferir cosas que eran altamente hechas para mantenerse ocultas del público.

Sentí el viento frío contra mi piel, la noche era más fría que el mediodía. Habías tantos vestidos, diferentes colores en pieles diferentes. Me sentí extraña siendo de las pocas que iban de blanco. La mayoría vestían de negro, otras en tonos hermosamente rojos. Rosa, o incluso amarillo. O un melocotón anaranjado que complementaban con sus pieles bronceadas. En Sicilia eran impresionantes y únicos a su manera. Su estilo, cultura, en general,fascinante.

Harry caminaba detrás de mí, guiando mi cuerpo con su mano en mi cintura.Para mí padre, que rara vez miró en nuestra dirección, este gesto parecía protector. En mi mente, sin embargo, era su manera derecordarme lo que pasó en el coche. Era obvio, porque podía sentir sus dedos hurgando en el vestido.

Erael hombre más impresionante aquí. Vestido con traje negro sencillo,sin embargo, se las arregló para avergonzar a cualquier hombre con el traje más caro. Lo sabía. Todas las mujeres tenían sus ojos puestos en Harry desde que entramos en la gran mansión.

Era gigantesca. El primer piso tenía un techo que no tocaría ni aunque me subiera en una escalera. La zona estaba llena de riquezas y piezas de obras de arte. Platería cara y el murmullo de la gente hablandoaumentó mientras más gente llegaba.

"Este lugar es precioso," comenté en un murmullo bajo. Harry no respondió, estando tan tenso e irritado en mitad de la maravilla en la que estábamos. La gente se divertía. Los ricos y ejecutivos sonreían. Me di cuenta de que sus manos seguían en mi cintura."Puedes soltarme, sabes."

Miró a su alrededor, antes de mirarme por un segundo. "Soy muy consciente de eso."

"Entonces suéltame." Simplemente sugerí.

Harry inhaló y sacudió la cabeza. "Te estoy protegiendo."

"¿De qué? ¿Conversación?"

Esta vez me miró. "No seas una listilla." Mantenía la vozbaja; un tono de advertencia que solía utilizar conmigo.

Que hombre tan confuso, me dije. Sonreí y me apoyé en él, a sabiendas de que cuantas más cosas como estas hiciera, más rápido se le agotaba la paciencia. ¿Qué provocaba con esto? Seguramente me regañaría y se alteraría. Lo que me estaba encontrando era con lo que estaba disfrutando. Harry podía asustarme todo lo que quisiera con sus amenazas, pero cuanto más tiempo estaba cerca de él, más me daba cuenta de que me gustaba la menos distancia posible.

Le estaba dando la espalda cuando una queja salió de su boca.

"Catalina,"advirtió.

"Me estás protegiendo," le respondí.

Le oí murmurar: "Increíble" entre dientes. "La curiosidad mató al gato, muñeca."

"Bueno,no soy un gato Harry," me reí suavemente, con la vista clavada en la fiesta.

"Pero estoy seguro de que tienes uno," contestó secamente.

Fruncí el ceño, sin entender al principio. Volví la cabeza en un ángulosuficiente para mirarlo. No me estaba mirando. En cambio, observaba a los huéspedes con ojos itinerantes.

"No tengo ningún gato."

"No me refiero a ese gato."

Entonces al darme cuenta los ojos se me abrieron como platos, junto con una ola de calor abrumador concentrado en mi cara. Intenté que no se me notara la sorpresa y la vergüenza, pero fue inútil porque al segundo vi como la comisura de su boca subía con placer de saber queme había puesto evidentemente incómoda.

Sentí como sus manos abandonaban mi cintura. Cruzó los brazos sobre su pecho, mirando hacia delante con la mandíbula apretada. La expresión era tan carente de emoción que me dio el presentimiento de que no estaba pensando en nada. Nada incomodaba a este hombre tan guapo que tenía delante.

Tal vez eso era lo que me causaba curiosidad. Era tan aficionada a saberlo todo. Buscarlo todo, descubrir cosas. Era todo eso. Era mi debilidad. Quería saberlo todo sin importar el precio. Era una maldición. Nunca fue una bendición sentir que tenía la obligación de resolverlo todo. Tenía ese sentimiento dentro de mí. Una necesidad, una urgencia y un dolor en los huesos.

