1-15







|| [ÉPOCA ACTUAL] ||


R A F A E L L A



Suspiré al escuchar como Guzmán azotaba la puerta al salir del mismo, no podía quejarme pues me añadí a su plan al enterarme que vendría para acá.

Salí del auto cerrando la puerta tras de mi y seguí al de pecas, este miraba hacia los lados tratando de detectar cualquier movimiento extraño de un momento a otro se detuvo frente a lo que parecía una lapida, cuando me encontraba mas cerca me percate que sobre la misma se leía el nombre "Marina Nunier Osuna"  trague en seco al darme cuenta que era la tumba de su hermana.

Con cautela posicione mi mano sobre el hombro de Guzmán pero el al instante se saco de mi agarre, en este momento comenzaba a arrepentirme de haberle confesado lo que sabía de Polo, pues me comenzaba a ver como una enemiga que encubría al asesino de su hermana, pero en realidad solo trataba de proteger a Ander.

Mis sentidos se alertaron al escuchar pasos tras de nosotros, pero me calme al hacer memoria, me giré para mirar al responsable que me brindo una sonrisa al instante que sus ojos se encontraron con los míos, una vez estuvo a una distancia prudente hablo.

- ¿Me están echando de menos o que?. - reí levemente ante sus palabras, Samuel al instante imitó mi gesto.








━━━━━━━━❪❂❫━━━━━━━━



15 HORAS DESAPARECIDO

La tensión inundaba el vehículo donde viajaban los jóvenes, Rafaela decidió ignorar tal sentimiento dedicándose a analizar el paisaje, el sol comenzaba a bajar mostrando un atardecer bello entre las montañas, la vista de la chica se centro en las aves que volaban en el cielo, ellas podían recorrer infinidad de lugares y alejadas de cualquier tormento, comenzaba a envidiar la libertad con la que podían vivir.

Su actividad se vio interrumpida en el momento que la camioneta se detuvo, Nathaniel y Guzmán salieron del vehículo enseguida, la castaña suspiro y con pesar bajo del mismo para seguir sus pasos, al encontrarse en la intemperie se dio cuenta de que estaban en una de las fincas que tenía su padre a las afueras de la ciudad, no entendía que hacían ahí cuando tenían que estar dirigiéndose hacia el punto de reunión para la búsqueda de Samuel.

Ambos hombres entraron a la construcción sin siquiera mirar atrás, Ella sabía que los dos estaban molestos pero no veía conveniente el dejarla sola en medio de la nada cuando ya esta apunto de anochecer.

Siguió su paso introduciéndose al lugar, debía admitir que se veía tenebroso, el jardín estaba algo crecido y las farolas de la entrada no iluminaban lo suficiente, aún así logro llegar a la puerta de entrada que estaba entreabierta, ingreso a la casa y aseguro la puerta tras de ella.

Al instante la nostalgia invadió el cuerpo de la chica, llenando su mente de recuerdos donde los veranos compartidos con su familia cuando eran niños afloraban, haciendo que un dolor apareciera en su pecho, pues ya no eran la familia feliz que en esa época llegaron a ser, con facilidad se dirigió a la sala principal pues era un camino que sabía de memoria, al llegar ahí las lámparas de la misma se encontraban encendidas, solo Guzmán se encontraba en la habitación.

- ¿Qué hacemos aquí?. - Ella cuestionó.

- En la segunda habitación está Nathaniel esperando por ti. - señaló el de pecas mientras miraba su teléfono, la molestia predominaba en sus actos.



Rafaela simplemente obedeció, llego a pasillo y notó como una luz salía de la puerta que le habían señalado, acelero su paso sintiendo como la ansiedad comenzaba a recorrer su cuerpo, pero no era momento para debilidades, al llegar a su destino se detuvo en la puerta pasmada sintiendo como el tiempo se detenía.

Una camilla estaba al centro del lugar, su mente comenzó a divagar al ver tantos cables y aparatos al rededor de la misma, comenzo a introducirse y lentamente se posiciono frente a la cama, sus ojos comenzaron a picar al darse cuenta de quien era el ocupante pero su mente aún no lo podía creer.

