Elinor salió del edificio con una enorme sonrisa tonta adornando su rostro. Teseo ya estaba afuera del edificio recargado contra su bonito Ferrari negro. Frunció el ceño al ver la enorme sonrisa de Elinor pues luego de la nota del día anterior, imaginó que no estaría del todo bien pero allí estaría él para brindarle su hombro para llorar y un pañuelo para limpiar sus lágrimas.

—Teseo —saludó la chica— buenos días. ¿Listo para la reunión?

El chico sonrió y abrió la puerta del copiloto para Elinor.

—Yo siempre estoy listo.

Elinor le dirigió una sonrisa y estaba por entrar a su asiento cuando se percató de que había algo en el asiento. Miró a Teseo con curiosidad pero él sólo sonreía en su dirección.

—Wow... ¿son para mi? —unas extrañas mariposas revolotearon en el estómago de la chica.

—Por supuesto. Espero que te gusten.

Elinor se inclinó para tomar el ramo de rosas. Eran realmente preciosas.

—Muchas gracias —volteó para darle un rápido beso en la mejilla— son hermosas.

La chica finalmente entró al auto y Teseo dio la vuelta para entrar también. El auto arrancó y dieron marcha a su destino.

—Hoy pareces estar de muy buen humor —comentó Teseo sin dejar de mirar al frente.

Elinor asintió, también mirando fijamente al frente.

—Lo estoy. Las cosas entre Bruce y yo han estado mejorando —liberó un suspiro— sabes que mi matrimonio es un poco complicado pero... Bruce y yo estamos resolviendo algunos problemas.

Teseo no quería escuchar lo bien que iba su matrimonio. De hecho, esperaba la confirmación de su divorcio. Aunque en ese momento parecía ser todo lo contrario.

Se obligó a sonreír y mantener un tono de voz calmado.

—Me alegro mucho por ti, Elinor —se detuvo en un alto y la miró— ¿Bruce nos acompañará en el evento del sábado?

Elinor asintió con notable emoción.

—Dijo que sí. Aunque puede ser que surja algo de último minuto y tal vez ya no vaya pero... mantengo la esperanza.

El semáforo cambió a verde pero Teseo tardó un momento en avanzar. Ahora le causaba un poco más de curiosidad Bruce. ¿Qué era más importante que hacerse cargo de su propia empresa? Nadie en todo Gotham sabía algo de Bruce Wayne, nadie excepto Elinor y ella jamás decía una sola palabra al respecto, ni siquiera cuando la prensa la acosaba hasta el cansancio.

—Entonces... —frunció el ceño— supongo que ya no vendré a recogerte.

—Oh, es cierto —casi se había olvidado que asistiría junto a Teseo ya que era él con quien compartía el mandato del bufete— supongo que no. Pero igual te lo agradezco.

—No pasa nada. Aunque si al final Bruce no puede asistir, no dudes en llamarme.

—Lo haré. Gracias, Teseo.

El resto del viaje se mantuvo con una charla sobre el trabajo y lo que debían decir durante la reunión con los clientes. Teseo aún era bastante nuevo tratando directamente con los clientes, así que acordaron que Elinor diría la mayor parte y Teseo rellenaría los silencios con algunos comentarios. Aún así, el chico no perdía la oportunidad de aprender mucho de ella.

Al llegar al restaurante, Teseo abrió la puerta del copiloto y ayudó a Elinor a salir. Enseguida le entregó las llaves de su auto al chico del valet parking y ambos entraron al bonito restaurante y esperaron a que los clientes llegaran.

A Teseo le gustaba mucho mirar a Elinor. Era la mujer más hermosa que hubiera visto en toda su vida, pero no era sólo eso. Admiraba muchísimo a la chica. Era amable, inteligente, bondadosa, carismática y tenía una gran facilidad para hablar con las personas y hacerlas caer ante sus encantos, también era muy paciente con él, lo que era algo extraño pues cuando recién entró todo era completamente nuevo para él. A los ojos de Teseo, todo acerca de Elinor era perfección... a excepción de una cosa. Estaba casada con el ermitaño de Bruce Wayne.

