Capitulo 42

Contempló con calma el respirador de la mujer recostada en la camilla de hospital, había declarado ser su sobrina para que le dejaran pasar, llevaba un par de semanas haciéndolo, y aunque le parecía un tanto negligente que no le pidieran identificación no se los iba a remarcar porque eso enviaría todo al traste. No recordaba si Alana Murphy tenía algún otro familiar en la ciudad, así que al menos de momento le serviría. Cerró la puerta al entrar, caminando para luego sentarse junto a ella, mirándola con extraña calma.

-¿Sabes? Te odié... durante tanto tiempo, Alana, y estoy segura de que tú también. -Suspiró recargándose en la silla con las manos sobre los muslos- Nunca entendí porque no podías aceptar que Addie estuviera con una mujer ¿Qué acaso no se supone que los padres velan por la felicidad de sus hijos? Mira donde la llevaste... Hiciste que se alejara de las dos -

Apretó los ojos mientras intentaba mantener su estabilidad controlada, no quería tener otro ataque de ira en ese lugar, mucho menos frente a una paciente que... Nadie sabía, pero ella misma había enviado al hospital y dejado en ese estado.

-Tampoco comprendía porque no te agradaba demasiado. Supongo que en el fondo tú sabías quien era yo en realidad, quizá habías visto a través de las grietas en mi máscara de porcelana -Esbozó una sonrisa desganada, dirigiendo su mirada a unos hilos del jean que llevaba puesto- Me aferré tanto a Adelaide, la aislé tanto... por miedo a que encontrara algo mejor, quería que fuera feliz pero no quería soltarla...Oh, maldita sea -Respiró hondo, reprimiendo su sentir una vez más, sentía que cada vez le costaba más reprimir lo que sentía "Me siento tan cansada..."- Estoy tan jodidamente enferma y apenas comienzo a admitirlo -Comenzó a reír, sintiendo los ojos cristalizarse.

"No voy a llorar" se repitió por décima vez en su vida, el dolor estaba matándola por dentro pero se negaba a dejarlo salir. "Cuando ella murió fue casi la única vez que pude hacerlo, que me sentí libre de hacerlo... Estúpido, Murdock, él me permitió llorar" recordaba lo que su hermano le había dicho luego de abrazarla bajo el árbol del patio aquel día "Puedes llorar, Agnes, no te contengas esta vez" había sido extrañamente reconfortante sentir el calor humano, familiar, algo de afecto fraternal por una vez en mucho tiempo. No era capaz de rememorar la última vez que lo había sentido.

-Cuando ella se fue... llevó parte de mí consigo ¿sabes? No pude sentir nada por mucho tiempo, solo sentía... Esta frialdad que parecía avanzar por mi piel, queriendo matarme, esta soledad que intentaba consumirme... Pero cuando tuve a mi sobrino en brazos, porque si, Salem ya nació -Tragó saliva mirando por la ventana que estaba al otro lado de la camilla, solo podía contemplarse un cielo azul desde allí.- Cuando lo tuve en brazos, yo... al fin pude sentir otra vez, sentí que había algo más por lo que seguir, olvidé la promesa que le hice a ella porque quería cuidarlo, siento que tengo que protegerlos a todos y cada vez se hace más pesado, no sé realmente si pueda seguir haciéndolo. Pero por él, juro que en verdad estoy intentándolo.

Miró entonces el Jacinto púrpura que había comprado en una pequeña florería tres calles atrás, para luego levantarse de la silla tomándolo para acercarse al pequeño jarrón que había en un costado de la habitación.

-Sinceramente no estoy segura de porque hago esto... Quizá porque eres lo único que queda de ella. Quizá lo veo como una forma de que ella me escuche, o puede que simplemente al fin se me haya botado hasta la última canica del frasco, no lo sé -Puso el pequeño jacinto en el jarrón.- No importa de todas formas, esta es la última vez... Es la última, lo siento, Addie

Desconectó la máquina que ayudaba a respirar a la mujer, para luego salir de la habitación escuchando el largo pitido que esta comenzaba a soltar, y los pasos de enfermeras apresurandose a la habitación. Ella subió la capucha de su chaqueta, caminando hasta la salida.

