Capitulo 23

Agatha llegó antes de cenar. Luego de lo que había ocurrido con Paul West simplemente no tenía ganas de comer pero debía hacerlo si no quería levantar sospechas a sus hermanos, especialmente a Murder que era quien mejor la conocía.

Puede que se guardaran secretos entre ellos, pero eso no significaba que estuvieran de acuerdo con lo que el otro hacía.

-Cumpliste -Murdock la recibió, con una bandeja con comida.

-Si, yo... ¿Donde ibas con eso? -Preguntó la jovencita.

-Bueno, mamá no tiene animos para cenar en la mesa así que... Nos permitió esta noche cenar cada quien en su habitación. Papá aún no sale de su oficina, así que pensaba llevarle esto -Se encoge de hombros.

-Oh, de acuerdo. Iré a cambiarme y... ¿Cenamos en tu habitación? -Sonrió, para disimular.

El chico la miró fijamente, como si intentara descifrar si estaba escondiendole algo, sin embargo devolvió la tenue sonrisa al convencerse de que no ocurría nada en realidad.

-Me parece un buen plan, ve, yo llevo esto -Asintió antes de encaminarse al despacho de su padre.

Encontrándose al hombre medio recostado sobre el escritorio y una botella de whiskey casi vacía en su mano. Suspiró antes de acercarse tentativamente y a duras penas para que no se le cayera la bandeja, movió un poco el brazo del sujeto, logrando que reaccionara masomenos.

-¿Murder? -Su voz sonó arrastrada mientras parecía que intentaba enfocar su vista para poder verlo bien- Por un momento creí que era Paulette... Pero luego recordé que ella no toca a nadie..

Murdock parpadeó ¿Parezco mujer? El muchacho opinó que estaba ebrio sin ninguna duda, y le dejó la bandeja frente a él.

-Se parece a tu madre ¿sabes?... Cuando la conocí era igual a Pau, la apariencia nada más, su personalidad es muy distinta... -Siguió mientras se enderezaba para tomar los cubiertos.

Su hijo lo miró con pena. A veces no podía evitar sentirla por ese pobre hombre que a pesar de todo lo que Irina le hacía, continuaba a su lado, amándola... Como un estúpido iluso. Sería mejor que se divorciaran, pero claro, él no opinaba esas cosas en voz alta.

Por otro lado, Aggie luego de haberse duchado y cambiado, caminó al cuarto de su hermano, siendo seguida por la misma entidad que la perseguía desde que se había llevado ese tonto oso de la casa de Oliver Pritzker.

-Parece que las cosas salieron bastante bien ¿no, mi niña? -Él habló a sus espaldas, y aunque no lo estaba viendo podía sentir que sonreía.

-Supongo -La seriedad en el rostro de Agatha era algo habitual, así que era poco probable que alguien se enterara de lo que había pasado. Bajó la voz al entrar al cuarto de Murder y se volteó para verlo luego de haber cerrado la puerta- Sé que tu eres el padre del hijo que espera Paulette

Mr. P sonreía burlón, cruzado de brazos.

-¿Y? ¿No te emociona tener un hermanito? -

-¿Que planeas hacer con él? -Exigió saber, mirándolo fijamente- Habíamos quedado en que no tocarías al resto de mis hermanos

-Bueno... ya que mi hijo anterior falló, supuse que sería bueno tener otro para reemplazarlo -

Agatha apretó los labios.

-¿No somos más que piezas insignificantes para ti? ¿Material reemplazable? -Aunque ella no lo notó, algunas cosas en la habitación temblaron ligeramente. Él sonrió ante eso.

Caminó hasta estar frente a ella, se inclinó y tomó su rostro entre sus manos.

-Agatha, Agatha... Mi niña preciosa, muñequita maldita de la tentación...-Sonaba un tanto orgulloso al decirlo- Él era débil, él nunca podría haber causado el mismo impacto que tú... Tú eres diferente a él, tú si puedes sentir pero aún así eres más fuerte -Rozó los labios de la chiquilla, causando que esta intentara soltarse. Mr. P rió- No te haré daño, Aggie... Tú aún me sirves, me perteneces a mí.. ¿De acuerdo? -

Ella solo lo miró en silencio, con el ceño fruncido. Entonces el hombre de traje apretó algo fuerte sus mejillas y repitió:

-¿De acuerdo? -

-De acuerdo -Respondió la rulosa con los dientes apretados.

