🍪Calabaza demoníaca - Especial de Halloween🍪
Gwyneth y Jack estaban acabando con los postres de medio día, mientras conversaban sobre las leyendas y historias de Halloween. Ambos estaban sentados en la sala de estar cerca a la cocina comiendo los mini pasteles y bebiendo el té de manzanilla favorito de Jack.
—Entonces, dices que fue por culpa de una grieta abierta en el borde de la tierra, que la energía oscura invadió el mundo atrayendo a las pesadillas de todos a nuestro mundo. —Gwyneth tenía los ojos brillantes por el entusiasmo de escuchar aquella historia de su ángel guardián.
—Exacto, en resumen. El resultado de sus miedos y creencias se volvió realidad y nacieron varias criaturas extrañas que vagaron por el mundo por un tiempo. Se concentraron principal en oriente, en donde hay hasta el día de hoy leyendas de esos demonios. Mientras que en otros lugares llegaron en menor cantidad. La noche en la que podían causar más disturbio era lo que hoy se conoce como Halloween —explicó Jack de forma fácil y rápida.
—Ya veo, pero ahora ya no es un problema, ¿o sí? —preguntó Gwyneth fascinada por las historias que el chico angelical le contaba.
—Quizás algunos que vienen a ver las ocurrencias humanas en estas fechas, pero no causan tantos problemas como antes —respondió terminando de tomar el té de manzanilla de su taza.
La puerta resonó en un golpe y pronto el lindo demonio, Jeff, que vivía con ellos apareció frente a Gwyneth. Aplastó a Jack, su hermano, para poder llegar hasta ella.
—Los hermanos águila y magia onírica quisieron atacar la discoteca en la que nos conocimos —comentó apenas la encontró.
—¿Qué? ¿Los detuviste, verdad? —preguntó ella sabiendo que la respuesta sería afirmativa.
—Claro, no pueden invadir mi territorio y pensar que se librarán de las consecuencias—Jeff se veía orgulloso de su hazaña y buscaba halagos—. ¿Hermanito? ¿También estás aquí? —se dio cuenta que aplastó con ambas manos el rostro de su hermano Jack debajo de él, pero no se quitó.
—Sí y estaba muy bien antes de que llegaras —protestó el ángel quitándolo de encima por su cuenta.
—Bueno, no peleen —les ordenó Gwyneth—. Ya casi es hora —musitó observando el reloj de la pared, terminó su taza de té y se dirigió a su habitación.
—¿Hora para qué? ¿Irás a pedir dulces por Halloween? Entonces yo también… —Jeff fue detrás de ella, pero Gwyneth lo detuvo de entrar por su puerta y antes de que pudiera terminar la frase puso su dedo índice en sus labios y lo hizo retroceder unos pasos.
—No es así, tengo que terminar un horrible y espeluznante trabajo grupal en la universidad —comentó pálida de solo imaginarlo.
—¿Qué es eso?
—Es de lo que depende un 70% de mi calificación final, ya que la maestra de cátedra no cree en los parciales u otros trabajos que ya nos dejó antes. Tendré que quedarme hasta tarde está vez, porque es para mañana, pero me aseguraré de regresar antes de las doce de la noche, para que ningún espíritu me moleste —dijo Gwyneth a modo de chiste, pero no sabía que ellos se lo tomarían con más seriedad.
—¿Vendrás para la cena, verdad?
—Claro, espero tener tiempo para ver una película juntos después o durante la cena. Recuerden no salir por la puerta principal, ser cautelosos con sus poderes y no hacer mucho ruido con la televisión u otros aparatos. El otro día la señora del piso de arriba se quejó de que tenía un gato y un husky muy juguetones.
—¿Gato? —preguntó Jeff señalándose involuntariamente.
—¿Husky? —lo imitó su hermano Jack.
—Cuídense, volveré para la cena —se despidió Gwyneth, cerrando la puerta detrás de ella.
Jeff se preparó para tomar forma humana ocultando sus alas y cualquier rastro demoníaco en su apariencia, se aseguró de lucir normal para seguirla de camino a la universidad con la excusa de protegerla. Aunque eso era lo que haría al fin y al cabo, también debía admitir que tenía curiosidad por esa escuela suya a la que ella iba cada mañana y a veces por la tarde.
—Gwyneth dijo que no usáramos la puerta principal —le recordó Jack al ver a su hermano dirigirse hasta el frente.
—Lo sé, solo la atravesaré, no la usaré —respondió Jeff sin entender a lo que su hermano quería referirse.