- ¿Es?. - cuestiono mirando a Nathaniel, el simplemente asintió, con rapidez se acerco hacia su hermano quien la recibió con los brazos abiertos y le permitió desahogar en su pecho el dolor y pánico vivido en los días pasados, al mismo tiempo que el también comenzaba a sollozar.

Ambos Borgues se mantuvieron en esa posición, limpiando su alma y sintiendo un poco de calma después de tantos días sin tener tranquilidad, pasaron varios minutos hasta que ellos se separaron.

- ¿Cuánto tiempo lleva aquí?. ¿Cómo diste con el?. - cuestiono Ella desesperada.

- Tranquila, ya habrá tiempo de resolver tus dudas. - Nate recibió un bufido de parte de la chica.

- Nate por Dios no salgas con eso, necesito saber las cosas. - exigió recibiendo un suspiro de su parte.

- Ander y yo pasamos varios días por las noches buscando en hospitales. - pauso. - En una de esas noches se nos ocurrió ir al Quirónsalud, al llegar ahí y pedir informes de manera misteriosa una chica nos pidió hablar en cuanto terminara su turno, esperamos pacientemente por ella y cuando por fin salió nos confesó que días atrás habían abandonado a un menor en la entrada de urgencias del hospital, este se encontraba en terapia intensiva y por razones que ella desconocía solo cierto personal podía atenderlo. - miro asombrada a su hermano. - Tenia el acceso restringido a su habitación y nadie podía dar informes sobre el a menos que el director de piso lo ordenara. - Ella se acerco con cautela a la camilla. - Después de ofrecerle algo de dinero pude convencerla de que me permitirá visitar esa habitación, una vez que llegamos ahí e ingrese me di cuenta de que era el, nuestro Antoine.

Para la castaña fue inevitable retener la lagrimas, no podía entender en qué momento el había terminado así, o el por qué.

- ¿Fue lo único que ella te dijo?. - su hermano asintió. - ¿Qué diagnóstico tiene?. - cuestiono con prisa.

- Traumatismo craneoencefálico gracias a un impacto en el lado derecho de su cabeza. - pauso. - Tuvo una fractura en algo llamado lámina cribosa y una tal fístula de líquido cefalorraquídeo. - la menor rodo los ojos ante las palabras del castaño. - Créeme yo también me quede así cuando me lo explico, pero la cosa es que sigue intubado y sedado con el fin de que no sienta dolor por lo menos hasta que la inflamación en su cerebro baje.

- ¿Tendrá alguna complicación?. - Rafaella tomo la mano de su pequeño hermano con cuidado de no mover algún cable. - ¿Papá sabe que Anto esta aquí?.

- Aun no lo saben los médicos. - Nathaniel se posicionó tras de ella y tomó los hombros de la chica. - Necesitan que despierte para poder hacer tales evaluaciones, y sobre papá, aun no le he avisado nada pues tengo un asunto pendiente. - Ella no comprendió las ultimas palabras del chico pero les resto interés.

- No puedo creer como alguien quien tuvo el corazón para hacerle esto. - un sollozo salió de su pecho, al instante Nathaniel abrazo sus hombros y dejó un beso sobre su mejilla.

- Ni yo, pero voy a encontrar al hijo de puta que lastimo así a nuestro cachorro y te prometo que va a pagar por lo que hizo así tenga yo que deshacerme de el con mis propias manos.

Las palabras de Nathaniel lograron erizar la piel de su hermana, hacer justicia por mano propia no era la ideal, pero demostrado estaba que las autoridades no servían ni una mierda, así que si era necesario, Ella lo ayudaría a terminar con el cabron que intento destruirles la vida.





●●●●●●





Rafaella había abandonado la habitación donde se encontraba Antoine hace unos momentos, pues la enfermera que pasaba la noche con el había llegado y necesitaba hacerle chequeo de rutina, la castaña no entendía donde se encontraban Nathaniel y Guzmán, miro su celular preocupada púes faltaban pocos minutos para la hora en que se tenían que presentar con los de la clase para buscar a Samuel, tallo su rostro con exasperación, su pierna comenzo a moverse de arriba a abajo, la falta de sustancias comenzaba a hacerle efecto.

