16. La cita

Narra Frank:





Desperté luego de un profundo y tranquilo sueño.

Luzu estaba abrazándome por la espalda fuertemente, como si no quisiera separarse de mí nunca más. Me volteé para observarlo, él era realmente guapo. Sus finos labios, su nariz recta y su cabello castaño me encantaban, sus fuertes brazos me envolvían de forma protectora, seguro el practica algún deporte.



Comenzó a removerse en la cama, al parecer estaba despertando.





—Buenos días. —saludé sonriendo, al ver como él abría sus ojos lentamente.



—Hola Franker. —respondió, para luego darme un pequeño beso.



—¿Qué día es hoy? —pregunté. Y es que como no trabajo y lo único que hago es estar en casa, no me entero ni siquiera de qué día es.



—Domingo... Por cierto, hoy tengo planes para nosotros, ya que me dieron mi primera paga semanal. —Me miró de una forma difícil de descifrar... ¿Felicidad? ¿Emoción? ¿Lujuria? No tengo ni idea, realmente, pero espero que no fuera nada malo.



-—Oh, está bien. —Una pequeña sonrisa forzada se plantó en mi cara, nunca sabía qué esperar de Luzu, no sabía si lo que venía sería bueno o malo.



(...)





—Guys! ¿Tienen planes hoy? —dijo Lanita mientras comíamos el desayuno—. Porque pensaba invitarlos a un parque de atracciones.



—Ehmm... Yo... ¿Luzu? —La verdad es que yo no podría decirle que no a Lanita, así que prefiería dejarle esa labor a Luzu. Ella es la chica más adorable que existe, es casi imposible decirle que no.



—Pues... La verdad es que sí tengo planes, con Frank... —La rubia nos miró a ambos con cara de cachorrito.



—¿Y no puedo acompañarlos? —preguntó suplicante.



—Es que... es una cita. —La de cabello claro nos miró con sorpresa, ella sabía que Luzu se traía algo conmigo, pero nunca lo había dicho tan directo.



—Oh... Está bien. No problem. —Nos dedicó una gran y cálida sonrisa.



—Lo siento Lanita, si quieres salimos otro día. —Ofrecí, no sabía si al castaño le gustaría la idea, pero realmente no me interesaba, mientras estuviera con Lana nada malo me podía hacer.



—Okay. Voy a salir con Pam, nos vemos luego chicos. —dijo Lana, para luego levantarse e irse de la casa. Esperaba que no se hubiese enfadado.





El desayuno transcurrió muy silencioso. Luzu estaba sumido en sus pensamientos y yo en los míos.

Pensaba en qué sería lo que me tenía preparado mi compañero. En cómo estarán mis padres.

¿Se habrían siquiera preocupado un poco por mi repentina desaparición? ¿Me extrañarán? O aunque sea, ¿extrañarán el golpearme? Quizá yo tuviera unos padres que me trataban mal, que no me quisieran, o incluso llegasen a odiarse, pero eran mis padres y aunque suene masoquista, aún los quiero, aunque sea un poco.

El irme de casa fue para mantenerme con vida, porque sabía que si me quedaba allí, ellos me acabarían matando. Sin darme cuenta, una pequeña lágrima se deslizó por mi mejilla, lágrima que fue inmediatamente limpiada, delicadamente, por Luzu.



—¿Frank? ¿Estás bien? —La mano de Luzu acarició lentamente mi mejilla, de forma protectora.



—No Luzu... No lo estoy. —Intenté bajar la cabeza para no tener que mirarlo a los ojos, pero él me lo impidió.



—Me gusta que me mires a los ojos cuando hablamos. —Me dedicó una sonrisa y continuó hablando—. Ahora... ¿Quieres hablar de por qué estás así?



—P-prefiero no hablar... M-mejor vamos a lo que tenías planeado.



—Está bien. Tú ve a arreglarte. Hay una bolsa con algo para ti en la habitación, debajo de la cama. —Ordenó Luzu, a lo que yo obedecí inmediatamente.





Una vez en la habitación, me fije en qué era lo que había debajo de la cama, y me encontré con una bolsa con ropa nueva, toda era de mi talla. ¿Por qué Luzu me compró esto? No lo sabía, pero era ropa, y realmente la necesitaba, así que no iba a decir que no a su regalo.



Me puse lo primero que encontré y salí de la habitación. Al llegar al salón me encontré con Luzu sentado en el sofá mirando de forma concentrada la televisión.





—Luzu, estoy listo. —dije después de pasar un momento admirando su hermoso perfil.



—Está bien, ¿te gustó tu regalo? —me preguntó sonriente.



—La verdad, sí... Muchas gracias —Me acerqué a él y le di un fuerte abrazo, seguido de un pequeño y rápido beso.



—¿Y eso? —Se veía sorprendido, pero para nada disgustado.



—Mi agradecimiento. —Mis mejillas tomaron un tono rojo carmesí—. Ahora, ¿vamos?



—Vamos.



Fuimos juntos al zoológico, cosa que me hacía mucha ilusión, ya que nunca había ido a uno, mis padres nunca me llevaron...



(...)



—¡Luzu mira esos leones! —grité emocionado. Iba corriendo de un lado a otro mirando a los animales. Luzu me miraba con ternura.



—Calma Franker, que hay tiempo para ver a todos lo animales. —Me decía, ya que estaba tirando de él de un lado para otro.





Me sentía un niño pequeño, estaba siendo más feliz que nunca. Luego de mucho tiempo corriendo por todo el lugar me dio hambre, cosa que Luzu notó de inmediato, así que me llevó a comer a un sitio dentro del mismo zoo... Estaba repleto de niños, cosa que me encantó.



—Luzu... Hoy fue un día maravilloso. —dije mientras comía una hamburguesa—. En serio, no sabes lo feliz que me haces.



—Eso esperaba... Hacerte feliz. —vocalizó de manera casi inaudible.



—¿E-en serio? —No me lo creía. ¿Acaso él quería hacerme feliz?





Después de eso, terminamos de comer de manera silenciosa. ¿Por qué no me respondió?



Últimamente había tantas preguntas en mi cabeza.



Luzu pagó la comida y nos fuimos a casa. Mientras caminábamos lo tomé de la mano. No era de las personas que muestran afecto en público, pero estaba tan feliz que realmente no me importaba lo que pensara el resto. Llegamos a casa y encontramos una nota de Lanita.



"¡Chicos! Hoy no me voy a quedar a dormir en casa, voy a ir a casa de Pam, nos vemos. Bye"





—Así que... ¿Estamos solos? —dijo Luzu.



—Bueno... Quizá sea momento de agradecerte por esta tarde. —Me lancé sobre él, besándolo, dejándolo sorprendido... Quizá me arrepintiera después, pero ahora no me importaba, sólo quería estar con él.

(Autora: palomakiessling)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top