Pichit.

Él será mi salvación.

El único problema es que el simple hecho de saber que es el mejor amigo de el precioso chico que me gusta logra hacer que me detenga a pensarlo al menos dos veces antes de acercarme.

Chris me repitió más de cuatro veces: "Es sólo su amigo, no él. No entiendo tus nervios".

Al igual que el día anterior, estaba frío y la garua parecía volverse hielo en nuestras ventanas.

La primera hora sólo se trató de la historia del país, lo cual era lo suficientemente aburrido para que mis ojos comenzaran a pesar. Dormí toda la hora.

Desperté por el agudo sonido de la campana que no estaba más allá de los tres metros de nuestro salón. Abrí mis ojos y visualice a Pichit que se servía dos tazas de café pero se encontraba solo. Mire a sus alrededores y noté que no había rastro de Yuuri. Era mi momento.

Me acerqué sigilosamente a él y me senté en el banco que estaba a su lado, ambos estabamos sentados de lado por lo que quedamos de frente. Pichit que llevaba lentes me miró por sobre ellos con curiosidad y yo me limité a mover mi mano de lado a lado.

—¿Hola?

—H-hola.

—Ehm... ¿Quieres café?

Sentí que mis pies se contrajeron de la emoción, estaba funcionando.

—Claro...

Me pasó un pequeño vasito de plástico. El café tenía un sabor peculiarmente más dulce.

—Es un café tailandés.

—Oh, ya veo —tomé otro sorbo y sonreí.

—En fin... ¿Hay algo que necesites?

<<Pues sí, quiero que tu mejor amigo sea el padre de mis hijos>>

—La verdad no, sólo quería acercarme a alguien más, ya sabes, la mayoría aquí son estadounidenses...

—¡Haberlo mencionado antes! Tengo un amigo que también es extranjero, de seguro se llevarían de maravillas. —saltó como resorte y se acercó a la puerta que daba al pasillo e hizo una seña con la mano.

Apreté el vaso que tenía entre mis manos tan fuerte como mi labio inferior.

Mi corazón latía con tal fuerza que temía que fuera escuchado.

De pronto Yuuri entró con una carta rosa en su mano y sus mejillas totalmente rojas pero una expresión seria en su rostro.

—¿Otra vez, Yuuri? Deberías hacerles saber que no tienes otras intenciones más que estudiar.

—Insistió bastante en que quería entregarme esto —alzó la carta y pude ver que tenía unas letras doradas, realmente muy decorado—. Además ella fue muy dulce conmigo.

—¿Qué te dijeron esta vez? —insistió Pichit.

—"¡Yuuri, por favor piénsalo!" "Eres el chico más lindo de la escuela" —usó un tono medianamente femenino que hizo reír a su amigo.

Miré un poco más el vaso y sentí la calidez de una gran lágrima cayendo por mi mano. Rápidamente limpié mi ojo el cual estaba totalmente acuoso.

Me puse de pie, dejando el vaso sobre la mesa y volví a mi lugar para volver a mi rutina de siempre.

Recostarme sobre mis brazos y pensar en él.

⚂Continuará

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Capítulo sad.

Ya estoy corriendo para evitar los chanclazos.

¡Nos vemos en el próximo capítulo y gracias!

💛

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PD: se busca algún/alguna ilustradora que por amor al arte me dibuje a Victor con el pelito hasta los hombros, se agradecería bastante u-u💖.