CAPÍTULO 4
Alba tose descontroladamente, Rubén preocupado le da palmaditas en la espalda hasta que la tos frena y le pide:
- Agua- dice sin fuerzas.
Rubén obediente abre la mochila, saca la botella y le quita el tapón para ella. Alba bebe la mitad. En un momento se llena la boca de agua como la ardillas y la escupe en la cara de Rubén.
Este perplejo se queda estático en el suelo.
- ¡¡IDIOTA!! ¿Quieres matarme? ¡¡Cómo se te ocurre tirarme esos polvos!!
- No iban a tu boca- dice ofendido una vez recuperado de la sorpresa- te has movido, quería hacerte un nuevo look de pelo. ¿Estás bien?- pregunta aún preocupado.
- Ahora sí- responde- ¿De dónde has sacado esos polvos?- pregunta cogiendo una bolsita de polvos rosas.
- La holy party- responde volviendo a guardar los polvos y la botella.
- ¿Cuándo es?- pregunta Alba.
- La semana pasada fue en Granada cuando estuve visitando a mi hermano y aquí dentro de dos meses.
- Iremos- asegura- debo devolverte esta- le da una colleja y sale volando en su skate sabiendo que Rubén la perseguirá.
........................
Lucas toca el timbre nervioso.
Él hubiera preferido que el trabajo fuese en su casa pero hoy tocaba comida familiar y con todo el jaleo que se armaba poco iban a concentrarse.
Alba abre la puerta y sonríe al verlo
- Hola, pasa mis padres tardarán un poco en volver, han ido a comer juntos, hoy es su aniversario- explica
- ¿Cuántos años hacen?
- 27
- Son muchos años- comenta.
- Una burrada ¿a que sí?- dice cerrando la puerta.
Mientras que Alba se pregunta como no te aburres de una persona en 27 años, Lucas se preguntaba que se sentiría.
- ¿Dónde prefieres hacerlo?- pregunta Alba.
- ¿Qué?- pregunta despistado.
- El trabajo. En mi cuarto o comedor.
- En tu habitación- contesta.
Tenía interés por ver su habitación, puede decir mucho de una persona.
Y por supuesto que quería descubrir cualquier parte de Alba.
Subieron las escaleras y el cuarto se encontraba a la derecha.
Las paredes estaban pintadas de verde, verde esperanza, lo que Lucas pensaba que le pegaba bastante. Las paredes solo tenían un póster y una foto de su grupo de amigos.
Ni un tablón para organizarse, ni el horario... Nada más
Mostraba la parte poco creativa, simple y desorganizada por la silla con toda la ropa si colocar y el suelo con los zapatos tirados.
- Siento el desorden. Esta mañana he estado en el parque con el skate y no lo he ordenado- aparta un par de zapatos y toma el portátil para ponerlo en la cama.
- Da igual.
-Siéntate en la cama- dice al mismo tiempo que se sienta ella de un salto- bueno primero voy al baño, ahora vuelvo.
Cuando sale de la habitación, se acerca a la foto de ellos cinco. Marc y Lorena salen abrazados sonriéndose entre ellos, Darío sale a su bola besando un tercio y Alba esta subida a la espalda de Rubén riéndose los dos de una tontería que solo ellos entienden.
- Esa fue la primera noche que salimos todos de fiesta- se posiciona a su lado recordando- Ahí también fue cuando ellos dos- señala a Marc y Lorena- empezaron a salir, Darío sale como siempre siendo él mismo. Parece un borracho estúpido pero es mucho más. Vive en otra dimensión y no puedes entrar por mucho que lo intentes, un misterio que no puedes resolver. Y aquí salimos nosotros, bebimos un poco de más pero no vomitamos, no he vuelto a beber así, la resaca del día siguiente fue suficiente. Fue genial- concluye girándose hacia él- ¿sabes? hay una holy party, una fiesta donde te lanzas polvos de colores, nosotros vamos a ir, podrías venir
- N-o creo.
- Yo creo que sí, es dentro de dos meses, tienes tiempo de sobra para tener más confianza en ti mismo.
- ¿Y tú como lo sabes?- pregunta.
-Lo sé y punto. Vamos, quiero terminar este trabajo.
No tardaron mucho en hacerlo. Lucas tenía claro de que autor quería hacer el trabajo, Alba le escuchaba hablando de los libros que había leído de ese autor.
- ¿Y qué te gusta más aparte de leer?- pregunta apagando el portátil- solo han pasado dos horas, son las 7, si quieres puedes quedarte a cenar.
- Preguntaré a mi madre- no tarda mucho en contestar, le responde que no le importa pero que esté listo para las 9 que lo recogerá.
- Tenemos dos horas, bien, no evadas mi preguntas- insiste Alba.
- Vale- cede Lucas- las veces que no estoy leyendo, veo series y películas. Soy un adolescente demasiado corriente y aburrido.
- ¿Aburrido?
- No es que me pase las tardes haciendo deportes extremos.
- Entonces parecerás aburrido a los ojos de los adictos a la adrenalina, aunque quién sea como tú, no pensará así.
