004. UN HOMBRE LLAMADO FANZELL

Habían pasado dos semanas desde aquello. Y...

―¡Bua!

―¡Cuidado, Asta!

El chico se chocó contra el suelo, y su espada quedó clavada en el árbol donde Asta había golpeado.

Izuku, sabiendo que Asta no necesitaba ayuda, solo se acercó. ―¿Que pasó?

―Perdí el equilibrio... ―contestó―. Nunca aprendí sobre esgrima. No se si la estoy blandiendo bien...

Izuku se acercó a aquella espada mientras Asta se colocaba de pie... y la tomó del mango.

Y empleando todas sus fuerzas, logró sacarla del árbol... para que luego la punta de esta caiga al suelo con fuerza. Aun no podía blandirla.

Izuku solo apretó los dientes. ―Aunque cuente con todas mis fuerzas no puedo levantarla... ¿Son 16 kilos, tal vez?

Asta levantó una ceja. ―¿Kilos?

Izuku se tensó al instante. «¡Estoy en otro mundo! ¡Por supuesto que no tenemos el mismo sistema de medición de pesos!» Rápidamente soltó la espada y se aclaró la voz. ―N-Nada. ¿La espada pesa tanto por que es de acero?

―... ―Asta nuevamente no supo de que hablaba―. ¿Acero...?

―¡Que hermoso lugar! ¡Los bosques cercanos a la aldea de Hage si que son buen lugar para entrenar! ―buscando una rápida escusa, Izuku se fijó en lo primero que vio que llamaba la atención.

Inesperadamente... y ahora que se fijaba en ello... esto realmente le llamaba la atención.

Lo que les rodeaba eran... ¿Ruinas? ―¿De donde son todos estos escombros? ―preguntó ante la sorpresa de Asta―. ¿Había una mansión aquí antes?

―¿Mansión? ―Asta negó―. En este lugar estaba ubicada una antigua ciudad del Reino del Trébol. Todos estos escombros son de las antiguas casas ―mencionó mientras tomaba la espada, nuevamente levantándola con un solo brazo.

―¿Y... que pasó con esa ciudad?

―Según las historias que nos contó la hermana Lily, la humanidad estuvo a punto de caer ante un demonio. Pero un único mago la salvó de su fin. Ese mago es quien es llamado el primer Rey Mago, y se convirtió en leyenda ―relató ante el asombro de Izuku―. El cráneo que viste desde la aldea es de ese demonio ―reveló con bastante naturalidad.

―¡¿Ah?! ¡¡¿Ese cráneo es de verdad?!! ¡¡Pensé que con todo esto de la magia alguien lo había esculpido o algo así!!

Enormes cuernos, tres cuencas en donde obviamente habría antiguamente ojos, y un tamaño mas que colosal. Mucho mas grande que el de Mount Lady.

No era extraño que Izuku halla pensado que era falsa.

A si que en este mundo tambien existían esas clases de cosas...

Es como si realmente estuviera viviendo una fantasía.

De repente, ambos escucharon un fuerte grito que les observar el lugar de donde provenía.

Izuku explotó en un fuerte rojo. ―¡¿Un exhibicionista?!

Corriendo hacia ellos, un hombre desnudo estaba huyendo de un jabalí gigante. Izuku comprendió su desesperación, ya que esas cosas tambien intentaron matarle cuando vagaba perdido.

―¡Apártense chicos! ¡Es peligroso! ―gritó aquel exhibicionista mientras, no irónicamente, corría hacia ellos.

Sin perder el tiempo, Asta blandió su espada con ambas manos. ―¡Salta a un lado!

Inmediatamente el hombre hizo caso, y antes que el jabalí pudiera frenar o cambiar de dirección, Asta le propinó un fuerte golpe con aquella espada. Dejando aun mas impactado a Izuku, ya que aquel golpe hizo que el jabalí saliera volando un par de metros. ¡¿De verdad Asta no tenia magia?! ¡¡Esa fuerza era inhumana en muchos aspectos!!

Y aquel golpe obviamente hizo huir al embravecido jabalí, y Asta solo bajó la espada. Junto a Izuku observaron a aquel hombre entre los arbustos. ―¡Impresionante! Lo ahuyentaste de un golpe ―mientras se levantaba sin vergüenza, frotó su nuca con algo de torpeza―. Intentaba pescar en un lago cercano, pero parece que era el territorio de ese jabalí ―comentó entre risas mientras se acercaba a ambos.

Izuku solo apartó la mirada mientras el hombre estaba en la mitad de su oración, obviamente avergonzado por aquel sin vergüenza.

Por su parte, Asta solo asintió. ―Ya veo.

Llevándose la mano al pecho, el hombre sonrió. ―Me llamo Fanzell. Soy un viajero.

Ante aquella presentación amigable, Asta sonrió. ―Yo soy Asta de Hage. Este es Izuku, de- ―rápidamente se calló en mitad de la oración. Casi se le sale que venia del Reino Diamante...

