006
"¡¿Qué?!" Grité, mis ojos no podían abrirse más de lo que ya estaban. Estaba segura de que si fuera posible se habrían salido de mi cara. En aquella ocasión, estaba congelada a mi asiento, mis manos extendidas con cada una de mis rodillas. Mi cabeza se giró mientras miraba a Harry con una expresión inútil de preocupación y miedo. "No quiero sonar como una cobarde, ¡pero hay una maldita la bomba de relojería en el coche!"
Harry – como era de esperar – ignoró cada palabra que dije. Él entendía que era una novata y estaba preocupada. Menos mal, que él tenía experiencia. Sabía lo que estaba haciendo, y me dije a mi misma en ese momento que era mejor no cuestionarlo.
El coche cambió de carril justo cuando Harry se acomodó en su asiento. Agarró el volante fuertemente y lo giró, moviendo la palanca de cambios hacia delante. Inmediatamente, el coche fue más rápido que antes. La presión de todo esto, se hizo un sitio en mi pecho, haciendo que apretara los ojos. Si hubiera mirado por la ventana, me habrían entrado náuseas y posiblemente habría vomitado todos los aperitivos de hace apenas tres horas.
Cuando abrí los ojos, no estábamos en la carretera. El suelo del desierto estaba seco y polvoriento alrededor de las ruedas. Volaban enormes cantidades de polvo detrás de nosotros ya que dejamos un rastro de, marcas de ruedas recién quemadas calientes. Sentí mis labios abrirse por la confusión, el ceño fruncido hasta que vi lo que teníamos delante.
Un árbol no era muy difícil de ver desde la distancia en la que estábamos.
Le miré con horror. "¿Vas a chocar el coche?" Solté con miedo.
"No. Voy a hacer que parezca que nos hemos chocado. Una vez que se acerquen a la granada, en una estimación de dos minutos y haya hecho la cuenta atrás, explotará e impulsará al tanque de gas en el interior del coche, haciendo que explote también." Harry explicó rápidamente, girando rápidamente alrededor para mirar detrás de nosotros, que originalmente era mi trabajo, pero no puedo hacerlo correctamente.
Cogí su plan rápidamente. En ningún segundo le cuestioné a él o a sus teorías. Era un plan inteligente, y me sorprende que pensó en él en el coche. El poco tiempo permitido era casi irrealmente útil para generar un plan tan bueno como el de Harry. Afortunadamente, él era impresionantemente inteligente. Veo lo que mi padre ve en él. Una especie de determinación y habilidad excepcional.
Harry condujo, frenando el coche y poniéndolo en la unidad automática una vez más. "Está bien. Ven aquí y siéntate en mi regazo."
Mi boca se secó, esta vez con el impulso sostenible para interrogarlo. "¿Qué?" Dije en estado de shock, mis ojos aun orgullosamente abiertos.
"Siéntate en mi regazo, Catalina. Hazlo. ¡No me preguntes!" Gritó rápidamente, y por su vena ahora indudablemente evidente, me subí con cuidado sobre el volante central y me bajé a su regazo. Mis muslos estaban tocando cada lado de su cintura mientras mantuvo una mano en el volante y la otra ya en la puerta.
Las alteraciones podrían haber jodido su plan, que obviamente era saltar. No era ajena a las películas o novelas. Mi vida se sentía como una en el momento. Es mucho más aterrador en la vida real, sin embargo. Mi corazón no dejaba de latir fuera de control, e incluso cuando miré a Harry y sus pálidos ojos verdes, esa sensación de seguridad que me dio no era suficiente para detener la rapidez de la respiración y la tortura en mi mente simulada por el pensamiento de ser atrapados o peor aún, morirnos.
"Brazos alrededor de mi cuello, con fuerza. Abrázame tan fuerte como puedas. Asegúrate de que tu cabeza está en el hueco de mi cuello, así que, si me acabo cayendo encima tuya, tu mandíbula se sostendrá y no se fracturará bajo mi peso", me susurró.
Le miré fijamente a los ojos, no encontrando la fuerza para responder verbalmente, pero asentí, tenía la garganta más seca que este sucio desierto.