Teseo conocía a Bruce Wayne sólo por fotos, jamás había tenido el placer de verlo en persona hasta hace un día. Era cierto que se sintió intimidado por un segundo, pero mantuvo la frente en alto sin dudar. No era un hombre feo pero era evidente que había problemas en el matrimonio. Bruce parecía ser muy ajeno a su esposa, como si sólo fuera un accesorio más que usaba de vez en cuando. Eso era lo que más le hacía enfadar a Teseo... que ese hombre no se diera cuenta de la grandiosa mujer con la que decidió compartir su vida.

Cuando vio aquel artículo de chismes sobre la cena, Teseo realmente imaginó que aquel matrimonio se había ido por la borda y finalmente tenía su oportunidad para dar un paso más cerca de Elinor. Pero no fue así. De hecho, parecía ser todo lo contrario. Jamás había visto a Elinor con una sonrisa tan deslumbrante como aquella.

El día que la conoció quedó completamente encantado por ella y comenzó con vasos de café, más tarde avanzó a algunos arreglos florales y algunas salidas a comer o cenar y pronto comenzaría con pequeños obsequios de joyería. Tenía todas las intenciones de conquistar a Elinor pero su único obstáculo era Bruce Wayne y no tenía ni idea de cómo deshacerse de él. No sabía nada de él y nunca aparecía en público, por lo que no tenía forma alguna para quitarlo del camino así que su única opción era que Elinor lo quitara por voluntad propia.

Ya iban por el postre cuando Teseo se percató del bonito brazalete en la muñeca de Elinor. Era nuevo, no recordaba haberlo visto antes y no pudo evitar fruncir el ceño. ¿Se lo habría regalado Bruce en su cena de la noche anterior? Tal vez esa nota estaba completamente equivocada y Bruce sólo era un despistado que olvidó sus anillos. Todo había ido de maravilla en el último mes, ¿por qué de pronto había aparecido Bruce Wayne de la nada?

El desayuno llegó a su fin y habían acordado un trato que beneficiaba bastante a Reid & Pierce.

—Entonces, le pediré a mi secretaria que les mande la fecha de la cita para firmar formalmente el contrato — dijo Elinor al mismo tiempo que abrió su bolso y sacó su cartera— el bufete invita el desayuno.

Elinor les ofreció una brillante sonrisa. Los otros tres hombres parecían cautivados por la mujer y Teseo los entendía perfectamente. Sin embargo, no era un efecto que causaba únicamente en los hombres.

—Oh, no —se apresuró a hablar el de la derecha mientras sacaba su propia cartera— es lo menos que podemos hacer. La ayuda de su bufete salvará a nuestra empresa de la ruina.

Sí, Teseo ya se esperaba que eso sucediera pero Elinor ya estaba acostumbrada a hacer todo esto. Ahora mismo llevaría un mechón de cabello detrás de su oreja con la mano donde tiene su hermosa sortija de matrimonio. Eso generalmente intimida a la mayoría de los hombres, darse cuenta de que su presa no está disponible.

—Insisto —dijo Elinor mostrando la tarjeta negra con letras doradas.

Si el anillo no funciona, la tarjeta lo hace. La mayoría de los clientes, aunque son ricos, sólo tienen una tarjeta platino pero no son capaces de llegar a tener la tarjeta negra. Muchos hombres realmente terminaban intimidados y aunque pareciera que se alejarían del bufete todos esos clientes, en realidad era todo lo contrario. Buscaban más contratos en un absurdo intento de demostrar su poder gastando varios miles de dólares para demostrar algo. Reid & Pierce siempre salía ganando. Además, Elinor les permitía invitar la comida después de la tercera reunión y eso les elevaba el ego hasta el cielo por haber conseguido su "objetivo". Fuera cual fuera.

El hombre de antes se aclaró la garganta mientras se volvía a acomodar en su asiento.

Teseo se inclinó un poco hacia Elinor para murmurar algo en su oído.

—No te preocupes, yo pago —y antes de que Elinor pudiera replicar, Teseo ya se había puesto de pie y se había acercado al amable mesero que los atendió para pagar la cuenta y dejó una generosa propina.

Cuando Teseo regresó a la mesa, Elinor se puso de pie y se despidieron de los clientes con un apretón de manos a cada uno junto con una radiante sonrisa, prometiendo volver a verse pronto.

Elinor dejó salir un suspiro cansado al salir del restaurante. Teseo se acercó al valet parking para que le entregaran su auto.

—Irás a Wayne Enterprises, ¿cierto? —preguntó Teseo.

Elinor asintió.

