|| [5 MESES ANTES] ||

R A F A E L L A

- ¿Pero que chingados me estas diciendo? Esto no puede ser - escuche los gritos de mi padre - No me pidas que me tranquilice, por que no lo hare, te veo en un rato - el silencio lleno la atmosfera.

Sus pasos se dejaron oír, pronto ingreso al comedor posicionándose frente a mi hermano y a mi.

- Le han soltado - me anime a decir - ¿No?.

Mi padre me miró temeroso y asintió, pude notar como el coraje emanaba de su cuerpo, esto era una total mierda.

- Hijo de puta - exclamo Nate lanzando su tenedor sobre el plato de su desayuno.

Era una total injusticia que el sistema judicial de esta país hubiera decidido otorgarle la libertad a un imbécil como Polo, todo gracias a sus madres, y su movimiento de influencias, pero esto no se iba a quedar así.

- Váyanse al instituto, tengo que encontrar la forma de solucionar esto, estaré hasta tarde trabajando - se acerco y dejo un beso en la frente de mi hermano, por ultimo se acerdo a mi y dejo un beso sobre mi cabello, tomo su maletín de la mesa del comedor y miro a Nate.

- Cuídala - yo rodé los ojos mientras mi hermano asintió - Y por favor, llévala por la tarde al laboratorio.

- ¿Es necesario? - cuestione con molestia.

- Claro que lo es - dijo mi padre - Son seis meses Rafaella, coopera y todo será mas fácil - el hombre desapareció hacia la salida, mire a Nathaniel, que solo alzo los hombros desinteresado.

- Sabes que todo esto lo provocaste tu, así que, ni me mires - tomo de nuevo el tenedor y siguió consumiendo su desayuno.

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El pasillo principal seguía inundado de silencio, todos los presentes se encontraban observando a Polo, fue hasta que su madre lo tomo por los hombros que el anterior mencionado comenzó a caminar, acercándose a nosotros al momento que la tía Azucena interceptaba a ambos por el pasillo, la mamá de Polo sonreía triunfal, de un momento a otro sus ojos se encontraron con los mios, fue ahí que me miro con superioridad, yo solo atine a mostrarle el dedo medio de mi mano derecha a la vieja estúpida, al instante desvió su mirada y se dedico a guiar a su hijo, mientras todos los encineros los seguían con la mirada.

Lamentablemente la campana sonó y todos tuvimos que dirigirnos hacía el salón de clases, ingrese al lado de Rebeka quien se dedicaba a ponerme al día, cosa que agradecía, amabas tomamos asiento en una de las primeras mesas de la fila central.

- ¿Y por que coño no nos hemos enterado de que esta fuera? - Rebeka y yo miramos a Samuel.

Este hablaba con bastante molestia en compañía de Guzman, que al parecer era su mejor amigo ahora, yo decidí ignorar a todo ese grupo, todos estaban cortados con la misma tijera.

- Por la misma razón que no sabíamos que estaba adentro - respondió el de pecas - Una de sus madres es muy poderosa, tiene periódicos y revistas.

- Pero eso no va a hacer que el pendejo si libre de la cárcel - agrego mi hermano uniéndose a la conversación.

- ¿Y tu no tienes nada que decir? - me giré para entender con quién hablaba Lucrecia, se dirigía a Carla - ¿O te vas a quedar callada como siempre?.

- Bueno al menos ella acabo hablando - soltó Guzman - Otros sabían y callaron como putas - mi mirada y la del rubio coincidieron, no le mostraba ninguna expresión, pues sus palabras no significaban nada para mi así como yo no había significado algo para el y termino botándome como basura a la primera de cambios.

El de pecas termino alejando su vista hacia Ander, cosa que agradecí.

- ¿Ander? Joder, ¿Tu también sabías? - habla Lu impresionada - ¿O sea todo el mundo sabía menos yo?.

- Lu, ¿Por que te metes? No tienes nada que ver con esto - hablo Guzman exasperado, podía oír la risa burlona de Nate.

