013. Ki
Izuku había dicho que no podía esperar a unirse a los Toros Negros, y eso era verdad, pero...
Que sean buenos tipos no significaba que no sean una panda de bichos raros. Aunque él precisamente no era de este mundo, a si que este era su lugar natural.
Pero... Por alguna razon no se sentía parte de esta orden...
―Ahora ―Magna se paró frente a Noelle y Asta―. Ustedes dos tendrán su primera misión.
Izuku supo rápidamente que estaba completamente excluido. ―¿Y yo...?
―¿Eh? Tu aun no tienes una túnica. No puedes ir por allí haciendo misiones si no te identificas con alguna orden.
Izuku tuvo ganas de replicar, pero ciertamente Magna era su superior, y por cosas de su mundo tenia muy claro que esto estaba perdido. ―B-Bien...
―¡¿Bien?! ―Asta rodeó a Izuku con el hombro, pegándolo a él―. ¡Nosotros tenemos que ir juntos! ¡Compartimos la espada!
―Idiota. Él no irá a ninguna misión hasta que tenga su túnica.
―¡¿Y por que solo tenían túnicas para 2?!
Magna pareció enfadarse. ―Por que el capitán Yami así lo decidió. ¿Tienes algun problema con eso?
―¡¿Eh?!
―Gritas demasiado, mocoso ―siendo sorprendidos por una gigantesca figura detrás de ambos, esta tomó de la cabeza a Izuku y lo alzó―. Tengo planes distintos para este mocoso. Ve a cazar ese jabalí para ese tipo.
Asta se volteó con sorpresa, y sus ojos brillaron. ―¡¿Izuku?! ¡¿Acaso harás una misión especial junto al Capitán?! ¡Yo tambien quiero ir!
―¿Misión especial? ―Noelle le siguió―. Como parte de la realeza, no puedo ir a ver a un viejo sucio a un viejo y sucio poblado para cazar a un jabalí.
Magna le observó. ―¿Qué? ¿Tienes algun problema con eso?
―Nunca dije que fuera un problema ―apartó la mirada, avergonzada―. Solo estaba pensando sobre si estaría bien que vaya a una misión así... por que no puedo controlar mi magia.
―¿Y ir a una misión especial seria mejor? ―comentó Magna sin poder entenderlo mucho, para luego sujetar su manto con cierto orgullo―. ¡Yo estaré allí para limpiar cualquier desastre que hagan! ¡A si que dejen de molestar al capitán!
Asta ahora le observó emocionado. ―¡Oh, Magna! ¡Eso fue demasiado masculino!
Este no pudo evitar sonreír. ―Detente. Estas haciendo que me sonroje.
Yami solo observó a Asta. «Parece una polilla...»
Y luego observó a Izuku. Este trataba de zafarse de su agarre, sintiendo que aquel gran hombre podría matarle en cualquier momento. ¡¿Que con la fuerza absurda en las personas de este mundo?!
―No pienses estupideces. No tengo ninguna misión especial para ti, aunque puedes verla como una si quieres ―Yami sonrió sin mayor problema―. Quiero hablar un poco contigo, mocoso del Diamante.
Izuku por alguna razon solo pudo sudar frio. «¡¡Estoy muerto!!»
[...]
Mientras Asta observaba con asombro junto a Magna y Noelle como aquella aldea en donde debían de ir estaba cubierta por niebla...
Izuku observaba las espaldas de Yami, quien posaba épicamente en la cima de la base de los Toros Negros.
Claro que esto le desoriento enormemente. ―¿Qué hace...?
―Cuando los capitanes no hacemos nada, al menos tenemos que posar de manera épica ―contestó con simplicidad.
―¿Eh...? ―Izuku supo que si los demás capitanes eran tan peculiares como el suyo, definitivamente lo pasaría mal. O esa era su sensación.
Despues de todo... no era un imbécil. Él...
―¿Planeabas unirte a una orden para pedir ayuda sobre tu asunto, señor desertor?
Aquello le exaltó. ―¡N-No soy un desertor!
―Ya lo se, idiota ―Yami se dio la media vuelta, observando a Izuku―. Tu no eres de por aquí, ¿No es así?
―... ―el peliverde bajó la mirada y asintió con completa sinceridad.
Aquello hizo alzar una ceja a Yami. ―No tienes por que avergonzarte por eso. Yo tampoco soy de por aquí.
Aquello le hizo alzar la mirada con rapidez, impactado por aquellas palabras.
¿Acaso...?
―Aunque no le hablaré sobre mi a un rarito sin magia que da repelús.
