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La última campana sonó dando por finalizado él horario de clases. Los estudiantes más desesperados casi corrían por salir de su ese lugar. Por otro lado Jimin y Chunseo caminaban sin ningún tipo de apuro, él pelinegro no quería irse aún, quería pasar más tiempo con ella pero como era hora de volver a casa no le quedaba de otra. Sus caminos se separaban a medio camino,ambos se despidieron aunque uno no deseaba que fuera la despedida por él día de hoy.

Jimin caminaba hacia su casa, los acontecimientos que sucedieron ese mismo día pasaron por su cabeza. Lo hacia sentir tan feliz, algo no tan común en su vida ya que siempre se la pasaba decaido y con unas inmensas ganas de desaparecer, pero ahora.. solo quería vivir, al parecer encontro una nuevo motivo de vida.

Después de un rato llego hasta su casa,en una zona bastante solitaria,tomo su llave y la encajo en la cerradura abriéndola con suma lentitud tratando de no hacer ruido.

Si creían que él infierno del pelinegro solo era la escuela están muy equivocados.

Su casa era él verdadero infierno.

Lo primero que logro visualizar fue la sala hecha un desastre, los sillones manchados, pedazos de vidrios rotos y esparcidos por él suelo, algunos muebles maltratados o dados vuelta, también algún que otro vomitó deseguro por ahí lo que hacía que todo oliera mal,sin contar la cantidad de botalles de cerveza regadas. Él pelinegro exhaló.

Con él tema de Chanseo quién habia ocupado su mente lo había logrado que olvidará la fiesta que sus Padres se montaron anoche.

Aunque fuera muy poco insual que ellos hagan ese evento, está vez se pasaron. Nadie ordenó absolutamente nada lo que significaba que Jimin tendría que limpiar los platos rotos de otros.

Dejó su mochila a un lado, tomo algunas bolsas, productos de limpieza junto a un basurero. Hagarro la escoba disponiendose a barrer.

Luego de unas largas dos horas limpiando, por fin termino. Se estiro un poco para luego cojer su mochila y subir, pasando por él pasillo se dio cuenta del silenció sepultural. Sin darle más importancia se encerro en su habitación limpia y bien ordenada.Saco algunos libros de está para comenzar a hacer sus deberes, Jimin era un hijo responsable de todos los sentidos. Pero la vida tenía una especie de karma consigo que no le dió lo que él se merecía.

.  .  .

—estiro sus brazos al aire después de haber terminó con la dichosa tarea de matemáticas.Pronto su estomago comenzaría a rugir. —Oh no...

Miro la hora de su teléfono 20:00pm ya se había hecho de noche.

Se reincorporo para luego hacercarse bastante dudoso a la puerta,sentí nervios de lo que pasaria si cruzaba esa puerta, su mano hagarro la perilla y la giro con cuidado tratando de no hacer ruido. Sacó su cabecita para mirar hacia ambos lados percatándose de que no haber ningún movimiento sospechoso. Al salir bajo con cuidado en dirección a la cocina.

Por favor que no me escuche..

Repetia constantemente en su mente.

Abrió la heladera observando si quedaba algo de lo que podría hacer o comer, afortunadamente había un poco de ramen,con una leve sonrisa lo tomo y lo puso en él microondas a calentar. Se quedé esperando hasta escuchar él famoso sonido que indicaba que ya estaba listo.

Volvío denuevo a la planta de arriba mientras se dirigía a su habitación una voz a sus espaldas lo detuvo.

—M-Madre  —susurro al darse la vuelta encontrándose a su progenita,apoyada contra la pared mientras que en una de sus manos llevaba la evidente botella alcohólica.

—Mirate...—hablo divertida dando a ver lo ebria que estaba apenas soltó las primeras palabras. —Ya eres un adolescente y.. cada vez te odio más —recalco.