- Corrección, yo no tengo nada que ver contigo - sonreía al escuchar a mi amiga - Simplemente me hubiera gustado saber que el chico de al lado, era un fucking asesino, creepy - Lu camino hacia donde yo me encontraba - De verdad me ofende que no me lo contaras - iba a responderle pero Cayetana hablo.

- Mira, Polo no ha hecho nada - yo reí.

- ¿Y precisamente te tenemos que creer a ti, ¿No?, Cenicienta barata - hable por fin, Rebeka y Lu rieron.

- ¿O le recordamos a la clase quién eres? - agrego Lu.

- No, no hace falta, gracias - se defendió la rubia - Lo único que tienen contra el es la declaración de una ex celosa, y de una drogadicta compulsiva que se tiene que medicar - me miró.

- ¿Tu que parte de todo esto no has entendido? - me puse de pie y encaré a Cayetana, pude sentir como Lu, Rebeka, mi hermano e incluso Guzman me respaldaron - La que debería medicarse eres tu, por que estas realmente jodida de la cabeza, al seguir defendiendo a un imbécil que no le basto con asesinar a la hermana de su mejor amigo, si no que también tuvo que dejar a un niño paralitico con tal de guardar su secretito - mi rostro se encontraba muy cerca del de la rubia - Pero solo pierdo mi tiempo, por que así como las autoridades, tu eres capaz de defender a Polo con tal de que te sigan dando la vida de lujos que tanto deseabas como la muerta de hambre que eres.

- Sentaos y escuchadme - la tia Azucena ingreso al salón.

No tuve mas remedio que obedecer y tomar asiento de nuevo, este subidón de adrenalina gracias a la estúpida de Cayetana me iba a salir muy caro, podía sentir como la ansiedad me invadía, todo empeoro cuando regrese a la realidad y escuche las palabras de mi tia.

- Afortunadamente parece, que todo se resolverá pronto - mis sentidos se alteraron.

- ¿Cómo? - cuestiono mi hermano sin entender.

- El juez ha ordenado un careo pasado mañana por la tarde, entre Polo y las personas que lo acusaron para contrastar sus versiones y decidir si se le acusa formalmente o se retiran los cargos - mi cabeza comenzó a pesar, tendría que ver de nuevo cara a cara a la persona que daño a mi hermano menor y repetir todo, mi cuerpo comenzó a temblar, decidí ponerme de pie y salir del salón, no importo el llamado de mi tía y de mi hermano a mis espaldas, no podía soportar esta situación, no era justo.

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Me encontraba sentada en una de las pequeñas salas del pasillo principal, afortunadamente nadie había llegado a irrumpir mi paz, o al menos eso creía, por que en cuestión de segundos Valerio se encontraba a mi lado.

- No fue tan rudo el primer encuentro - suspiró.

- ¿Ya no te odia? - cuestione mientras lo miraba.

- Nunca dejara de hacerlo, pero la entiendo - Val tomo mi mano - Por mi culpa casi pierde a su mejor amiga, y todo por mi obsesión con mi hermanastra - sonreímos a medias - La ultima vez que te vi no pude disculparme.

- Lo entiendo, los del centro nos separaron violentamente, ni siquiera nos pudimos resistir.

Luego de que se llevará acabo el arresto de Polo, la vida comenzó a complicarse para mi, un par de días después los doctores nos confirmaron que Anthoine se encontraba mejor, pero gracias a la afectación en su cerebro los nervios que viajaban por su columna se habías dañado y no podría volver a caminar.

Eso fue un golpe muy duró para mi, agregándole el abandono de Guzman, mas el divorcio de mis padres colapse, durante días busque a Valerio para que me proporcionara drogas, el lo hacía con tremendo gusto como venganza hacia Nathaniel, quién para el era el culpable de que Lucrecia no estuviera a su lado, ambos nos vimos afectados, yo termine adicta a las drogas y el aumentando la obsesión con su hermanastra.

