Estrellas, glitter o algo parecido a fuegos artificiales, pero estáticos.

Aquello era lo que veía a pesar de estar mirando el simple techo.

Mi pecho subía y bajaba con lentitud, pero de manera espesa y mis piernas temblaban. Mientras mi entrepierna se sentía húmeda, era algo poco incómodo, ya que la satisfacción era mayor. Lamentablemente no me podía quedar en aquellas condiciones.

Me puse levemente de costado y miré a Yuuri con un pequeño puchero.

—¿Quieres que te cargue hasta el baño?

—Por favor... —susurré desviando la mirada.

Yuuri se puso de pie, pasó su brazo por mi espalda y el otro por la parte contraria a mis rodillas. Aferró mi cuerpo al suyo con fuerza y yo rodeé su cuello con mis manos.

Abrió la puerta como pudo y nos dirigimos al cuarto de baño.

—¿Te ayudo?

—¡N-no! Yo... me limpiaré solo.

Mis pies tocaron el piso y sentí como mis piernas se volvieron dos frágiles ramas que se balanceaban hasta con el más simple viento.

—Te esperaré aquí afuera.

Asentí con una pequeña sonrisa que en mi mente se interpretó como un ❝gracias❞.

Limpié rápidamente todo lo que tenía que limpiar y cambié un par de prendas, tirando las sucias al lugar destinado para ellas.

Saqué una cajita con remedios, buscando algún calmante para poder pasar la noche tranquilamente, y es que el calor comenzaba a aumentar nuevamente en mi cuerpo.

Como un oasis en el desierto, una última se encontraba entre las pastillas.

La tomé rápidamente y finalicé tirando un poco de agua fría en mi rostro ya enrojecido.

<<Sólo... cálmate>>

Abrí la puerta y vi a Yuuri apoyado en la pared. Ladeó su cabeza y sonrió. Se acercó a mí y buscó mi mano para luego entrelazar nuestros dedos y caminamos hasta mi habitación. Era una acción que, en definitiva, se estaba volviendo bastante común entre ambos.

Al regresar a mi habitación, nos recostamos nuevamente. 

Mi espalda contra su pecho, sus brazos rodeando mi cintura, mis manos acariciando las suyas, la cuales descansaban en mi vientre, y su nariz escondida con ternura en mi nuca. 

La noche transcurrió lenta, como si el tiempo estuviera totalmente a nuestro favor y así pudiéramos hablar de nosotros, quitarnos dudas de encima o aprender cosas nuevas del otro. Malos hábitos y buenas costumbres e incluso, nuestros sentimientos.

—¿Yuuri, me quieres? 

—Demasiado.  

Tiramos las sábanas sobre nosotros, creando una especie de nido y nos dejamos mimar por el otro de la forma que nos diera la gana. 

Y finalmente, a la hora de dormir, nos abrazamos suave y ligeramente. 

El día lunes llegó y junto a ello, la escuela.

El camino a casa se volvió extrañamente angustioso.

<<¿Y si no me habla? ¿Si no me mira? Si ya... ¿No soy nada para él?>> 

Ya iba llegando a la entrada del establecimiento cuando sentí unos pasos rápidos acercarse a mí y de un momento a otro, mi mano fue entrelazada con otra.

Detuve mi caminar, miré a mi costado y recibí un beso en la frente. 

El mundo se paralizó a nuestro alrededor.

Las personas que entraban con rapidez para no llegar después de la hora, se detenían y miraban la escena con suma sorpresa.

Unos espesos y decepcionados suspiros se escuchaban en varios sectores del lugar. 

❝¿Yuuri ha entrado en una relación? Es una lástima.❞ 

Los susurros parecían tener un tono exagerado en mi cabeza.

—Buenos días, Vitya. —su mano acarició mi mejilla y nuestras miradas se conectaron. El mundo volvió a la normalidad.  

—Yuuri...

—¿Vamos? Nos toca taller de lectura y redacción.

—S-sí —miré nuestras manos largos segundos—. ¿Caminaremos así?

—¿Te molesta?—su tono sonó avergonzado al notar que no me había soltado.

—¡No! No —apreté y acomodé un poco más nuestras manos—... no me sueltes.   

Una vez en el salón, tomamos nuestros respectivos lugares, aunque es innegable que fue realmente difícil sentarnos tan alejados del otro. 

Chris agarró mi cintura repentinamente.

—Me contarás t-o-d-o, Nikiforov.   

—¿D-de qué hablas?

—Shh, luego me podrás hablar con tranquilidad. Ahora, ¿quieres ver las fotografías que me mandó mi novio anoche?

—¿Novio? ¡Hey, detén eso! ¡Es asqueroso! —de pronto una imagen sumamente comprometedora saltó ante mis ojos, y con el rostro ruborizado puse la pantalla boca abajo—. ¡Chris, habla! Nunca habías tenido novio.

—Fui débil esta vez.—sonrió con su típica y pícara sonrisa, pero con una pizca de tranquilidad. Una extraña manera de ver el amor en una persona.

—Es agradable verte así, pero... ¿De quién estamos hablando? En la foto solo vi ❝carne❞. —hice comillas con los dedos mientras sonreía con cierto grado de nervios.

—¿Por quién me tomas? Claramente es Jean. 

—Creí que te aburrirías de él. 

—No pude...—Chris apoyó su mejilla en la palma de su mano y con una sonrisa ladeada, suspiró.

Entró la profesora e inevitablemente tuvimos que posicionarnos adecuadamente. Mientras esta pasaba la materia correspondiente, a ratos, miraba a Yuuri, solo para fijarme en los rostros que creaba al concentrarse o simplemente notar la serenidad que desprendía al escribir. 

<<Todo ha cambiado tanto, y siento que lo que siempre anhelé, está realizándose>>

—Cambia esa cara, así enamoras a cualquiera.—susurró Chris, causándome un poco de risa, la cual retuve con el dorso de mi mano. 

Al momento de dirigir mis ojos hacía la profesora, vi a Yuuri observándome por sobre el hombro.

Aquello me recordó a los primeros días, en los cuales veía todo tan... lejano.  

—Entonces, redactarán un pequeño texto usando el correcto uso de la coma y lo leerán en voz alta mientras yo leo y escucho lo que han escrito. Esto tendrá décimas para una próxima evaluación, así que les recomiendo que se esfuercen.

—¿Un pequeño texto? Uhm, me pregunto qué escribirá Yuuri... 

⚁Continuará

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Necesitaba darle un desenlace a la historia de Chris y Jean❤

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Al fin me digné a utilizar sepadores JFKFMGL

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No sé qué tan evidente sea, pero yo creo que al fic ya le va quedando poquito de vida. No diré un cálculo aproximado, porque la última vez que dije algo, terminé como con 15 capítulos más xDDDD

🍓Abracitos fuertes y agradables como las nalgas de Chris☻🍓