"Te irás al infierno, lo sé, nos veremos allí, suegrita, y podrás saldar cuentas conmigo si quieres" La castaña era consciente de que tenía un lugar reservado allá abajo por todas las cosas que había hecho para proteger a su familia y mantener a raya su propia locura.

No así su hermana mayor, Paulette, quién en aquel momento se encontraba danzando ligeramente por la habitación mientras mecía en sus brazos al pequeño Salem, el niño la observaba con sus pequeños ojitos oscuros brillando en la semi-penumbra que había en la habitación. Al padre del niño le gustaba la oscuridad, a pesar de que Pau prefería la luz, quizá por eso lo había dejado así.

Mr. P observaba a la madre de su niño con una sonrisa en ese rostro prestado, estaba orgulloso de su nuevo hijo, ahora solo era cuestión de esperar para que su plan pudiera cumplirse. Se había tardado un par de años, a base de prueba y error había logrado a este pequeño que ahora bostezaba con total inocencia cerrando sus pequeñas ojos, ocultando su verdad del mundo.

-Es hermoso...-Murmuró mientras se alejaba de la pared para acercarse a la rubia muchacha, quién detuvo su extraña danza para verle.- Nuestro hijo -Le explicó.

Ella volvió a ver al infante y se acercó a la cama, para recostarlo con cuidado, sintiendo la mirada del ente tras de sí. Cuando volteó, él estaba demasiado cerca otra vez, ya no se sorprendía por lo silencioso que podía llegar a ser, se había acabado habituando a ello.

-¿Que? -La miró interrogante al notar que lo observaba fijamente.

La vió hacerle señas, como hace tiempo no lo hacía, luego suspiró y contestó.

-Ariadna no volvió a aparecerse ¿porque te preocupa? -

Frunció un poco el ceño al verla dubitativa en responder.

-Paulette... No permitiré que ni ella ni nadie les haga daño a ti o a Salem -

No lo admitía pero el ser estaba encantado con el nombre que había elegido para su pequeño, aunque el segundo nombre de Agatha también le agradaba, era la primera ocasión en que iba como primer nombre uno tan particular.

-Confía en mí, lo prometo, my little doll -Le tomó la barbilla, besando a la muchacha que se distrajo al probar los labios del demonio una vez más.

Dulce veneno que engañaba a simples humanos.

El bebé soltó un ruidito, interrumpiendoles y ambos voltearon a verlo, Salem lo miraba a él no a su madre, por lo que Mr. P se acercó al niñito y le tomó la manito notando la mirada fija de este.

-¿Que ocurre, pequeño, eh? -Preguntó suavemente sintiendo su pequeña manito apretarle con su poquita fuerza la mano propia.- Eres adorable... Como tu madre -

Ella se acercó tomando la mano libre que el ser le tendía. "Con esto, este vínculo no se romperá ni se torcerá jamás" pensó la criatura teniendo entonces una mano de ella y una del niño, cerró los ojos dándoles un escalofrío, para luego volver a abrirlos.

Ahora estaba seguro que ese pequeño nunca haría daño a su madre, ni tampoco instaría a que lo hicieran.

Daban posiblemente las seis de la tarde cuando Murdock decidio que era hora de decirles lo que había ocurrido, lo que había hecho, a sus hermanas, razón por la que convocó a una asamblea fraternal, y como siempre la habitación de Agatha era el punto de encuentro.

Llevaban tal vez quince minutos entre que llegaron y se acomodaban en sus respectivos lugares, Agnes en la esquina que había reclamado suya hace tiempo, Paulette sobre la cama con Salem en brazos y Agatha a su lado, mientras que Murder en el suelo, a su lado Bernardette se había sentado con Chessy junto a ella. Casi formaban una ronda.

-Bien, entonces empieza a hablar que no tengo todo el puto día para tí, tengo cosas que hacer -Fue Agnes quién lo dijo, tan afectiva como siempre, cruzada de brazos mientras parecía buscar entre sus bolsillos alguna cosa.