Izuku bajó los brazos. ―¿Entonces por que me dijo algo tan importante...?
―Hay un tipo en el palacio que puede ver en la mente de las personas. Interrogamos a cada asesino que capturaron, y vimos a través de sus recuerdos ―reveló, asombrando al peliverde―. Ellos te buscaban. No parecían saber por qué o para qué, pero es un hecho que tienes un vinculo con el reino del Diamante. ¿Por que no hablas sobre ello?
Izuku dudó ante ello. ―Me mirarías como un loco... Yuno y Asta ya lo hicieron una vez... No pudieron entenderme.
―¿Que no pudieron entenderte? ¿A caso eres de otro mundo o qué? ―ante la reacción exagerada de Izuku al escuchar aquello, Yami puso un rostro aburrido. ¿Ya?―. Espera, ¿De verdad?
Izuku negó prácticamente con todo su cuerpo por impulsó. ―¡C-Claro que no!
―... ―Yami inhaló su cigarro y lo exhaló con tranquilidad―. Sea cual sea el caso, es un hecho que le sirves al Reino Diamante para algo. Esos asesinos no te ven como un desertor, a si que debe de ser otra cosa. ¿Sabes qué es?
―... ―Izuku negó nuevamente, esta vez con una honestidad casi palpable, así como tambien una sensación de pesadez igual de fuerte―. Yo no se por qué me trajeron aquí. Lo único de lo que estoy seguro es... que hay mas. Que el Reino Diamante tiene a mas de los míos encerrados en esos calabozos...
Yami lo supo inmediatamente al escuchar ello. El Reino Diamante era bien conocido por sus experimentos aberrantes, despues de todo.
Posiblemente los conocidos de este mocoso ya estuvieran muertos. Pasó bastante tiempo, despues de todo.
Observó el cielo algo pensativo. Parece que tenia un gran problema entre manos...
¿Acaso seria una buena decisión acogerlo y...?
―Que diablos ―Yami sacó de alguna parte, y ante los ojos impactados de Izuku, aquella túnica faltante en esta orden―. Suelo apostarlas, a si que acostúmbrate a jugarla de vez en cuando ―y se la arrojó en la cara sin mas.
Izuku, por toda la situación, claramente supo que se cruzó por la mente de Yami. Él... Cualquiera en una posición como la suya lo pensaría tres veces antes de involucrarse en un asunto como este.
Los Toros Negros ya tenían en su repertorio bastantes decenas de estrellas oscuras por hacer mas desastres que su trabajo en si, por lo que iniciar una guerra... ¡¡Por supuesto que eso seria peor!!
Pero aun así...
Izuku observó la túnica sin palabras, para luego observar a Yami quien le observó. ―¿Que pasa? ¿No es de tu talla?
―¿Por que... me ayudas? ―el chico bajó la mirada tras ello―. Esto es... demasiado para cualquiera. Se que es algo demasiado egoísta, y por eso desde el principio me determiné a lograrlo por mi propia cuenta. No me gustaría meterles en problemas. No me gustaría...
―¿Con quien demonios crees que hablas? ―Yami arrojó su cigarro casi acabado―. Me importa una mierda el origen de tu poder y el del otro mocoso. Y tampoco me importa si eres un renegado, un bicho raro o si ni siquiera eres de este continente.
―Pero...
―Aquí todos somos una mezcla de bichos raros. Despues de todo, todos somos negros como el carbón. Esta orden solo existe para que las personas como nosotros... ―Yami sonrió enormemente― puedan vivir sus vidas como quieran. ¿Quieres cargar solo en contra de un país? Ve y muere. Pero hasta entonces, hazle compañía a todos estos inadaptados. Ya dormiste a gusto en nuestro hogar, a si que ya es un poco tarde para quejarse.
Aquellas palabras... tranquilizaron el corazón de Izuku.
No arrastraría a los Toros Negros... Yami se encargaría de que él viva su vida como quiera. Y si quiere encargarse de esto solo... lo hará.
La gente de este mundo... era extraña.
Izuku observó la túnica. Tan oscura como los miembros de esta orden.
No eran ni héroes ni villanos. El mundo que él conocía simplemente no aplicaba aquí. No habían buenos ni malos.
Un ex-convicto amante de su hermana. Un rubio que claramente no tenia todas las luces. Una bruja borracha. Conviviría con toda clase de personas que tal vez no se hubiera encontrado en U.A., que tal vez nunca en su mundo contarían con la aprobación de la sociedad o de los héroes...