Él era guapísimo. Lo miré aquí, de pie, mientras trataba de fingir que no le estaba mirando, cuando él realmente sabía que le estaba mirando. Lo que él escondía detrás de esos ojos verdes pálidos eran recuerdos. Lo sabía. Podía sentirlo. Estaba obsesionada con su misterioso personaje.

Harry giró la cabeza, entrecerrando los ojos en mi dirección. "¿Puedes dejar de hacer eso?" Demandó.

"¿Dejar de hacer qué?"

Resopló con un suspiro, claramente enfadado. "Mirarme. Lo odio. Me miras como si quisieras algo de mí."

"Quiero conocerte."

"Bueno,date por vencida." Escupió, poniendo los ojos en blanco. "Esto es exclusivamente profesional, sea lo que sea que esté pasando aquí,sólo soy un compañero de trabajo. Así que coopera y deja de tratar de tentarme."

Entreabrí los labios con asombro. "Eres un tipo muy confuso, sabes."

Una vez más se rió y se burló con amargura. "No, en realidad es bastante simple. Haz lo que quiero y todo será excepcional."

"Está bien. Así que nuestra relación es estrictamente profesional, ¿con las excepciones de que no se me permite hablar con otro hombre?"Repliqué, siendo la toca pelotas poco inteligente que era. Mis brazos cruzados sobre el pecho, las cejas levantadas en señal de protesta.

Harry se frotó las manos en la cara, tratando aliviar algo la frustración y la molestia que claramente le estaba causando. "Te gusta provocarme sólo para tus truquitos curiosos. Eres una chica muy predecible." Dijo humildemente, su mirada penetrando en la mía.

Di un paso acercándome más a él, frunciendo el ceño. "Oh, ¿enserio?"

"Sí,"susurró. "Te sientes atraída sexualmente hacia mí. No hace falta ser un genio para saber que te mueres por mí."

Mi cara ardía, mi respiración se aceleró haciendo que el pecho me subiera y bajara cada vez más rápido con sus palabras. Mi labio inferior temblaba mientras trataba de recuperar la compostura. Y tuve el descaro de decir, "Como tú por mí."

Echó un vistazo detrás de mí antes de devolverme la mirada. "Por desgracia, sí. Pero ya lo dije y no me gusta repetirme, así que escucha bien. No soy débil. Me he hecho una columna bien firme en los últimos años. Tiéntame todo lo que quieras, pero eso sólo te hará una niña infantil. Una que quiere que me acueste con ella."

Me eché a reír. Mi reacción fue sorprendente, supongo, teniendo en cuenta la forma en la que su mandíbula se relajó. "Oh, ¿así que no eres el lobo hambriento en este cuento de Caperucita Roja?"Bromeé, sacudiendo la cabeza. Estaba molesta. Podía sentir la ira.Luchaba por no dejar que la ira y mis impulsos salieran a la luz."Harry, acabas de admitir que me deseas."

"Note hagas ilusiones. Sólo eres una cara bonita."

Mi sonrisa irónica no vaciló. "¿Crees que me estás espantando con tus insultos? He visto películas, he leído muchos libros. Ya  no me asustas, Harry. Si yo soy predecible, entonces tú eres claro como el agua." Mentí. Dios, me frustra.

Él gruñó, completamente cabreado por mis palabras. Ni un segundo más tarde estábamos en un pasillo. Uno vacío para ser exactos. Sólo podía rezar para que mi padre no viese esto. O cualquier persona que trabaje para él. "No te asusto, ¿eh? ¿Es eso lo que estás diciendo?" Harry dijo, con la manos agarrando mis dos muñecas apretándolas con rabia. A continuación, las cerró por encima de mi cabeza contra la pared detrás de mí. Nuestros cuerpos no se rozaban, pero las caras sí. Estábamos respirando el uno sobre el otro.

"No."Murmuré mirándolo a los ojos. "Eres un imbécil sin emociones,que ha tenido un pasado terrible que contribuye a su pequeña actuación misteriosa." Escupí, empezando a asustarme, debido alas consecuencias que podía acarrear. "Y por eso, quiero saber por qué estás tan metido en el papel. Sé que tienes emociones.Nadie en este planeta puede no sentir nada."