Me miró con atención. "Todo va a estar bien. Estoy aquí para protegerte, ¿no?"
Mis brazos estuvieron alrededor de su cuello en un instante, mi cabeza junto a la suya, básicamente lo que me pedía. Apreté los ojos cerrados con fuerza, sintiendo una ráfaga de viento golpeándonos por la puerta abierta del coche. Se abrió sin mucha presión, teniendo en cuenta la velocidad a la que íbamos. Apreté mis brazos alrededor de él, esperando lo mejor.
Un grito escapó de mis labios mientras estuvimos en el aire durante un cuarto de segundo, y luego al siguiente segundo Harry estaba debajo de mí, la espalda en la suciedad sólida y seca. Nuestro peso combinado hace que sea fácil para que la gravedad nos empujara más abajo, sin embargo, la fuerza sólo nos sostuvo en una superficie plana. Nosotros no caímos en una superficie plana.
Rodamos por una colina, mis gritos cesando y sustituyéndose por una mueca de dolor. Sentí las pequeñas rocas refregarse contra mi piel, o las malas hierbas cortantes en el suelo raspando mi carne. Cuando estuve en la parte superior, Harry gruñó de dolor, estaba segura de que se dio en la espalda. Cuando él estuvo en la cima, él apretó los dientes y clavó los pies en la tierra todo lo que pudo para reducir nuestra velocidad. A pesar de que caímos en una pequeña zona elevada en el suelo, Harry mantuvo sus brazos alrededor de mi por si acaso.
Cuando paramos, me faltaba el aire e inmediatamente me levanté de Harry. Me sentí mareada, con náuseas incluso. Aturdida me di la vuelta y miré a Harry que estaba tumbado sobre su espalda, cerrando los ojos y moviendo los hombros alrededor.
"Mierda, eso fue épico," me reí de asombro. La suciedad estaba pegada a mis manos, mis brazos, y, posiblemente, mi pelo. Me sentí muy incómoda con la suciedad en mis zapatos y en el interior de mi camisa, pero decidí no hacer ningún comentario.
Harry abrió los ojos y me miró con una expresión neutra, que es algo nuevo para él, porque al menos esta vez no está enfadado. "Épico porque tú no llevado el impacto."
"Te daré un masaje en la espalda después," sonreí, dándole mi mano como apoyo para que se pudiera levantar.
Echó un vistazo a mi mano antes de llegar hasta agarrarla, sólo para aplicar fuerza y tirar de ella. Estaba tendida sobre el cuerpo de Harry, aterrizando por coincidencia en él. Grité en el instante, sintiendo mi pelo rubio fluir en mi cara cuando me encontré cara a cara con Harry.
Muy serio, él se rio y se burló, "Quítate de encima."
Le fruncí el ceño. "¡Me has tirado!"
"Tú te caíste," se defendió sin rodeos.
Jadeante, arrugué la nariz y fruncí el ceño aún más. "¡Eres ridículo!"
"Bueno, ¿por qué eres tan débil? Mi abuela puede lanzar un golpe mucho más duro que tú, apuesto." Harry escupió, su acento británico dándole un giro en sus pequeños comentarios. Gruñí con molestia, levantándome de él con mis palmas contra la suciedad.
*Poner la canción que está en multimedia*
Los dos nos levantamos, y después de que Harry había extendido sus músculos cansados, los dos estábamos caminando por un camino donde no parecía haber más vegetación. El sol poniente hizo el viento mucho más frío que antes. Harry dijo que a pesar de que no íbamos a ser capaces de saber realmente si esos hombres volaron en nuestro coche, no nos pudimos quedar y verlo. Teníamos que movernos rápidos por el camino.
Caminar se convirtió en una tarea horrible cuando empecé a sentirme cansada. Físicamente, se me hizo imposible seguir caminando. Miré a Harry, que estaba perdido en sus pensamientos, mirando a su alrededor concentrado. Lo observé durante un rato antes de en silencio preguntarle: "¿Qué estás pensando?
