(Editado*)

Luego de salir de compras con Satella, Santiago tenía su bolso mágico lleno de ropa y adornos los cuales no tenía donde dejar.

Mientras estaba deambulando Santiago se encontró con Kotsu, por lo que se veía estaba hablando con alguien de alta clase, sus ropas eran de la más alta gama, como si estuviesen yendo a un baile.

"Ah, ¡Oi! Santiago" Con un grito Kotsu llamo a Santiago que ya estaba preparado para una retirada "Ella es Atlanta Di Rende, es la condesa que controla gran parte de la zona exterior de la muralla" Detalles que Santiago jamás entendería.

"Ya veo es un gusto conocerla" Santiago se presentó e hizo una reverencia, Kotsu no pudo no contemplar tal acontecimiento con asombro.

"Santiago tengo una misión de encargo para ti" sin ninguna fe Kotsu le hablo "Es sobre..."

"Me niego" Sin dar la oportunidad de hablar se negó de manera rotunda y potente, Atlanta que estaba como espectadora miro fijamente a Santiago durante un largo rato, en el cual Kotsu intento convencerlo a cualquier coste.

"Ya tengo una gran deuda contigo, aun si sigues entrando a la dungeon no podría pagarte por cazar a los monstruos"

"No me interesa el dinero, solo quiero ganar" Tanto Kotsu como Atlanta miraron con cuidado a Santiago.

"¿Ganar?" La que pregunto fue Atlanta que hasta ahora había estado solamente escuchando, en ese momento paso al ataque "¿A qué te refieres con ganar?"

"Llegar al último piso, eso es ganar, ¿Me equivoco?"

"¿Solo eso quieres?"

"SI"

"¿Y cómo lo harás sin dinero?" Atlanta estaba atacando donde más dolía

"Actualmente tengo dinero, puedo usarlo para comida y agua, el resto es solo descender" Ante la pregunta repentina y tajante de Atlanta, Santiago logro defenderse.

"¿Y luego de que se te acabe ese dinero?" Un golpe limpio, no tenía nada para decir "Es mejor que aceptes y ganes dinero ahora que luego al no tenerlo" Una victoria perfecta de Atlanta.

Santiago se dio media vuelta y se fue sin decir una palabra, no de hecho las dijo "Ahora me interesan menos" Se podía ver como se alejaba, realmente no parecía molesto sino que al contrario, estaba feliz.

"....." Atlanta no sabía cómo reaccionar ante la situación, irse así como si nada fue tan descortés que la dejo fuera de lugar.

"Él siempre es así" Con un intento de consolarla Kotsu siguió con la conversación

"¿Es así con todos?"

"Si"

"Es una pena que sea tan talentoso y no sepa que hacer"

Ya por la noche Santiago volvió a entrar a la dungeon pero solo hasta el segundo piso, su almacén donde paso toda la noche usando transmutación para convertir el acero a hierro.

"Con esto le voy a cerrar la boca a los dos, aha ahahahahahahah" Su costumbre de reír como un villano había vuelto.

Ya era de día y Santiago había vuelto al gremio, en el estaban Atlanta y Kotsu.

"Te lo dije, va a venir" Atlanta le hablo de manera confiada a Kotsu

"Es impresionante que puedas tratar con alguien como el"

"¿Cómo estas chico? Parece que vas a seguir mi consejo" Con un tono de superioridad se inició la conversación.

"En lo absoluto" Santiago decía esto con una sonrisa de oreja a oreja.

"¿Eh?"

"Vine a avisarle algo a Kotsu" Santiago ignoro por completo a Atlanta y se centró en su líder de gremio "Tengo pensado irme de la ciudad"

"Ya veo... ¡¡Espera, ¿Queeeee?!!!" Desesperación absoluta era lo que se estaba mostrando, tanto Atlanta como Kotsu parecían haber recibido un balde de agua fría.

"Espera chico no puedes irte, hay algo que tienes que hacer" Atlanta ya dejo completamente de lado su orgullo y parecía estar por ponerse rogar por ayuda, pero frente a las miradas de todos los aventureros no podía hacerlo.

"Vamos a hablar sobre esto en otra habitación, sería más sabio" Sin ánimos Kotsu miro hacia todos lados, los aventureros estaban escuchando con total atención, un chico estaba dominando a dos autoridades como si no fuese nada.

"Comprendo, los sigo"

Subiendo al segundo piso y acomodándose en uno de los cuartos Santiago, Kotsu y Atlanta se sentaron en una mesa rectangular, había 5 sillas de cada lado, para cuando Santiago quiso seguir la conversación lo frenaron.

"¿Dónde están tus compañeros de grupo?" La que pregunto fue Atlanta, para ella se veía raro que el fuese el que tomase las decisiones sin pedir permiso a sus compañeros.

"No tengo"

"¿Ósea que el solo derroto a la bestia del 3º piso?" esta pregunta se dirigió hacia Kotsu

"Así es" Atlanta fue excluida de la conversación de nuevo por Santiago.

"Como dije antes me iré de la ciudad" Una firme decisión, desde el punto de vista de Kotsu esto era lo que haría, por lo que se debía adaptar a la situación.

"Actualmente hay un demonio en camino la ciudad"

"Que los héroes se encarguen" Por unos segundos recordó a Shina y Sun pero, para ser exactos, solo recordó que había unos tipos haciéndose llamar héroes y que eran un poco fuertes.

"No te estaría pidiendo esto si ellos pudieran" Luego de la sorpresa, Kotsu pudo mantener calma dentro de la tormenta.

"Hmmm, ¿entonces quieres que yo me haga cargo?" Aunque Santiago hablaba con desagrado a la situación, también estaba pensando en lo que podría ganar matando a ese demonio.

"Si"

"¿Qué gano con eso?" Atlanta quedo paralizada, una fuerte frialdad venia de Santiago, lo que dijo en pocas palabras lo que dijo fue ¿Qué me importa que mueran las personas de la ciudad?

"¿Necesitas algo?"

"No" Las suaves y frías palabras de Santiago parecían un grito de lo silenciosa que estaba la sala.

Kotsu estaba comenzando a entrar en pánico al igual que Atlanta, no parecía haber forma de moverlo de su lugar, por lo que decidió cambiar de tema para ablandar la situación.

"¿Por qué quieres irte?" Casi resignado a las grandes pérdidas por la pregunta aposto un todo o nada.

"Dinero, voy a conseguir dinero"