CAPÍTULO 9

"¿Y si te digo que en mi cama

se encuentra el mejor manicomio?

¿escucharás a la cordura que llama 

o te irás conmigo hasta volvernos locos?"

- Que atrevido poeta misterioso... - murmura sonriendo.

- Ey

Alba se sobresaltó y cerró la taquilla de golpe y arrugando la nota en su mano para esconderla. 

- ¿Qué pasa?- le preguntó Alba

- Soy Berni- se presenta sonriente.

-Lo sé- dice confusa Alba- estamos en la misma clase de TIC.

- Oh bien, lo decía por si no te habías dado cuenta. Pues estaba pensando que mañana es el cumpleaños de Lucas y como os lleváis bien...

- ¿En serio? Y no me lo dice- dice interrumpiéndolo- Perdón, continúa. 

- Bueno, el sábado pensaba hacerle una sorpresa. 

- ¿Quiénes vamos?

- ¿Eso es qué te apuntas?

- Claro, Lucas me cae genial. 

Berni sonríe aún más, a Lucas le encantaría saber esto. 

- Pues nosotros dos, y a Lucas le cayó bien tu grupo ¿no?

- Sí, de hecho han quedado a veces sin mí.

- Diles que se vengan entones 

- Vale, ¿dónde quedaríamos?

- En cualquier parque y ya veríamos donde vamos. Dame tu número y haré luego un grupo. '

- ¿Vamos a hacer un regalo grupal?

- Sí, ¿por?- pregunta extrañado. 

- No por nada, es que se me acaba de ocurrir un regalo por mi parte- comenta sumergida en sus pensamientos. 

- Házselo- la incita- le gustará seguro. 

- Sí, lo haré. Tengo que irme a clase, ¿hablamos luego?- dice alejándose.

- Claro, adiós.

Alba continúa alejándose mientras termina de maquinar el regalo que tiene en mente. 

                                                                                  ..................

- Lucas- susurra Berni para evitar que el profesor los regañe.

- Dime- contesta en igual tono.

- ¿Qué piensas hacer por tus 17?

- Pues nada fuera de lo normal, ¿por qué?

- No sé- responde encogiéndose de hombros- El año que viene podremos ir a la cárcel, ¿no te impresiona? 18 años- dice mientras imágenes pasan por su mente.

- Soy más de apreciar el presente- responde indiferente y añade- el sábado si estás libre, podemos ir al cine y luego cenar. 

- Me apunto- y dice cambiando de tema- ¿Alba sabe qué es tu cumpleaños?

- Creo que no. Al menos yo no se lo he mencionado. 

- ¿Por qué no le dices que se venga? 

- No, seguramente me compraría algo y no quiero que se vea obligada.

- No me parece que sea así, compartimos TIC- explica.

- Da igual, ya se lo diré. Todos los años se cumplen años- dice riendo. 

 - De acueerdo- cede Berni.


Al día siguiente Alba felicitó a Lucas a las 00:00 por su cumpleaños, lo que lo alegró mucho, aunque no sabía cuando había mencionado su cumpleaños. En el fondo, esperaba un detalle por su parte, pero no pudo ser. Estuvo ocupada, hasta el jueves que consiguió un rato libre y fue a comprar su regalo. 

- Te encontré- Lucas abrió los ojos y vio a Alba delante de él- ¿te pones siempre aquí en los recreos?

Estaban detrás de los laboratorios del instituto, apenas pasaba gente por ahí, delante de ellos solo había un pequeño jardín con algunas flores, mal cuidadas.

- Normalmente estoy acompañado por Berni, pero ha tenido que ir al médico así que hoy estoy solo. 

- Mejor para mí- dijo sentándose a su lado. 

Lucas la observó parecía emocionada y nerviosa. 

- Cierra los ojos- le pidió.

- ¿Para qué? 

La pregunta hizo rodar los ojos a Alba impaciente. 

- Vamos hazlo- insistió- no me obligues a ponerte una venda en los ojos. 

- ¿Tienes una venda?

 Alba saco una venda roja de su mochila.

- Hay que estar preparada.

Lucas soltó una carcajada al ver que la amenaza era real. 