Ella lo veía con odio, un odio tan notable en sus ojos que parecía mentira si alguien dijiera lo contrario, pues para la progenita, Jimin era él producto jamás plenado, para ella y su esposo él pequeño pelinegro arruino sus vidas en él mejor momento que él matrimonio lo tendría todo. Llegó él para destruir esos planes y lo hacen responsable de eso.

—Si tan solo...tan solo.. me hubiera enterado antes que estaba embarazada yo.. —fijo su vista en su hijo quién parecía estar tieso sobre su lugar. —Te hubiera abortado lo antes posible.

Un golpe bajo para Jimin.

—Maldigo él día que me enteré estabas engendrado en mi vientre, maldigo él día que arruinaste mi vida —comenzo a dar pasos lentos hasta donde se encontraba él pelinegro. —maldigo él día en que arruinaste mi vida.. Y MALDIGO TÚ EXISTENCIA PARK JIMIN —grito asqueada hasta él nombre de su hijo. El pequeño sentía su corazón haciéndose añicos.

¿Qué había hecho mal? ¿Cómo podía su madre ser tan cruel con él? Los únicos responsables de esto eran sus Padres, pero aún así le hechaban la cual a él.

Jimin retrocedió algunos pasos, sentía la amenaza de que en cualquier momento lloraría.

—Ma–Madre... —musito con su voz quebrada y adolorida.

Sus ojos se abrieron en grande cuando que la botella que mantenía en la mano de su progenita ahora la había levantado para lanzarse la en su dirección, corrió hacia su habitación para encerrarse al escuchar él ruido estroendoso de la botella chocar contra la pared.

—EN LA PUTA VIDA ME LLAMES MADRE —refutó en un grito lleno de ira y odio.

Las lágrimas comenzaron a salir,bajando por las mejillas del pequeño quién estaba hecho una bolita ahí mismo, justamente en él suelo y abrazándose así mismo en busca de algún tipo de consuelo.

Habían veces en las que no quería aceptar la cruda realidad en la que él vivía.

Ella tenía razón,si él no hubiera nacido..todo seria diferente, sus padres serias felices. Su madre no sería una alcohólica y su Padre no sería un maldito adicto a las drogas que le encantaba inyectarse esas porquerías ilegales.

Él solo era un error.

Resoplo su nariz, sus manitas temblaban y comenzaba a hipear,sus ojos se encontraban hinchados de tanto llorar. Era un tormento siempre que su madre le recordara que hubiera sido mejor que no existiera.

Se sentía tan solo y perdido.

—B-asta.. —solto casi en susurro. —por f-favor..b-bas-ta —rogaba con dificultad, pidiendo que alguien lo escuchara y pueda ser capas de acabar con su sufrimiento.

.  .  .

Después de unas horas logro calmarse, ahora simplemente se encontraba sentando su cama, comiendo un poco de aquel ramen que se había traído.



Querido Diario:

Mamá denuevo me grito,dijo que era un error,hasta me maldigo.. ¿Eso es nuevo, verdad? también me tiro su botella que casi me rompe la cabeza ¿Hoy fue muy dura..?. Ella no me quiere y lo sé, aún así yo... si la quiero.

Revisaba su teléfono hasta una sensación extraña dentro de él lo hizo ir ver la foto que le había tomado a Chunseo en la cafetería. Sus mechas rosadas,su tez tan delicada,todo en ella era perfecta. Recordó su risa,sus bonitos ayuelos y las pequeñas bromas que hacía.

—una pequeña risa salió de su boquita. Sus ojos volvieron a tener ese brillo extraño que de repente apareció. —Me alegra averte conocido... —dijo aún observando la imagen .Olvido él amargo momento que le había hecho pasar su madre horas antes,como por arte de magia ahora simplemente se sentía bien.

No sé arrepentía él haber tomado esa foto.


———↪AHHHHH!! quiero hagarrar a Jimin y estrugarlo😭. Sorry si fue muy cruel :') No todo debí ser color de Rosas :v

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