Ignorando aquel corte bastante sospechoso, Fanzell apuntó a la comida que Asta estaba cociendo. ―¿Eso es tuyo?

―Si, ¿Por qué?

Y el gruñido del estomago de Fanzell respondió por él.

Mas que un viajero, solo parecía ser un vagabundo.

―Izuku, tomemos un descanso ―sugirió Asta mientras guardaba su espada en su grimorio―. ¿Quieres comer, Fanzell?

Aplaudiendo y sin vergüenza, el asintió. ―¡Muchas gracias! Por cierto, puedes llamarme Zell.

Y así es como aquellos tres se sentaron junto al fuego, Asta e Izuku viendo a Fanzell comer con bastante gusto, como si no hubiera probado un bocado en 2 o 3 días.

Y claro estaba que Izuku se sacaría la chaqueta azul que llevaba, sugiriendo a Zell que se cubra con ella.

Por que, había que aclarar, claro estaba que Izuku necesitaba un baño y ropa nueva tras llegar hace 2 semanas. ¡Estaba hecho un desastre!

Claro estaba que no podía usar el conjunto de Asta. Ambos se llevaban casi 11 centímetros de diferencia, aunque la complexión musculada de Asta ayudaba, por lo que Izuku pudo llevar la chaqueta azul sin mucho problema.

A diferencia de ambos, Yuno le llevaba unos 6 centímetros de altura a Izuku, a si que la elección era obvia. El conjunto no combinaba para nada, pero en este mundo tambien existían las clases sociales absurdamente desbalanceadas. No exigiría nada, mas aun sabiendo lo que se siente. Despues de todo, era de clase media en su mundo.

―¡Me salvaste! ―parecía ser que la comida a medio masticar en su boca no impediría hablar a Fanzell, ni por la incomodidad ni por los modales―. No cómo desde hace 2 días.

Habían acertado. ―Ya veo... ―Asta no le quito la vista de encima―. ¿Que haces desnudo...?

―No quería que mi ropa se moje. Debe de estar junto al rio ―extendiendo la comida, observó con un aire de amigabilidad a Asta―. ¿Que son?

Por alguna razón, ignoró el gesto de Izuku. Parece que genuinamente no le importaba estar desnudo o no, aunque de igual forma se cubrió.

―¡¿Comiste sin saberlo?! ¡Son las famosas nomobatatas de Hage!

―Nomobatatas... ―preparándose para dar un ultimo bocado...

―T-Ten cuidado ―Izuku extendió su mano levemente con preocupación―. Es muy fácil atorarse con las Nomobatatas... ―informó con bastante experiencia propia. Despues de todo, estuvo comiéndolas desde que llegó a la iglesia hace 2 semanas.

Fanzell detuvo su ansia y asintió. ―Gracias ―y concretando ese ultimo bocado, no perdió un solo segundo para ponerse de pie―. Me siento mejor gracias a ustedes. No puedo ofrecerles mucho, pero les invito a mi casa.

Izuku se exaltó. Viniendo de un hombre desnudo, esa petición no traería mas que problemas.

Sin embargo, Asta no lo vio así. ―¿Tu casa?

Zell sonrió. ―Si te soy sincero, la uso sin permiso.

¡Y además usurpador!

Pero claro estaba, Asta no le veía el problema. A lo que Izuku solo suspiró. Ciertamente los mundos eran diferentes. Tal vez esta no sea una señal de alarma como si lo seria en su Japón moderno.

Tal vez.

[...]

Fanzell estaba viviendo en una casa usurpada en medio del bosque. Esperaba a "alguien" y tenia sus motivos para hacerlo en un lugar tan remoto como este. Si, sumaba cada vez mas y mas puntos de sospecha.

Y ahora... ―¿Están acampando al aire libre? Pueden vivir aquí mientras entrenan.

Asta se vio sorprendido. ―¿Qué? Nos harías un favor, pero no te quedaras con nuestras nomobatatas, ¿No?

Izuku no podía creerlo. «¡¿Asta si quiera se lo esta planeando?! ¡Este tipo es demasiado extraño aunque incluso lleve ropa encima! ¡Me da muy mala espina!»

―Es importante atesorar los encuentros y los lazos con otros. Aunque no se puedan tocar, son experiencias que se guardan en el corazón ―aseguró aquel hombre, asegurando que no les cobraría. Ciertamente eso había sonado bonito. 

―... ―Asta se cruzó de brazos y lo pensó con detenimiento.

Por mientras, Izuku solo lo observaba de reojo. Mirada que compartió con Fanzell, aunque él no trató de disimular.

Ambos percibían algo extraño en el otro. Cierto aire de familiaridad.

Casi como si proviniesen del mismo lugar.

Tras evaluarlo, Asta observó a Izuku. ―¿Que opinas, Izuku?