- ¿Los cerrarás ahora?

- Sisi- se tapó el mismo los ojos. 

- Ya puedes abrirlos. 

Alba sostenía el libro de IT de Stephen King

- ¿Qué..? - empezó a decir Lucas pero fue interrumpido por Alba. 

- Pensaba que tenía papel de regalo, pero resultó que no, y las tiendas ya estaban cerradas- explicó- y como no sabia si era de los que les gustan que escriban la dedicatoria en la hoja de libro o no, he puesto un post-it dentro. 

Lucas abrió el libro y leyó.

"Felices 17, espero que cuando tengas pesadillas con este libro te acuerdes de mí"

                                                                                                                                      "Tu amiga,  Alba" 

- Parece el final de una carta o una postal- comentó Lucas al terminar de leerla.

- Sí, quería conseguir ese efecto. Gracias por notarlo, me siento orgullosa de mí misma en este momento.

- Alba, me encanta. Muchas gracias, no tenías por qué.

- Lo sé- sonríe ella- pero me gusta estar contigo, y eres un buen amigo así que quería hacerlo. 

En ese momento Lucas quería besarla, muchas veces había fantaseado con hacerlo aunque en ese instante no quería un simple pico, quería un beso largo... lento... pero no iba a hacerlo, solo la espantaría. 

Alba aún no había abierto sus ojos para él, y eso solo hubiera conducido a un cierre más extenso. 

- ¿Tienes algo que hacer hoy?- le preguntó Alba.

-No.

- Bien, pues practicaremos skate, esta semana no he conseguido separarme de los libros y necesito aire. ¿A las 5 en el pabe?

- Me parece bien, pero pone viento fuerte. 

- Shh- Alba le tapa la boca- ¿tú ves viento?- pregunta señalando el aire. 

- El viento no se ve, se siente- ríe Lucas apartando su mano. 

- Tú me has entendido, y no me corrijas, no quiero sentirme en clase. 

Se quedaron sentados ahí hasta el final del recreo, Lucas agradecía la compañía, le gustaba tenerla cerca, le hacía feliz.

Le leyó la mitad de un capítulo hasta que sonó la sirena anunciando el final del recreo. Alba estaba tumbada apoyada en sus piernas escuchándolo.

"Tiene una voz muy dulce" pensó mientras él leía.

                                                                                             ......................

- ¿No crees que es mejor que nos vayamos a otro sitio donde no haya tanto tiempo?- propuso Lucas entrecerrando los ojos para evitar que se le meta polvo en los ojos. 

- Me apetecía skate- dice triste Alba.

- ¿Nos vamos a mi casa?

- Vale- cede- ¿Están tus padres?

- No lo sé, pueden que hayan salido a comprar o algo, pero no tardarán en volver. 

- Vamos- dice Alba levantándose del césped.

Llegaron en 10 minutos.

- ¿Por qué tienes tantas recetas colgadas en la nevera?- pregunta Alba entrando en la cocina y viendo la nevera repleta de post-it amarillos. 

- A mi madre le encanta la cocina, sobre todo la repostería, de ahí que yo esté así- bromea señalándose a sí mismo. 

- No estás mal Lucas- dice Alba.

- Ya- dice Lucas sin creérselo. 

- ¿Qué más da que te sobren unos pocos kilos?- insiste Alba.

- Alba, no quiero hablar de mi autoestima ahora mismo- declara seriamente. 

Ella se sintió mal, quería que hablara no que se enfadara. No quería sonar pesada ni mucho menos. 

- Perdón Lucas- se disculpó.

- No pasa nada- dijo viendo que se había entristecido.

- ¿Y... tú sabes cocinar?- preguntó con una pequeña sonrisa.

- Sí, de hecho me gusta. 

- ¿Qué sabes hacer?

- El tema de la repostería se me da mal, teniendo en cuenta que solo puedo compararme con mi madre, es normal que nunca me salga nada mejor que a ella. Y la comida del día a día se me da bien, y sabe bien que es lo importante. 

- ¿A tus padres les importará si cocinamos un poco?- propone Alba animándose. 

- ¿Por?