—Si la vas a seguir usemos la ventana como seres sobrenaturales que somos —le indicó Jack tirando de él para atravesar la ventana juntos.
Jack, aunque era un ángel responsable que nunca rompería las reglas, también era el confiable ángel guardián de Gwyneth y por esa misma razón debía protegerla y estar cerca por si cualquier inconveniente se presentaba, mientras ella estaba fuera. Junto con su hermano Jeff que era un demonio y no estaba atado a la reglas salieron hasta alcanzarla.
—Pensé que la obedecerías ¿No dices siempre que es tu prioridad o algo así? —protestó Jeff.
—Lo es y por eso debo estar con ella. ¿Lo olvidas? Hoy es Halloween. La actividad de los demonios será mayor, estoy seguro que Gwyneth estará en peligro si la dejo sola.
—No te preocupes, yo solo puedo protegerla. No sería bueno si otros ángeles se enteran de lo que está pasando.
Jeff insinuó que los descubrirían. Después de todo no era usual que un ángel, un demonio y una humana vivieran juntos, estaba prohibido por muchas razones. Habían sido cuidadosos hasta el momento para que ni el cielo o el submundo los descubrieran, pero ese día sería aún más complicado, debido a que en Halloween algunos arcángeles y ángeles bajaban para cuidar a los humanos y combatir a los demonios por lo que podrían descubrir que Gwyneth llevaba en su aura rastros del demonio Jeff y del ángel Jack, si llegaban a toparse con ella. Con esa idea solo Jeff era idóneo para cuidarla y alejar a los demás demonios en secreto, evitando que los ángeles se interesaran en ella o en protegerla. Al mismo tiempo su hermano Jack pensaba ser el indicado para protegerla y no permitir que nadie, ni ángel, ni demonio se acercará a su protegida asignada por los cielos.
—Nuestra aura está apegada a ella como los pelos de las mascotas en la ropa de sus dueños —pronunció Jeff recordando lo que su Gwyn le dijo antes de salir—. Somos como el gato y el husky que mencionó —se rio de su propia analogía.
—Me gustaría más ser un golden retriever —pensó Jack nuevamente desviándose del objetivo, era un ángel un poco distraído.
—De acuerdo, hermanito se lo diré a Gwyn cuando lleguemos a casa —se burló Jeff mientras buscaba a la chica por todos lados desde arriba del edificio.
—Nací siendo mayor que tú, yo debería llamarte hermanito —se quejó y desvío la mirada, cuando se dio cuenta inconscientemente de que había encontrado a Gwyneth—. Ahí está, vamos —tiró de Jeff hacia el aula, en donde había visto entrar a la chica.
Ambos eran invisibles para los humanos por insistencia de Jack, que no dejaría que Jeff interfiera en la vida cotidiana de Gwyneth cada vez que quisiera. Lamentablemente su hermano demoníaco no era alguien fácil de manejar. Apenas llegaron al aula donde se encontraba Gwyneth, Jeff cambio a su apariencia humana y se hizo visible para saludarla frente a los demás humanos que estaban junto a ella. Los compañeros de Gwyneth se veían sorprendidos, ella más que nadie, aunque sospechaba que Jeff se las arreglaría para seguirla.
—¿Qué crees que haces aquí? —le reclamó enojada.
—Solo vine a ver a mi novia y ayudarla con el proyecto que debe presentar mañana —sonrió amigable, frente a todos parecía el novio perfecto, guapo, alto y encantador con las palabras.
—Muy bien, entonces, ve a traer fotocopias de estas carpetas y compra todos los materiales de esta lista —le pidió Gwyneth, ella le decía entre líneas que se fuera o trabajará de verdad en su lugar.
—De acuerdo. —Jeff accedió, respondiendo entre líneas que haría el trabajo para poder estar cerca de ella.
—Ten cuidado. —Gwyn se despidió de él, con las mejillas algo sonrojadas.
❀❀❀
Al salir del campus Jeff sintió la presencia de demonios de bajo rango cerca del lugar. Recordó entonces que Gwyn por tener un poco de aura angelical era perseguida por demonios, pero al mismos tiempo por tener parte de su aura demoníaca los demonios menores no deberían presentar una amenaza. El poder de Jeff en el aura de Gwyn debía ser suficiente para ahuyentarlos, ya que no se podían comparar con su poder, aunque de vez en cuando aparecían aquellos intrépidos con poco cerebro que se reunían en grandes grupos esperando atacar a presas más fuertes.