Lucas no se siente muy convencido con ello, pero le gusta que intente hacerle sentir bien consigo mismo, le daba confianza (al menos estando con ella) y se sentía más cómodo con ella.
- ¿Y tú?- se interesó Lucas esta vez.
- Lo que más el skate y sino pues me gusta pasear con estos hablando de cualquier cosa y como última opción intento ver una película pero casi nunca las terminó porque me aburre estar tanto tiempo sentada, aunque escuchar música o leer algo antes de dormir no.
-Necesitas personas- deduce Lucas.
- Las personas nos necesitamos unas a otras. Somos seres sociales.
Lucas puso cara de contrariedad.
- No me puedes rebatir eso- Lucas se encogió de hombros- ¡Está comprobado científicamente!
Este comenzó a reír.
- ¡Lucas!- él rió más fuerte y contagió a Alba.
Una vez calmados, Alba le preguntó:
- ¿Por qué crees que es mentira?
- Yo prefiero estar solo.
- La mayoría del tiempo- le corrigió ella- piensa esto: ¿te gustaría vivir completamente solo a cambio de todas las comodidades que desees?
- Pero ¿por qué me quedo solo? La gente desaparece porque sí o..
- Hay vida en marte- le interrumpe- la gente se muda y como prefieres estar solo te quedas.
Lucas reflexiona seriamente, echaría de menos a su madre tratándolo como si tuviera cinco años, las conversaciones con su padre sobre libros. Las tardes de cine con Berni, y a Alba.
Solamente pensar en no verla, le producía algo en el pecho.
- Realmente creo que aguantaría un par de años, pero no una vida entera.
- ¡Alba!- le grita su madre desde las escaleras.
- ¡Dime!
- ¡Voy a hacer pizza!, ¿queréis?
Alba mira a Lucas.
- ¿Quieres?
- ¿De qué son?
- ¡De que son!- pregunta.
- 4 quesos y boloñesa.
Vuelve a mirar a Lucas.
- Me gustan las dos.
- ¡Vale, luego cogemos!
- ¡Okey!
Cierra de nuevo la puerta de su cuarto y vuelve a sentarse con Lucas.
- Bueno, pues yo tenía razón- dice victoriosa.
........................
- ¿Qué sueles beber?
- Lo que haya.
- Bien, pues tengo fanta, pepsi, gaseosa, mosto- recita.
- Más lento- pide riendo.
Alba vuelve a repetir.
- Fanta.
Alba se levanta con dos latas en la mano.
- ¿Prefieres pepsi a coca-cola?
- Ten cuidado con lo que dices- dice amenazándolo con su lata de pepsi.
- En esta casa la pepsi es sagrada- comenta la madre entrando para coger unas porciones de pizza para ella y su marido.
Rápidamente las mejillas de Lucas se tornan rojas.
-L-lo si-siento- tartamudea.
La madre ríe restando importancia.
- Era broma, perdóname tú, no sabía que eras así de tímido. Estoy acostumbrada a Rubén y Darío. Marc es más callado.
- ¡Mamá!- ríe Alba.
- ¿Qué? No he dicho nada malo. Ya me voy.
Una vez que su madre desaparece por la puerta Alba le pregunta.
- ¿Estás bien? Estás muy rojo.
- Sí, es que me ha sorprendido tu madre.
Alba termina de colocar las cosas enfrente en la mesa.
- ¿Enciendo la tele?- pregunta sentándose en el sofá.
- Vale- accede dejándose caer a su lado.
En la pantalla aparecen un par de chicos montando en skate.
- ¿Ves a ese cayéndose todo el tiempo? Esa era yo en mis principios.
- No te creas, yo creo que por mucho que yo practicará, me seguiría cayendo.
- Lucas, si yo te entrenara aprenderías.
- Lo dudo. Pero no te niego que estaría bien tener ese equilibrio sobre ruedas.
- ¿Es algo que nunca has hecho por miedo a hacer el ridículo?- pregunta interesada.
- Una de las cosas- admite.
- Lucas- dice solemnemente girándose para mirarlo- me comprometo a enseñarte si quieres, en un lugar con poca gente para evitar momentos incómodos.
- ¿Solos tú y yo?- pregunta sin creérselo.
- Claro- sonríe- ¿qué me dices?
La idea de romperse las rodillas no le convence mucho pero la perspectiva de estar en u lugar tranquilos con ella a solas opaca lo demás.
-Acepto- se dan las manos como sellando un trato.
-Dame tu número para decir días- dice Alba.
Se intercambian números y el móvil de Lucas empieza a sonar.
- Es mi madre. Está fuera.
Alba lo acompaña hasta la puerta.
- Pues.. adiós- se despide Lucas.
- Escríbeme por si lo he escrito mal- le pide Alba.
- Lo haré.
Al cerrar la puerta Alba ya sabe que no es un simple "paciente" ahora es un amigo.
Y Lucas se percata de que es la primera vez que no tartamudea.
..................
Esa noche antes de dormir, Lucas coge el móvil.
"¿Alba?" escribe.
"Sí" acompañado de un emoticono sonriente.
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