-Bueno... Creo que la policía no tiene nada que me incrimine o no lo ha encontrado aún pero ¿supieron del incendio en la escuela? -Soltó un tanto nervioso por sus reacciones.

-Murdock...-Agatha pareció sorprendida, al parecer todavía no había informado a su adorada sobre aquello.

-No puede ser...-Susurró Bernardette, sintiendo a Chess tomarle la mano en un intento por mantenerla calmada, aunque la rubia se distrajo por la frialdad que sentía en la piel de su gemela.

-Me estas malditamente jodiendo ¿verdad? -

Agnes parecía oscilar entre tener un ataque y felicitarlo, estaba seguro de que ella comprendería porque lo había hecho, probablemente la castaña estaba orgullosa de que al fin hubiera terminado por hacer algo y no solo seguir recibiendo golpes en espera de que algún maestro le ayudara. "Esta aprendiendo pero no es suficiente"

Luego de unos minutos procesando lo que el chico acababa de soltar, fue obviamente la castaña mayor quién decidió lo que harían a continuación.

-Bien, ese día no fuiste a la escuela -Le soltó mirando fijamente al pelinegro- Te quedaste leyendo hasta tarde, te desvelaste y no oíste el despertador ¿Se entendió? -Miró a sus hermanas, las cuales asintieron.

-Pero mamá también estuvo desayunando con nosotros ese día, ella lo vió partir a la escuela -Agatha recordó

-Irina seguramente habrá visto las noticias y supuesto que pasó ¿creen que delatará a su hijo favorito ante la policía si le preguntan si Murdock fue a la escuela ese día? -Preguntó escéptica Agnes- Además no creo que haya sido el único que haya faltado a clases, sería demasiada casualidad que solo él no hubiera asistido -

-De acuerdo pero entonces debemos informarle la historia después...-Murmuró Bernardette.

-Bien -La castaña rodó los ojos, creyéndolo innecesario, para luego verla fijamente como si acabara de recordar algo- Bernardette ¿donde esta Chess?

La muchacha se confundió ante esa pregunta ¿acaso no la veía allí sentada a su lado? Volteó a su costado, ella estaba ahí y estaba riendo en ese momento. Nuevamente sintió que algo estaba mal.

-Ella... Ella está aquí, Agnes -

-Berni, ella no está aquí, no la hemos visto desde que se fue contigo el día que Salem nació -Murdock murmuró mirándola con cautela.

La rubia comenzó a perturbarse, sintiendo una extraña sensación de ácido queriendo consumirla desde dentro, bilis queriendo ascender por su garganta, sus manos se crisparon inexplicablemente. Ellas nunca se separaban, nunca lo habían hecho, siempre sentía que algo malo pasaría si lo hicieran ¿dónde estaba?

-Eso es imposible -Volvió a ver a su lado pero esta vez Chessy ya no estaba allí. Había desaparecido- Chessabette estaba aquí, h-hace un momento estaba aquí -Su voz tembló.

-¡¿Dónde está Chess, Bernardette?! -Agnes comenzó a tener un mal presentimiento de lo que había ocurrido, comenzaba a inquietarse al verla de esa manera. Tan perdida

-¡No lo sé! ¡Ella estaba aquí! ¡Volvió conmigo!

-¡CHESSABETTE NUNCA REGRESO A CASA, BERNARDETTE, SOLO TÚ!

Entonces las señales comenzaron a cobrar sentido en su mente.

"Bernardette fue la primera en despertar, sintiendo la frialdad del espacio vacío a su lado más abrazó la almohada con una sonrisa pues su mente estaba viendo una cosa diferente.

-Buenos días, Chessy..."

-No...-Los ojos de Bernardette se cristalizaron ¿dónde estaba su gemela? ¿La había abandonado?

-Dios mío..

Agnes suspiró refregandose el rostro, podía ver en Berni la misma mirada que ella tendría cada vez que dañaba a Addie por impulsos que no era capaz de controlar.

"His little whispers,
"Love me, love me
That's all I ask for
Love me, love me."