Pero, sin siquiera conocerles a profundidad... supo que ellos eran mas que solo sus problemas o defectos. Eran personas. Solo eran... personas.
Un pensamiento que, sin dudas, no hubiera alcanzado tan rápido en la academia de héroes.
Yami encendió un segundo cigarrillo mientras observaba a aquel peliverde, ya con su túnica puesta. ―¿Ya dejaras de hacerte preguntas estúpidas?
Asintió con firmeza. ―Desde ahora en adelante, permítame aprender de todos ustedes, por favor.
Yami oscureció su mirada de repente, intimidando enormemente a Izuku. ―¿Que quieres aprender de nosotros? ¿Crees que solo somos peldaños que tienes que pisotear para lograr tu suicidio perfecto?
Izuku rápidamente retrocedió un paso. ¡Sin la espada de Asta solo era un humano muy débil aquí! ¡A diferencia de Asta, él si que estaba en lo mas bajo de la cadena alimenticia!
―Muy bien... ―con una sonrisa casi oscura, Yami nuevamente tomó de la cabeza a Izuku, despegando sus pies del suelo―. Veamos cuanto aguantas con esa determinación de mierda.
―¡¿D-Donde iremos ahora?! ―susurró muy alto Izuku mientras pataleaba, claramente aterrado.
―¿Donde mas? Al bosque a entrenar.
―¡¿Ah?! ¡Si entreno contigo moriré!
―Supera tus limites.
Izuku supo que si hacia esto solo definitivamente moriría. Yami conteniéndose al máximo probablemente le mataría sin quererlo. ―¡E-Esperemos a Asta al menos!
La presión del ambiente se alivió de repente, y Yami pareció estar completamente de acuerdo. ―Seria un fastidio tener que hacer esto de nuevo. Lo haremos cuando él esté.
El chico no pudo evitar suspirar con alivió. Dios...
Eso estuvo realmente cerca...
―... ―Izuku observó el suelo debajo suya. Aun estaba a un metro de el. ¿Por que Yami no lo bajaba...?
―A diferencia del otro mocoso, tu si que puedes volar, ¿No es así?
Izuku rápidamente supo que sucedería a continuación, y negó como si su vida dependiera de ello. ―¡¡N-No puedo!! ¡Nunca lo hice ni lo intenté! ¡Además necesi...!
Yami simplemente le arrojó aun lado. ―Entonces aprende.
―¿Eh? ―Izuku solo pudo ver como se alejaba cada vez mas de Yami, cayendo al vacío desde anda a saber cuantos piso―. ¡¿Eh?!
Sin embargo, milagrosamente cayó sobre algo realmente suave, rebotando en el y cayendo a un lado finalmente.
―¿Oh? ¿Alguien cayó del cielo? ―Charmy se acercó al paralizado Izuku junto a sus corderos de algodón, acercando una magdalena a su boca―. Come un poco.
Yami solo le observó desde el techo. ―No sabia que ella cruzaba. Parece que este mocoso tiene mucha suerte.
―Este... lugar... ―Izuku se vio parcialmente silenciado cuando Charmy introdujo su magdalena en su boca―. ¡¡Va a matarme!!
Esto solo despertó una fuerte risa en Yami. ¡Este tipo si que era divertido!
Aunque eso que tenga que ir a las misiones junto a Asta seria un problema. Son una orden de caballería, no un grupo de excursión. Es hasta normal hacer misiones individuales de vez en cuando.
Y con ello, pasó un día. Un largo día para Izuku, quien casi fue asesinado por Luck mas de una vez. Parecía ser que se quedó con las ganas de luchar contra él enserio.
Un día en donde el grupo de Asta no regresó pese a ser una misión tan simple. Y al verlos, Izuku supo el por que su tardanza.
Estaban destrozados.
Sin embargo, esto no cambió el rostro de Yami, quien rio. ―Les dieron una buena paliza por allá, ¿huh? ¡Sin embargo, ustedes bastardos lo hicieron muy bien!
Aquellos dos hombres se vieron orgullosos por esto. ―¡Gracias!
―¿Por que luces tan feliz? ¿Eres tonto o qué?
Izuku rápidamente se acercó. ―¡Escuché lo que sucedió! ¡¿De verdad te enfrentaste a criminales, Asta?!
Este asintió con fuerza. ―¡Habían tomado de rehenes a todo el poblado! ¡Deberías haber estado allí, Izuku!
―... ―Izuku observó la cabeza de Asta―. Esto... Tienes un pájaro en la cabeza.
―¿Huh? ―Asta asintió―. Me sigue a cualquier lugar que voy. Solo quiere molestarme.
