🌿Nuestro [parte III]

—¿Qué haremos ahora? No tengo siquiera un paraguas... —dije mirando mi bolso una y otra vez esperando que apareciera dentro de el algo que sirviera.

—¡Tranquilo! Llamaré a mi hermano para que venga por nosotros. —Victor sacó un celular desde su bolsillo y con unos suaves movimientos de dedos lo desbloqueó y acercó el aparato a su oreja.

No pude evitar fijarme en el pequeño detalle de que cuando espera a que le contesten, muerde la pared interna de su mejilla.

—¡Vas! ¿cómo estás? Yo bien, también —hizo una pequeña pausa—. Está lloviendo y con el chico que me gusta, nos encontramos entre unos árboles para no mojarnos, ¿crees que podrías venir por nosotros? —Victor alejó el aparato de su oreja y desde aquella lejanía se escuchó un grave grito de "Vas"; me espante por completo.

Victor colgó con una sonrisa en sus labios.

—Dijo que demorará un poco, pero que vendrá por nosotros.

—Está bien.

Victor comenzó a mirar las orquídeas con mayor detenimiento, tocando sus pétalos con detalle y tomando su olor, el cual fácilmente podría mezclarse con el aroma de su cabello.

Me distraje un segundo para mirar hacía arriba y ver la forma en la que la naturaleza trabajaba en evitar que nuestras ropas se mojaran.

Fue entonces que senti un objeto fino rodear el borde de mi oreja y una mano fría rozarme.

[Ahora sí, pido mucha imaginación para que visualicen a Victor con el cabello largo.]

<<Estoy feliz de poder quedarme unos segundos más a tu lado, Victor. Esa es la verdad>>

Lo miré a los ojos. Tardé un poco en notar que una flor se posaba sobre mi oreja, pero más allá de eso, no pude evitar notar los temblores y la piel fría de Victor.

Busqué con cuidado entre mis cosas y saqué un abrigo, que por suerte, llevaba conmigo.

Sin pensarlo dos veces, lo coloqué sobre la espalda de Victor y también le coloqué la gorra para evitar que sus orejas se helaran.

—G-gracias... —se acomodó de costado, apoyando su cabeza en el incómodo borde del banco en el que nos encontrábamos.

Sus ojos se cerraron y una suave sonrisa se formó en su rostro, pero a pesar de mostraba tranquilidad, Victor, se movía inquieto, buscando una posición cómoda.

—¿Estás cansado?

—El sonido de la lluvia me relaja —replicó abriendo muy apenas sus ojos. Estos brillaron en cuestión de segundos—, pero esta banca es algo dura.

—Pues... —estire mis brazos-, es sólo si quieres.

—Sería lindo...

Las rodillas de Victor quedaron a cada lado de mi cadera, sus manos se posaron en mi cintura y su frente se apoyó en mi hombro.

—N-no me refería exactamente a esto. —mi cuerpo estaba estático, como si cualquier movimiento que hiciera fuera a ser usado en mi contra.

—Si te incomoda-

—¡No! No... quédate así. —rodee su cintura en un intento de que no huyera. Un acto involuntario de mi parte y del cual me arrepentí en segundos.

El ambiente se llenó de muchos sonidos sin sentido y pequeños suspiros.

<<Nunca pensé que alguien podría llegar a ser tan cálido>>

Mi cabeza estaba inundada de Victor.

Y es que jamás me vi con alguien en esta situación, pero allí estaba, abrazandolo como si mi vida dependiera de ello, inhalando su precioso y característico olor, sintiendo la suavidad de su flequillo rozando en mi cuello... Queriendolo por lo que era.

—Yuuri... —susurró.

<<Dilo otra vez y haz que mi corazón salte de esta forma tan gratificante nuevamente...>>

—Parecemos novios. —sonrió luego de soltar una leve risita.

<<Novios...>>

—¿Novios? No lo creo. Los novios hacen cosas más tiernas que estas.

—¿Ah sí? ¿Cómo qué? —su voz sonó más desafiante y divertida. Me estaba siguiendo el jugueteo.

—No lo sé... tal vez esto. —busqué su mano, la cual estaba en mi cintura y la llevé a mis labios, besando su palma suavemente para luego entrelazar nuestros dedos.

—Pero eso no es nada... —su voz sonó extrañamente diferente, haciéndome temblar en más de algún lugar de mi cuerpo.

Sentí sus labios besar mi mejilla con una lentitud agradable.

Busqué sus ojos con rapidez una vez que sus labios se separaron de mí.

Sus mejillas se tiñeron en un tenue carmesí y mi corazón bombeó sangre con más rapidez.