El chico solo sonrió levemente. Aunque no confié en Zell, no tenia pruebas contra él. Es mas, era el propio Izuku quien era el extraño y sospechoso aquí. No era nadie para juzgar, y lo sabia. ―Yo... No importa. Lo que tu decidas esta bien, Asta.

Asta sonrió y observó a Zell. ―De acuerdo. Nos quedaremos aquí, viejo Zell.

Este solo asintió. ―Bien. Decidamos quien parte la leña.

¡Lo sabia! ―¡Eres un explotador, Zell! ―exclamó Izuku sin poder guardárselo.

Este solo rió. Sabia bien que no era hospitalario en lo mas mínimo.

Y así, el tiempo pasó. Izuku y Asta planeaban explorar el entrenamiento de Izuku a la vez que el otro se las arreglaba para blandir la espada sin perder el equilibrio.

Era absurdo comparar las flexiones de Asta con las de Izuku. ¡Asta genuinamente era inhumano! ¡¿Quien puede hacer 120 flexiones en un minuto?!

Eso solo demostraba la amplia diferencia entre ambos. Ciertamente estaba difícil que Izuku compense toda una vida de entrenamiento como la que hizo Asta en tan solo 6 meses.

Claramente no podría enfocar el entrenamiento de la misma forma, pero no tenia la suficiente experiencia para entender esto. Aquel cambio de perspectiva no lo traería él.

―Magia de Viento: Emperador de Vientos Cortantes.

Izuku parpadeó varias veces. A si que así era el cambio de magia.

Fanzell y Yuno tienen la misma magia, pero ambos tienen hechizos distintos. Era genuinamente emocionante.

En cualquier caso. Fanzell estuvo viendo a los chicos desde la casa. Ciertamente ver a Izuku hacer flexiones como enfermo y a Asta blandir esa pesada esperada y tropezando cada vez daba un poco de pena.

Izuku terminaría lastimándose, y Asta no llegaría a nada. Eso estaba claro a primera vista, y un profesor simplemente no podía ignorarlo.

Y fue así que decidió intervenir. Para al sorpresa de ambos chicos, ¡Fanzell sabia utilizar la espada! ―Como mi magia toma forma de espada, la cortadora para los amigos, se algo de esgrima.

Tonterías. Este hombre era un autentico maestro.

Y aquello Izuku lo percibió solo con la mirada.

No por su gran habilidad ni nada parecido. Solo por un detalle que le incomodo.

El grimorio de Fanzell, el cual tuvo que exponer para ejecutar su hechizo... Tenia un diamante en el medio. Exactamente como esos guerreros mágicos que le persiguieron hace un mes.

¿En donde demonios se había metido...? Claramente Fanzell sabia moverse por la espada por que era un guerrero mágico del Reino del Diamante...

Aquella incomodidad fue percibida por el precavido Fanzell, pero decidió ignorarla, ya que Asta le hizo una importante pregunta. ―¡Por favor, enséñeme a usar la espada!

Fanzell observó esto con sorpresa. ―¿Uh?

―¡Solo unas nociones! ¡Por favor!

Claramente perder una oportunidad como esta seria de tonto. ¡Asta tenia a la mano un maestro, y por supuesto que haría lo necesario!

―... ―el hombre sonrió―. Bien.

Asta no perdió el tiempo en sonreír. ―¡Gracias!

―Solo una cosa.

Esto lo paró el seco. ―¿Uh? ―¿mas trabajos forzados?

―Dime, Asta. ¿Por que quieres hacerte mas fuerte?

El chico apretó su puño, y sin dudar... ―Para convertirme en el Rey Mago.

―¿Ah? ―Fanzell no pudo evitar sonreír―. Bien. Esto esta bien. Muy bien.

Esto dejó un poco perdido a Asta. ―¿No te reirás? Todo el mundo me dice que eso es imposible.

Izuku coincidió. La gente en la aldea de Hage era muy amable, pero ciertamente no dudaban un solo segundo en reírse en la cara de Asta cuando este declaraba su sueño con determinación.

Era un poco cruel.

―¿Por que lo haría? Nunca lo sabrás si no lo intentas ―tras acercarse, Fanzell apoyó su mano en el hombro de Asta―. Solo tienes que prometerme que utilizaras lo que te enseñe solo para cumplir ese sueño. No lastimes a otros injustamente ni maltrates a los débiles.

Aquello genuinamente sacó de su lugar a Izuku.

Fanzell...

Asta sonrió convencido. ―Eso no necesitas decirlo.

―Bien. ¿Lo prometes?

―Lo prometo.

Fanzell nuevamente sonrió, genuinamente feliz. ―Bien. ¡Esforcémonos!

Fanzell no parecía un despiadado guerrero mágico. Realmente inspiraba confianza...

Izuku mantuvo la boca cerrada. Tal vez si este equivocando con él.

Sin embargo... tarde o temprano se enfrentaría a los suyos.

Tendría que recabar información en algún momento.

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