—Sí. Tengo una junta con los contadores y más tarde tengo que revisar algunos documentos con los de administración.

—No trabajes tanto —bromeó el chico.

Su bonito Ferrari se detuvo frente a ellos. Teseo se adelantó a abrir la puerta del copiloto.

—Te llevo.

—Gracias —murmuró la chica mientras entraba. Iba a pedir un taxi para llegar a su destino pero no quería esperar mas tiempo.

El viaje fue corto y bastante silencioso. Elinor le explicó a Teseo lo que debía hacer en cuanto llegara a la oficina y en cuanto estuvieron frente al edificio, se despidieron. Elinor llevó el bonito ramo de rosas y Teseo esperó a que la chica entrara al edificio para arrancar.

Elinor sabía que sería un día verdaderamente largo. Era un poco más pesado para ella estar en Wayne Enterprises pese a que sólo iba dos días a la semana o a menos que hubiera alguna situación de emergencia. No era su área pero con los años, había creado una agradable rutina. Además, había varios asociados, así que no era tan importante su presencia más que para tomar decisiones importantes pues le pertenecía el 75% de la empresa y su decisión era la palabra final.

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Esa noche, cuando llegó a casa luego de un día tan atareado, recordó que ya no debía volver a su habitación habitual. Ahora podía ir directamente a la habitación principal y eso hizo. Sus cosas ya estaban allí y las cortinas eran diferentes.

Sonrió para sí misma, aunque ahora debía ordenar sus propias cosas pues Alfred y Dory sólo habían dejado sus cosas en algunas cajas.

Aún tenía un poco de energía para ese trabajo.

Elinor recorrió toda la habitación para ordenarla un poco incluyendo sus propias cosas. Descubrió que eran realmente pocas las pertenencias de Bruce, como si ni siquiera viviera allí. Se sintió un poco triste por pensar en ello. Pero una hora más tarde, todo estaba listo y casi como nuevo. Incluso colocó un par de fotografías que tenía en su otra habitación.

Luego de ponerse más cómoda con su pijama, se dejó caer en la cama. Probablemente Bruce no había dormido allí pues en la mañana, después de que se marchó al trabajo, Bruce había ido directamente a sentarse frente a sus computadoras.

Tampoco esperaba verlo esa noche pues ya estaba acostumbrada a verlo una o dos veces a la semana. Pero esta vez sentía que las cosas serían diferentes.

Elinor se acomodó en la cama bajo las cobijas después de apagar las luces y tal vez fue el suave colchón o la calidez de la cobijas pero en un par de minutos ya se había quedado profundamente dormida.

Bruce regresó a casa a las cinco y media de la mañana. No había habido mucha acción esa noche por lo que no se sentía realmente cansado pero aún debía ir a tomar un baño pues estaba lleno de pintura negra, suciedad y sudor.

Al entrar a su habitación, se percató de inmediato del extraño cambio de su entorno. No le desagradaba pero había olvidado que Elinor se mudaría a su habitación. Sonrió al ver a la chica cómodamente dormida en un lado de la cama y se apresuró a tomar un baño para dormir un rato a lado de su esposa.

Y en efecto, fue un baño realmente rápido. Al salir, buscó su pijama, conformada de una playera blanca bastante desgastada y muy grande junto con unos pantalones de chándal negro que apenas se ajustaban a su cadera pues el elástico ya estaba muy desgastado. Tenía una cantidad absurdamente ridícula de dinero pero no era capaz de comprar una pijama más decente.

Bruce se metió bajo las cobijas sintiendo su corazón latiendo con fuerza dentro de su pecho. Había pocas cosas que lo ponían nervioso, pero no entendía por qué el simple acto de acostarse junto a Elinor le provocaba todas esas extrañas sensaciones.

Se acomodó en la cama respirando profundamente antes de cerrar los ojos pero no pasaron más de dos minutos cuando sintió a Elinor abrazándolo en algún intento de buscar su calor corporal. La habitación ya era bastante cálida pero era cierto que afuera el clima era bastante frío. Bruce se tensó por un segundo pero abrazó a la chica contra su cuerpo y cerró los ojos.

La calidez que le brindaba Elinor lo hizo dormir inmediatamente sintiendo una intensa paz en su interior.

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no olviden dejar comentarios si les esta gustando 🥺 me awito y siento que no les está gustando ajdjak