- Vale entonces ya esta todo. - escucho a lo lejos la voz de su hermano, por inercia se levanto y la siguió.

- Quédate pendiente de Antoine y te mensajearemos en cuanto tengamos idea de que viene después. - la voz de Guzmán apareció con fuerza dándole la señal de que se encontraban en la que se podía decir era la cocina del lugar cuando ingreso a esta, la chica se llevo una gran sorpresa.

- ¿Qué haces tu aquí?. - pregunto sin poder creer quien se encontraba frente a ella, ninguno de los tres hombres respondió. - ¿Me dejarán como estúpida esperando respuesta?.

- Hermanita no estaba planeado que te enteraras de esto hoy pero. - Nathaniel suspiró. - No puedes decirle a nadie que viste a Samuel, ahora debemos irnos por que llegaremos tarde. - Nate choco palmas con el García y salió de ahí.

- No lo cagues. - comento Guzmán hacía Samuel antes de seguir los pasos de su amigo, dejándola a solas con el pelinegro.

Por inercia se acerco a el y lo abrazo, al instante los brazos de Samuel rodearon con fuerza su cintura, a pesar de su historia con el chico estos días había estado preocupada, pues su desaparición no era algo que le alegrara, si no que la mantenía con los nervios a tope esperando que el se encontrara a salvo, cosa que ahora comprobaba.

Después de unos minutos ambos se separaron, el la miro mientras le brindaba una sonrisa, al observar su rostro Ella noto como tenía varios hematomas.

- ¿Ellos te hicieron esto?. - cuestiono refiriéndose a Guzmán y Nathaniel, el chico negó.

- Al contrario, me ayudaron a no terminar peor. - lo miro dudando.

- De verdad no entiendo todo esto. - Samuel tomo su mano.

- No debes preocuparte, lo hacemos por un bien, prometo explicarte todo pero ahora debes irte. - sus miradas se encontraron, por inercia ella sonrió, se acerco a el y dejo un beso en su mejilla.

- Cuida a Antoine por mi. - el solo asintió, deshizo su agarre y sin mas Rafaella salió de ahí.

Cuando llego al exterior de la propiedad Nathaniel y Guzmán se encontraban ya dentro de la camioneta, abrió la puerta y subió en la parte de atrás cerrando en cuanto se encontré sobre el asiento.

- Comiencen a hablar si no quieren que la inspectora se entere de que Samuel esta aquí. - ambos hombres se miraron, y así se pusieron en marcha hacia la batida mientras ellos comenzaban su relato.


━━━━━━━━❪❂❫━━━━━━━━










El alcohol comenzaba a hacer efecto sobre Ander, y sus ridículos bailes lo daban a notar, suspiré enfadada, si había venido esta noche al Barceló era porque el me había insistido, pero sabia que no era bien recibida por Carla y Polo, que decir de Guzmán quién solo se dedicaba a ignorarme.

- ¿A Lu le duele la cabeza?. - cuestiono Polo leyendo el mensaje que acababa de enviar la castaña en el chat que compartíamos todos.

- Si. - solté. - Al igual que a Nate con el que seguro esta fornicando ahora. -  le brinde una sonrisa forzada al ojiazul.

- Es una excusa Polo. - agrego Guzmán.

- No tiene ganas de verme. - comento Carla lo que me sorprendió, pero Ander llego a interrumpir el momento.

- Me voy a la barra por mas copas, ¿Queréis?. - todos negamos, el de rulos simplemente se retiró.

Guzmán aprovecho para ponerse de pie, estaba dispuesta a imitarlo y acercarme a el pero Polo se adelanto.

- Al parecer a alguien se le termino el cuento de hadas. - comento Carla burlesca, no era un secreto la actitud de Guzmán hacía mi.

- ¿Hablas por ti?. - la sonrisa que tenía en su rostro desapareció, ahí aproveche para acercarme a ella. - Últimamente estas muy apagada Carlita, ¿Qué pasa?. ¿Acaso el servicio de tu casa no te sirve lo que pides para desayunar?.

