X. Medusa
3. 17 de julio de 2024
(sentí tu dolor y juro que quería acurrucarme contigo y llorar)
En la inmensa luz
del día floreciente
y resplandeciente,
alumbra sin disimulo
una chica sentada
en el banco
balanceando
sus piernas,
observando
cómo la vida pasa
ante sus ojos curiosos.
Ella es la hermosa oscuridad
entre tanta falsa
y delirante
verdad.
Ella es el efecto dominó,
la belleza del dolor,
la sabiduría de la angustia,
un ángel desamparado
entre su sufrimiento
y sus sonrisas.
El mundo se detiene
para babear,
observándola respirar
y enamorándose
de un alma
azotada
pero que brilla
a pesar de haber tocado
y cobijado
la muerte entre sus manos.
Serpientes se entrelazan
en uno de sus muslos,
la petrifican
y la marcan
y la toxina
que expulsa los dientes
de esas criaturas,
le recuerdan
que nunca deje de luchar
a pesar
de que rota está,
porque esas laceraciones
que le susurran
mil y una cosas,
le hacen ver
lo fuerte que es
y que nunca debe temer.
•••
La abracé
y por un segundo
me fusioné con su ser.
Sentía su amargura
quemándome
y haciendo estragos
en mi piel,
no por el contacto de sus brazos
ella era cálida
a pesar de estar ardiendo en llamas,
sino por la profunda desazón
que aún desgarraba
su frágil corazón.
La miré
sus ojos eran de un marrón intenso,
dicen que es el reflejo del alma
y la suya
estaba quebrada.
Podía detallarla
y su espejo
estaba cristalizado
pero seguía riéndose,
sonriendo
y eso calcinó mis huesos.
No podía comprender
cómo siendo tan pura
habían osado
a torturarla
y tirarla
cuán pétalos
secos
y fragmentados.
Como un hierro usado,
viejo
y oxidado.
Como basura
o bisutería
sin valor.
Y eso que cuando la vi
a pesar de ser la penumbra
y la desolación,
ante mis ojos
también fue las perlas
y la sal
del fondo del mar.
••✩••
••✩••
— Janny.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top