CAPÍTULO 18
Lucas se sorprendió de comprobar que en cuatro semanas había perdido seis kilos, puede que no significara un cambio muy destacable en su imagen, pero sí lo notaba él mismo en sus pantalones de chándal, en los vaqueros era menos notable.
Se sentía consigo mismo, no es que su autoestima hubiera subido a la luna pero sí su ánimo de ver que tenía la fuerza de voluntad para ello.
No había cambiado drásticamente su dieta, ingería comida cuando tenía hambre alimentos saludables pero en los findes de semana si salía con sus amigos o su familia se permitía un desliz. Resultaba que eso era bueno, ¿cómo lo llamaba Alba?
Un cheat-day. Supuestamente servía para aliviar la ansiedad de comer.
Al principio le había costado horrores admitir que quería cambiar, se avergonzaba. Sin embargo, ahora no se arrepiente, Alba le estaba ayudando mucho, incluso cuando algunos días son malos, es decir, no se siente con fuerzas y se deprime, ella consigue levantarlo.
En esas ocasiones se pregunta si él conseguiría hacer lo mismo por ella, hasta ese momento ha sido él quién la ha necesitado. No al revés.
Lucas sabe que le daría su apoyo en lo que precisase, pero teme no ser suficiente, no ser quien ella recurra en los momentos duros.
La quiere. Está completamente enamorado. Sabe que es afortunado.
¿Cuánta gente sueña con salir con "crush"? Él lo ha conseguido, aunque de nuevo, fue en buena parte por el acercamiento de ella y su intento de psicóloga.
Pero fuera como fuese se alegra.
Y no solo por ella, sino también por su grupo de amigos y el de Berni. Y pensar que mantenía amistad con este último durante más tiempo y no los había conocido hasta ahora.
Por temor a caer mal.
"No tienes que temerle tanto a la propia vida Lucas" se reprende constantemente.
Es muy fácil decirlo, pero en la práctica...
"Debería empezar a vestirme"
Hoy sería el último entrenamiento antes de las fiestas de San Marcos.
Sí, él, Lucas, saldría de fiesta e inclusive el domingo estaría subido a una carroza.
Aunque, ya lo hizo antes, pero con tres años así que los recuerdos son bastantes borrosos.
Confía en no agobiarse porque a pesar de que le aseguran de que tendrá espacio suficiente, el imaginar a tanta gente concurrida como en las historias de Instagram le recuerdan a sardinas en lata.
"Lo peor que puede pasar es que no te guste y no salgas más"
Termina de vestirse y sale por la puerta.
.....................
- Una más y se terminó hasta el martes que viene- le repite Alba para darle ánimos.
Lucas hace la última flexión y van a sentarse en un banco para hidratarse.
- ¿Les has dicho hasta tus padres que este finde sales?- le pregunta Alba pasándole la botella.
- Pues no, pero no creo que les importe. Mi madre en especial está super contenta de que sea un adolescente normal que salga con sus amigos e incluso tenga novia.
Alba ríe.
- ¿Entonces le caigo bien a tu madre?- pregunta interesada.
- Yate digo, eres como un ángel para ella que ha venido a cambiar a su hijo.
- No bromees.
- Que es verdad- insiste- de hecho, creo que alguna vez ha comentado que le gustaría que vinieras a cenar.
- Será verdad- dice con los ojos abiertos por la sorpresa.
- Sí, le dije que aún es muy pronto y que probablemente esa sería tu respuesta pero que te lo preguntaría de todas formas. '
- Pues no lo has hecho- reprocha.
- Ya, ¿y qué dirías?- pregunta confiado.
- Que es muy pronto- contesta esquivando su mirada.
- ¿Ves? Sí ya lo sabía.
Se quedaron un rato más sentados en el banco aunque debería ir marchándose a su casa, el siguiente día les esperaba a ambos unos tres exámenes.
Todo los alumnos habían optado por fechar los exámenes antes de las fiestas porque ¿quién estudia de fiesta?
- Tengo que irme, en serio, no he empezado con mates- dijo Alba sin hacer amago por levantarse.
- Sí, yo también debería repasar latín- concordó Lucas.
Sin embargo, lo que hizo en su lugar fue entrar a youtube para pasárselo a Alba y que pusiera música y se quedaron unos minutos más.
- Siempre acabo volviendo más tarde cuando estoy contigo- lo regañó Alba echándole toda la culpa.
