Capítulo 1.- Poder telepático.
—Necesitamos encontrarlo —decía Jaeyoon entonces, los cuatro héroes estaban sentados ante la mesa circular.
—¿Sabemos a dónde fue la llamada de emergencia? —preguntó Inseong, revisando en su pantalla la información.
—Al parecer fue cerca de Deogyusan, —fue Zuho el que contestó, también mirando su propia Tablet.
—¿La montaña? Eso no es bueno... Jaeyoon y yo iremos a buscar allí, Zuho y Rowoon, permanezcan aquí por si llega alguna otra noticia —indicó el mayor con firmeza.
Zuho hizo una señal con sus dedos en la frente, acatando aquella orden. Mientras los mayores se preparaban para salir volteó hacia Rowoon.
—¿Qué te parece si, mientras, tú y yo practicamos un poco?
Rowoon sonrió emocionado y asintió, aunque no bien se levantaron Inseong les dedicó una mirada seria.
—No se alteren demasiado, los necesitamos atentos por si hay algún problema.
—No te preocupes, hyung, tendremos cuidado. Además, si nos necesitas ya habremos calentado.
Inseong suspiró, demasiado preocupado por Taeyang, podía confiar en que sus dos dongsaengs no se matarían entre ellos... esperaba.
Una vez que los dos héroes salieron en el pequeño jet, los otros dos se dirigieron a la gran sala de prácticas, la cual estaba debidamente equipada para estos entrenamientos algo intensos de manera que nada se saliera de control. Era un espacio circular con varios metros de altura, había algunos desniveles en la pared así como algunos aditamentos como costales o rocas que servían para simular distintos escenarios.
Ambos se colocaron a los extremos de la sala, la luz se volvió un poco más baja antes de que una campana indicara el comienzo del entrenamiento. Zuho había cerrado los ojos un momento, al abrirlos el ojo derecho se había vuelto de color blanco mientras el izquierdo seguía con su tono negro habitual, era la indicación de que sus poderes habían despertado.
Rowoon se puso en guardia, sintiendo cómo su propio poder nacía en su cabeza y se movía hasta sus manos, desde ahí podía manejarlo con cierta facilidad. Zuho ya había comenzado a caminar hacia él con lentitud y cierta parsimonia que, junto a sus ojos bicolor y su penetrante mirada fija, lo volvían aterrador.
El más alto intentó ignorar aquella imagen, sabiendo que su compañero no lo dañaría en realidad, comenzó a lanzar el poder de su mente hacia él, pudo sentir cómo se movía su propia energía, sin embargo al llegar a unos pocos centímetros de su amigo la energía se desviaba.
Ambos tenían un poder psíquico, aunque el de Rowoon solía centrarse más en el movimiento de cosas, mientras que la variedad de ataques que podía utilizar el contrario era abrumadora, más enfocada a confundir la mente de los enemigos.
Su entrenamiento se enfocaba, normalmente, en lograr que el poder de Rowoon limitara el cuerpo de Zuho, "una vez que lo logres, podrás intentarlo con mi mente, por ahora ni siquiera sueñes con ello" le había dicho Zuho la primera vez que practicaron.
Con cada paso que se acercaba, Rowoon ponía aún más fuerza en sus ataques, pero seguía sin lograr romper la defensa de su amigo. Una vez que Zuho lo tocara el juego habría acabado, y habría perdido como casi siempre.
Zuho mantenía firme su avance, midiendo con cuidado los ataques del contrario y repeliéndolos sin mucho trabajo. Ya conocía bien la señal de onda de su poder así que no tenía dificultad en repelerlo.
Estaba confiado, así que no se percató del otro movimiento de Rowoon hasta que un costal pequeño salió volando contra él, golpeando su nuca. No fue nada grave, pero fue suficiente para desconcentrarlo y el poder de Rowoon logró inmovilizar su cuerpo.
