Epílogo
La calma después de la tormenta se había establecido en Wano. El humo de la batalla se había disipado, revelando un cielo claro y lleno de promesas. La noticia de la derrota de Kaido y Big Mom se extendió rápidamente, trayendo consigo una oleada de celebraciones y esperanza para el futuro.
Los piratas de Big Mom, reconociendo su derrota, se preparaban para regresar a Whole Cake Island. Katakuri y Cracker, antes de partir, se acercaron a Amélie para despedirse.
—Gracias, Amélie —dijo Katakuri, su rostro ya no oculto por la bufanda—. Nos has enseñado mucho sobre la aceptación y el verdadero valor.
Cracker asintió, una sonrisa melancólica en su rostro.
—Espero que algún día podamos vernos de nuevo, en circunstancias más pacíficas.
Los piratas de Kaido, por su parte, fueron desterrados de Wano. Sin embargo, King, en un giro sorprendente de los acontecimientos, decidió quedarse.
—He encontrado algo por lo que vale la pena luchar —declaró King, su rostro ya no oculto por la máscara—. Si me lo permites, Amélie, me gustaría ser tu protector.
Amélie, conmovida por su oferta, asintió con una sonrisa.
—Amélie estaría honrada, King-san.
Ahora, mientras el sol comenzaba a ponerse sobre un Wano liberado, Amélie se encontraba de pie frente al gran árbol de cerezo, su mente un torbellino de pensamientos y emociones. Lucci estaba unos pasos detrás de ella, su presencia era una fuente de confort y seguridad.
—¿En qué piensas? —preguntó Lucci suavemente, acercándose a ella.
Amélie se giró para mirarlo, sus ojos reflejando una mezcla de asombro y confusión.
—Amélie... Amélie no sabe qué hacer ahora —admitió—. El destino de Amélie siempre estuvo ligado a este momento, a ayudar a despertar a Joyboy. Pero ahora que se ha cumplido...
Lucci la miró con ternura, tomando suavemente su mano.
—Ahora eres libre de elegir tu propio camino, Amélie. El futuro está abierto para ti.
Amélie miró hacia el árbol de cerezo, como si buscara respuestas en sus ramas florecientes.
—La naturaleza... la naturaleza le dice a Amélie que aún hay mucho por hacer. Que el despertar de Joyboy es solo el comienzo.
—¿Y qué quiere hacer Amélie? —preguntó Lucci, su voz llena de apoyo y amor.
Amélie se quedó en silencio por un momento, reflexionando. Finalmente, una pequeña sonrisa se formó en sus labios.
—Amélie quiere ayudar. Quiere usar sus dones para sanar no solo a Wano, sino a todo el mundo que ha sufrido bajo la opresión y la injusticia.
Lucci asintió, una sonrisa de orgullo en su rostro.
—Entonces eso es lo que haremos.
—¿Haremos? —preguntó Amélie, sus ojos brillando con esperanza.
—Por supuesto —respondió Lucci, acercándola más a él—. Donde tú vayas, yo iré. Si quieres sanar el mundo, estaré a tu lado en cada paso del camino.
Amélie se apoyó en él, sintiendo una sensación de paz y propósito que nunca antes había experimentado.
—Gracias, Lucci. Amélie... Amélie te ama.
—Y yo te amo a ti, Amélie —respondió Lucci, besando suavemente su frente.
Mientras el sol se ponía sobre Wano, bañando el país en tonos dorados y rosas, Amélie y Lucci permanecieron juntos bajo el árbol de cerezo. El futuro era incierto, lleno de desafíos y aventuras por venir. Pero con el amor que compartían, la fuerza de sus aliados, y el poder de la naturaleza de su lado, estaban listos para enfrentar cualquier cosa que el destino les deparara.
Kaku se acercó rápidamente a donde estaban Amélie y Lucci, su rostro reflejando una mezcla de urgencia y emoción.
—¡Amélie! ¡Lucci! —llamó mientras se acercaba— Las tripulaciones de Mugiwara, Trafalgar Law y Eustass Kid están preparándose para partir. Parece que van a seguir su viaje hacia el One Piece.