- ¿Están tus padres?- preguntó Lucas acercándose insinuosamente.
- Desgraciadamente sí- respondió- pero el lunes tienen pensado marcharse en una escapada romántica así que si quieres pasarte...- dejó la frase al aire.
Le dio un rápido beso y fue hasta su casa.
- Hasta mañana Lucas- se despidió cerrando la puerta.
- Hasta mañana- murmuró para sí.
....................
Viernes. La campana sonó dando fin a la semana y comienzo del desmadre adolescente.
En la salida se reunió el grupo.
- ¿Qué hacemos: comemos en las carpas o en casa?- preguntó Rubén.
- Depende si salimos esta noche no tengo dinero para tanto- apuntó Berni.
- Nos metemos en las gratis temprano y no nos echaran aunque seamos menores- comentó Lorena- pero si vamos necesito cambiarme de todas formas.
- Mejor comemos en las casas, nos reunimos a las cuatro y nos colamos esta noche en las gratis- propuso Alba.
- Okey, pues nos vemos- se despidió Marc.
- Tú te vienes conmigo- dijo Lorena cogiendo del brazo a Alba.
- Pero...- empezó Lucas.
- ¡Lo siento la jefa manda!- se excusó Alba alejándose.
- Vamos enamorado- le empujó Darío- dentro de unas horas vuelves a verla.
Llegaron las cuatro y estaban todos reunidos menos las chicas.
- Dios mío, no entiendo qué hace Lorena- se preguntaba Marc.
- ¿No estaba también Alba?- preguntó Berni.
- Alba es rápida- contestaron los chicos a la vez.
- Los demás vendrán sobre las cinco, están durmiendo un poco- dijo Berni.
- Eso debería haber hecho, siempre lo digo, algún lo cumpliré- se prometió Darío.
- Ya- rio Marc.
- ¡Ya estamos! Solo nos hemos retrasado tres minutos- se adelantó a decir Lorena.
- Tiempo récord, de verdad que no sé como lo hemos conseguido- declaró Alba.
Todos los chicos llevan unos vaqueros y camisas.
Lorena llevaba un body negro, con el escote en pico dejando su espalda descubierta. Ante esto, se había realizado una coleta de caballo y una falda vaquera blanca y sus plataformas.
Alba por su parte había optado por unas vaqueros con pequeños agujeros, un top blanco sin mangas y sus converse blancas. El pelo había decidido no tocárselo.
"Ante todo comodidad" le había dicho a Lorena al ver su horror por los tenis.
"Antes muerta que sencilla" había contestado ella.
- Te debemos la vida- susurró Marc a Alba.
- ¿Qué dijiste?- preguntó Lorena.
- Nada cariño- sonrió como un ángel- oye este body es nuevo.
- Sí, ¿te gusta?- preguntó dando una vuelta sobre sí misma.
- Ale todos contentos- finalizó Alba acercándose a Lucas.
- Venga pues, tengo sed necesito un buen tinto- dijo dando una palmada Darío.
- Amén hermano- lo secundó Berni.
- Que buena amistad habéis cosechado vosotros dos- comentó Rubén.
En la bodega del jamón, ese era el nombre de la carpa, cogieron sitio haciendo un círculo entre ellos y bailaron hasta más o menos las siete, hora donde la gente parece que se vuelva loca por entrar y no hay manera de conservar tu espacio personal.
Nuestro grupo se dirigió de nuevo a la plaza a tumbarse cerca.
- Me hago viejo, estoy reventado y es solo el primer día- dijo Rubén tirándose al suelo.
- Venga que el lunes te quejarás de que se acabó la fiesta- se burló Alba echándose encima.
- No me he quejado de la fiesta sino de mi aguante.
Aprovechando que los demás hablaban entre ellos Alba susurró:
- ¿Ha venido Blanca?
- No le gusta la feria del mediodía, se agobia vendrá por la noche.
- En cuanto esté en tu campo de visión me la presentas
- Sí, ya le hablé de ti.
- ¿Le has contado que salimos juntos?- preguntó preocupada.
- Lo sabe todo. Tenemos confianza.
- Podría quedarse con nuestro grupo si le apetece, aquí hay muchachos disponibles para sus amigos- dijo señalando el grupo de Berni.
- Se lo comento en un momento- contestó sacando el teléfono y echando una foto disimuladamente.
- ¡Lo ha visto!- exclamó emocionada al ver el tick azul.
