Capitulo 20
-¿Como que no saben donde esta? -Irina sonaba preocupada.
-No, no tenemos idea. Llamamos a.. A su amiga, pero al parecer nunca fue allá, y ella no se iría así como si nada, siempre nos avisa -Margaret parecía al borde del llanto.
-Oh, tranquilos. Mi marido es policía, él seguro les ayudará, cuenten con nuestro apoyo, en absoluto -Afirmó la rubia mujer.
Murdock, quien se encontraba cerca, más específicamente escondido tras la pared, se quedó callado oyendo. Estaban comenzando a buscar a Sam, tenía que avisar a sus hermanas.
-¿En verdad no saben nada de ella? No volvimos a verla luego de la fiesta de cumpleaños de su hija -Paul fue quien habló esta vez.
Irina volvió a negar.
-No, estaba con Bernardette y Chessabette pero ellas me dijeron que se despidió y se fue -Los miró con lastima.
Pura farsa.
El pelinegro no oyó más puesto que prácticamente salió huyendo a su habitación, buscando su celular. Abrió el grupo de whatsapp que tenían y envió un mensaje:
Murder 😜: Chicas, código rojo. West. Sam. Buscan.
La primera en ver el mensaje fue Agnes, la cual se quedó como "¿que diablos acaba de poner?"
Purificada ✂: ¿Que carajo, Murder?
Las gemelas en cambio, al verlo, no tardaron en comprender.
Pastelito 🍰: Oh dios. No se preocupen, nosotras nos encargamos. Nadie sabrá donde está.
Danetito 🍮: ¡Si algo ocurre, Agnes, será tu maldita culpa! ¡Nunca piensas antes de actuar!
Paulette y Agatha clavaron el visto. Agatha... A ella no le interesaba, siempre podía fingir inocencia y lo creerían. Mientras que la mayor porque no se sentía con ánimos de responder, hace unos días había comenzado a sentirse extraña, mareada y desganada.
No comprendía que le ocurría. Y encima de eso, había tenido un sueño muy extraño con el mismo sujeto al que había visto la otra vez, ese que creía haber alucinado. Le causaba una sensación de asco, pues el sueño... No había sido muy santo la verdad, sin embargo no quería pensar en eso. Ya luego vería como ir al médico para que me recetara algo para las náuseas.
Purificada ✂: Que llorona, Berni. Ya, escucha a tu alma gemela, literalmente, ella ha dicho que no nos preocupemos, seguro ha de tener algo en mente.
Agnes dejó el móvil a un lado, volteando a ver a la chica atada y amordazada, que ahora se encontraba dormida.
-Nadie podrá salvarte, niña, no saldrás de aquí con vida -
Alzó la mano, apartándole un corto mechón rubio que se le había pegado a la cara debido al llanto. Acarició sutilmente su mejilla, teniendo cuidado de no despertarla. ¿Que explicación tendría si la chica despertaba y la veía allí acariciándole la cara?
Contuvo una risa entre dientes, probablemente creería que la quiere violar o así. Decidió dejarla que descansara un rato, por lo que se puso de pie y subió las escaleras.
-Agnes, querida -La voz de su madre la llamó.
La castaña vio su sonrisa afilada, por lo que simplemente se quedó allí a las puertas del sótano, observándola en espera de que hablase. "Serpiente" pensó la muchacha "Se envenenara la criatura"
-¿No has sabido nada de Samantha West de casualidad? -Preguntó acercándose a ella.
Agnes se encogió de hombros y negó, adoptando su común gesto de indiferencia.
-¿Porque sabría algo yo de esa mocosa? -Argumentó, apretando ligeramente la navaja en su bolsillo.
-No lo sé, era simple curiosidad. Sus padres están buscándola, ya que parece haber desaparecido el día del cumpleaños de Aggie... -Miró tras ella, como queriendo atisbar algo en la oscuridad.- ¿Que hacías en el sótano?
-Nada que te importe, Irina. Son mis asuntos -Contestó, algo tensa.
Su madre la miró fijamente.
-No me estarás mintiendo ¿verdad, Agnes? Sabes lo que pasa cuando me mienten... -
La castaña apretó los labios.
-Mira tu, aún embarazada me amenazas... Querida madre, te repito que son mis asuntos y que no te entrometas. Deberías preocuparte más por cuidar a esa criatura que llevas en el vientre, ocuparte de que al menos durante estos nueve meses si se sienta querido -
Irina entrecerró los ojos, apoyándose una mano sobre el abdomen aún plano.