- No te metas conmigo Rafaella. - amenazo la rubia encarándome.

- ¿Si lo hago que?. - mantuve mi mirada fija en la de ella. - ¿Me vas a matar o me vas a desaparecer?. - sabía que estaba jugando con fuego al decirle eso, pero también tenía que dejarle claro que no le tenía miedo, pude notar como Carla se tenso ante mis palabras.

Estaba por responderme pero el sonido de un cristal estrellándose nos llamo la atención a ambas.

- ¡Guzmán!. - exclamo Leopoldo limpiando su camisa.

- Joder, vaya mierda de copa. - respondió el de pecas agitando su mano. - Me voy a limpiar, ahora vuelvo. - al instante se retiro hacia los sanitarios, por inercia me puse de pie y lo seguí, quería asegúrame de que estuviera bien.

Llegamos al pasillo que llegaba a los baños y el se introdujo al de hombres azotando la puerta tras de sí, acelere el paso y empuje la puerta movediza para entrar, afortunadamente la habitación se encontraba sola o al menos eso parecía, Guzmán estaba junto a los lavabos limpiando su mano, pude notar que el agua que corría se pintaba de rojo, se había cortado, el chico comenzo a tallar con coraje.

Me acerque y tome su otra mano para detenerlo pero el al instante salió de mi agarre.

- No tienes nada que hacer aquí. - menciono en un tono duro, suspiré.

- Guzmán no podemos seguir así, estas siendo muy infantil. - el rio.

- ¿Soy infantil por querer alejarme de una persona que me vio la cara de imbécil al pedirme que fuera sincero con ella cuando sabía de antemano quién era el asesino de mi hermana y nunca lo dijo?. No me jodas. - paso por mi lado.

- ¿Me hubieras creído?. - me giré para mirarlo y noté como detuvo su andar. - ¿Hubieras confiado en la palabra de la recién llegada que inculpaba a tu mejor amigo de toda la vida?. - cuestione.

- Podrías haberlo intentado. - ahora yo reí.

- Claro, para que me mandaras a parar a la mierda como lo hacías con Samuel, quién no veo que te estés molestando en rechazar, al contrario tienen todo este teatro juntos. - el chico se giró y volvió a mirarme. - Pero claro, Rafaella es la villana en todo esto. - camine y lo esquive dispuesta a irme pero me detuvo del brazo.

- ¿Cómo te enteraste?. - pregunto viéndome fijamente, mi cuerpo se tenso ante su pregunta pero no podía hablar de mas.

- Un día cualquiera en el instituto fui a los vestidores de los chicos a buscar a Nate, como ya era tarde ingrese sin pensar, pensé que estaba vacío pero escuche como alguien hablaba por teléfono al parecer. - trague saliva. - Escuche como pedía ir a la comisaria por que ya no podía soportar el peso de ser el asesino de la hermana de su mejor amigo. - Guzmán analizaba mis facciones con cautela, buscando algún atisbo de duda. - Salí de los vestidores y me escondí tras una de las pilastras para esperar ver al responsable de tales palabras, y una vez que Polo fue el único que salió de ahí lo entendí todo. - el asintió convencido, me acaba de ganar el infierno por ser tremenda mentirosa.

- ¿Quién mas lo sabe?. - suspiré frustrada.

- Carajo Guzmán que se yo. - me zafe de su agarre. - Sabes que, todo esto no es justo, yo solo quiero apoyarte, estar para ti en este momento pero si no puedes perdonar mi error, como tu dijiste, no tengo nada que hacer aquí.

Sin esperar respuesta de su parte, salí del sanitario, no estaba dispuesta a estarle viendo la cara, en algún momento el mismo me dijo que el amor no era una labor de convencimiento, que no debía rogar, así que seguiré su consejo.

