🌿Desconocido
Entramos al hogar de Pichit, el cual iba saltando de un lugar a otro buscando a sus padres y así presentarles a Seung.
—¡Mamá! ¡Él es Seung, es coreano! —jalaba el abrigo del nombrado una y otra vez, y él miraba a la mamá de Pichit de forma nerviosa mientras ella reía y asentía repetidas veces.
Miré a Victor, el cual se había sentado sobre el sillón y acomodaba un cuaderno de dibujo sobre sus muslos. Sacó un lapiz grafito y comenzó a trazar líneas rectas.
Me apoyé en el marco de la puerta que daba hacía el living en el que él se encontraba e intenté con todas mis fuerzas evitar el contacto visual.
Se escuchaba como Pichit movía vasos y los suaves pasos de Seung más el característico sonido de las bebidas daban a entender que se ayudaban mutuamente.
Miré a mi izquierda y sin querer, lo vi de nuevo.
Pasó una mano por su nuca y levantó su cabello, dejándolo al lado donde mi visión no llegaba, pero a la vez, mostrando su blanco cuello.
<<¿Se sentirá similar a la porcelana?>>
Ese lado de su rostro se veía con claridad, e incluso, al retirar su bufanda y abrigo, podía ver parte de su cuello y clavículas.
Mi frente comenzó a picar. Pasé el dorso de mi mano por aquella zona y noté que una fina capa de sudor adornaba mi rostro.
—Tienes que estar jugando... —susurré y comencé a correr al baño más cercano.
Cerré la puerta con brusquedad y me dejé caer sobre el inodoro. Una de mis mano se aferró al borde del lavamano mientras intentaba asimilar lo incómodo de la situación.
<<Tenía quince años cuando entré en celo por primera y última vez, y fue por haber visto una revista para adultos sin querer.
Mis instintos lascivos se activan como dinamita.
¿Por qué ahora?>>
—¿Yuuri?
La voz sonaba un tanto saturada en mi confusa mente.
—Yuuri.
<<Por favor, no abras, sea quien seas>>
Escuché muchos pasos un tanto rápidos, los cuales cesaron frente a mi puerta.
Murmullos.
—Yuuri...
La puerta se abrió con rapidez y de la misma forma se cerró. La luz se apagó.
Unos dedos comenzaron a enredarse entre mis cabellos mientras de manera fugaz mis lentes eran retirados.
—No temas... sé como te sientes.
Sus labios temieron por tocar los míos, pero aún así comenzó a besarme con unas ganas garrafales, que hacían que mi sangre bombeara mil veces más rápido.
Puso su mano sobre mis ojos y apegó mi espalda contra el respaldo del inodoro.
Me sentí enfermo de tanta excitación.
<<Reacciona, Yuuri>>
—¿Quién eres?...
<<Todo es tan confuso, ni siquiera puedo distinguir los olores correctamente, y mi visión está más que obstruida y nublosa>>
Sentí un cuerpo sentarse sobre mi regazo sin despegar nuestros labios.
Todo me confundía cada vez más, pero mi lado Alfa me llamaba, me decía que no me detuviera por mucho que mi lado normal y tímido quisiera.
—¿Quién eres y por qué me besas de esta forma?... —mi voz salió como un gemido muy extenso.
—También me desconozco en este momento.
⚅Continuará
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uf.
Medite las cosas, y se supone que quedan dos capítulos, bueno, se suponía.
❤❤❤
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