-Chess... Tengo una duda -Le había preguntado mientras limpiaban la escena del crimen, ya vestidas.

-¿Cuál? -La contraria cuestionó para luego echar los pedazos del cadáver a la bolsa negra que arrojarían a las vías de aquella estación de tren abandonada.

-¿Porque querías que hiciéramos esto? -

La blonda mayor se quedó en silencio unos momentos para luego encogerse de hombros.

-Quería que experimentaras estar con un hombre, asegurarme de que tus sentimientos son reales -Respondió atando la bolsa para luego sentarse en la cama, y mirarla.

-¿Dudabas de que te amara en realidad? -Frunció el ceño la menor, una duda surgió en su mente para luego mirarla- Chessy ¿querías comprobar los míos o los tuyos?

No hubo respuesta"

-No...-

Sus hermanos contemplaron como la gemela menor comenzaba a quebrarse frente a ellos, en completo silencio, sin saber que debían hacer.

"He battered his tiny fists to feel something
Wondered what it's like to touch and feel something

-Siendo sincera, debo admitir que no siento nada por ti, Berni -Contestó sin ningún tipo de tacto, no parecía importarle en ese momento estar rompiendo el corazón de su gemela- No siento nada por ninguno, nunca lo he hecho...

-¿Entonces porque comenzaste a estar conmigo? ¿Solo jugabas o que? -

-Quería intentar sentir algo, pero más allá de cuando teníamos sexo no sentí nada -La voz de la rubia era monótona, su rostro era neutral mientras hablaba- Supuse que quizá estabas confundida porque siempre estamos juntas y necesitabas probar con otra persona, para saber realmente si me querías como creías -

-Siempre me manipulaste...-

-Tu dolor es mío, y el mío es tuyo. Somos dos partes de una sola ¿lo recuerdas, Berni? -

-Siempre estuviste controlandome... Nunca fui yo la que deseaba esas muertes, la que disfrutaba del dolor ajeno -Comenzaba a razonar, a darse cuenta de la realidad.

Chessabette siempre había estado manipulando su mente aprovechando la conexión tan extraña que tenían, si alguien llegaba a descubrir esos crímenes, no sería ella quién pagara sino Bernardette. Había sido tan buena actriz durante tantos años.

Solo Mr. P había sido capaz de ver a través de esa doble máscara que utilizaba.

That night he caged her
Bruised and broke her
He struggled closer
Then he stole her

Bernardette explotó tomando el cuchillo que antes la contraria había usado para quitarle la vida al muchacho, y atravesó la garganta de su gemela, viendo la punta del arma sobresalir ligeramente en su nuca.

-No vas a seguir usandome... Ya no vas a jugar conmigo...-Temblaba viendo como la otra abría los ojos enormemente, e intentaba decir algo pero la sangre que comenzaba a emanar de su boca se lo impedía, se estaba ahogando.- Eres una insensible... Eres igual a ella"

Los recuerdos seguían aflorando en su cabeza mientras lágrimas comenzaban a bajar por sus mejillas, los otros solo se miraban intuyendo lo que había ocurrido y sintiendo una extraña rabia en contra de Berni, pero al mismo tiempo sincera lástima.

Recordó haberle atado las manos y los tobillos cuando sus ojos habían acabado por cerrarse, tan ajustado que se aquellas zonas se habían tornado moradas. Recordó haberla arrastrado desde las ataduras en sus tobillos y luego... ¿Que había pasado luego? ¿Dónde estaba su hermana?

-Rompiste la única ley que debíamos cumplir en esta casa, Berni...-Agnes lucía seria.

Paulette miró a otra parte para esconder sus lágrimas a causa de su hermana perdida, mientras que Murdock abrazó a Agatha. Bernardette sabía que de las dos... Ellos la preferían a Chess, a lo que creían que era Chess.

Por otra parte, Markov había citado a Paul West a su casa, inquieto y pensativo se encontraba cuando su vecino llegó a la puerta. Lo hizo pasar y seguirlo a la sala, donde le ofreció una cerveza con amabilidad al tiempo que encendía el televisor para poner un partido de fútbol.