Jeff suspiró algo aburrido al ver a quienes se enfrentaría. Eran un grupo de calabazas demonio reunidas a su alrededor. Tenían caras aterradoras y miradas feroces talladas en el frente de sus cabezas que también eran todo su cuerpo, se movilizaban con enredaderas debajo de sus pies y no eran muy diferentes a las linternas que usaban los niños en sus casas de decoración para esa fecha.
—Son adorables, lastima que esta será su última noche —dijo antes de aplastarlas una por una.
Jeff se encargó de todas en menos de un parpadeo y cuando Jack llegó a la escena lo único que encontró fue un extraño puré de calabaza regado, por el césped del campus en plena noche de luna llena. Jack suspiró frustrado porque tendría que lidiar con el desastre luego, pero mientras tanto debía contarle a Jeff el origen el esas calabaza demonio.
—¿Qué tu doble quiere atacar a Gwyn?
—No es mi doble, Jack cabeza de calabaza dejó estas cosas para distraernos, está en el aula disfrazado de uno de los compañeros de Gwyneth y quiere jugarles una broma como cuando estaba vivo —explicó esperando que su hermano se lo tomara en serio.
—Al menos lo identificaste, ¿no? —preguntó Jeff demostrando que todo lo que tuviera que ver con su Gwyn le importaba.
—Solo sé que es Jack cabeza de calabaza —susurró el ángel sin más palabras, estaba algo avergonzado por haber olvidado hacerlo.
—Pero dejaste un escudo que protegiera a Gwyn, ¿verdad?
—Vine a avisarte porque pensé que tu le habías puesto ese escudo antes. El de llamas doradas.
—Eres el ángel más irresponsable que he conocido, ese escudo funciona solo si la tocan, no funcionará si hacen un movimiento a distancia —respondió enojado y uso su poder para transportarse hasta donde estaba Gwyn.
En el aula Jeff procuró estar al lado de ella en todo momento y al mismo tiempo estar atento a cualquier tipo de comportamiento extraño que tuvieran sus compañeros. Pronto y antes de media noche, la entidad malvada se dispuso a realizar su jugada. Jeff reconoció al cabeza de calabaza, en el cuerpo de un tipo bajo de cabello rizado, delgado y de tez pálida que estaba junto a los demás compañeros de Gwyneth.
—Hoy me toca preparar la cena, haré el pedido por delivery, pero alguien debe recibirlo, te veré en casa. Jack te llevará cuando termines —se despidió Jeff de Gwyn para ir a cazar al demonio.
—Pensé que insistirías en quedarte, te estas volviendo más maduro, de acuerdo nos vemos en casa —susurró ella a modo de despida.
—¿No te olvidas de algo? —preguntó señalando sus labios.
Gwyn sonrió y beso la mejilla de Jeff en su lugar, pero se aseguró que desde la vista de sus compañeros pareciera un beso en los labios ha su supuesto novio.
—Bien, nos vemos —dijo ella y se fue con los demás para terminar el trabajo.
Jeff salió del aula no sin antes tomar prestado al sujeto que el espíritu demoníaco había poseído y arrastrarlo fuera del aula, disimulando ante los demás una amable conversación. Solo debía exorcizar al demonio, pero ese día se sentía lleno de energía, por lo que no solo líbero al chico humano del espíritu maligno que lo poseyó; sino que también envió al espíritu del cabeza de calabaza de vuelta al averno, en donde le tomaría más de un siglo poder volver a materializarse en el mundo humano.
De regreso a casa Gwyneth estaba cansada. Jack uso parte de sus poderes para aliviar su fatiga sin que ella lo notará y Jeff colocó las barreras en el edificio para impedir que más demonios los molestaran esa noche.
—¿Qué película quieren ver? —les preguntó ella usando el control para encender la televisión frente al comedor.
—Cualquiera que te guste está bien —respondió Jack poniendo los platos en la mesa para la cena.
—Tenemos un especial de dulce de calabaza venía con el menú que ordené —dijo Jeff emocionado colocando los postres en la mesa.
—¡Qué bien! —exclamó Gwyn, que amaba todo tipo de postres y en especial si lucían tan lindos como los pequeños pasteles de calabaza que Jeff había traído.
—¿De dónde los sacaste? —le preguntó Jack a Jeff en voz baja.
—Tranquilo, de verdad fueron un especial de la tienda por Halloween. —Jeff le mostró la promoción que traía la caja en donde les enviaron la comida.
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