Noelle solo podía observar de reojo aquel pájaro. «¡Es demasiado lindo!»
Pero Izuku solo pudo tener una extraña sensación. ―Esos ojos provocadores son raros...
―¡De cualquier manera, el Rey Mago ha aprobado sus acciones ―Yami sacó una pequeña estrella mágica― y nos a bendecido con una estrella!
Magna no pudo creerlo. ―¡¿En serio?! ¡Es la primera que veo una desde que estoy aquí!
Izuku solo pudo ver desconcertado como la estrella flotaba hasta un tablero, haciendo desaparecer una estrella negra. Esto no pintaba bien...
Pero Yami ignoró ello por completo. ―Ahora ―y tomó a Asta e Izuku de la cabeza, arrastrándolos―. Vamos afuera. Quiero mostrarles algo.
Obviamente Izuku esta ya resignado a esto, y Asta se sacudía como un camarón. ―¡Wah wah wah! ¡Me aplastaras la cabeza!
―... ―Noelle levantó una ceja―. ¿Mostrarles algo?
―Que extraño. El capitán Yami naturalmente no hace este tipo de cosas ―murmuró Magna―. Sera mejor que...
Vanessa apareció de al nada, soltando una pequeña bolsa con dinero en sus manos. ―El capitán me dijo que me encargara de repartir la paga del mes.
Aquello exaltó a Magna. ―¡¿Ya llegó la paga?! ―y salió corriendo fuera―. ¡¡Ganaré esta vez, malditos vejestorios!!
Noelle solo pudo observarle marcharse. ―Es un idiota.
Y Vanessa tambien le entregó su paga. ―Felicitaciones por recibir tu primera paga.
―... ―ella solo observó el contenido de la bolsa. «Que poquito.»
―Ya que tienes algo de dinero, vamos al castillo del pueblo a comprar algunas cosas. Estoy libre ahora, y puedo acompañarte.
―Prefiero saber que harán ellos afuera ―Noelle bajó levemente la mirada―. Aun tengo que aprender a controlar mi magia.
Vanessa sonrió. ―Escuché que protegiste a toda esa gente con un hechizo. Controlas tu magia un poco mejor que antes.
―Soy de la realeza. Deje a dos plebeyos luchar mientras solo pude limitarme a defender ―avergonzada no por su estatus, si no por lo poco que pudo ayudar a su orden, ella observó atrás, a la salida―. Tengo que controlar mejor mi magia.
―Existen artículos que podrían reprimir tu magia. Necesitarías encontrar uno que con un pequeño ajuste sea compatible con tu poder, así serás capaz de controlar tu magia un poco mejor.
Aquello definitivamente llamó su atención. ―¿Donde consigo esos artículos mágicos?
―En el castillo del pueblo ―Vanessa guiñó su ojo―. Estoy libre~
―...
―Muy bien ―Yami se deshizo de su cigarrillo, desvainando su espada―. Comencemos esta lección.
Los ojos de Asta brillaban con ilusión y notable miedo. ―¡Entrenaremos bajo la tutela del capitán Yami! ¡Que genial y terrorífico!
Izuku en cambio no dudó un segundo en acceder al modo black. ¡Si no lo hacia, por supuesto que moriría! ¡Aunque tampoco es como si podría con un capitán!
Pero...
―¿C-Capitán?
―¿Huh?
Izuku le apuntó con duda. ―Eso... ¿Es una katana?
Asta observaba con la misma emoción. ―¡¿Que clase de espada es esa?!
―... ―Yami sonrió―. Nadie en este continente sabia sobre la espada de mi tierra natal, ¿Pero tu si?
Izuku asintió con duda. ―Es una espada de Japón... Mi tierra...
Asta seguía confundido, intercalando miradas entre ambos. ―¡¿Que es Japón?!
«Japón, la tierra del sol naciente, mi tierra natal. Ese mocoso definitivamente no viene del mismo lugar que yo. pero por su actitud es lo mas Japonés que halla visto en todo mi tiempo aquí ―Yami sonrió un poco al pensar en ello―. Entonces puede que pueda ser el único aquí que domine esta habilidad. Y tal vez el otro mocoso.»
Yami les observó. ―Ustedes, vengan aquí.
Como peones, ambos rápidamente se acercaron. Por lo de la Katana, Izuku estaba un poco mas curioso que, bueno, temeroso por morir.
Y sin mas Yami les dio la espalda. ―Atáquenme con todo lo que tengan.
―¡¿Ah?! ¡¿Por la espalda?!
―Solo háganlo o los mato.
