Capitulo 37
Estoy contenta porque en dos de las cinco materias que debía rendir habían calculado mal el resultado, so...en realidad me llevo tres creo owo así que aquí esta su capítulo, disfruten!
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Su mirada seguía el humo que se elevaba desde el cigarrillo en Agnes tenía entre los labios, las volutas deshaciéndose en la fría noche. Parecía ser que se acercaba la estación más fría del año, suspiro acariciándose los brazos mientras caminaba casi pegada a ella y con la capucha de la sudadera que le había prestado subida.
-¿A donde estamos yendo? -Preguntó al final la rubia, notando que parecían alejarse cada vez más de las zonas más pobladas de la ciudad ¿Al fin se había decidido a matarla?
Agnes la miró de reojo sin soltar el cigarro y se encogió de hombros como si no le interesara responder sin embargo al final acabó por abrir la boca.
-No vamos a un lugar específico realmente, solo pensé en estirar las piernas ya que estaba algo aburrida encerrada en la casa, y no, ir a la escuela no cuenta cómo salir para mi
Balanceó el bate que llevaba en la mano diestra, mientras observaba como se consumía la colilla del cigarrillo que llevaba en la zurda, la rubia le miró dudosa ¿Qué significaba "divertirse" exactamente para Agnes? Eso recién lo supo cuando al menos una calle después pareció localizar un objetivo, y esos ojos café oscuro brillaron antes de arrojar la colilla al suelo, sin apagarla solo dejando que la brisa nocturna la continuara deshaciendo.
-¿Agnes que...? -
Samantha reprimió un chillido de sorpresa cuando la castaña alzó el bate y destrozó el vidrio frontal con fuerza, sonriendo de esa manera alocada como era normal en ella en situaciones así, algo extraño se encendió en Sam al verla de esa manera, liberando esa violencia que siempre parecía estar conteniendo. Agnes era como un animal salvaje que intentaba ser doméstico, aunque se esforzara en reprimirse, no podría hacerlo mucho tiempo. No podía ser domesticada.
Había emoción, anhelo prohibido en los ojos de Sam mientras observaba como el auto iba siendo destrozado cada vez más por aquella castaña que sacaba su ira interna, sus demonios casi podía verlos allí a flote, la impotencia, frustración, la soledad. Sentía su piel crisparse ¿Acaso quería que la tocara o algo similar?
No tenía idea de que la mente de Agnes Duncan había viajado al día anterior, a las interrogaciones de los policías. Estaba furiosa porque le habían insinuado que ella había incitado a Adelaide a hacerse daño, cuando era claro que no había sido así, recuerda que había apretado los puños con tal fuerza que ahora tenía pequeñas marcas de uñas en sus palmas.
En su mente podía oír su risa aún, tan dulce.
El bate cayó con un golpe seco contra el asfalto, al tiempo que Agnes se acercaba a Samantha y la tomaba del rostro apoderándose de sus labios, besándola con fiereza y pasión contenida, deseo.
La suavidad de sus labios, casi podía sentirla.
Sus manos bajaron hasta los muslos de la chica y la alzó subiendola sobre el capo del auto mientras ella intentaba corresponder con algo de torpeza a la forma en que Agnes devoraba sus labios y acariciaba sus piernas colocándose entre estas.
"¿Vamos a hacerlo?" Fue el pensamiento que cruzó la mente de Samantha al sentir las manos de la castaña ascendiendo por sus piernas y sus cálidos labios deslizarse por su cuello, besando la piel, haciéndola erizarse.
Aún recordaba aquella hermosa sonrisa que había quedado grabada a fuego en su mente y en su corazón.
Las caricias se tornaban bruscas, parecía que iba a arrancarle la ropa ahí mismo y tomarla, se sentía abrumada por las nuevas sensaciones que le invadían ante las acciones de la opuesta, un gimoteo escapó de sus tiernos labios al sentir los dientes de la castaña marcar su piel.
Cada doloroso "te amo" ...
Cada golpe, cada llanto...