-Esto es un poco extraño, realmente no solemos frecuentarnos -Alegó Paul, dando un sorbo a la lata mientras tomaba asiento en el sofá frente a la tv.

-Si, eso he notado, pero como has estado dando clases a mi hija supuse que quizá debería frecuentarte más, ya sabes, conocerte mejor -Markov mantenía sus ojos en la pantalla pero pudo atisbar el momento en que Paul casi se ahogó cuando mencionó a Agatha.

-Oh, bueno, eso tiene sentido, es decir... A mi también me agradaría conocerte mejor, somos vecinos hace varios meses ya y no tenemos casi contacto. Agatha es una estudiante excelente -

Paul rogó porque no notara como sus manos se habían crispado al pensar en la menor, bebiendo otro trago de aquella Brahma.

-Si... Además quería asegurarme de que mi hija esta a salvo, es decir, en estos días no se sabe en quién puedes confiarles la seguridad de tus hijos -

West rió con nervios.

-Bueno, eso es verdad. Pero no debería preocuparte, no soy una mala persona, estoy seguro de que ni siquiera tengo ninguna multa de tránsito -Quiso bromear.

Markov entonces volteó hacia él, mirándolo fijamente al tiempo que dejaba la lata propia sobre la mesita ratona.

-Paul, sé sincero ¿Te traes algo con mi hija? Sé que ella puede parecer mayor de lo que es por su forma de comportarse a veces o como se viste pero no lo es, tiene trece años solamente, aún le falta por vivir

-Markov, no sé de que hablas, estoy casado. Jamás podría hacerle algo a tu niña, Agatha es muy joven, comprendo que seguramente le gusta jugar con eso de parecer mayor pero no le hago caso

Paul se levantó de golpe del sofá al escuchar el chasquido que provocaba el seguro de un arma cuando era quitado, y pronto vió al hombre apuntandolo.

-Markov...

-No me mientas a la cara, Paul -Se le veía enfurecido mientras él tragaba saliva- ¡Te he visto! Queriendo hacerle cosas inapropiadas a mi niña, una menor... Eso es malditamente ilegal e inmoral. Intentaste abusar de ella ¿cuanto llevas haciendo esto?

-N-No, ah, mira, Markov, estas malinterpretando todo -Alzo las manos intentando calmarlo.

-Intentaste violar a mi hija... No tienes idea de como odio a las personas como tú -

Si tan solo supiera que él mismo había hecho eso años atrás.

-Markov...-Paul West intentó apaciguarlo y se arrojó sobre él para tratar de quitarle el arma.

Los hermanos Duncan, aún reunidos en la habitación de Agatha, alzaron la cabeza al escuchar un disparo y se miraron los unos a los otros comprendiendo que probablemente un nuevo secreto acababa de nacer.

******************
¿Que tal, chamas? Es curioso pero me resultó rápido terminar este capítulo, probablemente porque estoy muy al pedo últimamente. Mi aburrimiento es tal que he llegado al punto de extrañar el colegio (eso que yo lo odiaba y me siento aliviada de ya no tener que ir)

Como sea, aquí creo que masomenos se explica a que me refería en el capítulo anterior con el "juego de las gemelas" que hacía. Las personalidades eran invertidas en realidad, Bernardette nunca fue la sádica, Chessabette nunca fue la obsesiva sino al revés.

Lo de la conexión, básicamente intento decir que Chessabette podía hacer de Berni un títere que controlar a su placer a través de esta, además de que le servía para aparentar ser mejor de lo que era.

¡Ah sí! Algo que no aclaré en el capítulo 40 (porque se me olvidó xd), es que el libro que Oliver leía existe sí, solo que cambié los nombres del título :v

Si tienen una duda o algo que no entendieron preguntenme, y responderé con gusto uwu Pronto estaré subiendo el capítulo 43 (quizá lo suba junto al 44)

Espero que les guste, voten y/o comenten por favor. Los adoro ❤️

IvetteBellerosse 🌹

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