Nuestros padres al enterarse de la situación intervinieron, una tarde que ambos nos encontrábamos juntos drogándonos una sobredosis ataco mi cuerpo, Valerio me llevo al hospital mas cercano, fue ahí donde nuestros familiares nos interceptaron en compañía de la gente de los centros en los que habían decidido encerrarnos, por mi parte, todas las vacaciones estuve internada en un centro hasta Tarragona, nunca supe en donde trataron a Valerio, pero al parecer ambos habíamos cambiado.

- No tienes nada que disculparte por cierto - le aclare - No era una niña pequeña que no sabía lo que hacía - el sonrió - Ambos nos equivocamos.

- Pero, ya pagamos nuestros errores - asentí - Mi padre me dio esta ultima oportunidad y no pienso desaprovecharla, o al menos eso intentare - Valerio dejo un ligero toque en mi nariz logrando que riera, de un momento a otro con su mano tomo mi barbilla obligándome a mirarlo mientras me sonreía de extraña manera - Tu ex si que es un imbécil, nos ha estado observando desde que tome asiento - yo reí, tome la mano del moreno para llevarla entre las mías.

- Imbécil le queda corto - Val asintió.

- Te sigue queriendo, como un loco diría yo, lastima que su orgullo es mas grande, pero el se lo pierde - el de rulos dejo un beso rápido sobre mis labios logrando que yo carcajeará - Nos estaremos viendo señorita - se puso de pie y sin mas se retiró.

Imite su acción, luego de tomar mi bolso regrese al salón de clases pasando por donde se encontraban Guzman y Samuel, pude sentir en mi espalda la mirada del rubio, claro que aun despertaba sentimientos en mi y siempre persistiría ese impulso de acercarme hacía el, pero yo no era la que había jodido todo.

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|| [ÉPOCA ACTUAL] ||

- Nadie te esta acusando - Rafaella mufo al escuchar a la mujer - Vamos a hablar con todo el mundo.

La chica trago en seco, estaba cansada de investigaciones que no llevaban a nada.

- Oí el ruido del cristal y fui corriendo hasta ahí, pero yo no lo empuje - contesto tratando de no titubear.

- No parece que nadie lo empujara - aclaro la detective - Segun algunos testigos, el cristal estaba roto, el se tambaleo y...- no supo que mas añadir.

- Si fue un accidente, ¿Qué hacemos aquí perdiendo el tiempo? - añadió Ella.

- Se tambaleo por que alguien le apuñalo a la altura del corazón.

Ella no sabía que decir, las cosas habían pasado tan velozmente que aun ninguno había logrado procesarlo.

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|| [5 MESES ANTES] ||

R A F A E L L A

Desde la sombra de mi árbol favorito observaba como la zona de canchas del instituto se volvía en el alojamientos de los stands de las universidades, por la mañana la tía Azucena nos pidió anotar en un papel nuestra primera opción, por supuesto Cambridge era la mía, si titubear anote mi respuesta, debía decir que el stand de la anterior mencionada era de los mejores instalados, solo esperaba tener la suerte de que desearan entrevistarme, si no tendría que recurrir al plan B que era Oxford.

Una persona se posiciono a mi lado, cuando al característica fragancia me envolvió pude sentir como mi piel se erizo, teníamos sin cruzar palabra desde el momento que compartimos en la quinta de sus abuelos, no entendía su cercanía.

- Es una mierda ver como Marina no puede disfrutar de esto - pauso - ¿Sabías que Oxford era su primera opción? - me sorprendió esa información - Muy hippie alternativa, pero bien que perdía la cabeza por estudiar en una de las universidades mas caras de Inglaterra, como nos reíamos de ella.

Por unos minutos nos quedamos en silencio, ninguno de los dos parecía querer articular palabras, algo dentro de mi me incitaba a arreglar las cosas con el, tal vez no recuperar nuestra relación, pero si poner sobre la mesa la oferta que el me había dicho sobre ser amigos, cuando estaba por hablar el se adelanto.

