Capítulo 13.- Interrogatorio

Rowoon y Youngbin estaban de nuevo en la sala de contención, frente al cuerpo aún inconsciente de Zuho.

Rowoon se había quedado mirando a Zuho, la manera en que estaba inmovilizado y con la intravenosa en su brazo, trajo la imagen de las pesadillas a su memoria.

—¿Estás listo? —le preguntó Youngbin con un susurro.

El mayor estaba preocupado por sus ojos cansados; si de por sí aquella mañana había sido algo tensa para todos, Rowoon parecía especialmente alterado.

—Lo estoy —contestó con la voz parca.

—No te preocupes, lo mantendremos sedado lo máximo posible para que nos pueda contestar, eso limitará también su poder—Youngbin continuó, quería apoyar a su menor e incluso hubiera querido dejarlo fuera de este interrogatorio, sabiendo lo difícil que podría ser para él, pero luego de haberse enfrentado a la desconexión de sentidos, no se atrevía a hacerlo sin Rowoon cerca.

Aún así, ver a Rowoon tan cansado y emocionalmente desgastado, le hacía cuestionarse si hacer eso era lo correcto.

—Tal vez, podríamos esperar un poco más...

Rowoon negó con la cabeza, con los labios apretados. Respiró profundo antes de contestar.

—Estoy bien, hyung, además esto es importante, debemos encontrar a Taeyang lo más pronto posible.

Youngbin asintió, agradeciendo internamente la entereza de su menor, y se propuso hacer aquello lo más corto posible. Se acercó por fin a la pequeña pantalla de control, aunque dudó en el último momento, observando el rostro dormido de Zuho; se obligó a contraponer la expresión fría y burlona que había visto la noche anterior, cuando él dijo que lo mataría sin más.

Con un suspiro, terminó de nivelar el sedante que entraba en el cuerpo de Zuho aunque sin eliminarlo por completo, cuando todo estuvo listo, la máquina dio una pequeña descarga eléctrica que despabiló a Zuho.

Luego de hacer varios guiños, Zuho por fin abrió los ojos y levantó la mirada, ambos héroes se tensaron al notar cómo su ojo derecho se encendía con su antinatural color blanco. De inmediato Rowoon activó el escudo alrededor de la mente de Zuho, cuidando especialmente el no volver a tocarlo, aunque no sintió la presión del poder contrario.

—¿Dónde está Taeyang? —preguntó Youngbin.

Zuho ladeó la cabeza hacia él, con una sonrisa maliciosa en sus labios.

—¿No hay ni siquiera un "buenos días"?

Youngbin se acercó a Zuho, intentando imponer su autoridad volvió a preguntar con mayor fuerza.

—Contesta, ¿dónde llevaron a Taeyang?

—¿De verdad crees que te lo diría así como así, hyung? —la última palabra salió como veneno—. No, esto solo será divertido si todos jugamos.

Youngbin no pudo entender del todo sus palabras, Rowoon se adelantó entonces.

—Esto no es un juego, Zuho. Taeyang está en peligro, y necesitamos encontrarlo.

—Entonces, deberían darse prisa a encontrarlo y dejar de perder el tiempo... —Zuho había desviado la mirada hacia él, de pronto entrecerró los ojos, como si lo estuviera analizando—. Pareces cansado, Rowoon-shi. ¿Cómo esperar poder resistir todo lo que se avecina en ese estado?

Su expresión había cambiado, como si de verdad estuviera preocupado por Rowoon, cuyo cuerpo se tensó ante aquel gesto que tan bien conocía.

—¡Basta! —gruñó Youngbin, con la paciencia agotada. El aire a su alrededor comenzó a moverse, una corriente casi imperceptible rodeó a Zuho—. Lo preguntaré una última vez, ¿dónde está Taeyang?

Zuho sintió el cambio en el aire, cómo la presión disminuía a su alrededor y afectaba a su respiración. Pero, en lugar de asustarse, comenzó a reír. Una risa suave y oscura que resonó en toda la habitación.

