CAPÍTULO 22

- No me lo puedo creer- dice leyendo el mensaje Lucas. 

- ¿Qué?

- Mis tíos de Galicia nos harán una visita este finde, se quedan a dormir y me han preguntado si te apetecería venir y te conocen.

Observa a Alba para poder apreciar su reacción. 

Esta no lo piensa mucho a pesar de que se ha puesto un poco nerviosa, no solo conocerá a sus padres de manera "formal" sino que habrá otros parientes. 

- Va a parecer una cena de Navidad.

- Más aburrida y sin tanto jaleo. Deberías ver las piñatas que hacen mis primos, incluso los adultos se tiran a por las chuches.

Alba ríe. 

- No me has contestado.

Suspira largamente Alba.

- Sí, iré. Díselo rápido a tu madre antes de que cambie de opinión- bromea.

Lucas confirma la asistencia de Alba. 

- Esto me pasa por no conocer a tu familia antes, que se junta toda luego.

- No exageres, solo serán dos personas más, y sí en efecto, la culpa es tuya. Pero no tienes que preocuparte, dudo que empiecen a hacerte interrogatorios o "pruebas" por el estilo.

- Mucho mejor, pero esto también significa que debes de conocer tú también a mi familia.

- Cuando quieras- responde tranquilamente. 

Alba entrecierra los ojos molesta. 

- A ver si mantienes estos nervios de acero cuando llegue el día. 

                                                                                                 ....................

- Mamá, ¿qué pasa? ¿por qué estás tan emocionada?- pregunta Alba viendo a su madre que acaba de colgar el teléfono emocionada. 

- ¡Mi mejor amiga vuelve! Tengo tantas cosas que hablar con ella, tú vas incluida en ese paquete- la avisa.

- ¿Debería sentirme ofendida? 

- No mucho- bromea su madre. 

- ¿Cuánto tiempo se queda?

- Pues se queda en casa de su hermano durante dos semanas. Mañana por la noche he quedado con ellos, papá también, siempre se llevó bien con su hermano. 

- Ah bien- Alba menea las manos nerviosa- mamá

- Dime, a ver siéntate- la insta viendo el movimiento agitado de su hija. 

Alba lo hace y además deja apoyada su cabeza sobre el hombro de su madre. 

- Mientras tú te lo pasas divinamente con tu amiguita, yo estaré en casa de Lucas con su familia, vienen sus tíos también. 

- Uff- dice exageradamente su madre- yo estaría muerta de miedo. 

- ¡Mamá, debes de tranquilizarme!

- Ay cariño si no pasa nada, es normal. Si vais enserio esta Navidad incluso a lo mejor os dividís y algún día cenas con ellos y él con nosotros. 

- Sí...

- No te preocupes, si va mal, ya me encargo yo de comprar el helado necesario, ¿te parece?

- Me parece- accede. 

Su madre le acaricia el pelo. 

- Y la siguiente noche que quieras lo traes. 

- Se nota demasiado que os cae bien, no sufrirá como yo. 

- Mierda. 

Alba ríe.

                                                                                          ....................

- Bueno

- Sí

- Allá vamos

- No vas a morir- la tranquiliza Lucas riendo. 

- Más te vale, porque volveré en espiritú.

Lucas abre la puerta. 

- ¡Mamá! ¡Ya estamos aquí!

- Hola- saluda tímida Alba. 

Su madre es bajita, delgada y con el pelo y ojos marrones. Su padre no es mucho más alto que su esposa, es rubio y tiene los ojos verdes. 

- Teníamos ganas de conocerte- comenta su madre. 

- Pues aquí estoy- contesta sonriendo Alba. 

Llaman a la puerta. 

- Un momento. 

Ambos padres acuden a ver quién es. 

- Serán tus tíos, ¿no?- pregunta Alba. 

- No, mis tíos tienen llaves y dudo que hayamos pedido comida. Mamá adora cocinar y especialmente en las visitas. 

Se escucha ruido por las escaleras. 

- Hola, sí

- No me jodas- murmura Alba dándose la vuelta. 

- ¿Alba?

- ¿Mamá? ¿Papá?- pregunta haciéndose la sorprendida. 

- ¿Qué?- preguntan los padres de Lucas extrañados. 