- ¿Como lo llevas? - cuestionó.

- Bien, no me quejo, podría haber resultado peor, pero al final de todo sigo aquí - ambos nos miramos.

- No sabes como - pauso debatiendose entre hablar pero al final siguio su impulsos - Lo pase muy mal al enterarme por Nathaniel de tu sobredosis, si yo,hubiera estado ahí tal vez - lo interrupí-

- Nadie podría haberlo evitado mas que yo - mi vista regreso a los stands - Pero no supe ser fuerte en ese momento, creo que eso no lo aprendí de ti - fui sincera.

Noté como Guzman miraba al piso, sus manos se empuñaron de un momento a otro, iba a tomarlas con las mías con el fin de tranquilizarlo pero sus palabras lo evitaron.

- Necesito que hables con Ander - un gran vació se formo en mi pecho y la decepción me inundó.

Volví mi vista al frente y noté como Samuel nos observaba a lo lejos, esto era cosa de los dos.

- ¿Solo por eso te acercaste? - lo mire.

- Dile que si le queda un poco de decencia va a ir al juez junto contigo y le va a decir - lo interrumpí mientras tomaba mi bolso del césped.

- Ni una mierda le dire - respondí.

- Ella escúchame - trato de acercarse a mi pero retrocedí.

- Ten los pantalones de pedírselo tú mismo, yo no soy tu mandadera, pero al parecer tu di eres el gato de alguien más - mi mirada viajo hacia Samuel - En vez de hacerle caso a todo lo que te pide, dile a él que lo haga.

Sin mas me retire, escuchando como me llamaba, con rudeza limpie las lágrimas que bajaban de mis mejillas, pensé que se había acercado con la intención de arreglar las cosas entre nosotros, pero termine decepcionándome una vez mas.

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Me aferré a Nathaniel en un abrazo como si mi vida dependiera de ello, lo que yo había hecho en el careo solo sirvió para que condenaran a Polo por el caso de mi hermano, dictándole trabajo comunitario por dos años y exigiéndoles a sus madres una indemnización para resarcir daños a mi familia, la estupida de Carla no tuvo el valor de mantener su versión, lo que terminó liberando a Leopoldo del cargo por el asesinato de Marina.

- Se los dije, tenían que haber hablado con Ander - gritó Samuel.

- ¿Por que no chingas a tu madre? - soltó Nathaniel con coraje.

- ¿No ibas a hablar con tu novia? - cuestionó Guzmán encarando al más bajo - Si tanto te quisiera, no te habría metido esa puñalada por la espalda.

- Solo le serviste como juguete sexual a la hija de puta que nos jodio todo - luego de hablar Nathaniel se separó de mi cuerpo, y tomo mi mano - Esperemos a papá en la camioneta - soltó asentí y me empezó a guiar al vehículo.

Deseaba que pronto papá saliera de con el juez, pues la ansiedad me invadía y no quería tener un episodio en plena vía pública.

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|| [ÉPOCA ACTUAL] ||

- No hable con el en toda la noche - explico Rafaella - Desde que supe que el fue quien agravió a mi hermanito, no podía acercarme a él de la misma forma.

La chica miró sus manos, comenzó a mover sus anillos con nervios.

- ¿Qué hiciste justo después de su caída? - pregunto la pelirroja.

- Trate de acercarme a la pista de baile, pero era imposible con el tumulto de gente que se había formado - confeso.

Pero en automático a la mente de Rafaella regreso el momento en que con prisa se infiltró en los baños para encontrar a sus pies el cuello roto de la botella, terminó tomando un par de papeles, envolvió el cristal y lo guardó en su bolso mientras se aseguraba de que nadie la viera.

- Y nada mas - finalizo.

La detective no notaba muy convencida a la menor, sin duda alguna sería una jornada muy larga.

