CAPÍTULO 20
- ¿Lo llevas todo? - le preguntó su madre.
- Sí, Berni lleva la barbacoa y el carbón, las bebidas Rubén y el resto y Lucas debe de pasar en unos minutos para ayudarme con la comida- dice- los siguientes son los 18- le recuerda.
- No adelantemos acontecimientos, vamos por tus 17.
Tocaron al timbre.
- Me voy mamá- le dio un beso en la mejilla.
- ¿Sabes?- preguntó su madre haciendo volverse a Alba hacia su madre de nuevo- me gustaría que Lucas se quedara a cenar un día, tu padre está de acuerdo. Solo si tú estás de acuerdo claro, y ves que es serio.
Esto último lo dijo con cierto sarcasmo pues era testigo de como a su hija se le iluminaba la cara al oír tocar el timbre como acababa de suceder.
- Se lo diré, seguro que dice que sí, de hecho sus padres ya le habían dicho algo así.
Volvieron a tocar.
- ¡Voy!- gritó- que impaciente es este hombre- murmuró cogiendo las neveras.
Abrió la puerta.
- ¿Qué estabas haciendo? Ya vamos tarde, perderemos el bus y tendremos que esperar otros cuarenta minutos.
- Tampoco sería el fin del mundo, me estaba despidiendo de mi madre, que por cierto- dice pasándole una nevera- ¡si me quedo en casa de alguien a dormir, te avisaré!
- Con tiempo, no cinco minutos antes- le pidió.
- Ya podemos irnos- le dijo cerrando la puerta.
- ¡Corred!- les gritó Marc montando en el bus sin pagar al conductor para que los esperara.
Mientras Lucas y Alba corrían con neveras que les parecían que pesaba el triple que ellos mismos (dato que podría ser cierto).
- ¡Te dije que había que salir antes!
- ¡Te haré caso la próxima vez, no pierdas aire ahora!
Consiguieron llegar y al sentarse sobre las neveras pues el sitio iba demasiado concurrido de gente y no había asientos libres se dieron cuenta de la cantidad de sudor que corría por ellos.
- Menos mal que nos bañaremos ahora- dijo Alba quitándose un poco de la frente.
- Ya estáis bañados- puntualizó Lorena.
- ¿Darío y los otros están allí?- pregunto Lucas.
- La mayoría sí, otros se suben en las siguientes como Blanca.
En las dos semanas desde el encuentro del centro comercial habían quedado más veces.
- Okey, ¿os quedaréis a dormir?- preguntó Alba.
- Sí, en el piso de Darío- dijo Marc.
- ¿Solo vosotros?
- Como nos quedemos todos tendremos que dormir unos encima de otros.
- Sí, ya, es para avisar a mi madre que luego se me olvidará.
- Menos mal, no quería ser la única chica. Sin ánimo de ofender- dijo Lorena hacia su novio.
- ¿Rubén se queda o... ?
- O lo más probable es que se vaya a su bola con Blanca.
- Sí, tienes razón- admitió riendo.
- ¿Te quedas tú?- preguntó Marc a Lucas.
- No sé si quiero tentar a la suerte, también me dejan salir en San Isidro.
- Inténtalo, porfi, es mi cumple- le rogó.
- No prometo nada- avisó sacando el móvil y marcando el número- ¿Me dejarías quedarme en casa de un amigo? Sí, Alba y otros dos amigos se quedan. ¿Sí?- preguntó sorprendido- pues... gracias. Te llamo por la mañana- guardó el teléfono- pues me quedo- concluyo sonriendo.
- ¡Chicas!- exclamó Blanca subiéndose al bus.
......................
Al llegar a la playa ya estaba todo bastante lleno.
- Lo único malo de San Juan es que como no llegues temprano te quedas sin sitio- dijo Alba.
- Están por las rocas de la derecha- dijo Marc leyendo el grupo.
Conforme iban acercándose vieron la cantidad de espacio que habían ocupado.
- Como se nota que este año somos más- comentó Lorena.
- Ajá- confirmó Alba.
No había invitado literalmente al grupo completo de Berni, ni de Blanca, pero sí unos cuantos, alrededor de diez personas.
- Oh no- se lamentó Alba.
Al llegar más cerca, comenzaron a extender unos toallas rojas a modo de alfombra y comenzado a cantar el cumpleaños feliz.
- Venga tienes que pasar por aquí y sí, pasar por el bochorno es obligatorio- dijo Rubén
Fue el encargado de supervisar de que recorriera cada una de las seis toallas que habían colocado.
- Ahora los regalos.
- ¿A quién se le ha ocurrido lo de la alfombra?- quiso saber Alba sentándose tras soplar las velas.
- Al genio del grupo por supuesto- contestó Darío dándose unas palmaditas en el pecho orgulloso.
- Oh, ¿quién me ha regalado este vestido?- se llevó una mano a la frente- ¿no se equivocaron en la cuenta verdad?
- No- contestó contento Lucas.
Alba vio que además venía con un sobre igual decorado que en San Valentín, compartieron una mirada cómplice y la guardó deprisa con el regalo para que nadie se percatara de ello y leerla luego a solas.
El siguiente de Rubén. Este le regaló una camiseta de sudadera, el collar que le regalar Harvey y una funda para apoyar el ratón con una foto de ellos jugando a la play.
- Lo adoro.
Las chicas se unieron y habían hecho un caja a modo de set.
Incluía un triquini nuevo, un camisón negro, sus chuches favoritas y unas gafas de sol.
Darío le regaló tres videojuegos, era bastante adinerado así que nadie se extrañó.
El resto un poster de Avengers, y un funko con su súper héroe favorito, Iron Man.