- ¡Hola! Ostras- dice la tía de Lucas bajando entrando también en la cocina.

- Bueno, pues nos ahorramos presentaciones- argumenta Lucas rompiendo el silencio creado por el impactante momento.

                                                                               ...........................

- No me puedo creer que tú seas la madre de Alba- dice la de Lucas.

- Pues yo no me creo que hayamos vivido siempre en el mismo vecindario y no supiéramos del otro- dice el padre de Alba al de Lucas. 

- Podríamos tomar algo en otra ocasión.

- Te tomo la palabra. 

Alba y Lucas permanecen el uno frente del otro viendo como conversan sus familias. 

- Y bueno, cuéntame como te va Alba- le pide Melania, la mejor amiga de su madre. 

- Pues déjame que lo piense, estoy...

- Estamos- interviene Lucas

- ... en shock pero bien, sí la verdad, he sacado el curso y ya solamente queda uno para la universidad. 

- ¿Y a ti Lucas?

- Pues igual sinceramente. 

- ¿Qué piensas estudiar Alba?- pregunta en esta ocasión la madre de Lucas.

"Esto es un poco incómodo"

Está formulando preguntas normales delante de sus padres quienes saben las respuestas. 

- Psicología, me interesa mucho el funcionamiento del cerebro humano pero no sé que especialización haré aún. 

Lucas ríe un poquito y Alba lo mira divertida y "molesta".

- ¿Por qué te ríes?- pregunta el padre de Lucas. 

- Cosas nuestras- contesta Lucas.

- ¿Qué cosas?- interviene curiosa la tía de Lucas. 

Lucas observa a Alba buscando su aprobación y ella simplemente encoge sus hombros dándole a elegir. 

- Pues digamos que gracias al interés de Alba por esa carrera estamos juntos. 

- ¿Ah sí?- pregunta ahora la madre de Alba. 

- No agobiéis a la pareja- las regaña la madre de Lucas y añade- aunque si quieren contarlo de aquí no va a salir. 

- Es el círculo de confianza- aseguró su tío- pero ahorrarnos las partes +18

El padre de Alba le da un pisitón debajo de la mesa. 

Los rostros de Lucas y Alba se tornan rojos, no se habían planteado contar su historia aquella noche ni precisamente con ese público. 

- Pues a mí me pareció buena idea hacer una especie de experimento...- tomó la palabra Alba. 


- Y así se dio cuenta de que yo era el de los poemas... - relataba Lucas.

- ¿Los tendrás guardados no?- interrumpe preocupada la madre de Alba.

- Obviamente- contesta su hija. 

- Tendrás que enseñármelos. 

- Son privados.

- O sea que tienen cosas picantes- dice Melania.

- ¡No!- exclaman ambos. 

- Vale, vale. Y yo todo este tiempo sin saberlo, me has decepcionado hija. 

- Venga, sh, dejad que continúen- la calló su marido.


- Y así hasta hoy- finalizó Alba. 

- Lucas estoy muy orgullosa de tu buen gusto- le dice su madre.

Alba sonríe tímida.

- Me lo tomaré como un cumplido para mí también puesto que esta criatura salió de mí- dijo la madre de Alba. 

- Egocéntrica- le dijo Melania. 

- Como si fuese la única en esta mesa. 

- Pues me recuerda un poco a cuando mandaba yo frases en los discos.- recordó el padre de Lucas. 

- Sí, los tengo todos guardados- confirmó su mujer. 

- ¿Eso es verdad?- preguntó Lucas. 

- Sí, se ve que va de generación en generación. Tu abuelo mandaba notas en las flores que le daba a tu abuela para que saliera con él. 

- Que bonito- dijo Alba.

- Pues nosotros nos gustamos al instante- intervino la madre de esta. 

- El típico flechazo- aseguró su padre. 

Melania y su marido se ríen. 

- Nosotros fue todo lo contrario. 

- Odio a primera vista- explicó su marido. 

- ¿Por qué? ¿Qué pasó?- preguntaron interesados Lucas y Alba. 

Y así cada pareja se dedicó a relatar la historia de su unión.

Lo que parecía una noche llena de tensión y nerviosismo se transformó en una grata sorpresa llena de risas. 


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