El volumen de la música acaparo mis oídos, llegue al sillón donde nos encontrábamos todos anteriormente pero ahora ya no se encontraban Carla ni Polo, por suerte mi bolso seguía donde mismo, así que solo lo tome, necesitaba salir de aquí, y esa era mi intención, pero un tumulto de personas llamo mi atención, me acerque y pude sentir como la sangre abandonaba mi cuerpo al ver a Ander yaciendo sobre el piso inmóvil, con prisa me abrí paso entre la gente, llegue a su lado y me puse de cuclillas, tome su rostro sacudiéndolo levemente, estaba inconsciente, podía sentir como mi corazón comenzaba a latir con prisa, pero tenía que mantenerme en calma para poder ayudarlo.

De un momento a otro frente a mi impacto de rodillas Omar, con arrebato comenzo a sacudir su cabeza.

- ¡Ander!. ¡Ander!. - lo llamo gritando con angustia.

- Gritando como desquiciado no vas a solucionar nada, llama una ambulancia. - Omar me miro. - ¡Ahora!. - grité logrado que reaccionara.

Al instante tomo el móvil de su pantalón y comenzó a teclear, en este punto la noche no podía ir peor.











●●●●●●






Mi mirada se encontraba en el techo mientras con mi mano acariciaba cautelosamente los rulos que conocía a la perfección, lo mire cuando sentí que comenzo a removerse en la cama.

Había pasado la noche en casa de la tía Azucena, después de el colapso de Ander la ambulancia llego, los paramédicos actuaron y simplemente nos dijeron que era un desmayo gracias a los altos nieles que tenia de alcohol en la sangre, lo trajeron a su habitación y le recomendaron un par de pastillas que debía tomar al despertar, lo único relevante para mi era que el estaba bien.

- Hey. - musite cuando vi que abría los ojos. - ¿Te acuerdas de algo?. - recibí un gruñido en respuesta de su parte. - La tía esta preocupada por ti, me hizo un interrogatorio para ver si yo sabía el por que tu actuabas así últimamente. - Ander cerro los ojos disfrutando de las caricias que dejaba en su cabello.

- ¿Y le dijiste que estoy hundido hasta la mierda?. - yo negué, suspiré antes de confesar lo que había hecho.

- Ander. - pause. - Guzmán sabe lo de Polo. - al instante sus ojos se abrieron de par en par.

- ¿Me estas jodiendo verdad?. ¿Tu se lo dijiste?. - yo asentí. - Mierda Rafaella te pedí que guardaras silencio.

- Yo ya no podía mas, no quería ocultárselo. - tome su mano. - Sabes que Guzmán es importante para mi, y no estaba dispuesta a seguir mintiéndole cuando yo le pedí que el fuera sincero conmigo, no debes de preocuparte que en ningún momento te mencione a ti, no me iba a permitir el delatarte. - Ander analizo mi rostro, llevo su mano hacía mi mejilla dejando una caricia que me hizo sentir algo de paz.

- ¿Cómo lo tomo?. - mi silencio fue su respuesta. - No quise afectarte con esto ustedes estaban de puta madre. - paso sus manos por su rostro exasperado después volvió a mírame con arrepentimiento. - Perdóname por meterte en eso y por...- pauso.

- ¿Por?. - el solo negó con prisa.

- ¿En verdad lo amas?. - yo asentí sin pensarlo, recibiendo una sonrisa sincera de su parte. - Todo esta cambiando y sin embargo eres más tu que nunca, ya estas creciendo estrellita. - una sonrisa nostálgica apareció en mis labios.

- Estamos creciendo solecito, y es hora de comenzar a comportarnos como tal. - el asintió. - Omar esta esperando afuera, creo que necesitan hablar, iré a casa, cualquier cosa que necesites solo llama. - estaba dispuesta a ponerme de pie pero su mano sobre mi hombro me detuvo.

- ¿Seguiremos siendo Ander y Ella contra el mundo a pesar de cualquier cosa?. - su mirada me demostraba miedo, y no entendía el porque.

- Por siempre, lo sabes. - con cautela tomo mi barbilla y dejo un corto beso sobre mis labios que sin duda correspondí. - Te adoro solecito. - el sonrió.

- Y yo a ti estrellita. - sin mas me puse de pie y abandone su habitación.

Dispuesta a dirigirme a casa y soportar el regaño de mi padre por no tener noticias de mi desde anoche y sobre todo sin imaginar que después de unas horas nada volvería a ser igual.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top