Harry paró. "Yo... estaba pensando en poner cinta adhesiva sobre tu boca." Crucé los brazos sobre mi pecho, frunciendo el ceño un poco mirando al suelo y a mis pies.
"No estaba hablando mucho," Murmuré ridículamente suave. Sonaba herida y como una inocente niña de cinco años de edad.
"Estaba bromeando, genio. Pensaba que eras inteligente, señorita Gates." Harry replicó. "Deja de ser tan sensible."
Suspiré para mí misma, sin dejar de mirar a mis pies mientras caminábamos, la luz que nos rodeaba estaba disminuyendo lentamente a medida que el sol se ponía y la luna comenzó a hacer su aparición. "Bueno, siempre estás diciendo lo molesta que soy. Y no es que lo haga a propósito. Simplemente no puedo evitarlo. De verdad, no sé por qué me odias tan--"
"No lo hago," musitó.
Mis ojos se perdieron hasta él. "Actúas como si lo hicieras."
"No estoy destinado a ser alguien que te guste, Catalina. El punto de por qué tu padre me escogió era porque sabe que difícilmente te vas a unir a mí," Harry me explicó lentamente.
Bufé. "No soy una niña", le susurré. "Soy capaz de controlarme emocionalmente, Harry."
"Bueno, eso es perfecto, entonces. Contrólate emocionalmente cuando no estés a mi alrededor." Sonaba tan terriblemente malo, tan carente de emociones y descuidado en sus palabras.
Sí, estoy profundamente odiándolo a muerte ahora, pero no puedo evitar sentirme ofendida y herida por él. Estoy tratando de que no me importe, pero lamentablemente siempre me importa lo que otros piensan de mí. Soy curiosa en cuanto a por qué actúa como lo hace. ¿Es porque él es verdaderamente de corazón frío, o porque está tratando de alejarme en un nivel emocional? No sería una cosa horrible si fuéramos amigos.
"¿De verdad eres así de malo? Sólo respóndeme eso. Y nunca te preguntaré nada más acerca de ti mismo." Dije con firmeza. Vi algo más en él cuando me tiró al suelo. Un hombre sin emociones no bromea, así como así, a pesar de que no se había reído ni nada. Había hecho algo en tono de broma.
Se pasó una mano por sus rizos. "Sí." Es todo lo que dijo.
Todo el tiempo se las arregló para apartar la vista de mí, no encontrándome lo suficientemente interesante como para mirarme a la cara mientras hablaba. Estoy asumiendo que Harry es el tipo que prefiere la soledad al compañerismo. Detesta la conversación y conocer a alguien, o que alguien quiera llegar a conocerlo. De hecho, me siento un poco mal por él. Lástima. Estoy segura de que odiaría el sonido de eso, por lo que no se lo voy a decir nunca.
Asentí con la cabeza, inhalando profundamente. "Um, sí ... Entonces, ¿qué vamos a hacer con respecto a los kilómetros de tierra que tenemos delante de nosotros? No podemos recorrerlos todos."
"No tengo cobertura aquí. Estoy seguro de que tu padre ha enviado a alguien a venir a por nosotros en dirección a Estados Unidos. Después de que llegues a Texas, me voy a asegurar de que llegues a casa y después volaré a Italia para encontrarme con tu padre allí. Él asignará a gente para que se quede en tu casa en caso de una emergencia. Y eso es prácticamente todo. Después de eso no nos veremos apenas. "
El pensamiento era tranquilizador. Voy a ser capaz de ver a mi hermana a vivir con ella en paz - con suerte. Esos hombres que estaban detrás de mí tendrían suerte si me encontraban en cualquier punto muerto de alguna ciudad en la que mi padre nos esconde. Me buscarán en el otro lado del mundo, y no sabrán que estaba en otro estado más lejos.
Asintiendo con la cabeza una vez más, le dije: "Así que... Supongo que te tengo agradecer todo ahora, ¿eh? Por protegerme con tu vida."
"Por desgracia, no suelo proteger a la gente. Es todo lo contrario. Sin embargo, de nada." Él respondió con un gesto de la cabeza, mirando al frente, con especial atención una vez más.