- Sh, calla, que se darán cuenta de nuestro plan- la regañó- lo ha pasado por su grupo de amigas, luego me confirma pero que cree que sí, necesitan tiempo para valorar- dice riendo.
- Dile que me pase ese sticker- apuntó Alba al ver el que le había mandado- bueno da igual, se lo comentaré yo cuando tenga su número.
- Vas muy adelantada- la previnó él.
- No, ya le he visto futuro. Me falta buscaros un nombre como a los famosos.
- Vamos, anda. A ver que dramas nos depara esta noche.
- ¿El negro o el azul?
- No entiendo estas decisiones tan complicadas, si te gusta más el azul, ponte ese y vamos. ¡Tengo hambre!- exclamó tirándose dramáticamente a su cama.
- Vale, ya voy, menos mal que me puse la sombra azul- murmuraba cambiándose de ropa- ¿te vas a quedar al final con eso?
- Lorena, aunque te cueste creerlo existimos personas que pensamos rápido que nos vamos a poner- contestó con los ojos cerrados.
Una almohada aplastó su cara.
- ¡Idiota, el pintalabios no era permanente!- le dijo señalando la mancha roja.
- ¡Mierda!
Cogió la almohada y fue rápido a quitarle la mancha manualmente y dejarla secarse en el tendedero.
Mientras Alba escribía por el grupo.
"Ha habido un percance, cinco minutos más"
"40 o 45, ¿qué diferencia hay?" preguntó Rubén.
- La cosa es parecer seguros y confiados y si vamos en grupo siempre es más fácil- comentó uno de los amigos de Berni.
Alba se acercó a Rubén.
- ¿Viene?
- Sí, están terminando de cenar- sonrió al móvil- esta es.
Le enseñó la foto que acababa de mandarle haciendo una mueca.
Su pelo no podía ser más negro, lo que contrastaba mucho con su piel que parecía blanca como la nieve, haciendo honor a su nombre, sus ojos también eran marrones muy oscuros que fácilmente podían parecer negros.
Y en la foto, al menos, parecía bajita.
- Es muy mona- opinó Alba.
- Lo sé y es mi novia- dijo orgulloso.
Una vez dentro sobre las dos.
- ¿Mañana botellón donde siempre?- preguntó/ gritó Berni a Darío.
- ¡Sí!
- ¡Esas son!- le gritó Rubén a Alba.
Lucas estaba junto con Marc, pero veía que algo se traían entre manos desde que se habían juntado.
- Hola- saludó Blanca para todo el grupo.
- Chicos os presento a Blanca, hermana de Berni- este alzó su copa- y mi novia.
Los demás saludaron a su vez.
- ¿Os importa si nos unimos?- preguntó ella.
- Claro que no.
Y el grupo de amigas comenzó a esparcirse.
- Tú debes ser Alba, como habrás oído soy Blanca- dijo riendo- podríamos quedar para hablar y con tu novio también.
- Sí, con este ruido no creo que sea buena hacerlo aquí- concordó Alba.
Hablaron unas pocas frases más y Alba se despidió para buscar a Lucas.
De espaldas a Blanca, Alba hizo una señal de aceptación a Rubén a lo que este respondió guiñando un ojo.
- ¡Te encontré!- la sorprendió Lucas.
- ¡Estaba conociendo personalmente a Blanca!
- ¡Lo he visto! ¿Has visto a esa chica de allí?
Alba miró donde le indicaba y esta apartó rápidamente la mirada
- ¿Qué pasa?
- Me mira raro.
Alba la observó y lo único que le llamó la atención fue el eyeliner, que solo se lo había hecho en un ojo.
Alguien debería decírselo.
- Pues no sé.
Lucas se quedó más tiempo pensando en aquella chica pero se olvidó rápido con su novia delante.
.......................
Al día siguiente todo se repitió hasta llegar la noche.
Ahí llegó el problema.
- ¡Voy a por otra! ¿Quieres algo tú?- le preguntó Alba.
- ¡No, iré más tarde!
- ¡Ahora vuelvo!
Alba se perdió entre la multitud y se quedó esperando a que la atendieran en la barra.
Mientras tanto Lucas siguió bailando con los demás y se unió al tren que estaban haciendo Darío, Rubén, Berni y Marc.
Se notaba que andaban ya contentillos.
De repente y sin saber como se vio bailando con una chica que no recordaba haber hablado pero si visto.