-¿Que insinuas? ¿Me estas amenazando? ¿A mi? -La indignación estaba al borde de su voz.
-Podría decirse que solo estoy aconsejandote. No te metas en mis cosas, mamá -Hizo un énfasis cínico en la última palabra.
-Que insolente me has salido... Parece que has olvidado tus lecciones -Siseó la mayor.
-No, no las he olvidado para nada. Exactamente por eso es que me tomo la molestia de aconsejarte que no te conviene entrometerte en lo que yo haga. No si quieres seguir manteniendo esta farsa de "familia perfecta".
La mujer echó un vistazo nuevamente a la oscuridad del sótano, no veía nada realmente, y se alejó.
-Sabes lo que soy capaz de hacer, Agnes
-Y tu... Tu sabes que me importa un carajo, no tengo nada que perder -
Bernardette observó el drama sin decir nada, tomó su bolso y caminó a la puerta. Había quedado en ayudar al padre Raphael con sus cosas hoy.
"Recuerda que debes ser buena" escuchó a su gemela, la cual probablemente estaba en la ventana observándola.
Salió de la casa, caminando tranquilamente a la iglesia, saludando amable a un par de vecinos al pasar. Eran raras las veces que salía sola, solía estar todo el día con Chessy, no se separaban seguido... Se sentía incompleta pero su hermana había pescado un resfriado así que no podía obligarla a salir de la casa, prefería dejarla en cama y luego volvería a atenderla.
En el camino no podía evitar pensar en ella. Somos iguales, se supone que somos dos pero ninguna se siente así... Sentimos lo que la otra, sabemos lo que la otra, es como si solamente hubiésemos sido un alma separada en dos al nacer.
-Joven Duncan -El cura la saludo al llegar- La estaba esperando
Ella sonrió, acomodándose el bolso y acercándose.
-Buenas tardes, padre Raphael -Devolvió el saludo.
-Solo Raphael durante la semana, por favor -Sonrió- Ven, dentro están las cosas que quiero que me ayudes a trasladar al auto.
La jovencita rubia asintió, antes de encaminarse dentro de la iglesia junto con el hombre. Tomó una de las cajas, notando que había unas pequeñas bolsitas con dulces allí.
-¿Irá a algún orfanato, Raphael? –Preguntó con curiosidad- Si es que puedo preguntar, claro –Añadió rápidamente.
El hombre dejó salir una ligera risa ante la apenada chica.
-No, no iré al orfanato hoy, Bernardette –Respondió, abriendo el maletero de su Toyota Corolla rojo- De hecho, planeó visitar una institución mental hoy. Hopeless ¿la conoces? –Tomó una de las pequeñas cajas que llevaba la chica y las acomodó en el lugar.
-Uhm, sí, me suena. ¿No es donde habían internado a la señora Edith Pritzker el año pasado? –Preguntó curiosa- ¿Planea llevarle dulces a los enfermos?
Raphael hizo una pequeña mueca y se persignó murmurando un "Que en paz descanse" dirigido hacia la pobre y demente mujer, para luego contestar:
-No me gusta cómo suena la palabra "enfermos", es mejor "pacientes", y si, esa es mi idea. Hay algunos que... no son tan malos en realidad, sufrieron mucho y aún lo hacen. Tal como este muchacho... Adair, él es uno de los casos más graves del hospital.
"-Oh por dios...-Estaba impresionado, no había otra forma de describir ese sentimiento de enorme compasión que le dio al ver al muchacho.
El cabello casi largo de color rubio casi blanquecino recaía ligeramente sobre el rostro del chico, los ojos grises con ojeras le miraban vacíos mientras se retorcía entre el firme agarre de las cadenas que lo mantenían sujeto, gruñidos ahogados por un bozal que ocultaba su boca como si de un animal se tratara. Adair se retorcía y se sacudía, mirándolo fijamente, como si buscara liberarse y abalanzarse sobre él.
-Shh...Adair tranquilo, nadie va a hacerte daño –La enfermera que le había abierto la puerta de la habitación del menor fue quien habló, de forma suave, acercándose con cautela mientras le hacía señas al padre que se quedara detrás. El ojigris pareció distraerse volteando a verla, ella le sonrió estirando una mano hacia su cabello y acariciando el mismo. Era como si estuviera tratando con un animal peligroso.
-¿Por qué...porque lo tienen así? –Logró formular Raphael, sin quitar la vista del chico que parecía haberse relajado levemente, quizás confiaba en la mujer.- ¡Es un ser humano y lo tienen como si fuera una bestia!