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|| [5 MESES ANTES] ||

R A F A E L L A

Como siempre, mi hogar era mi lugar seguro, aquí no tenía problemas, ni tentaciones, solo tenía que ser yo, el profesor personal de Antoine se encontraba dándole clases en el área que papá había asignado junto al comedor para su educación, Nathaniel o yo siempre éramos los encargados de supervisar que se hiciera un buen trabajo, está tarde me tocaba a mi, no me quejaba, me encantaba observar como mi pequeño hermano a pesar de todo seguía logrando grandes avances, eso si, mientras todo esto sucedía yo me dedicaba a seguir con mis tareas del instituto para así mantener mis notas.

Trataba de entender un problema de la clase de Álgebra cuando una de las chicas de servicio ingresó al comedor extrañamente acompañada de Omar.

- Señorita Rafaella, este chico la busca - asentí.

- Gracias Lia, por favor, trae algo para beber ambos - ella sintió y se retiró - Puedes tomar asiento, no muerdo.

Omar se acercó y terminó sentándose en la silla a mi derecha.

- ¿Mucha tarea? - asentí.

- Esto de las visitas de las universidades al parecer logra alterar a los profesores de más, ¿A que debo el honor? - cuestione prestándole total atención.

- Necesito hablar contigo, sobre - pauso inseguro - Ander - me negué.

- Sabes que el y yo, no tenemos relación en absoluto - el asintió.

- Lo se, el, me contó toda su historia - me tense, sintiéndome pequeña al darme cuenta de que Omar sabía todo - Y no tienen de que avergonzarse, eran unos críos, que buscaban el amor y atención que les hacía falta en casa.

Las palabras de Omar lograron remover algo en mi, y es que era cierto, podíamos tener todo el lujo y dinero del mundo, pero eso no lograba comprar el tiempo, amor y cariño que nuestros padres no podían darnos por completo al tener que estar pendientes de sus negocios y mantener su estatus social.

- Sabes que no es solo eso - Omar tomo mi mano sobre la mesa.

- Fue muy difícil para el el ocultarte lo de tu pequeño hermano, sabía que te rompería el corazón pero no quería involucrarte por completo en todo esto - sabía que estaba siendo sincero.

- Mira Omar, no se si Ander y yo volvamos a tener la misma relación que antes, pero por ahora no me siento lista para perdonarlo - confeso.

- Lo entiendo - suspiro - Hace unos días lo obligue a ir al médico por que encontré algo sospechoso en su ingle - lo mire con desagrado el rodó los ojos - Era una especie de protuberancia, fue a hacerse análisis, ayer le entregaron los resultados.

- ¿Y? - cuestione sin importancia mirando de nuevo mi cuaderno.

- Según Ander todo está bien - pauso - Pero no le creo, ha estado muy raro desde la visita al doctor, siento que hay algo más.

- Deberías preguntárselo - Omar suspiro.

- Lo hice, pero no recibo más que un "todo va bien", quería pedirte de favor si podrías hablar con el - negue - No te pido que vuelvan a tener la misma relación de antes, solo quiero que me ayudes a saber si en realidad está bien o miente.

Suspire, no se por que todos pensaban que yo era la indicada para hablar con Ander después de toda la mierda que pasó.

- Mira Omar, no te prometo nada, tal vez lo intente, si llego a saber algo te aviso - el me brindo una media sonrisa.

- Gracias Rafaella, tenía razón al pensar que no eres como todo esa cueva de lobos - en ese instante a chica de servicio llego con lo que había pedido para beber y unos pequeños canapés - No es necesario, tengo que irme - Omar se iba a poner de pie pero tomé su brazo.

- No vas a hacerle un desaire a Lia ahora que trajo esto, ¿O si? - sonreí con sinceridad.

No me vendría mal algo de compañía esta tarde, al parecer el moreno lo entendió, me brindó una sonrisa mientras tomaba asiento, así fue como comenzó una tarde entre pláticas, conociéndonos más y dándome cuenta que Omar era una persona totalmente diferente a la que pensaba.