Harry me miró fijamente con los ojos llenos de furia. Prácticamente podía oírle respirar y sentirla contra mi boca. "Oh, ahora sí que estoy sintiendo algo." Chasqueó.

"Deja de hacer eso. Deja de actuar como si lo único que pudieras hacer es ladrarme como un maldito perro."

"¡Escucha,señorita sabelotodo!," me gritó, su nariz casi rozando la mía.Se me atascó la respiración en la garganta, se me taponaron los oídos por lo fuerte que estaba hablando. "No tengo ningún pasado. Siempre he sido así. ¡Estás probando mi paciencia! Y no me gusta. Así que deja esta mierda, Catalina. Estás perdiendo el tiempo. No soy una especie de chico psicológicamente traumatizado.No soy el tipo que lees en tus novelas románticas. Mato a gente para ganarme la vida. No hay nada bueno en mí. Nada reconfortante."

"Por eso." Le susurré sin dudarlo. "Porque no eres nada como cualquier otro tipo. No te estoy pidiendo que traiciones a mi padre y tengas una relación romántica conmigo, Harry, sería lo último que te pediría. Sólo quiero saber... quiero saber lo que se esconde en Harry Styles."

Me miró fijamente durante un rato. Esta vez la ira parecía aminorar."Va a matarte," dijo finalmente. "Tu deseo de conocerme. Deberías querer cualquier cosa menos a mí. Sólo soy Harry. No hay subtítulos. No hay descripción."

Lo miré a los ojos y seguía sin creérmelo. Aunque viniendo de él,parecía cierto. Honesto. Como si nunca hubiera estado cansado de explicar algo nuevo. No sabía nada de él, quería conocerlo.

"Yo—",empecé.

"No,"me interrumpió. "Tú nada. A partir de ahora, vamos a parar esta mierda antes de que incluso suceda. Lo siento. Nunca debí haber admitido ninguna de esas cosas que dije en el avión. Incluso..."dijo en voz baja, mirando mis labios. "Incluso si estás tan tentada a tenerlo."

Aspiré con fuerza. "¿Qué quieres?" Le pregunté, totalmente perpleja.

"Quiero que dejes de hacerme preguntas sobre mí. No soy importante para ti,hazme caso. Sólo llámame cuando necesites mi ayuda. Yo... no me importa con quien hables, ¿de acuerdo? Es ridículo pedirte que no hables con otros hombres cuando claramente eso está más allá delas instrucciones de trabajo. Ya está hecho. No me pidas que te bese. No trates de tentarme."

Mi decepción fue sorprendente para mí. Por supuesto, quería saber quién era realmente. Quería verlo de forma diferente, hacerle creer que era mejor de lo que parecía. Por razones que seguían  . Pero, no esperaba estar tan decepcionada al respecto.

"Así que... ¿de vuelta al silencio?"

"Nunca debió ser de otra forma."

                                            -:-:-

El resto de la noche la pasé cenando con mi padre y sus nuevos amigos.Me senté, sintiéndome como de la realeza mientras Harry observaba el perímetro con el resto de los hombres que trabajaban para mí padre. De vez en cuando lo veía hablar por el micrófono cerca de su oído, mirando en cada pulgada de la casa hasta estar seguro de que todo era estable.

Tenía el ceño fruncido mientras hacía su trabajo. Era tan atractivo. El verle hacer su trabajo me hizo revolverme en la silla. De alguna manera, me enloquecía verlo.

"Así que, Catalina," mi padre dijo a mi lado.

Aparté la mirada de Harry, temerosa de mirar a mi padre. Porque él podría haberme pillado mirando a Harry.

"¿Sí,papá?"

"¿Cómo fue todo? ¿No tienes ningún problema adaptándote, verdad? Has pasado por mucho."

Negué con la cabeza, encogiéndome de hombros. "Sorprendentemente, estoy bien."

"¿Cómo te está tratando Harry? Es responsable, ¿verdad?"

El hecho de que Harry fuese responsable me molestaba, es eso lo que le hace tan difícil de entender. Eso es lo que bloquea que la tentación entre nosotros llegue a alguna parte. Debería renunciar como él mismo dijo. Al final, nada bueno saldrá de ésto.

"Sí,de hecho lo es."



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top