Cada "Lo siento", cada "Te perdono" resignado...
Se detuvo bruscamente, descolocando a la menor por un momento. No podía, no podía hacerlo, no con ella...no podía hacer eso mismo que hacía con su amada Addie, el fantasma de su recuerdo parecía que nunca desaparecería de su mente.
-¿Agnes...? ¿Pasa algo?...-Preguntó la rubia algo agitada al notar que se había detenido, le buscó la mirada pero entonces la chica Duncan se apartó de ella como si le quemara tocarla.
-Vamonos -
Fue la corta respuesta de la muchacha, mientras se agachaba para retomar su bate y se lo colocaba sobre el hombro, mientras le hacía un gesto de que la siguiera. Sam en silencio la siguió hasta un descampado, confusa e intentando comprender si había hecho algo mal. No tenía experiencia alguna, pero Agnes lo sabía así que su torpeza al accionar no podía ser que le hubiera molestado ¿O si?
Al llegar finalmente la opuesta detuvo el paso, inspirando hondo, como si quisiera absorber el aire puro del lugar, el cesped se veía brillante a causa de las gotas de rocío que mojaban las puntas del mismo.
-A-Ahm....¿Que hacemos aquí? -Preguntó nerviosa, pues por como había actuado antes la castaña, creía que posiblemente la había llevado allí para tener sexo.
Agnes miraba al cielo, con la vista algo perdida, las estrellas brillaban hermosamente cuando ella se dejó caer sobre el cesped soltando un:
-Nada, solo... A veces me gusta ver las estrellas
Sam se sentía confundida mientras tomaba asiento junto a la castaña, que no apartaba la vista de las estrellas. No entendía que pasaba por su cabeza, era impredecible, o así la sentía...¿Como podía pasar de desearla con tal intensidad a simplemente sentarse a mirar el cielo nocturno con total calma? Así de la nada, como si no hubiera estado a punto de arrebatarle su virginidad hace un momento.
No la entendía, probablemente nunca podría, pensó mientras observaba su perfil. Había ocasiones en que realmente sentía que la quería, como cuando la abrazaba en la noche al dormir juntas o la ponía detrás de si protegiéndola cuando alguno de sus hermanos se presentaba ante ellas. Pero había otras...como en aquel momento en que detuvo el beso, que le hacía sentir que en realidad solo estaba usándola.
Un reemplazo, una proyección de aquella chica, esa a la que Agnes anhelaba, la cual veía como un ser hermoso, etéreo... inalcanzable. Comenzaba a sentir celos terribles de ella, algo parecido al odio. ¿Porque Agnes no podía simplemente dejarla ir y amarla a ella? Adelaide estaba muerta, nada la traería de regreso, pero aunque se esforzara, aunque mil veces lo intentara parecía ser que no podía llenar sus zapatos o hacer que algo cambiara en el corazón de Agnes.
"¿Tan grande era el amor que ella sentía por Addie? ¿Como podría yo ocupar aunque fuera un pedacito de ese corazón que ya le pertenece a alguien más?..."
Aun después de muerta, parecía que Agnes era incapaz de soltar a esa muchacha.
"Solo está conmigo porque me parezco a ella" pensó mirándose un corto mechón rubio, para luego pasar a su aspecto "Frágil", casi quiso reír, arañarse el rostro hasta sangrar.
Sentía algo extraño apoderarse de ella, era un sentimiento nuevo. ¿La locura la había alcanzado al fin?
Parecía que los ángeles no podían convivir entre caídos, sin contaminarse, sus alas se oscurecían, fragmentandose lentamente.
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Hola! ¿Como estan? Espero que bien nwn. Sinceramente ya tenía la necesidad de hacer un capítulo enfocado solo en ellas dos, partes de los pensamientos de ambas y así.
Espero que les guste, voten y/o comenten por favor, saben que me gusta saber que opinan o sus reacciones a lo que pasa ✨
En multimedia: Doctor de Loïc Nottet
IvetteBellerosse 🌹
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