Fue más un acto instintivo que un verdadero ataque, pero en el momento en que Zuho se vio inmovilizado su poder se disparó, penetrando en la mente de Rowoon sin la menor piedad. De pronto el más alto se encontró completamente sumergido en la oscuridad: no solo no podía ver, tampoco oír ni percibir nada, todos sus sentidos habían quedado inutilizados.
Se sintió enloquecer en aquella nada de la que ni siquiera podía percibir el tiempo que pasaba, completamente sumido en ella.
Lo primero que volvió fue el tacto, pudo sentir que estaba recostado sobre algo frío y duro, algo cálido sostenía su rostro con aparente cuidado, se aferró a aquello cálido y suave en un intento para no perderse por completo.
El olfato también le dio la idea de que estaba en un lugar conocido al volver, aun en medio de la oscuridad reconoció el olor estéril de la sala de prácticas, así como el olor masculino de Zuho cerca de él. Incluso pudo percatarse del retorno del gusto, aunque no hubiera nada más en su boca, el simple sabor de sí mismo lo sorprendió.
—Tranquilo SeokWoo, todo va bien, ya estás despertando, tranquilo, vuelve lento —pudo por fin escuchar la voz grave de su amigo.
Rowoon respiró profundo, intentando concentrarse sólo en aquella conocida voz, haciendo el miedo a un lado a fuerza de respiraciones. Cuando volvió a abrir los ojos por fin pudo ver a Zuho, quien lo miraba preocupado, había recostado su cabeza en sus piernas y le seguía hablando de forma suave.
Rowoon seguía aferrado a él y temblaba con fuerza.
—Ya, ya. Ya pasó SeokWoo, has vuelto, se terminó.
—¿Zuho? —preguntó Rowoon con lágrimas en los ojos.
—Sí, soy yo. Lo siento, no quería lastimarte, pero ya pasó, ya pasó.
Lo abrazó con cierta fuerza, dejando que su calor lo fuera tranquilizando poco a poco.
—¿Qué, qué me, hiciste? —preguntó con la voz entrecortada.
—Lo siento Rowoon, reaccioné por instinto. Privé a tu mente de tus sentidos, lo lamento.
Rowoon comprendía la razón, pero no podía dejar de temblar y algunas lágrimas seguían escapando de sus ojos.
—¿Cu... cuánto tiempo, pasó?
La sonrisa que esbozó entonces Zuho fue todo menos alegre, sólo de medio lado parecía más bien irónica.
—No fueron más que un par de segundos, en cuanto me di cuenta detuve mi poder y solo fue el tiempo en el que tu mente volvió a conectarse. Pero al no tener sentidos te sería imposible discernir el paso del tiempo.
Por algunos momentos el más alto sólo lo miró con los ojos muy abiertos, si solo habían pasado algunos segundos ¿qué significaría estar atrapado así durante mucho más tiempo? Había visto a Zuho usar su poder contra algunos villanos solo un par de veces, pero jamás pensó lo que realmente podía significar aquello.
—No me temas Rowoon, no tú, ninguno de ustedes tiene razón para temerme, por favor —pidió Zuho con pesar.
Rowoon respiró con fuerza, él tenía razón, era su compañero, su amigo. Aquel sólo había sido un accidente... se repitió todo eso mentalmente, intentando recuperar el control de sí mismo, aunque una parte de su mente seguía aterrada ante la idea del poder contrario.
—Lo sé, Zuho, no te preocupes. Solo estoy un poco afectado por la sensación, nada más.
Zuho sonrió un poco más tranquilo, se levantó y apoyó a Rowoon para que lo hiciera, aunque el más alto aún tenía el cuerpo un poco tembloroso.
—Te cocinaré algo rico como disculpa, ¿de acuerdo? —ofreció Zuho con una sonrisa culpable.
—Está bien, pero mientras voy a darme un baño —dijo, en realidad quería estar solo y lejos de él, pero no quería decirlo de alguna forma que lo lastimara.
Zuho aceptó y lo dejó solo en su cuarto antes de dirigirse a la cocina, aun mientras caminaba una risa baja y burlona se escapó del pecho de Zuho, no había nadie más que lo oyera.
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