- Bueno, acabas de decir que no tienes con quién compararte, sé cocinar poco pero algo sé.

- Meter la pizza en el horno y esperar a que se haga no cuenta Alba. 

Ella le pega con un trapo.

- Sé hacer cosas de verdad, ¿quieres competir o temes perder?- lo reta. 

La respuesta de Lucas fue sacar una libreta con más recetas de su madre. 

- Escoge una y yo otra y veremos cuál es mejor. 

-Bien, pero no se vale hacer recetas practicadas antes- advierte- eso sería trampa.

-Me parece bien- cede.

- No me engañes- le tendió la mano.

-Puedes confiar en mi Alba- aseguró estrechando su mano. 

Alba sintió algo en su interior, sin embargo no supo ponerle nombre.

La receta por la que se decantó  Lucas fue una simple tarta de 3 chocolates, la razón fue el amor de Alba por el chocolate mientras que Alba se decantó por unas simples croquetas de bacalao principalmente porque parecía sencillo y sabía que a Lucas le gustaban mucho porque en la receta aparecía marcado "hacer para Lucas". Seguramente no saldrían ni parecidas a las de su madre, pero iba a hacer el intento. 

El problema de cocinar dos al mismo tiempo es a la hora de buscar los ingredientes y materiales necesarios, ocurren choques y se corre el riesgo de que se rompan cosas. Lucas terminó antes pero su postre necesita unas cuantas horas de reposo, a Alba se le hizo la boca agua cuando se dio cuenta de que era su receta. En cambio ella no tenía ni idea de como estaba saliendo su receta, tenía claro que nunca se presentaría a Masterchef ni ningún otro programa de cocina. 

Al sacarlas de la freídora se dijo que la presentación era bastante mejorable.

Enfriados ambos postres y llegada la hora de la cena. Lucas procedió a poner la bebida. 

Lucas cogió una croqueta y no sabía como decirle que la presentación era un tanto decepcionante.

- Dilo Lucas nadie se comería eso al verlo.

-Siempre puede estar mejor- la animó, partió en dos la croqueta y olió- ¿es de bacalao?- Alba asintió- sabe muchísimo mejor de lo que se ve- la felicitó tras probarla.

- ¿Enserio?- y procedió a comerse una entera- está buenísima. Lo malo es la presentación, lo reconozco. 

- Las apariencias engañan- recordó Lucas.

- Sí- coincidió comiéndose otra. 

Al terminar con las croquetas Lucas se sobresaltó y cogió el postre.

- ¿Te cortas tú o lo hago yo? - se ofreció Lucas.

-Yo, a ver si me lo cortas muy pequeño.

Lucas rió.

Espero que lo probara.

- Esto está de muerte Lucas- dijo con la boca llena todavía.

- Ni siquiera has tragado- dijo riéndose. 

- Ni falta que hace. Ganas tú- dijo derrotada- sería mucho pedirte que me hicieras más- le pidió juntando las manos. 

- Las que quieras. 

"Otra vez esta sensación" pensó Alba incómoda.

- ¡Lucas hemos vuelto!- gritó la madre cerrando la puerta de la casa. 

- Hola mamá- saludó viéndola entrar en la cocina, se levantó y le dio un beso en la mejilla. 

Ese gesto le gustó a Alba, sobre esta edad los adolescentes se alejaban de sus padres como si se avergonzarán.

Ella siempre lo vio una estupidez.

- Oh, ¿habéis hecho la cena?- dijo la madre viendo la comida- Hola, llamáme Celia- saludo a Alba

- Yo soy Alba.

- ¿Y papá?- preguntó Lucas tras la presentación.

- Duchándose. 

- ¿Quién ha hecho estas croquetas?- pregunto comenzando a valorarlas como una cocinera.

- Saben mejor de lo que se ven - se adelantó Alba. 

Probó una. 

- Están muy buenas, ¿son las de bacalao no? Las tenía apuntadas para hacerlas para Lucas.

- Lo he visto, por eso las he hecho- contestó sin pensar.

- ¿Ah sí?- dijo sorprendido Lucas. 

- Sí- dijo un poco tímida. 