Grace, la enfermera, hizo una mueca volteando a verlo. Se encontraba acuclillada junto a Adair, pero este ya se había quedado quieto y solo los observaba.
-Si fuese por mí... Lo liberaría pero –Soltó un suspiro- Debido a su trastorno, es peligroso para los demás pacientes y el personal. Y ha logrado escapar dos veces escapar de aquí y quitarse el bozal, por eso el director de la institución determinó que era más seguro para todos que... estuviera así –Se encogió de hombros, a ella no parecía gustarle el que tuvieran de esa forma al muchacho pero no es como si pudiera hacer algo, es decir. Eran argumentos válidos los que tenían para haber tomado esa decisión.
-¿Cuál es su trastorno? –Miró a Adair, notando solo en ese momento que el bozal se parecía al que le ponían a Hannibal Lecter.
-Canibalismo, no sé mucho sobre cómo se desarrolló eso pero... Causa que deban tenerlo aquí como si no fuera una persona –"
-Ese muchacho sufre mucho, sé que sí aunque desconozco su historia. Por eso a veces lo visito, rezo para que su mente... su alma encuentre paz –Alegó suspirando.
Berni se quedó callada un momento más, procesando lo que le habían dicho, para luego preguntar.
-¿Y... los dulces son para ese chico?- Colocó otra cajita más en el maletero.
-No, dudo que me dejasen darle eso a él. Son para...-
Fue interrumpido por el móvil de la joven, quien se disculpó antes de ver quien era.
Chessy: Paulette está mal, vuelve a casa
-Lo siento, padre, ya debo regresarme. Mi hermana al parecer se ha descompuesto –Se excusó.
-Tranquila, ya hemos cargado lo necesario de todas formas –Cerró el portaequipaje y le dedicó una sonrisa- Anda, ve con Dios –
La muchacha sonrió y se acomodó su bolso antes de prácticamente echar a correr a la casa. Chessy nunca la molestaría si alguno de sus hermanos estaba enfermo, ¿Qué tan mal estaba Paulette?
Al llegar, encontró un médico saliendo del cuarto de la mayor de los Duncan y todos sus hermanos junto a la puerta esperando noticias. No tardó en localizar con la vista a Chessy y se acercó a ella, siendo recibida con un abrazo.
-¿Qué pasó? –Preguntó.
-Pau se desmayó mientras bajaba las escaleras y...luego ha estado con vómitos, no comprendemos que ocurre.
-¿No creen que esté...?-Murder se atrevió a insinuar, preocupado. Causando que las gemelas terminaran su abrazo para voltear a verlo.
-Eso es imposible, Murdock –Declaró Agnes, quien había salido del sótano al oír tanto jaleó fuera- Paulette no soporta que nadie la toque, sería imposible que ocurriera lo que insinúas –
Agatha guardó silencio, pensativa. Presentía saber quién había sido, si era lo que Murder sugería. Su pobre hermana...
El doctor se despidió de Irina, con la que había estado hablando y bajó las escaleras para marcharse. Mientras que su madre se dirigía a ellos.
-¿Y? ¿Qué tiene? –Preguntó Chessabette, recargada en su opuesta.
Irina parecía un tanto sorprendida.
-Ella... Paulette esta en cinta, niños –Soltó.
Los hermanos se miraron mutuamente con los ojos abiertos de par en par, mientras que Agatha apretaba los puños e Irina agradecía que su esposo no estuviera en la casa debido a que había recibido una llamada urgente de la jefatura.
Mr. P en la oscuridad sonreía. Paulette era suya.
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Heeeey ¿Que tal todo?^^
Yo aquí, tirando indirectas de Hopeless :v ah re
Eso y medio muriendo, we, a veces no entiendo a mis profesores o no nos dan ni madres para hacer o nos tiran con todo. ¡¿Como carajos se hace una monografía?! ¡¿Que diferencia hay entre un argumento verdadero y un verdadero argumento?! <---Encima de esto tendré examén, no mamen.
Sinceramente, ayer la profe de Trabajo y Ciudadanía nos mando un tp grupal re complicado que hay que explicar una ley cada uno y además hacer un grafitti o un power point o una historieta o qsyo, no sé que madres voy a hacer. La odio, profe.
Weno, ya, me desahogue. ¿Que les parece el capítulo? ¿Será que se nos viene un mini-Oliver? 7w7
Espero que les guste, voten y/o comenten por favor.
IvetteBellerosse🌹
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