Los ojos de Amélie se iluminaron con una chispa de determinación. Se volvió hacia Lucci, su rostro lleno de esperanza y un toque de ansiedad.
—Lucci —comenzó, su voz suave pero firme—, Amélie cree que debe ir con Luffy-san. Ahora que Nika ha despertado en su interior, necesitará la ayuda de Amélie para entender y controlar ese poder.
Lucci frunció el ceño ligeramente, una sombra de duda cruzando su rostro. La idea de unirse a la tripulación de Mugiwara, el hombre que una vez lo derrotó y que representaba todo lo que alguna vez se opuso, no le agradaba en absoluto.
—Amélie —dijo Lucci, su voz tensa—, ¿estás segura de esto? Sabes que mi historia con Mugiwara es... complicada.
Amélie asintió, comprendiendo la reticencia de Lucci. Tomó sus manos entre las suyas, mirándolo directamente a los ojos.
—Amélie lo sabe —dijo suavemente—. Pero Amélie también sabe que Lucci ha cambiado. Y Luffy-san... él tiene un don para ver lo mejor en las personas. Además, Amélie estará allí. Amélie promete estar siempre al lado de Lucci.
Lucci la miró, su rostro era una mezcla de emociones en conflicto. Por un lado, la idea de trabajar junto a Luffy iba en contra de todo lo que alguna vez creyó. Por otro lado, el amor que sentía por Amélie y el deseo de protegerla y apoyarla en su misión eran más fuertes que cualquier vieja rivalidad.
Finalmente, Lucci soltó un suspiro de resignación.
—Por ti, Amélie, haré cualquier cosa. Incluso si eso significa unirme a la tripulación de Mugiwara.
La sonrisa que iluminó el rostro de Amélie fue como un rayo de sol después de una tormenta. Se lanzó a los brazos de Lucci, abrazándolo con fuerza.
—Gracias, Lucci —susurró—. Amélie promete que todo saldrá bien.
Kaku, que había estado observando el intercambio, sonrió ligeramente.
—Bueno, parece que tenemos un nuevo rumbo. ¿Asumo que también me uno a esta loca aventura?
Lucci miró a su viejo amigo y compañero, una pequeña sonrisa formándose en sus labios.
—No esperarías que enfrentara esto solo, ¿verdad?
—Por supuesto que no —respondió Kaku con una risa—. Alguien tiene que mantenerte cuerdo en ese barco de locos.
—¡Vamos! —exclamó Amélie, su entusiasmo contagioso—. Debemos alcanzarlos antes de que zarpen.
Mientras se apresuraban hacia el puerto, King los interceptó.
—¿A dónde van con tanta prisa?
—Nos unimos a la tripulación de Mugiwara —explicó Amélie rápidamente—. ¿Vienes con nosotros, King-san?
King pareció sorprendido por un momento, pero luego asintió.
—Prometí protegerte, Amélie. Si ese es tu camino, te seguiré.
Con su nuevo y peculiar grupo formado, se dirigieron hacia donde los barcos se preparaban para zarpar. La aventura que les esperaba era incierta y probablemente peligrosa, pero con Amélie como su luz guía y el poder del amor y la amistad de su lado, estaban listos para enfrentar cualquier desafío que el mar les deparara.
Mientras se acercaban al Thousand Sunny, Amélie no pudo evitar sonreír. El futuro era brillante y lleno de posibilidades, y ella estaba lista para escribir el próximo capítulo de su historia junto a Luffy, Lucci y sus nuevos nakamas.
La historia de Amélie, la ninfa que ayudó a despertar a Joyboy y trajo esperanza a Wano, apenas estaba comenzando. Y con cada paso que daba hacia el futuro, las flores de cerezo caían suavemente a su alrededor, como una bendición de la naturaleza misma.
¡Gracias a todos por el apoyo de esta historia! Sin ustedes, como siempre, no lo hubiera conseguido.
Yo pensaba continuar con la historia, pero están pasando muchas cosas últimamente en los capítulos del manga de One Piece qué decidí cortar aquí y así tener más información.
Espero volver a verles pronto en la próxima historia.
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