- ¡Tú! ¿Tú eres la chica que me miraba ayer?
- ¡Sí!- respondió riéndose- ¿por qué te alejas? ¡vamos a bailaaar!
Se notaba que andaba bastante pedo.
Cogió las manos de Lucas y se las colocó muy cerca de su trasero.
Lucas incómodo y asustado porque alguien pudiera verlos intentó separarlos pero la chica en su estado de embriaguez continuaba reteniéndolo.
- ¡Sé que he tardado pero...! ¿Qué coño?- preguntó enfadada.
- ¿Es tu novia? ¡No me dijiste que tenías!
Ni siquiera espero contestación, Alba se marchó.
Lucas fue a por ella pero la chica volvió a sujetarlo.
- ¿Qué haces? Ya no te molestará.
- ¡No me molesta! ¡Deberías salir a que te dé el aire, alrededor tuya solo se respira ron!
Respondió alejándose.
- Rubén, ¿has visto a Alba?
- Acaba de salir, iba a ir a por ella, no quiero que esté sola ahora.
- Ya voy yo, quédate con Blanca.
Rubén le agarró del codo.
- ¿Ha pasado algo?
Lucas fue sincero.
- Joder Lucas, estará en las luces al lado de los churros, ¡y no la vuelvas a cagar!
- Lo siento.
- Díselo a ella, ¡y estás tardando!
Salió lo más rápido que pudo esquivando a la gente, una vez fuera fue al sitio que le había dicho Rubén y en efecto allí estaba... llorando.
- Lucas, ahora no... de verdad- dijo con voz quebrada.
En ese momento se sintió miserable.
- No, escúchame.
- Pues no quiero- se puso a la defensiva- ¿para esto quieres un cambio? ¿para ligar? Si esto eran tus planes desde el principio me parece bien, pero no uses a las personas.
- No he hecho nada, lo prometo- la interrumpió- esa chica se acercó a mí de repente y fue ella quien me puso las manos cerca de su...
- culo Lucas, puedes decirlo.
- Pues eso, me di cuenta que era la chica que te dije de ayer y luego quise apartarlas pero ella las mantuvo ahí y eso que andaba pedo, y apareciste tú, ella soltó aquello. Fue sin querer, te lo juro, ¿nunca te ha pasado?
- ¿Qué un chico se me pegue? Claro.
- Sabes que jamás haría nada. Te quiero. Si te soy sincero me he sentido halagado de haberle llamado la atención a alguien, aunque teniendo en cuenta que estaba borracha no sé si me habrá visto bien.
- Y con las luces parpadeando todo el rato.
Rieron un poco.
- He montado un escándalo de una nimiedad, el alcohol.
- No es una tontería, la mayoría hubieran actuado como tú, ¿no te parece mal lo que he dicho?
- ¿Qué te ha gustado agradar? No, Lucas a todo el mundo le gusta gustar.
- Siento haberte arruinado la fiesta.
Río un poco.
- Odio que llores- le limpió las lágrimas que le quedaban- y más si es por mi culpa.
- Bueno ahora tendrás que venir conmigo a buscar a Lorena para coger su maquillaje y arreglar el desastre que has creado- respondió señalándose la cara.
- ¿Estamos bien?- preguntó ofreciéndole una mano para que se levantará.
- Estamos bien- contestó aceptándola- gracias caballero.
- De nada señorita.
Para cuando se dieron cuenta ya eran las seis y media de la mañana y todos tenían un hambre tremenda.
- Yo voto por unos churros con chocolate- dijo Alba.
- Tenemos que estar a las 11 en las carrozas, deberíamos dormir algo- recordó Lorena.
- ¡Hay tiempo para todo! - la rodeó Marc con el brazo- vamos a comer.
Acabaron comiéndose dos ruedas enteras y luego en vez de irse cada uno a su casa acabaron todos en casa de un tal Alfonso y durmieron en el salón, algunos con solo una sábana en el suelo y otros cogieron los cojines de los sofás.
Se despertaron tarde, eran las diez y del camino había que descontar una media hora, había que darse prisa si Alba y Lorena querían darse una ducha rápida y en el caso de la segunda cambiarse el atuendo.
- No pasa nada si alguna vez repites ropa- le dijo Alba.
- Sí pasa- protestó ella- vamos, esta vez tendremos que correr.
Y tanto que lo hicieron, mientras una se duchaba la otra dejaba colocada la ropa y cualquier joya con la que quisiera complementar el atuendo y el maquillaje sobre todo para esconder la cara de dormidas.