Me reí. "Estoy de pie al lado de alguien que me mataría si no fuera por quién es mi padre. Y ni siquiera estoy temblando de miedo."
Harry permaneció impasible mientras hablaba. "Estoy seguro de que estás naturalmente acostumbrada a sentirte amenazada. Impresionante considerando que pareces del tipo acobardada. Tan frágil y amable como pareces."
Mi boca se abrió, una risa amarga escapando mientras cruzaba los brazos sobre el pecho con más fuerza que antes. "Se me ocurre pensar que mi cuerpo tiene la cantidad normal de fuerza en mis músculos."
"Probablemente te puedo levantar y lanzarte una milla o dos. Así que cállate", exigió. Abrí la boca, pero él señaló con el dedo índice hacia mí y entrecerró los ojos. "No voy a dudar en demostrártelo."
Como sospechaba, empecé a sentirme cansada cuanto más tiempo caminábamos. La luz de la luna era nuestra única fuente de luz y nuestro guía incluso a través de nuestro silencio. A lo largo de las cuarenta y ocho horas que he pasado con Harry, me he adaptado al silencio que recorre continuamente la atmósfera cuando estamos juntos. Me resulta fácil mantener la boca cerrada, aunque hay muchas cosas que me gustaría saber sobre Harry.
Independientemente de lo que quería saber, estaba en mi vida para diferentes propósitos. No porque el destino nos trajo juntos o porque estamos destinados a ser amigos. No somos nada, pero de alguna manera somos compañeros de trabajo de negocios o una relación similar a eso.
Mis piernas empezaron a manifestarse. Mis pies estaban palpitaban en el talón y el área debajo de mi dedo gordo del pie. Por no hablar de la sed que atacaba mis sentidos también. Harry no parecía afectado por la mayor parte de sus necesidades o de nuestro entorno, que era sorprendentemente impresionante. Si no pudiese oír su respiración, pensaría que era un robot.
"Harry, estoy cansada." Bostecé.
"¿Cuál es tu punto?" Preguntó a duras penas.
Negué con la cabeza, murmurando: "Nada." No estaba de humor para empezar otra discusión. Harry en voz baja tarareaba para sí mismo, pasando una pequeña roca entre sus manos mientras que yo trataba de ignorar el dolor en mis pies. Hemos estado caminando por bastante tiempo, a pesar de que el número exacto era incontable ahora.
Harry se detuvo de pronto tarareando, y se dio la vuelta bruscamente. Me detuve, sintiendo mis entrañas revolverse y mi corazón aturdido. Inmediatamente, no estaba respirando ni intentando alcanzar a Harry con cada centímetro que se movía. Dejó caer la roca sobre la tierra, mirando detrás de nosotros.
"Ponte detrás de mí", me susurró a toda prisa, a lo que respondí tan rápido como pude poniéndome detrás de su alta figura. Hubo un fuerte golpe que sonó como piezas de coches chirriando contra el concreto. Jadeando por el ruido, coloqué mis manos por casualidad en la dura espalda de Harry, los ojos muy abiertos a medida que el sonido aumenta en volumen.
Era como un coche pasando por la carretera, creando esas chispas que suenan de la fricción. Con mis manos todavía en la espalda de Harry, él comenzó a moverse hacia el ruido, y yo también A él no pareció importarle mis manos, así que las mantuvo allí para mi tranquilidad.
"¿Qué es?" Le pregunté en un tono urgente bajo.
Sorprendentemente, Harry no me calló para que me callara. Caminó hasta la colina en la que habíamos caído durante kilómetros. Agachándose, conmigo siguiéndole, susurró: "Prepárate para correr."
"Vale," repliqué, segura de que a pesar de que mis pies me estaban matando, todavía me obligaría a correr todo el tiempo que tuviese que hacerlo.
Dejé quemis dedos se clavaran ligeramente en la espalda debido a la preocupación y laansiedad. Lo que Harry estaba oyendo habían dejado de oírse, porque yo no loescuché más, tampoco. Traté de forzar mis oídos, pero no había ningún otromovimiento. Fuera lo que fuera, estaba más cerca ahora.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top