Observa la rebanada de pastel de frutas frente a él, estuvo esperando toda la mañana durante su entrenamiento y yendo a unas misiones en solitario relativamente sencillas para poder disfrutarlo.

El pastel es de mora azul con fresas, de forma triangular con los bordes un poco redondos, en medio tres mora azul y una enorme fresa robándose toda la atención con mermelada igual de la misma fruta. El pastel estaba rodeado con cremoso betún.

Y Cole, con tantas ganas de comerlo, no se atrevía a darle un solo mordisco. Todo era perfecto, el momento, el pastel, el clima, todo. Menos él.

Cole corta un pedazo del postre con su tenedor, mientras escucha las sonoras risas de Jay y Nya de fondo. Siente que el antojo se le quitó de golpe con solo escucharlos.

No odia a Nya ni a Jay, no puede odiarlos, pero se siente tan mal con la presencia de ambos cerca. Suficiente tenía con las misiones, haciendo todo lo posible por alejarse a cualquiera de ellos, pues no puede verlos hacerse el tonto, dándose besos y abrazos. Simple y sencillamente no puede.

No los odia, no puede odiarlos. Tal vez sólo odia las circunstancias en la que se dieron los hechos. Tal vez se odia a sí mismo por ser el que los unió en primer lugar, dándoles consejos y charlas por separado. Tal vez sólo se odia mucho a sí mismo, y en realidad él es el del problema.

Cole suspira, rendido en una batalla que ni siquiera luchó. Muerde un pedazo del pastel, desesperado por sentir su dulzura pero recibe más de la esperada. El pastel le empalaga, no puede comer algo así. No esperaba que el sabor le desagradara tanto, pues ha comido el mismo cientos de veces.

El ninja hace una mueca con disgusto y decepción al probarlo. Ha esperado tanto comérselo que se siente frustrado y deprimido, ligeramente dolido, y le empiezan a picar los ojos y a doler la garganta. Se siente enfermo. No ha comido bien desde ayer, le ha dolido el estómago. Zane le dice que tal vez sea estrés acumulado por las misiones.

Al tercer bocado, no puede soportar más, el estómago le empieza a doler, con punzadas y retortijones. A partir de ahí, siente un escalofrío que le recorre todo el cuerpo y vuelve a escuchar las risas de fondo.

Cole se cubre la boca, ahogando cualquier sollozo. No puede llorar, ni siquiera se ha ocultado el sol todavía. No puede llorar, no con ellos aquí.

Es que, ¿cómo se le ocurre enamorarse de alguien que tiene pareja? ¿De alguien con quién claramente no tenía ninguna intención en salir con él? Es idiota, así se resuelve todo. No importa el esfuerzo sutil que hizo, Jay no lo verá como una potencial pareja. ¿Qué esperaba cuando no era alguna de sus opciones?

Fue su culpa, había decidido confundir amistad con deseo, y había perdido con sus nulos intentos. De cualquier manera, no es como si Cole hubiera soñado despierto de vez en cuando, con la idea efímera de viajar, de estar a su lado, de ser su pareja y existir juntos por mucho tiempo. No pensó en nada de eso, porque ni siquiera le dio tiempo.

Fueron pareja cuando el corazón de Cole comenzaba a latir por Jay poco a poco. Y siguió latiendo, pese a que estaba consciente de que nunca serían ellos.

Y Cole lloró tanto cuando finalmente lo entendió y digirió. Y así con el corazón desgarrado y los ojos vidriosos fue a misiones, porque podrá ser Cole y quedarse en el sillón sintiéndose miserable y comiendo mil kilos de helados, pero también era el ninja Negro. No puede darse el lujo de fallar tanto, así como se falló a sí mismo.

Después de todo, él no merecía la pena.

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AL FIN AJSJSJS

Esto lo tengo escrito como hace dos o tres meses, pero se me olvidó publicarlo

luego hago una portada decente :p 

los amito