—Yuuri, yo... —Victor acarició mi labio inferior con su delicado pulgar, y mi cabeza comenzó a flotar en unas suaves y dulces nubes rosas—, te quiero mucho... te quiero tanto que llega a ser doloroso.

<<¿Qué es este punzar en mi pecho?

¿Qué está sucediendo en mi interior?

¿Por qué mi cabeza se siente tan confundida?>>

Sólo veo rosa y mi mente repite una y otra vez: Amor.

—Victor, yo...

¡Victor! ¿Dónde estás? —escuché a lo lejos.

<<Tienes que estar jugando...>>

—Oh, es mi hermano. Luego me dices qué querías decirme. —Victor se puso de pie y se asomó levantando su mano.

—Hola... ¿Cómo estás? —un chico altísimo, de cabello un poco más oscuro y corto acarició y besó la frente de Victor, flectando levemente sus piernas para alcanzar su altura.

—¡Bien! Yuuri me prestó su abrigo. —Victor me buscó con la mirada y sonrió.

—Ah... ¿él es el chico que te gusta?

Me puse de pie como resorte y tomé todas mis cosas.

—Hola, mucho gusto, soy Yuuri Katsuki. —estreche mi mano, la cual nunca fue recibida.

—¡Vas! Sé educado. —Victor pellizco su mejilla.

—Soy Vas Nikiforov, el hermano mayor de este pequeñín, al cual espero hayas cuidado con tu vida. —una sonrisa muy brillante se formó en su rostro. No pude evitar pensar que Victor sería así de apuesto en un futuro.

Nos dimos la mano y más de uno de mis huesos dio un crujido.

—Vamos.

Caminamos rápidamente bajo la lluvia hasta llegar al auto.

—Katsuki, vas conmigo adelante.

Tomé algo de aire, me sentía levemente asustado.

<<¿Qué se supone que haga? ¡No quiero que me odie!>>

Me subí y coloqué rápidamente el cinturón de seguridad rodeando mi torso; el auto se encendió y comenzó a moverse.

El ambiente era tenso, a excepción de la parte de atrás, donde Victor sonreía, indiferente a la actitud posesiva de su hermano.

—Entonces, ¿cómo conociste a mi hermano?

—Ah, y-yo... Lo conocí en la escuela, vamos en el mismo salón.

—¿Cuánto tiempo llevan hablando?

—Ahm... —miré a Victor, el cual contaba con sus deditos—, creo que casi tres semanas.

—¡Eso es muy pronto!

—¡Vas! No le grites. —Victor le jaló el cabello, lo cual me hizo sonreír levemente.

—Sólo no toques a mi hermanito, o serás Alfa muerto.

—¡Vaaas!

<<Ambos son bastante inconscientes de sus acciones>>

Estábamos por llegar a mi hogar, cuando Vas giró en dirección opuesta.

—Mi casa está por allá...

—¿Quién dijo que te dejaría en casa?

—Yuuri, por favor, ignoralo —Victor suspiró espesamente—. Lo que quiso decir, fue que estás invitado a cenar en mi casa.

—¿T-tú casa? —mis manos comenzaron a sudar en cuestión de segundos, y me odié internamente por no comprender el por qué de aquellas reacciones tan extrañas.

—¿Tienes algún problema con conocer a nuestra familia? Si quieres estar con Vitya, debes conocer a los Nikiforov.

Asentí repetidas veces, algo de lo cual me arrepentiría más tarde.

⚅Continuará

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1190 palabras, y con ello, doy fin a "Nuestro" xD fue una larga cita.

🌺ACLARACIÓN DEL COMENTARIO QUE DEJÉ EN EL CAPÍTULO ANTERIOR:

Ya dije esto hasta el cansancio, pero la cosa es simple.

Los sentimientos de Yuuri, como pudimos ver en éste capítulo, se están formando, por lo tanto, él no sabe lo que siente por Victor, no lo nota.
Yuuri está preocupado por el daño que le hizo, y no es por "lástima", sino que realmente le preocupa haberlo dañado, ya que como Yuuri dijo una vez, Victor es un "ángel", al cual no quiere herir.

Eso es todo, no había necesidad de putearme o enojarse, pero bueno, espero se entienda n u n

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Por último, les quiero pedir que vayan a mi perfil y lean el mensaje que dejé en mi tablero el día de ayer❤ es algo que les beneficiará en un futuro, y quiero saber qué opinan/quieren.

¡Eso es todo por hoy!

Las quiero mucho y espero que disfrutaran el capítulo

*Edit: "Vas", era el hermano menor de Victor en mi historia "Si hubieras...", fue un total cameo❤

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