 - ¿Y el postre, lo has hecho tú Lucas?- preguntó la madre sin notar la tensión de los adolescentes.

Probó una cucharada. 

- Esta buenísima.

-Gracias mamá- se levantó- nos vamos a mi cuarto para que cenéis con espacio. 


- ¿Qué horas es?- preguntó Alba tumbándose en su cama.

- Las nueve menos veinte.

- ¿Qué? Me recogen en veinte minutos. Qué rápido se pasa el tiempo- dijo sorprendida y añadió- Me siento bien, a tu madre le han gustado mis croquetas- bostezó.

- ¿Tienes sueño?

- Bastante. Esto de levantarse tan temprano para el instituto acabará conmigo. ¿Qué harás cuando me vaya?

- Leer- contestó con obviedad.

-Por supuesto. Que pregunta más tonta.

- Tú ¿dormir?

- Que va. Llamaré a Rubén a ver si está despierto para jugar al ordenador- volvió a bostezar- ¿podemos dormir? Una siesta, ¿o quieres hacer algo?

- No.

Se tumbó junto a ella y cerró los ojos un momento, solo para volver a abrirlos y observar a Alba dormir y deseando que pudiera quedarse toda la noche. 

                                                                                   ........................

- ¿Has quedado con él en el pabellón?

- Sí, pasaremos caminando hasta la pista de skate donde estaréis escondidos y salid. A las 5:30 estaremos allí. 

- Okey. dijo Alba. 

- Hasta esta tarde.

Se despidieron y colgaron.

A Berni le caía bien Alba, esperaba que pudiera haber algo entre ellos. Le hacía bien una chica como ella a Lucas. 

Sonrío.

Tenía fe en su nueva pareja. 


A las 5:30 estaban todos esperando. Solo faltaba que Berni trajese a Lucas hasta la pista de skate y ¡sorpresa!

- Pensaba que íbamos al cine- insinuó Lucas a Berni. 

- Ya, pero hace un día estupendo, y estos días no debería desaprovecharse.

- Berni, hace tanto viento que siento que voy a salir volando- dice incrédulo.

- Pues vámonos al Ágora a tomarnos algo. 

-¿Qué has hecho?- pregunta sospechando. 

- Nada- responde inocentemente.

Siguieron andando y al cruzar...

- ¡Feliz cumpleaños!- gritaron.

- ¿Qué hacéis todos aquí?- pregunta sin poder evitar sonreír.

- Celebrar tu cumpleaños con amigos- responde Darío pasando su brazo alrededor de sus hombros y lo palmeó. 

- Fue idea tuya, ¿verdad?- quiso saber Lucas dirigiéndose a Berni.

-Claro, a nadie más le habías dicho tu fecha de cumpleaños. 

- Exactamente- apoyó Alba.

- Ella me ayudó en cuánto se enteró- dijo guiñándole un ojo. 

Alba asintió y le entregó una bolsa de basura donde iban los regalos. 

- Es el mejor regalo del mundo. Siempre quise tener una igual- dice irónico. 

Todos rieron. 

- Ya verás lo que hay dentro cuando lleguemos al Agora. Aquí hace demasiado viento- aconsejó Alba.

Por el camino Berni habló con los amigos de Alba, se ofrecieron a darle clases de skate, oferta que Berni rechazó por su poca agilidad. 

- Ya puedes empezar a sacar tus regalos- le dijo Lorena una vez dentro calentitos.

-Allá vamos- dijo deshaciendo el nudo.

El primer regalo fue una pequeña lámpara para poner en el libro y así poder leer en la noche.

- Me encanta.

El segundo fue un bañador que había visto anteriormente. 

- Este no me lo pude comprar que no llevaba el suficiente dinero- dice mirando acusadoramente a Rubén.

- Culpable- admite.

El tercero fue una bolsa petada de chuches. 

- De tu tiendas favorita- apuntó Berni. 

El cuarto fue un condón, al verlo su cara se torno roja. 

- ¿Y esto?- preguntó incómodo. 

- Alguna vez tendrá que ser tu primera vez- dijo Marc- para que luego no haya bebé a bordo. 

- Mejor prevenir que curar- recitó Rubén.