- ¡Corre! Son y media- dijo alarmada Lorena saliendo en toalla del baño.
Si tenia que someterse a un test de la verdad, estas situaciones son las que más divertían a Alba, estar medio dormida y no enterarse de lo que está pasando, estresarse por temer a que la carroza se fue sin ellas, era divertido, le daba adrenalina.
Después de ducharse, se hizo un moño y así se colocaba la flor mucho más rápido con menos horquillas también.
- ¿Estás listas?- le preguntó Lorena terminando de maquillar.
- Los zapatos.
Lorena había optado por un vestido rojo con las tirantas un poco por debajo de los hombros y la flor blanca igual que las sandalias que llevaba.
Alba en cambio se decidió por unos tenis, falda vaquera azul y un body blanco de tirantas y la flor celeste.
- ¡Venga vamos!
Salieron literalmente corriendo y llegaron con un minuto de adelanto.
Al final, las carrozas se retrasaron en empezar una media hora.
Sin duda el día que más disfrutó fue el domingo, la gente bailando, bebiendo tinto y manchándose las camisas. Saludando desde las carrozas se sentían personajes importantes y más si la gente de abajo les gritaba, luego después de terminar el recorrido el camión aumentaba la velocidad para aparcar y el viento en la cara los mantenía despiertos.
Con las manos alrededor de la cintura de Alba le dio un pequeño beso en el cuello y ella se encogió por las cosquillas.
- Me encanta la flor.
- Pues es sorprendente que no se me haya caído, solo lleva dos horquillas y normalmente me pongo cinco pero...
- Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas- concluyó.
- Exacto.
El camión paró en el descampado al lado del parque donde estaban los demás y siguieron la fiesta mientras se comían los bocadillos.
En definitiva fueron unas grandes fiestas.
Lucas llegó a su casa reventado, eran ya las siete de la tarde, planeaba dormir en cuanto se hubiera duchado y liberado de esa mezcla de tabaco, alcohol y a saber que más.
No tenía ni hambre, el estómago estaba lleno de tinto.
Al salir de la ducha, se puso el pijama y al poner a cargar el móvil vio un mensaje de Alba.
"¿Fue como te esperabas?
Siento no haberte escuchado y haberte acusado como una celosa, nunca me has dado motivos para desconfiar. Y aunque no sea una excusa, iba bebida" y un emoticono para dar pena.
"Alba, da igual, la culpa es mía en todo caso por no haberla empujado desde el primer segundo. Te quiero, buenas noches"
Justo iba a apagar la luz su madre entró al cuarto y no pudo evitar suspirar, había dormido solo tres horas, necesitaba cerrar los ojos por lo menos catorce horas.
- ¿Te lo has pasado bien?
- Mejor de lo que esperaba- reconoció.
- Me alegro, te dejo dormir- dijo notando la impaciencia de su hijo.
.......................
El lunes sobre las tres entró a casa de Alba y al abrir la puerta se encontró a su novia con el pijama de winnie de pooh, un moño mal hecho y la cara hinchada.
- Sé que mi aspecto no es principesco pero ya era hora de mostrarlo- bromeó- me acabo de despertar hace unos diez minutos, ni siquiera he comido.
- Perfecto, porque he traído comida china.
- Oh dios mío, que bien, me apetecía de todo menos cocinar algo ahora- le dio un beso a Lucas.
Fueron hasta la cocina y repartieron la comida en platos y subieron al cuarto de Alba.
- ¿Te sentirías mal si te digo que lo que más me apetece ahora es dormir?
- Te contestaría que me pasa lo mismo.
Alba río.
- Voy a quedarme en calzoncillos- avisó.
- Okey.
Alba se quitó el sujetador y lo lanzó al escritorio.
Se tumbaron en cucharita y se quedaron dormidos en cuestión de segundos. Habían puesto la alarma a las ocho por si las moscas.
- ¿Te puedes creer que seguiría durmiendo?- preguntó en medio de un bostezo Lucas.
- Sin duda, me siento igual- se dio la vuelta para estar cara a cara con él- parecemos una pareja de viejos durmiendo toda la tarde.
- Este era un caso especial.
Se acercó a ella y le dio un beso largo.
- Incluso tener citas para dormir contigo es perfecto- susurró como un secreto Alba.
- Opino lo mismo- contestó Lucas en el mismo tono.
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