-Muy bien...-Mr. P la soltó y luego se desvaneció, justo un segundo antes de que Murdock entrara por la puerta con otra bandeja pero en esta tenía dos platos y los cubiertos.

-¿Hablabas con alguien? -Preguntó sentándose y dejando la bandeja en medio de los dos.

-No, solo... Pensaba en voz alta -Se excuso la menor, tomando asiento frente a él

El pelinegro comenzó a comer y entre tanto conversaban de tonterías o sobre alguna serie que habrían visto en la semana.

-¿Quieres ir al baño? -Agnes se acercó a la chica, quien apenas parecía despertar- Cuando era niña me traume con eso por Los Simpson ¿sabes? -

Sam notó que la castaña parecía llevar una cadena de perro en sus manos. Sin embargo, su mente estaba en blanco, no quería pensar en que pretendía hacer con eso.

-Mira, estoy intentando ser buena -Acarició su garganta, a lo cual la menor cerró los ojos por instinto. Agnes sonrió- Que linda, debes hacerme caso ¿esta bien? -

Abrió los ojos al sentir que un collar de perro se abrochaba en su cuello, y escuchó que Agnes enganchaba la cadena al mismo.

-Te voy a desatar, pero ya sabes como es esto, si te portas mal no irás al baño y dejaré que te orines aquí -Le jaló el cabello, gruñendo contra su oído- Y no quiero olor a meado aquí.

La rubia asintió, con el corazón acelerado. Quería escapar, pero tenía miedo, le dolían las manos terriblemente a causa de las agujas que las gemelas habían enterrado bajo sus uñas.

Sin más, Agnes desató a la muchacha y jaló de la cadena que había puesto en su cuello, casi arrastrándola hacía las escaleras para salir del sótano. La pobre chica parecía sentirse débil pues daba tropezones, y temblaba como Bambi.

Cuando salieron de allí la luz del pasillo casi cegó por un momento a la joven, pero la castaña continuó jalandola al baño.

Jesse había logrado infiltrarse en la casa, lo primero que vio fue a las gemelas compartiendo besos a escondidas en un extremo del pasillo. No creía lo que veía.

Caminó un poco más y en la entrada de la cocina logró ver a Irina acariciando el rostro de Murder, al parecer el chico había bajado a dejar su charola de comida. El pelinegro estaba congelado mirando a la mujer, ella pareció murmurarle algo al oído y luego se alejó, siendo seguida por el chico.

¿Que diablos pasaba en esa casa?

Logró ver a Agnes jalando una cadena de perro y al extremo de esta, tras ella estaba una chica rubia algo despeinada y sucia. ¡Era Sam! ¡Ellos tenían a Sam!

¡Tenía que decírselo a la policía y a sus padres!

Pero al voltear notó a Paulette, observándolo con los ojos abiertos de par en par. Maldijo para sus adentros pues la rubia salió corriendo probablemente a contárselo a sus hermanos y él corrió tras ella para evitar que lo delataran.

Un batazo por la espalda lo arrojo al piso.

-Diablos...-se quejó en voz baja, volteando solo para encontrarse con Agatha agitando el bate en sus manos- Niña, ¿enserio crees que tu podrás detenerme?

La nínfula sonrió, tras ella la figura de un hombre de traje negro apareció de pronto. Markov Duncan, o eso creyó él.

-Yo no... Pero Murdock te advirtió que no te metieras con nosotros... Ahora estás perdido.. ¿y sabes que? Él es quien te va a joder... -

Mr. P caminó hasta el chico y lo alzo por la ropa, sonrió para momentos después arrojarlo a la habitación de Agnes y cerrar la puerta de un fuerza.

-¡Oigan, no! ¡Abranme, malditos! -Exclamó el chico golpeando la puerta, sin poder abrirla aunque la jalara.

-Callalo -Dijo Agatha.

Mr. P se desvaneció, dentro de la habitación se oyó un golpe seco contra el piso y ya no hubo más ruidos.

La rulosa sonrió encantadoramente y fue en busca de sus hermanos.

Oh, ahora dos West habían caído en su poder.

***************
Heeeey, espero que les guste. Como creo que esta muy corto, tal vez suba el siguiente más tarde no sé ¿que opinan?

PD: Amo la canción que puse en multimedia, estoy obsesionada con esa song.

Espero que les guste, voten y/o comenten por favor^^

IvetteBellerosse🌹

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top