—¿Así que eso es lo que harás, hyung? ¿Vas a torturarme hasta que confiese?

Youngbin no respondió, pero el aire a su alrededor se hizo más denso. Zuho jadeó ligeramente, pero sus ojos seguían llenos de burla.

—Parece que pasaste demasiado tiempo entre los villanos, Youngbin. ¿Crees que asfixiarme es hacer lo correcto?

Youngbin endureció su expresión, desvió su mirada por un momento hacia Rowoon y notó que éste negaba sutilmente con la cabeza.

—No somos como tú —murmuró Youngbin al fin, luego siguió con más fuerza— Aunque si tienes razón, deberías temer a lo que soy capaz de hacer.

El aire alrededor de Zuho volvió a espesarse, negándose a entrar o salir de sus pulmones, creando una sensación de sofoco intensa y dolorosa. Solo fueron unos instantes antes de que Youngbin alejara su poder.

Zuho comenzó a toser, pero aún entre las toses se colaban los sonidos de su risa.

—Tan solo mírate, Youngbin, Un héroe que utiliza su poder para obtener información, dispuesto a hacer lo que sea para salvar a su amigo, incluso si eso significa torturarme. ¿Eso no te suena demasiado parecido a lo que harían los villanos?

Youngbin gruñó, y volvió a utilizar su poder contra él, pero de nuevo solo ganó algunos jadeos y más risas.

—¿Lo ves, Youngbin hyung? En realidad no importa si nos disfrazamos de héroes o villanos, todos somos lo mismo: monstruos.

Desesperado, el héroe volvió a controlar el aire alrededor de Zuho. Su mirada se endureció aún más mientras obligaba al oxígeno a entrar a la fuerza al cuerpo inmóvil, sin posibilidad de que saliera.

—En ese caso, te mostraré lo que aprendí estando entre ellos.

Zuho se mostró sorprendido por algunos momentos, antes de que sus ojos se pusieran en blanco. La máquina a la que estaba conectado comenzó a pitar mientras su cuerpo se convulsionaba, incluso salió algo de espuma de su boca.

—¡Hyung, basta! —le interrumpió Rowoon de pronto, poniendo una mano sobre su hombro.

Youngbin volteó hacia él, rompiendo su ataque. Jamás había utilizado así su don, aunque Hwiyoung le había dado la idea, y estaba sorprendido no solo por haberlo hecho, sino por su propia reacción.

Había deseado realmente causar daño a Zuho, a quién antes había considerado su dongsaeng, con tal de poder salvar a Taeyang.

"Eso es lo que somos todos: monstruos" había dicho él. ¿Era posible que tuviera razón?

Una nueva risa lo distrajo de sus pensamientos, Zuho había vuelto en sí y seguía riéndose de ellos, aunque tenía el aliento entrecortado y la cara pálida. Algunas gotitas de espuma volaban por entre sus risotadas.

—Bien, muy bien, esto ha sido muy entretenido. Se han ganado una pequeña pista —la voz de Zuho sonaba cortada y húmeda, pero ni así perdía el toque burlón de su tono—. No les diré dónde está, obviamente, pero sí que está más cerca de lo que creen. Aunque no creo que logren encontrarlo a tiempo.

Youngbin sabía que estaba a punto de perder el control, por lo que dió media vuelta y se dirigió a la salida. Rowoon lo dejó marchar y se giró con un gesto dolido y recriminatorio hacia su antiguo amigo.

—Esto no ha terminado, encontraremos a Taeyang —dijo con firmeza, mientras se acercaba a la pantalla de control para volver a dormir a Zuho.

—Eso es lo que espero, Rowoon-shi. Será mucho más interesante cuando lleguemos al final... y se den cuenta de la verdad.

Rowoon ya no pudo preguntarle a qué se refería, pues la droga funcionó entonces y lo sumió en la inconsciencia.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top