―... ―Asta sujetó el mango de su espada, e Izuku su puño oscuro―. ¡Bien!
Y cuando atacaron desde diferentes puntos, Yami les bloqueó sin mirarles.
Ambos retrocedieron ante esto. ―¡¿Como...?!
―Muy bien ―y se volteó, observándoles―. Ahora hagan lo mismo.
―¡Si, señ...! ―Asta se exaltó―. ¡¡No puede estar hablando en serio!!
―¿Eh? ―Yami oscureció su figura, y una cantidad extraordinaria de magia en forma de oscuridad salía de su espada―. ¿Con quien diablos piensas que estas hablando? Si yo te ordeno que hagas algo, tu vas y lo haces.
Asta sudo enormemente. «¡Hombre! ¡Esta hablando muy en serio!»
Izuku no lo comprendió. ―¡C-Capitán! Ninguno de los dos tenemos poderes mágicos...
―¿Crese que soy idiota como para no recordarlo? ―Yami les apuntó―. Parece ser que esto será una clase. Les cobraré despues.
«¡¿Y todavía nos va a cobrar?!»
―Pude defenderme de sus ataques sin verlos por que reaccioné a lo que en el pueblo de mi tierra natal llaman Ki.
Aquello confundió enormemente a ambos. ―¿Ki? ¿No es mana...?
―Es la energía corporal que las personas emiten al ver, al producir sonido con sus respiraciones, los olores, e incluso con el movimiento de sus músculos. Eso es a lo que llamamos Ki. Conforme sientan el Ki, podrán moverse de acuerdo a la percepción de lo que el oponente va a hacer.
Asta pareció entenderlo. De hecho, en la batalla anterior se guio bastante por sus sentidos para luchar.
Por otro lado, Izuku no captó nada de nada. Solo la teoría.
―Como que no tienen poderes mágicos, usaré mi magia para hacerles practicar.
Asta tenia un rostro neutro. ―¿Pero si nos da un golpe directo no moriremos?
―En mi tierra natal tenemos un dicho: "Un guerrero jamás repite."
Izuku reaccionó ante ello. Ese dicho... ¡Lo conocía!
―Tu quieres ser Rey Mago, y tu quieres salvar a tu gente, ¿No? Entonces superen sus limites. Ese es el camino para realizar sus sueños.
Aquello impactó de lleno en ambos espadachines.
Y casi como si fueran uno, reaccionaron de la misma manera, reflejando en sus ojos una mirada determinada. ―¡Si, señor!
Yami se preparó. ―Muy bien.
Y ambos tragaron saliva, compartiendo el pensamiento. «No se muy bien lo que tengo que hacer, pero... Necesito concentrarme.»
Nero se despegó de la cabeza de Asta y voló a un árbol cercano. Definitivamente el camino del grimorio de Licht terminaría aquí.
―Magia de Oscuridad ―Yami blandió su espada con fuerza―: Manto de oscuridad...
Ambos se prepararon. Aunque solo tengan una espada para deshacer el hechizo de Yami...
―¡Corte de Avidya!
¡Tenían que superar sus limites y hacerse mas fuertes!
Sin embargo, el corte de oscuridad pasó entre ambos, dejándoles paralizados.
Observándose entre si, pudieron ver que un corte en sus mejillas se produjo. Eso estuvo realmente cerca...
―Lo hicieron mal ―aburrido, Yami―. Solo usaron sus ojos y el movimiento de mi cuerpo para para detectar el golpe. ¡Eso no es Ki! ¡¡Usen sus cinco sentidos, idiotas!!
Ambos no supieron como reaccionar. Incluso aunque lo hiciera, seria difícil reaccionar a tiempo...
―Y tambien necesitan sentir y reaccionar mejor. Si no pueden hacer eso, yo mismo los mato.
Izuku amargó la mirada. «¡Respeto al capitán, pero esta definitivamente loco!»
Y nuevamente cubrió su katana con oscuridad. ―Otra vez.
Sin dudas esto seria difícil hasta encontrarle el truco...
«Fin del Capítulo»
No suelo poner mis mensajes por aquí. Hola.
Ahora descubro que me encanta escribir a Yami xD puede que modifique la trama para ponerlo un poco mas. Cae de maravilla.
Ademas, perdón por escribir tantas cosas aburridas. ¡¡Se viene caos en el siguiente!!
Aprovecharé para avisar que esta historia tampoco planea ser muy larga. Por eso será un poco apresurada en tema de evoluciones y algunos eventos (como en el siguiente cap. Ya sabrán a que me refiero).
En fin, ¡Gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top