- Sois los mejores- dijo antes de un abrazo grupal.
- Ahora la tarta, como tardemos más en comerla se derrite.
La había hecho Blanca que le gustaba cocinar, era tiramisú.
- Está buenísimo, si necesitas que alguien pruebe tus tartas solo llámame- dijo Alba.
- Ay no mi ciela, consíguete tu repostera- bromeó Rubén agarrándola por la cintura.
Tras comer la tarta y abrir los regalos, mientras esperaban a que anocheciera compraron el alcohol que se les había olvidado y los cubitos. Como no iban a ir todo el grupo a comprar el, los que no fueron se quedaron siendo entretenidos por Berni y Sergio que hacían parodias de los que el público pedía.
Se les daba bastante bien.
Alba se encontraba entre las piernas de Lucas.
- ¿Lo has escrito tú o lo has copiados?- fue lo único que preguntó.
- Yo- dijo dejando un beso en su mejilla.
Esa respuesta hizo que tuviera más ansias por leerlo.
Sobre las 20:30 encendieron la barbacoa y empezó a olerse la carne haciéndose.
Cuando llegó el turno de hacer las hamburguesas, Lucas, Darío y Marc les dieron la vuelta en el aire.
- ¡Oh!- gritaba el público.
Alba reía junto a ellos, sobre todo feliz por Lucas. Había cambiado mucho, aún no era consciente de la suerte que tenía, estaba saliendo con la chica que creía imposible, conseguir un grupo de amigos. Era una gran diferencia la que se encontraba mirando tiempo atrás. Seguía manteniendo sus viejos hábitos, como leer, y continuaba siendo su pasatiempo por excelencia pero le gustaba comprobar que él, al igual que los personajes que leía, tenía una vida fuera de las páginas.
Al terminar de cenar, empezaron a quemar la madera que habían traído y así lo hizo el resto de personas que también se encontraba aquella noche en la playa y las botellas de alcohol empezaron a vaciarse.
A las 23:59 todos hicieron una fila en la orilla de la playa esperando a las 00:00 como si se tratase de Nochevieja.
- ¡3,2,1! ¡Las 12!
Y todos corrieron hacia el interior del mar.
- La cumpleañera según dictamina la tradición debe de beberse 17 chupitos, acorde a los años que está cumpliendo- recordó Rubén sacando la botella de Jagger.
- Ah no, la cumpleañera no quiere vomitar.
- Puedes repartirlos entre los aquí presentes- dijo Darío señalándose a sí mismo.
- En ese caso acepto- dijo riendo.
Ella misma se bebió tres y el resto los repartió entre los voluntarios.
Más de uno acabó cantando villancicos, se escuchó el "All I WANT FOR CHRISTMAS IS YOU" más que el éxito de aquel verano.
Llegadas las 5:30 algunos se quedaron dormidos en las toallas así que decidieron recoger el chiringuito que se habían montado y dar por terminada la fiesta.
Darío y Marc iban los peores, andaban hacia el departamento del primero cogidos por los hombros mientras cantaban el "Bella Ciao" y los demás le hacían los coros riendo y grabándolos.
Una vez en el departamento Alba envió un mensaje a su madre de que estaba viva y que la llamaría al despertar.
Las camas se repartieron rápido, muertos del cansancio se durmieron juntos Darío y Marc, de manera que el colchón hinchable fue solamente para Lorena, un sofá para Blanca y Rubén y otro para Lucas y Alba.
Esta última espero a que se quedaran dormidos el resto para sacar la nota de Lucas impaciente, no podía dormir sin saber lo que contenía.
"¿Por qué se acaba el amor?
¿Por qué dejan las parejas de luchar?
¿Por qué unas llegan al final y otras se quedan en el camino?
A pesar de seguir queriéndose
A pesar de seguir buscándose con la mirada.
No hallé respuesta Alba.
Y eso me hizo llegar a una conclusión:
No puedo prometerte un para siempre
No puedo.
Porque nadie sabe el futuro
Pero sí puedo confesar algo:
Llámame loco,
pero quiero un futuro.
Te veo, ¿sabes?
Pienso en el día de mañana y lo único que veo nítido...
Eres tú.
Siempre eres tú, Alba.
No importa sino lo ves
o sino nunca lo haces.
Porque el quererte
comprueba que
en ocasiones,
el ser humano
es capaz de actos increíbles"
La última estrofa le arrancó las lágrimas definitivamente.
No sabía si también influía el alcohol de su organismo.
Se giró hacia él mirándolo directamente a los ojos.
- Júrame que esto no son solo palabras, que lo sientes realmente- dijo seriamente.
- Te lo juro- contestó sin inmutarse.
A la vez, ambos pensaron que hubiera sido el momento idóneo para hacer el amor pero no con el resto en el mismo lugar, pero eso no fue impedimento para un beso apasionado.
- Te quiero Lucas. No sabía que era hasta que salí contigo, pensar tanto en alguien o esa sensación que me domina cuando estoy contigo. Soy una persona que se centra en el presente pero yo también quiero que formes parte de mi futuro, tampoco te prometo un para siempre, eso no puede hacerlo nadie pero tienes mi ahora y mis pensamientos.
A partir de ahí se besaron hasta rozar el no retorno.
- Tenemos que parar, háblame de otra cosa- pidió Lucas.
- ¿Qué estamos un poco locos por el hecho de que llevamos unos seis meses y hablamos de vida juntos?- probó Alba.
- Sí, puede que estemos exagerando- bromeó Lucas.
Alba lo golpeó.
- No, con esto no se bromea- contestó señalándose a sí mismos.
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