- NO creo que lo use en un tiempo cercano- admitió. 

"Ni lejano"

- ¿Quién sabe? A lo mejor te sorprendes- dijo Alba. 

No pudo evitar imaginarse a los dos desnudos en una cama después de haber hecho el amor durmiendo abrazados. 

Y el quinto regalo fue una pluma. 

- ¿Cuánto os ha costado este?

- Lo cierto es que lo pillamos en unas rebajas, sino el presupuesto no llegaba- confesó Berni. 

- Muchas gracias, en serio- dijo sin saber qué decir.

- De nada- dijeron los demás sonriendo contentos con su reacción.

- Puedes agradecérnoslo más todavía si nos deleitas con una canción- dijo Alba levantándose con dos micrófonos en la mano. 

- Alba no..- empezó.

-Por favor, solo una- le sonrío de manera tentadora alargándole el micrófono.

- De acuerdo, pero solo una- advirtió poniéndose en pie. 

- ¡Sí!- exclamó depositando un rápido beso en su mejilla. 

Solo Berni sabía lo que causaba la cercanía de Alba en él aunque Rubén empezaba a entreverlo pero la verdad es que le encantaba la idea, Lucas le parecía un buen tío y se llevaba bien con él. 

Cantaron "te he echado de menos" de Pablo Alborán en contra de los deseos de Alba de escoger "lo malo" a lo que Lucas se negó rotundamente. 

Después de más canciones entre los demás, fueron a cenar a la hamburguesería del Angelo, donde había una tarta reservada que había hecho Alba. 

- ¿En serio?- preguntó sorprendido Lucas viendo la tarta. 

- Tu madre me dijo que te encantó. 

Era la de tres chocolates. 

Se sonrieron mutuamente. 

Una vez terminado todo Berni y Rubén se unieron para conseguir que volverían ellos dos solos a sus casas. 

La casa de Alba estaba más lejos, pero solo se separaban por veinte minutos. 

- ¿Te has divertido entonces?- le preguntó Alba por el camino.

- Mucho- confesó.

-Tenía miedo de que te pareciera demasiada gente, como casi siempre prefieres estar solo con tus libros. 

- Ha sido el mejor cumpleaños que he tenido- se sinceró mirándola a los ojos viendo la preocupación que había pasado Alba. 

"Otra vez esta sensación" sintió Alba.

- Me alegro Lucas- dijo en voz baja.

Caminaron en silencio, Alba tratando de descifrar que es lo que estaba empezando a pasar con Lucas y Lucas... Lucas se limitaba a contemplarla por el rabillo del ojo. 

- Buenas noches Lucas- se despidió Alba.

- Buenas noches- en un acto de valentía le dio él mismo un beso en la mejilla. 

Ella ya le había dado uno, era lo justo ¿no?

Alba se sorprendió, Lucas siempre mantenía la distancia entre los dos. 

- Disfruta tus 17- comentó para relajar el ambiente.

- ¿Segura que no quieres que te acompañe a casa? No me importa tener que volver. 

- No- "necesito pensar sobre ti"- he vuelto muchas veces sola y más tarde. No te preocupes.

- Te dejo esta vez. Mándame un mensaje cuando llegues. 

- Lucas...- dijo riendo por su excesiva preocupación. 

-Alba- continúo firme. 

- De acuerdo- cedió- Nos vemos el lunes.

Ya lejos, se preguntaba "¿qué pasa?". En vez de estar pensando en el examen de filosofía del lunes el cual no había empezado a estudiar.

Una vez tumbada en su cama con el pijama puesto y con dolor de cabeza de tanto pensar, decide que lo mejor es un buen sueño para llegar a una respuesta. 

Coge el móvil para silenciarlo y tiene dos llamadas perdidas de Lucas y mensajes suyos. 

"Se me olvido. Lo siento. No lo he escuchado, estoy un poco distraída"

"No pasa nada. ¿En qué piensas?" 

"En ti" escribe, pero no lo manda sino que escribe "en el insti, se acercan las vacaciones y se me acumula todo"

"Te saldrá bien. Queda poco"

"Eso espero. Buenas noches Lucas"

"Buenas noches"



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