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Me encontraba rondando por los stands de las universidades, luego de mi entrevista con la gente de Cambridge decidí salir a tomar un poco de aire, me llamó la atención el de la universidad de South California, la chica me explicaba amablemente en que consistía el plan académico además del proceso de atención, una figura a mi izquierda llamo mi atención, era Polo.

Suspire, debía de ignorar su insistencia y evitar que su persona causara conflictos en mi, asi que seguí dispuesta a atender la información que la representante de la universidad me brindaba.

Pero todo se fue a la basura cuando la plática entre Cayetana y Polo comenzó al tiempo que el speech había terminado, decidí posicionarme junto al banderín de la universidad, este lograba ocultarme por completo, así logré escuchar lo necesario.

- Cayetana, tenemos que deshacernos del trofeo, y todo esto habrá terminado - mi piel se erizo al escuchar las palabras de Polo.

- Conmigo está a salvo - agregó la rubia, así que la hija de puta estaba dispuesta a seguirlo cubriendo.

- ¿Que? - agrego alterado el moreno.

- Escúchame - ni siquiera le permitió hablar a la chica.

- No, Cayetana, no, no - el chico de apoco se alteraba.

- Polo, es demasiado arriesgado intentar deshacerse de el ahora, y conmigo está seguro.

Con cautela salí de mi escondite, tomé rumbo a las instalaciones de la escuela, esto tenía que dárselo a conocer a Nate, Guzmán y Samuel, podría ser una prueba de oro para que por fin agarraran a Polo.

Al entrar al instituto, era difícil transitar por los pasillos, tuve que rodear las aulas principales para poder llegar al pasillo central, cuando iba a ingresar me detuve al notar como Ander se recargaba en la pared lateral y estrujaba entre sus manos uno de los panfletos de la universidad que había elegido hasta que lo destrozó lanzándolo al piso, iba a pasar de el, pero note su cara enrojecida, estaba llorando.

La conversación que había tenido con Omar la tarde anterior llegó a mi mente, algo estaba pasando, suspiré fuertemente mientras me acercaba con cautela, Ander me miró al instante limpio su rostro con coraje, me planté a su lado, el me observo de nuevo, trato de reprimir su llanto pero no pudo más.

Algo me impulsaba a abrazarlo, así que lo hice, el al instante se refugio entre mis brazos y comenzaba a sollozar, sobe du espalda tratando de calmarlo pero era imposible, me aleje para tomar su mano, el cubrió su cara mientras lo guíe hacia los vestidores, al asegurarme de que no había alguien dentro lo hice tomar asiento en una de las bancas del centro, regrese y sin dudarlo asegure la puerta con pestillo, necesitábamos hablar.

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|| [ÉPOCA ACTUAL] ||

- No hemos encontrado el arma homicida, así que, estamos registrando a todo el mundo - Rafaela trago en seco - ¿Puedo mirar dentro de tu bolso? - la castaña miro a sus pies, de agacho y tomo el pequeño bolso que portaba para terminar extendiéndolo a la detective.

Podía sentir a lo lejos la mirada de todo el grupo de encineros.

La mujer tomó el bolso, abrió la solapa y vertió todo el contenido sobre la mesa a su costado, de ahí solo salieron un par de labiales, una crema para manos y la cartera de Rafaella, esta última con disimulo soltó todo el aire que había contenido en sus pulmones, la detective la miró de nuevo.

- Yo no tendría por qué hacerle daño - afirmó Ella - A pesar de todo lo que sucedió.

Rafaela recordó de nuevo cómo su corazón latía desbocado al ver desde el segundo piso de la discoteca el cuerpo de Polo inerte en el piso, rodeado de sangre y de vidrios, llevándola a apretar sus ojos con fuerza, pero era consiente de que esa imagen jamás lograría borrarla de su memoria.

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